Connect with us

MUNDO

Xi Jinping y China saben lo que pasó: OMS admite errores en investigación de la COVID-19

Publicado

el

Política Global, por Jorge López Portillo Basave //

Ya es muy tarde para corregir la devastación que causaron algunas de las pifias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de sus altos mandos, pero hoy parecen querer corregir la plana o tal vez estén intentando cerrar el círculo de impunidad.

Cuando menos hace 18 meses iniciaron los contagios en China de lo que sería la epidemia más costosa de la historia moderna y la primera pandemia realmente global registrada en la historia de la humanidad.

Durante los primeros meses de esta tragedia de proporciones aún incalculables, los directivos de los organismos multinacionales que debían haber participado en las investigaciones y prevenciones iniciales abdicaron su responsabilidad. Nadie es tan responsable de la falta de acción como el filósofo con estudios en inmunología vestido de médico, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud.

La carrera de Tedros como Canciller y luego Secretario de Salud en su país natal –Etiopía- había sido ya señalada por ocultar algunos brotes infecciosos que afectaron a países vecinos, pero esta vez su incapacidad o sumisión al poder fue catastrófica para miles de millones en todo el planeta.

Hoy en día sabemos el Covid19 es muy contagioso, que inició en una zona de China llamada Wuhan, que no se ha encontrado la cadena de transmisión entre el murciélago y el primer humano ni mucho menos entre el murciélago y la especie intermedia que según la versión “oficial” fue la forma en la que nos llegó esta plaga universal.

RECORDAR ES VOLVER A VIVIR

Para los que seguimos día a día las noticias internacionales es muy claro que la OMS fue absolutamente inútil durante los primeros meses de la infección y el inicio de la pandemia. De hecho, uno puede alegar que hasta fue dañina por sus declaraciones que minimizaban el riesgo. La OMS declaró por semanas que la enfermedad no era contagiosa, que no había porqué frenar el turismo internacional, que no había por qué usar cubre bocas y claro que China había sido ejemplar en su transparencia, mientras que ignoraba los estudios independientes y denuncias de Taiwán que desde un inicio advirtió que este virus era altamente contagioso. Toda esta serie de basura intelectual atenta contra la inteligencia y el buen gusto.

Para continuar con su carrera de sumisión al poder, Tedros declaró a inicios de este año que su equipo de especialistas, prácticamente daban por cerrada la posibilidad a que el primer contagio se haya dado por un accidente del laboratorio de estudios biomédicos en el famosos Centro de Virología de China en Wuhan, que es uno de los pocos laboratorios en el mundo que de hecho tiene esos murciélagos como los que son origen del Covid19. Debemos recordar que China no permitió que científicos independientes investigasen la zona de Wuhan durante los primeros 12 meses de la pandemia.

También debemos recordar que China admitió haber quemado las primeras muestras del virus por miedo a su contagio, pero esto es muy conveniente para quien quiere borrar el rastro de contagios y la cadena genética del origen y su evolución. No obstante, Tedros siguió aplaudiendo a China durante todo el 2020 hasta que esta semana algo cambió.

En un raro viraje de timón, el jueves el director general de la OMS declaró que la segunda etapa de su investigación acerca de los orígenes de la pandemia incluirá a los laboratorios de genética y virología de la Zona en la que inició la pandemia, es decir entre otros el laboratorio que durante meses ha sido señalado por redes sociales y pensadores independientes como uno de los posibles orígenes de un contagio accidental.

Los comentarios de Tedros también indican que se revisarán otros mercados de animales exóticos en la región, es decir aún espera encontrar la prueba que confirme su dicho inicial, de hecho seguro ruega a Dios, si es que cree en él, que aparezca el animal intermedio, que por algún milagro China pueda rastrear en estas semanas el eslabón perdido del virus que habría mutado de murciélago a otro animal y de ahí al ser humano.

Según pruebas de excremento en Europa, ya se tenían contagios a finales del 2019 y en China a inicios del otoño, por lo que la versión oficial de las fechas y tal vez hasta de los orígenes es una farsa.

XI JINPING Y CHINA SABEN LO QUE PASÓ

Las autoridades chinas saben qué pasó o al menos cuándo pasó, pero se han esforzado en utilizar todos los medios económicos y diplomáticos para evitar incluso hablar de la posibilidad de que un accidente en su laboratorio haya sido la causa de la catástrofe que aún estamos viviendo. Quedan muchas preguntas y muchas conductas por ser aclaradas y sancionadas.

¿Quién ordenó la destrucción de las primeras muestras del virus? ¿Por qué se persiguió a los primeros médicos que denunciaron la existencia de esta nueva enfermedad? ¿Por qué se dio la orden de cerrar los viajes de Wuhan a Beijing pero no se cerraron las salidas al extranjero? ¿Quién dijo que el virus saltó de un murciélago a un animal sin tener la prueba? ¿Por qué se dijo que el contagio inicial fue en el mercado de mariscos y animales exóticos si en el mismo no se encontró el primer animal ni se venden los murciélagos en cuestión? ¿Por qué no se dijo desde un principio que en el laboratorio había de esos animales y que se realizaban estudios de manipulación genética para estudiar contagios de estos virus a seres humanos y que dichos estudios recibían dinero de fondos de EUA en donde el Doctor Fauci podía estar involucrado a través de la empresa Eco Lab?

El presidente de China tiene ésta y mucha otra información, incluso la que podría involucrar a otros países o ejércitos en temas vergonzosos, por eso es que él tiene el as bajo la manga que de ser necesario utilizará y con él arrastrar a muchos políticos y empresarios de otros países que por una u otra razón no hicieron público lo que sabían del asunto a inicios del 2020.

BLOQUEO INFORMATIVO

Durante el inicio de la pandemia las redes sociales reportaron la realidad de lo que pasaba, pero poco a poco China y varios integrantes del poder mundial relacionados con Beijing dieron las líneas de comunicación de la campaña de cobertura más impresionante de la historia: ¡No más teoría del laboratorio! ¡Todos a repetir que el contagio fue por un animal a pesar de que no haya estudio genético que lo demuestre! ¡El que pregunte otra cosa o pida otros estudios debe ser silenciado y declarado anti ciencia!

Seguir la ciencia es mantenerse abierto a otras opciones o posibilidades, en especial si no se tienen las pruebas o evidencia para comprobar la teoría que se da por ley.

Con la idea de no permitir la difusión de desinformación en las redes sociales se ha permitido cerrar la difusión de ideas y de información que puede ser falsa pero que también puede ser incómoda a pesar de ser verdadera. Veremos si aparece el “elefante” que después de una “calentadita” al estilo policía judicial mexicana, admita que es “conejo” y que con él se demuestre que el virus nunca salió de un accidente del laboratorio lo que sería una pena para China pero aún mayor para la OMS y las empresas que se negaron a permitir investigaciones y análisis en este sentido.

LA CONFESIÓN NO OFICIAL

Este jueves que vivirá para la historia se escuchó al Director General de la OMS admitir lo que por meses se trató de silenciar en las redes y medios de comunicación del mundo. “Ha sido una decisión prematura el descartar la teoría –posibilidad- de una fuga del laboratorio…”

Como posible origen de la pandemia admitió con casi dos años de demora el científico político encargado de la salud mundial y con ello desestimó los resultados de su propio estudio publicado a inicios de este año. “Yo era un técnico de laboratorio, yo soy inmunólogo (…) Yo he trabajado en laboratorios y en los laboratorios los accidentes suceden, es común (…) pero es poco probable…

Pide a China ser más transparente en contradicción de sus declaraciones de los últimos 500 días. Es decir ¿es común que haya accidentes pero al mismo tiempo es poco probable? Parece confuso pero seguro para él no lo es. En el laboratorio de Wuhan se detectaron prácticas inseguras desde hace años como lo enumeró un estudio del Congreso de EEUU fechado en la época de Obama pero aún así se nos dijo que era imposible y ahora se dice que es poco probable. Mañana será otro día y veremos si las posturas siguen cambiando. Mientras tanto cuídese de no decir mucho de esto en redes sociales porque le dirán que usted y los médicos que denunciaron esto desde hace dos años son unos locos.

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

MUNDO

El nacionalismo de Donald Trump: ¿Una solución o un riesgo?

Publicado

el

Opinión, por Samantha Contreras Guerrero //

La victoria de Donald Trump, basada en un mensaje de fuerte nacionalismo, marca un cambio que impactará tanto a Estados Unidos como al resto del mundo. Sus promesas de traer empleos de vuelta y proteger la economía estadounidense responden al descontento de muchos de sus votantes.

Su idea de “América Primero” busca hacer que Estados Unidos sea más independiente y fuerte, pero en un mundo tan conectado, esta visión enfrenta muchos retos y posibles problemas.

Para los estadounidenses, en un mercado donde casi todo se produce a través de cadenas internacionales, enfocarse en lo nacional podría hacer que los precios aumenten y haya menos opciones para los consumidores. Este tipo de enfoque proteccionista no solo implica costos altos para las empresas, sino que podría dar una falsa idea de seguridad económica, ya que el crecimiento estaría limitado solo al mercado interno, dejando de lado oportunidades con otros países.

En el ámbito internacional, el enfoque nacionalista de Estados Unidos genera preocupación entre sus aliados. Países como México, que dependen en gran medida del comercio y la inversión estadounidense, ven en riesgo la posibilidad de mantener relaciones estables e igualitarias.

El decremento en sectores como el nearshoring —donde América Latina ha visto una oportunidad de crecimiento— podrían ser afectados con este tipo de políticas. Además, al alejarse de acuerdos internacionales, Estados Unidos podría debilitar el sistema de cooperación global, necesario para enfrentar problemas complejos como el conflicto en Oriente Medio o la crisis climática.

La gran pregunta es si este regreso al proteccionismo es una solución real a los problemas económicos actuales. La inflación y la desigualdad están en aumento en todo el mundo, y Estados Unidos no es la excepción. En lugar de cerrarse, podría beneficiarse de una política que tome en cuenta las necesidades de todos sus sectores, buscando reducir las diferencias internas como la acumulación de riquezas, sin renunciar a los beneficios del comercio global.

El nacionalismo de Trump es una reacción a los problemas de un sistema económico que ha dejado atrás a muchas personas en Estados Unidos. Sin embargo, en un mundo hiperconectado, el aislamiento no puede evitar generar preocupación. Aunque la intención de proteger a los ciudadanos es válida, esta ideología corre el riesgo de afectar a largo plazo a aquellos mismos sectores que busca ayudar, reduciendo la capacidad de Estados Unidos para influir y crecer en la economía global.

E-mail: samcg2002@gmail.com

Continuar Leyendo

MUNDO

Querámoslo o no, Donald Trump ha vuelto

Publicado

el

Desde los campos del poder, por Benjamín Mora Gómez //

Lo recuerdo, era mi cumpleaños 20 y también domingo, y corría el año de 1973, y mi padre me regalaba “El Gran Gatsby”, la muy apasionante novela de F. Scott Fitzgerald, dos de sus ejes contenidos me cautivaron: La alienación y el impulso de Jay Gatsby por sentirse aceptado por una alta sociedad segregante, aun y a pesar de ser inmensamente rico, realidad que quizá se expresa más claramente en una frase de la obra: “La vida es una lucha de apariencias, una lucha de lograr y de tener más de lo que uno merece”.

Donald Trump es un claro ejemplo, muy actual y presente en el mundo, de la fuerza del impulso de tenerlo todo: Poder económico y poder político. Donal Trump está entre los hombres más ricos de Estados Unidos, y fue el 45º y será el 47º presidente de aquella nación.

Donald, quien perdió en 2020 ante Joe Biden al buscar reelegirse como presidente de Estados Unidos, cuatro años después descarriló a Biden en su también anhelada reelección, obligándolo a abandonar la carrera presidencial, y derrotó ampliamente a Kamala Harris, la relevo en el Partido Demócrata.

Donald Trump ha vuelto al poder más fuerte de lo jamás imaginado para cumplir con sus planes de preeminencia y grandeza norteamericana e imponer su visión conservadora de Estados Unidos ante sí mismo y ante el mundo. Trump es un hombre transparente; jamás deja nada a la imaginación y dudas de sus seguidores y detractores. Así, por ejemplo, para él, la Teoría de Género tiene los días contados en EEUU y sus promotores sabrán que tienen ante sí a su peor pesadilla.

El presidente Donald Trump, a partir del 20 de enero próximo, actuará con todo el poder para poner orden en su frontera con México en dos temas fundamentales, las acciones de los cárteles de la droga, declarándolos terroristas, y el tráfico humano, ambos vistos como gravísimas omisiones del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Marco Rubio, próximo secretario de Estado norteamericano, lo ha acusado públicamente, y nos lo recordará todos los días. Rubio es de palabra dura y mano aún más dura. Para Trump y Rubio los narcotraficantes son terroristas y los perseguirá con toda la fuerza del Estado norteamericano.

La esperanza nunca debería sustentarse en la venganza. No entiendo a quiénes cifran la satisfacción de su venganza hacia López Obrador en Marco Rubio. Sea cual fuere el resultado de la dureza del nuevo secretario de Estado norteamericano, es mi deseo que México vuelva, de mutuo propio, al orden y la paz, y que el gobierno y el congreso mexicanos no nos convoquen a rasgarnos las vestiduras ante las exigencias norteamericanas. Son justas.

En México, muchos de quienes estaban a favor de Kamala Harris, hoy se muestran muy a favor de Donald Trump. Su nacionalismo se mantiene muy firme; sin embargo, aceptan que ya es tiempo de poner en orden las cosas en México pues el estado mexicano, sin duda, está doblegado y resquebrajado ante los cárteles de la droga. Claudia Sheinbaum no ha demostrado estar dispuesta a cumplir a cabalidad con su mandato presidencial en materia de seguridad a pesar de los buenos oficios de Omar García Harfuch pues, peor, no desea tomar el mando que aun detenta López Obrador.

Sheinbaum deberá entender que solo tiene de dos sopas, o se arma de valor ante los cárteles y los traficantes de gente y los combate con toda la fuerza del Estado mexicano, o los gringos cumplirán con esa su obligación constitucional, interviniendo aun en nuestro territorio. Que de nada le valdrán las bravatas de Marcelo Ebrard en materia económica ante los gobiernos norteamericano y canadiense.

Que esto nos es pleito entre escolapios en donde uno echará al otro a su padre que es bombero y lo mojará con su manguera, y el otro a su padre que es policía y lo llevará a la cárcel. Que en cosas de gobierno se actúa conforme a la ley y se cumple con los tratados internacionales. Que Naciones Unidas tiene un centro en contra del terrorismo que a México obliga.

Un adelanto de la presión internacional que el gobierno de México enfrentará en los años próximos ya lo recibimos en esta semana. La calificadora Moody’s cambió de estable a negativa la perspectiva económica de México por el debilitamiento de nuestro Estado de derecho por la reforma judicial y el deteriorado entorno institucional gubernamental, el esperado aumento en el costo de la deuda internacional de México y la mayor rigidez del gasto público, que podrían socavar nuestros resultados fiscales y económicos.

Tanto Moody’s, como los principales analistas de los futuros económicos en el mundo, coinciden en calificar como de muy alto riesgo la reciente reforma aprobada por Morena, PT y Verde al Poder Judicial. Sheinbaum, obedeciendo a López Obrador, ha decidido alterar los controles y equilibrios del poder político y económico en México, y eso se le, se nos, cobrará muy caro.

Quiero invitarte a pensar en que Trump no está para salvarnos, ni Rubio para vengarnos. Ellos tienen sus tareas más allá del Rio Bravo. De este lado, todo depende de nosotros. Vamos, ni Sheinbaum hará nada para salvarnos; a ella solo le interesa obedecer a López.

Continuar Leyendo

MUNDO

En riesgo la hegemonía estadounidense: El retorno de Donald Trump; retos económicos y sociales

Publicado

el

Actualidad, por Alberto Gómez R. //

En los últimos cuatro años, la economía y la cohesión social de Estados Unidos han enfrentado un deterioro significativo, marcando uno de los periodos más complicados en su historia reciente.

La administración de Joe Biden, aunque intentó implementar políticas para estimular la recuperación tras la pandemia de COVID-19, dejó profundas brechas económicas y sociales que ahora desafían al presidente electo Donald Trump. Con un escenario global en transformación y un entorno interno polarizado, Estados Unidos se encuentra en un momento crítico de redefinición de su papel como potencia mundial.

LA ECONOMÍA BAJO LA ADMINISTRACIÓN DE BIDEN

La inflación se convirtió en uno de los mayores retos durante la administración Biden. La epidemia de Covid-19 dejó tras de sí trastornos económicos; en junio de 2022, la inflación alcanzó un pico histórico del 9.1%, las tasas más altas que los estadounidenses han experimentado en 40 años, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) lo que, por supuesto, en la práctica suponía un recorte salarial. La explosión del gasto militar para apoyar las guerras en Ucrania y Gaza también ha alimentado la inflación.

Como resultado, el nivel de vida de las y los trabajadores estadounidenses ha disminuido bajo la administración Biden, mientras que el auge del mercado de valores ha ayudado a las y los estadounidenses más ricos a hacerlo bastante bien. Este fenómeno, impulsado por interrupciones en las cadenas de suministro globales, estímulos fiscales masivos y el aumento de los precios de la energía, erosionó el poder adquisitivo de las familias estadounidenses. Aunque las medidas de la Reserva Federal lograron reducir la inflación a un 3.7% al cierre de 2024, esta cifra seguía por encima del objetivo del 2%, lo que refleja un entorno económico aún frágil.

El aumento del costo de vida se manifestó en productos esenciales. Según la Administración de Información Energética (EIA), el precio promedio de la gasolina aumentó un 40% entre 2020 y 2024. Asimismo, los alimentos básicos experimentaron un incremento promedio del 25%, afectando especialmente a las familias de ingresos medios y bajos. Esta situación exacerbó la desigualdad, ya que los salarios reales apenas crecieron un 3% durante el mismo periodo, según el Economic Policy Institute.

DÉFICIT FISCAL Y DEUDA PÚBLICA

El déficit fiscal alcanzó los $1.7 billones en 2024, mientras que la deuda pública superó los $36 billones, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), un incremento alarmante respecto a los $27 billones reportados al inicio de la administración Biden. Este nivel de endeudamiento, alimentado por programas de estímulo económico y políticas de infraestructura, limita la capacidad del gobierno para responder a futuras crisis económicas. Además, el creciente costo del servicio de la deuda, derivado del aumento de las tasas de interés, se ha convertido en una carga significativa para el presupuesto federal.

La brecha económica continuó ampliándose durante la administración Biden. El 1% más rico de la población concentró el 38% de la riqueza total en 2023, mientras que los sectores más vulnerables enfrentaron mayores dificultades para acceder a empleos estables, y apenas aumentaron un 4% en términos reales, según un informe de la Oficina del Censo. Según el Departamento de Trabajo, el empleo precario representó el 30% de los nuevos puestos creados entre 2020 y 2024, con un aumento notable en los contratos temporales y trabajos a tiempo parcial. Esto ha exacerbado la pobreza en comunidades vulnerables, con un índice de pobreza que aumentó del 11.4% en 2020 al 14.7% en 2024.

En 2016, Hillary Clinton demostró su desprecio por los partidarios de Trump, entonces abrumadoramente blancos, etiquetándolos como “los deplorables”, en lugar de tratar de reconocer la fuente de su ira: la gran desigualdad en el statu quo económico. Ocho años después, con un apoyo a Trump mayor en prácticamente todos los grupos demográficos, es imposible ignorar la desesperación económica que alejó del Partido Demócrata a las y los electores, cuando Biden seguía presumiendo de que la economía estadounidense durante su mandato es “la más fuerte del mundo”.

FACTORES SOCIALES: POLARIZACIÓN Y RADICALIZACIÓN

La polarización política se ha intensificado, dando lugar a movimientos separatistas que, aunque minoritarios, representan una amenaza para la unidad del país. Uno de los fenómenos más alarmantes es el resurgimiento de movimientos secesionistas en estados como Texas y California.

Líderes locales y organizaciones políticas han planteado referendos para separarse de la unión federal, alegando incompatibilidades políticas y económicas. Aunque estos movimientos no tienen un apoyo mayoritario, su existencia refleja una fragmentación preocupante en la unidad nacional. Grupos como «Texit», que abogan por la independencia de Texas, han ganado tracción en sectores conservadores descontentos con las políticas federales. Estas iniciativas reflejan el creciente desencanto con el sistema político.

La radicalización ideológica también se ha intensificado. Los crímenes de odio aumentaron un 18% entre 2020 y 2024, según el FBI, afectando principalmente a comunidades afroamericanas, asiáticas, judías y musulmanas. Este aumento está vinculado al resurgimiento de grupos extremistas y al uso de las redes sociales como plataformas para propagar discursos de odio.

RETOS ECONÓMICOS Y SOCIALES

Con la reelección de Donald Trump, Estados Unidos se adentra en un periodo de grandes desafíos. Su promesa de «recuperar la grandeza estadounidense» enfrenta múltiples obstáculos, tanto internos como externos.

Trump ha anunciado un ambicioso plan para reindustrializar Estados Unidos y reducir la dependencia de las cadenas de suministro globales. Sin embargo, implementar esta estrategia requerirá superar barreras como la resistencia de aliados comerciales y la necesidad de inversiones masivas en infraestructura. También deberá manejar las tensiones con China, el principal socio comercial de Estados Unidos, en un momento en que las relaciones bilaterales están en su punto más bajo en décadas.

El presidente electo ha prometido recortes de impuestos para estimular el crecimiento económico, pero esta medida podría agravar el déficit fiscal si no se acompaña de reducciones en el gasto público. Además, la capacidad de implementar estas políticas dependerá de su habilidad para negociar con un Congreso dividido, donde los demócratas probablemente resistirán cualquier iniciativa que reduzca programas sociales.

El enfoque de Trump en políticas ultraderechistas, incluida la restricción de la inmigración y la eliminación de regulaciones ambientales, podría generar más divisiones. Aunque estas medidas cuentan con el apoyo de su base electoral, enfrentan la oposición de sectores progresistas y moderados, lo que podría derivar en mayores tensiones sociales.

EL FIN DE LA HEGEMONÍA ESTADOUNIDENSE

El bloque BRICS+ ha emergido como un desafío significativo para la hegemonía estadounidense. Con la inclusión de nuevos miembros como Arabia Saudita, este grupo busca crear un sistema financiero alternativo que reduzca la dependencia del dólar. Según el Banco Mundial, el comercio intrabloque creció un 15% anual durante los últimos cuatro años, fortaleciendo su influencia económica y política.

El dólar, pilar del sistema financiero internacional, está perdiendo su posición dominante. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la proporción de reservas globales en dólares cayó del 61% en 2020 al 55% en 2024. Este descenso refleja una creciente diversificación hacia monedas como el yuan chino y el euro, impulsada por iniciativas del BRICS+ y otros bloques emergentes.

En el ámbito militar y geopolítico, Estados Unidos enfrenta el ascenso de China como potencia dominante en el Pacífico y la reactivación de Rusia en Europa del Este. Además, la influencia de potencias regionales como Irán y Arabia Saudita en el Medio Oriente limita la capacidad de Estados Unidos para mantener su dominio en esta región estratégica.

El futuro socioeconómico de Estados Unidos dependerá en gran medida de la capacidad de la administración Trump para manejar una economía debilitada, una deuda insostenible y una sociedad fracturada. La reconciliación política y la creación de un camino inclusivo para el desarrollo serán cruciales para evitar una crisis prolongada.

Aunque Trump tiene un historial de promover el crecimiento económico, los riesgos asociados con su estilo confrontacional y sus políticas divisivas no pueden ser ignorados. El equilibrio entre reformar el status quo y evitar una mayor radicalización será la prueba definitiva para su liderazgo.

Estados Unidos enfrenta uno de los periodos más complejos de su historia contemporánea. La administración Biden dejó un legado de desafíos económicos y sociales que el presidente electo Donald Trump deberá abordar en un contexto de polarización interna y competencia internacional.

El éxito o fracaso de las políticas de Trump determinará no solo el rumbo de Estados Unidos, sino también el equilibrio de poder en el mundo. Sin embargo, para superar estos retos, será necesario un liderazgo que trascienda la retórica divisiva y busque soluciones inclusivas y sostenibles. En un mundo cada vez más multipolar, el destino de Estados Unidos dependerá de su capacidad para adaptarse a las nuevas realidades globales sin perder de vista los principios democráticos y la cohesión interna que alguna vez lo definieron como nación.

Continuar Leyendo

Tendencias

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.