MUNDO
Xi Jinping y Vladimir Putin se comunican: Culpan a EEUU por la inestabilidad mundial

Política Global, por Jorge López Portillo Basave //
Como se había venido haciendo evidente, China y Rusia o mejor dicho Putin y Xi Ping han venido formando una alianza que ahora se pone a prueba. La invasión de Ucrania nos ha permitido tener varios “vistazos” sobre esta alianza Sino-Rusa.
Al inicio de las Olimpiadas hace menos de un mes se vio a los dos líderes con amplias sonrisas y declaraciones de apoyo mutuo. Días después cuando Putin inició la invasión China se posicionó como el líder del mundo al pedir diálogo entre EEUU, Europa y Rusia acusando a occidente de aumentar las tensiones por las declaraciones acerca de la intervención. Es decir, para China la invasión en realidad es menos grave de lo que occidente y sus medios dicen.
La ONU en su Consejo de Seguridad tuvo una votación de 11 por condenar a Rusia, 3 tres en contra (India, China y los Emiratos Árabes Unidos) y el veto de Rusia, quien además preside dicho órgano de la ONU durante el mes de febrero. Por último China aprovecha y recuerda que Taiwán es parte de China, dando a entender que si ellos deciden invadir dicha isla no sería lo mismo, porque Taiwán es China. Veremos cómo se da la votación en la Asamblea General de la ONU en donde están Cuba, Irán, Venezuela y otros. Durante la invasión de Crimea decenas de países prefirieron no condenar.
AÑOS CLAVE PARA UCRANIA Y EL MUNDO
En la vida y en la política las coincidencias a veces no lo parecen. En 1994 los Estados Unidos e Inglaterra fueron testigos y garantes de la devolución de más de dos mil bombas y misiles nucleares que estaban en posesión de Ucrania quien ahora los regresaba a Rusia para su destrucción. Dicho armamento había sido instalado en ese país cuando era parte de la Unión Soviética, misma que se había desmantelado recientemente.
El Presidente Clinton de Estados Unidos, Boris Yeltsin de Rusia y John Major de Inglaterra acordaron el llamado “Memorándum de Budapest” con el Presidente de Ucrania asegurándoles que tendría su país seguridad territorial a pesar de ceder su armamento nuclear. Para los occidentales y para Rusia era mejor limitar el número de países con armas nucleares y por eso convencieron a Ucrania de ceder las armas que estaban en su territorio a la caída de la URSS.
En el 2013-2014 bajo el mando de Putin, Rusia lanzó una invasión sobre la parte sur de Ucrania en la llamada península de Crimea, misma que se anexó. En ese entonces el presidente de Estados Unidos era Obama con Biden como su segundo de a bordo, acompañados por Hillary Clinton y John Kerry como Secretarios de Estado.
Ahora en el 2022 con Kerry como alto enviado de Biden para el cambio climático, Estados Unidos baja su producción de energéticos fósiles y aumenta su dependencia en los que Rusia exporta. Putin decide lanzarse sobre Ucrania de nuevo.
LA RIQUEZA DE UCRANIA
Ucrania tiene las reservas de gas natural más grandes de Europa después de Rusia pero éstas no están explotadas. Posee el 5% de las riquezas minerales del mundo. Litio y titanio son muy abundantes en dicho país especialmente en la región este que se presume es la más factible a ser anexada a Rusia, región tiene el 20% de las reservas mundiales de titanio. Lo mismo podemos decir del carbón de alta calidad, mismo que se exporta para industrias en India y China.
Por ejemplo, el titanio es uno de los materiales básicos para los aviones modernos, segundo lugar mundial en manganeso, segundo lugar mundial en reservas de hierro. Es el país con mayor cantidad de tierra arable en Europa, hasta Maseca tiene una planta allá, misma que acaba de cerrar por el conflicto, los granos como el trigo y el maíz también son producidos a gran escala para abastecer a muchos mercados regionales en Europa y Asia. El control de Ucrania podría ser no solo por seguridad militar o por locura de Putin sino por estrategia energética y alimentaria para Rusia y para China.
LAS SANCIONES DE OCCIDENTE
Las sanciones harán efecto en un mes o más, pero no eran para evitar la invasión dice Biden, sino para castigarla, pero ¿de qué sirve esto a los que hoy están siendo arrollados? China y Rusia tienen la mano. ¿Ganarán la partida?
La mejor forma de definir la reacción de la OTAN en contra de Rusia la dio el encargado de la diplomacia europea Josep Borrell… “armarnos moralmente, protegernos económicamente y a prepararse para lo peor”, es decir que su apoyo será más moral que práctico y que verán desde la frontera a los ucranianos echándoles porras para animarlos en su batalla. Mi tía Lola Tovar de Loaeza (madre de Doña Guadalupe Loaeza) decía que “era mejor ser desdorado que desplateado”, es decir que la fama era menos importante que la fortuna. Y eso parece ser que es el punto crucial de la respuesta occidental en contra de la invasión a Ucrania.
Hace unos días se dio a conocer que Estados Unidos había compartido información de inteligencia con China en contra de Rusia, para solicitar el apoyo de Beijing en contra de la futura invasión de Ucrania. Ahora se sabe que China se negó a intervenir y que de hecho compartió con Putin la información dada por los americanos.
Ahora Estados Unidos dice que se prepara para un posible ciberataque de Rusia o incluso de China como represalia a las sanciones impuestas a Rusia. Pero por otro lado las sanciones aunque sonoras parecen ser poco efectivas porque Estados Unidos, Alemania, Francia e Italia siguen siendo altamente dependientes de los hidrocarburos rusos. Así es mientras que por un lado le gritan y le señalan, por otro lado los aliados occidentales se niegan a cerrar su dependencia energética.
Estados Unidos importa casi 600 mil barriles diarios de petróleo desde la tierra de Putin y Alemania recibe casi el 50% de su gas natural del mismo origen, Francia como el 30% e Italia algo similar. Para ser más claros Europa depende de Rusia ya que el 50% de todo el gas que se utiliza en el viejo continente viene de Rusia, principalmente a través de los oleoductos llamados North Stream 1 por el norte y South Stream que pasa por Ucrania.
Con precios que están por arriba de los 100 dólares por barril de petróleo y un gas que subió casi cinco veces su precio en Europa durante el 2021, podemos asegurar que las sanciones a Rusia son fuertes pero poco efectivas, ya que las exportaciones de energéticos de ese país representan un 70% de los ingresos de ese rubro y entre más suban los precios más dinero tendrá Putin para mantener esta conducta.
Por otro lado, Con precios que están por arriba de los $100 dólares para el barril de petróleo y un gas que subió casi cinco veces su precio en Europa durante el 2021, podemos asegurar que las sanciones a Rusia son fuertes pero poco efectivas ya que las exportaciones de energéticos de ese país representan un 70% de los ingresos de ese rubro y entre más suban los precios más dinero tendrá Putin para mantener esta conducta.
Estados Unidos admite que las sanciones no eran para evitar la invasión sino para castigarla y que a pesar de ésta, seguirán comprando de Rusia y trabajando con Rusia para evitar que Irán tenga armas nucleares. En este sentido vemos nuevamente que EEUU tiene un conflicto de intereses con Rusia y que por más que quiera prefiere sus intereses que la realidad.
Muchos occidentales pedían a Europa y a Estados Unidos que aplicasen sanciones en contra de los hidrocarburos rusos y que les prohibiesen el acceso al Sistema Mundial Interbancario Financiero de Telecomunicaciones o SWIFT por sus siglas en inglés pero tanto Biden como Alemania y otros de los líderes de Europa pidieron no llegar a tanto porque para ser francos, esto haría que EEUU y Europa dejasen de poder pagar lo que importan de Rusia como el gas, el petróleo o vía Rusia como las mercancías que por tren viajan de China a Rusia.
Por su parte China estará midiendo la respuesta de occidente y el costo a Rusia para determinar si invadirá en fecha próxima Taiwán o cualquier otro vecino en tanto que es indiscutiblemente la gran fábrica del mundo. Y si a Rusia que por su petróleo y gas no lo sacan del SWIFT bancario, pues menos castigarán a China. Porque mejor ser desdorado que desplateado y a los empresarios y políticos del mundo les interesa más la plata que la fama. Así el SWIFT que se creó en 1973 y tiene su sede en Bélgica cuenta con más de 11 mil afiliados en todo el mundo con presencia en 200 países y en suma es la mejor forma de pago entre todo tipo de negocios. Algunos pensamos que si se usa al SWIFT para sancionar a Rusia será un incentivo más para que China utilice su moneda para sustituir al dólar o incluso para que las criptomonedas sustituyan a la banca convencional.
UCRANIA VÍCTIMA DE LOS DOS IMPERIOS
Rusia o Putin alegan que la OTAN fue creada para contener a la URSS y que cuando dicho país desapareció y se desintegró, la Organización debió haber dejado de crecer hacia el este hacia las fronteras de la nueva Rusia que había quedado con países intermedios entre la OTAN de los noventas y la Rusia Post URSS. Poco a poco la OTAN fue llegando a las puertas de Rusia y esto es según Putin por lo que decidió invadir Ucrania ante la negativa de la OTAN de declarar que no integraría a ese país a sus filas.
Por su parte la OTAN dice que Rusia no le puede prohibir aceptar a nadie, esto a pesar de que, de momento no estaba dispuesta a recibir a Ucrania como parte de sus integrantes.
Así las cosas, Ucrania como dice su Presidente, está defendiéndose sola en contra de Rusia con el apoyo moral de Europa y de quienes no la acepta en su club llamado OTAN, pero no le da a Rusia la certeza de que nunca lo hará dejando al país como rehén de los intereses de los dos polos. Ya Biden pide a su congreso endeudarse con más de seis mil millones de dólares en asistencia humanitaria y de armamento que dará a Ucrania o a sus rebeldes en caso de que caiga el gobierno de ese país, así las cosas si gana el actual gobierno le deberá miles de millones a Estados Unidos y si pierde, Rusia se queda con su tierra pero habrá guerrillas pagadas por occidente.
Occidente pudo haber admitido a Ucrania en la OTAN o dado apoyo para que se desarrollase si de verdad quería evitar la entrada de Putin pero así no había negocio ni pretexto para intervenir más de lleno en sus decisiones. Digamos que nadie da nada de gratis.
UCRANIA: EL FUTURO DE PUTIN
Hasta el momento ha habido muchas muertes de rusos y pocas de Ucrania, veremos si Putin puede vencer a sus ex paisanos e instalar un gobierno pro Rusia, pero si esta invasión se prolonga podría ser la caída de Vladimir quien pudo haber entrado al Este como lo hizo con Crimea y negociado una tregua rápida menos costosa.
Oremos por las víctimas de este terrible conflicto. Dios tenga piedad de ellos.
MUNDO
Nominar a Trump, la devaluación del Premio Nobel de la Paz

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
¿Hay similitudes entre Donald Trump, la Madre Teresa y Nelson Mandela?
La pregunta, lanzada con sarcasmo por un colega, apuntaba a la reciente nominación de Trump al Premio Nobel de la Paz. La respuesta: Trump podría unirse a este selecto grupo.
La idea me dejó atónito. ¿Ha caído tan bajo la credibilidad de este galardón como para premiar a un líder cuya retórica se nutre de confrontación, cuya política persigue a migrantes y carece de un ápice de humanismo?
Hoy martes este debate resuena mientras el mundo observa el conflicto Israel-Irán, donde la autoproclamación de Trump como nominado expone las tensiones geopolíticas y mediáticas.
La nominación, promovida por congresistas republicanos como Buddy Carter y respaldada por Pakistán, parece más un ejercicio de autopromoción que un reconocimiento genuino.
En redes sociales, como X, las reacciones son polarizadas: partidarios de Trump celebran el “logro” con hashtags como #TrumpForPeace, mientras críticos lo tildan de “cínico” y “absurdo”, citando su historial belicista.
Trump prometió evitar “guerras eternas” tras su victoria en 2024, pero autorizó ataques a instalaciones nucleares iraníes el pasado sábado, usando B-2 y misiles Tomahawk. Este acto contradice su discurso, y el supuesto “acuerdo de alto el fuego” con Irán, presentado como mérito, ya muestra fisuras, según posts en X que reportan nuevos enfrentamientos.
La nominación parece un intento de blanquear su imagen tras decisiones controvertidas.
El Nobel de la Paz, históricamente un bastión de humanitarismo, ha perdido brillo. La entrega a Barack Obama en 2009, sin resultados concretos en paz, marcó un precedente de devaluación. Nominar a Trump, conocido por su retórica agresiva y políticas antiinmigrantes, refuerza la idea de que el premio se ha convertido en una herramienta de legitimación política. En X, usuarios ironizan: “¿El Nobel para Trump? ¡Solo falta nominar a Kim Jong-un por sus sonrisas!”.
Esta percepción se agrava por el contexto: el ataque a Irán, justificado por la supuesta inminencia de una bomba nuclear, evoca el engaño de Irak en 2003 bajo Bush, cuestionando la transparencia de EEUU.
Los méritos alegados incluyen el “acuerdo de alto el fuego” y su giro diplomático con Corea del Norte en 2018-2019, aunque este último colapsó. Sin embargo, su intervención en Irán, alineada con Israel, sugiere una agenda de poder más que de paz. En redes, analistas como
@GeoPoliticaMX destaca que la nominación coincide con la presión de Trump para reafirmar la hegemonía estadounidense ante China y Rusia, aliados cautelosos de Irán.
La posibilidad de que Donald Trump reciba el Premio Nobel de la Paz, pese a su retórica de combate y confrontación, plantea un dilema ético y simbólico que erosiona la esencia del galardón. Este escenario no solo reflejaría una devaluación histórica del premio, sino que legitimaría una narrativa donde el poder y la autopromoción prevalecen sobre los principios humanitarios que han definido a figuras como Mandela o la Madre Teresa.
Si el Nobel cae en manos de un líder cuya trayectoria contradice la paz, el desafío será redescubrir su propósito original, promoviendo un diálogo global que priorice la humanidad sobre la hegemonía. Solo así se podrá contrarrestar la ironía de un mundo al revés, donde la confrontación se corona como virtud.
MUNDO
Sensacionalismo mediático: Alimentando el miedo a una Tercera Guerra Mundial

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
El sábado pasado, el mundo despertó con la noticia de que Estados Unidos bombardeó instalaciones nucleares cerca de Teherán, utilizando bombarderos furtivos B-2, bombas antibúnker GBU-57 y misiles Tomahawk lanzados desde submarinos y destructores.
Este ataque a tres puntos estratégicos intensificó la tensión global en un contexto ya marcado por la incertidumbre del gobierno de Donald Trump. Sus políticas, desde aranceles arbitrarios hasta conflictos comerciales con aliados como México y Canadá, han generado inestabilidad, amplificada por medios sensacionalistas que, a través de redes sociales, alimentan el miedo a una tercera guerra mundial entre audiencias influenciables.
El conflicto comenzó con ataques israelíes contra Irán, basados en la supuesta inminencia de una bomba nuclear iraní. Irán respondió impactando misiles en el complejo militar Kirya en Tel Aviv, exponiendo la vulnerabilidad del sistema defensivo israelí, incluida su Cúpula de Hierro.
Trump, alineándose con Israel, decidió intervenir sin pruebas claras que justifiquen la acción, evocando el precedente de George W. Bush, quien en 2003 invadió Irak con falsas acusaciones sobre armas de destrucción masiva. Esta repetición de tácticas imperiales para preservar la hegemonía estadounidense genera escepticismo global. ¿Quién confía en Trump, cuya facilidad para distorsionar la verdad es bien conocida?
Tras ganar las elecciones en noviembre de 2024, Trump prometió evitar “guerras eternas”, pero su retórica belicosa, incluyendo amenazas contra el líder supremo iraní Ali Khamenei, contradice esa postura. Su decisión arriesga un conflicto de consecuencias impredecibles, especialmente si Irán contraataca bases estadounidenses en la región.
Los medios sensacionalistas, amplificados por plataformas digitales, convierten esta crisis en un espectáculo de paranoia, presentando el conflicto como el preludio de una guerra global. Sin embargo, un análisis racional sugiere que las condiciones para una escalada de esa magnitud son limitadas, particularmente por la postura de China y Rusia, aliados históricos de Irán.
CHINA: CAUTELA ESTRATÉGICA
China ha optado por posicionarse como mediador, proyectando una imagen de actor responsable en la escena global. Los aviones chinos detectados rumbo a Irán probablemente buscaban evacuar personal, no brindar apoyo militar. Una guerra prolongada elevaría los precios del petróleo, afectando la economía china, que depende de la estabilidad energética.
Pekín podría recurrir a presión diplomática o sanciones económicas contra Estados Unidos, pero una intervención militar es improbable, dado el riesgo de desestabilizar sus relaciones con Occidente. Los medios sensacionalistas, sin embargo, exageran el rol de China, generando temor infundado entre quienes consumen titulares alarmistas sin cuestionarlos.
RUSIA: OPORTUNISMO LIMITADO
Rusia, enfrascada en su conflicto con Ucrania, ve en la crisis una oportunidad para distraer a EEUU y debilitar su apoyo a Kiev. Sin embargo, su respaldo a Irán ha sido mínimo, sin evidencia de asistencia militar directa. Moscú podría negociar beneficios, como alivio en sanciones por Ucrania, a cambio de mantenerse al margen. Aunque podría ofrecer inteligencia o logística a Irán si el conflicto escala, una intervención activa es poco probable.
Los titulares que predicen una coalición Rusia-Irán son exageraciones mediáticas que alimentan la paranoia de una guerra global, ignorando los cálculos estratégicos de Moscú.
FACTORES QUE LIMITAN LA ESCALADA
Irán ha advertido que la intervención de EE. UU. podría desencadenar una “guerra total”, pero su capacidad militar está mermada tras los ataques israelíes a sus defensas aéreas y sitios nucleares. China y Rusia priorizan su estabilidad interna y económica, evitando un enfrentamiento directo con EE. UU. e Israel. Ambos países podrían buscar influencia mediante soluciones diplomáticas, no militares. Los medios sensacionalistas, sin embargo, capitalizan el miedo, magnificando la amenaza y omitiendo el contexto geopolítico que desinfla la narrativa de una guerra mundial inminente.
IMPLICACIONES PARA MÉXICO
Para México, el conflicto tiene repercusiones económicas y políticas significativas. Un aumento en los precios del petróleo por la guerra beneficiaría temporalmente a Pemex, pero elevaría los costos de combustibles, impactando la inflación y el bienestar de los mexicanos. Además, la presión de EEUU para alinear a México en su agenda podría complicar la política de no intervención del país, un principio histórico de su diplomacia.
La intervención de Estados Unidos en Irán es un movimiento arriesgado de Trump para reafirmar la hegemonía estadounidense, sin evidencia sólida que lo respalde. Los medios sensacionalistas, amplificados por redes sociales, convierten esta crisis en un espectáculo de miedo, exagerando las probabilidades de una tercera guerra mundial y generando paranoia entre audiencias poco críticas.
China y Rusia, con posturas cautelosas, difícilmente escalarán militarmente, optando por maniobras diplomáticas para proteger sus intereses. En México, el conflicto amenaza con impactos económicos y diplomáticos, lo que exige un periodismo responsable que desmantele el alarmismo y fomente un análisis racional.
La ciudadanía merece información veraz, no narrativas que lucren con el temor.
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