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MUNDO

Xi Jinping y Vladimir Putin se comunican: Culpan a EEUU por la inestabilidad mundial

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Política Global, por Jorge López Portillo Basave //

Como se había venido haciendo evidente, China y Rusia o mejor dicho Putin y Xi Ping han venido formando una alianza que ahora se pone a prueba. La invasión de Ucrania nos ha permitido tener varios “vistazos” sobre esta alianza Sino-Rusa. 

Al inicio de las Olimpiadas hace menos de un mes se vio a los dos líderes con amplias sonrisas y declaraciones de apoyo mutuo. Días después cuando Putin inició la invasión China se posicionó como el líder del mundo al pedir diálogo entre EEUU, Europa y Rusia acusando a occidente de aumentar las tensiones por las declaraciones acerca de la intervención. Es decir, para China la invasión en realidad es menos grave de lo que occidente y sus medios dicen. 

La ONU en su Consejo de Seguridad tuvo una votación de 11 por condenar a Rusia, 3 tres en contra (India, China y los Emiratos Árabes Unidos) y el veto de Rusia, quien además preside dicho órgano de la ONU durante el mes de febrero. Por último China aprovecha y recuerda que Taiwán es parte de China, dando a entender que si ellos deciden invadir dicha isla no sería lo mismo, porque Taiwán es China. Veremos cómo se da la votación en la Asamblea General de la ONU en donde están Cuba, Irán, Venezuela y otros. Durante la invasión de Crimea decenas de países prefirieron no condenar. 

AÑOS CLAVE PARA UCRANIA Y EL MUNDO 

En la vida y en la política las coincidencias a veces no lo parecen. En 1994 los Estados Unidos e Inglaterra fueron testigos y garantes de la devolución de más de dos mil bombas y misiles nucleares que estaban en posesión de Ucrania quien ahora los regresaba a Rusia para su destrucción. Dicho armamento había sido instalado en ese país cuando era parte de la Unión Soviética, misma que se había desmantelado recientemente.

El Presidente Clinton de Estados Unidos, Boris Yeltsin de Rusia y John Major de Inglaterra acordaron el llamado “Memorándum de Budapest” con el Presidente de Ucrania asegurándoles que tendría su país seguridad territorial a pesar de ceder su armamento nuclear. Para los occidentales y para Rusia era mejor limitar el número de países con armas nucleares y por eso convencieron a Ucrania de ceder las armas que estaban en su territorio a la caída de la URSS. 

En el 2013-2014 bajo el mando de Putin, Rusia lanzó una invasión sobre la parte sur de Ucrania en la llamada península de Crimea, misma que se anexó. En ese entonces el presidente de Estados Unidos era Obama con Biden como su segundo de a bordo, acompañados por Hillary Clinton y John Kerry como Secretarios de Estado. 

Ahora en el 2022 con Kerry como alto enviado de Biden para el cambio climático, Estados Unidos baja su producción de energéticos fósiles y aumenta su dependencia en los que Rusia exporta. Putin decide lanzarse sobre Ucrania de nuevo.  

LA RIQUEZA DE UCRANIA 

Ucrania tiene las reservas de gas natural más grandes de Europa después de Rusia pero éstas no están explotadas. Posee el 5% de las riquezas minerales del mundo. Litio y titanio son muy abundantes en dicho país especialmente en la región este que se presume es la más factible a ser anexada a Rusia, región tiene el 20% de las reservas mundiales de titanio. Lo mismo podemos decir del carbón de alta calidad, mismo que se exporta para industrias en India y China.

Por ejemplo, el titanio es uno de los materiales básicos para los aviones modernos, segundo lugar mundial en manganeso, segundo lugar mundial en reservas de hierro. Es el país con mayor cantidad de tierra arable en Europa, hasta Maseca tiene una planta allá, misma que acaba de cerrar por el conflicto, los granos como el trigo y el maíz también son producidos a gran escala para abastecer a muchos mercados regionales en Europa y Asia. El control de Ucrania podría ser no solo por seguridad militar o por locura de Putin sino por estrategia energética y alimentaria para Rusia y para China. 

LAS SANCIONES DE OCCIDENTE 

Las sanciones harán efecto en un mes o más, pero no eran para evitar la invasión dice Biden, sino para castigarla, pero ¿de qué sirve esto a los que hoy están siendo arrollados? China y Rusia tienen la mano. ¿Ganarán la partida? 

La mejor forma de definir la reacción de la OTAN en contra de Rusia la dio el encargado de la diplomacia europea Josep Borrell… “armarnos moralmente, protegernos económicamente y a prepararse para lo peor”, es decir que su apoyo será más moral que práctico y que verán desde la frontera a los ucranianos echándoles porras para animarlos en su batalla.  Mi tía Lola Tovar de Loaeza (madre de Doña Guadalupe Loaeza) decía que “era mejor ser desdorado que desplateado”, es decir que la fama era menos importante que la fortuna. Y eso parece ser que es el punto crucial de la respuesta occidental en contra de la invasión a Ucrania. 

Hace unos días se dio a conocer que Estados Unidos había compartido información de inteligencia con China en contra de Rusia, para solicitar el apoyo de Beijing en contra de la futura invasión de Ucrania. Ahora se sabe que China se negó a intervenir y que de hecho compartió con Putin la información dada por los americanos. 

Ahora Estados Unidos dice que se prepara para un posible ciberataque de Rusia o incluso de China como represalia a las sanciones impuestas a Rusia. Pero por otro lado las sanciones aunque sonoras parecen ser poco efectivas porque Estados Unidos, Alemania, Francia e Italia siguen siendo altamente dependientes de los hidrocarburos rusos. Así es mientras que por un lado le gritan y le señalan, por otro lado los aliados occidentales se niegan a cerrar su dependencia energética.

Estados Unidos importa casi 600 mil barriles diarios de petróleo desde la tierra de Putin y Alemania recibe casi el 50% de su gas natural del mismo origen, Francia como el 30% e Italia algo similar. Para ser más claros Europa depende de Rusia ya que el 50% de todo el gas que se utiliza en el viejo continente viene de Rusia, principalmente a través de los oleoductos llamados North Stream 1 por el norte y South Stream que pasa por Ucrania. 

Con precios que están por arriba de los 100 dólares por barril de petróleo y un gas que subió casi cinco veces su precio en Europa durante el 2021, podemos asegurar que las sanciones a Rusia son fuertes pero poco efectivas, ya que las exportaciones de energéticos de ese país representan un 70% de los ingresos de ese rubro y entre más suban los precios más dinero tendrá Putin para mantener esta conducta. 

Por otro lado, Con precios que están por arriba de los $100 dólares para el barril de petróleo y un gas que subió casi cinco veces su precio en Europa durante el 2021, podemos asegurar que las sanciones a Rusia son fuertes pero poco efectivas ya que las exportaciones de energéticos de ese país representan un 70% de los ingresos de ese rubro y entre más suban los precios más dinero tendrá Putin para mantener esta conducta.

Estados Unidos admite que las sanciones no eran para evitar la invasión sino para castigarla y que a pesar de ésta, seguirán comprando de Rusia y trabajando con Rusia para evitar que Irán tenga armas nucleares.  En este sentido vemos nuevamente que EEUU tiene un conflicto de intereses con Rusia y que por más que quiera prefiere sus intereses que la realidad. 

Muchos occidentales pedían a Europa y a Estados Unidos que aplicasen sanciones en contra de los hidrocarburos rusos y que les prohibiesen el acceso al Sistema Mundial Interbancario Financiero de Telecomunicaciones o SWIFT por sus siglas en inglés pero tanto Biden como Alemania y otros de los líderes de Europa pidieron no llegar a tanto porque para ser francos, esto haría que EEUU y Europa dejasen de poder pagar lo que importan de Rusia como el gas, el petróleo o vía Rusia como las mercancías que por tren viajan de China a Rusia. 

Por su parte China estará midiendo la respuesta de occidente y el costo a Rusia para determinar si invadirá en fecha próxima Taiwán o cualquier otro vecino en tanto que es indiscutiblemente la gran fábrica del mundo. Y si a Rusia que por su petróleo y gas no lo sacan del SWIFT bancario, pues menos castigarán a China. Porque mejor ser desdorado que desplateado y a los empresarios y políticos del mundo les interesa más la plata que la fama. Así el SWIFT que se creó en 1973 y tiene su sede en Bélgica cuenta con más de 11 mil afiliados en todo el mundo con presencia en 200 países y en suma es la mejor forma de pago entre todo tipo de negocios. Algunos pensamos que si se usa al SWIFT para sancionar a Rusia será un incentivo más para que China utilice su moneda para sustituir al dólar o incluso para que las criptomonedas sustituyan a la banca convencional.  

UCRANIA VÍCTIMA DE LOS DOS IMPERIOS 

Rusia o Putin alegan que la OTAN fue creada para contener a la URSS y que cuando dicho país desapareció y se desintegró, la Organización debió haber dejado de crecer hacia el este hacia las fronteras de la nueva Rusia que había quedado con países intermedios entre la OTAN de los noventas y la Rusia Post URSS. Poco a poco la OTAN fue llegando a las puertas de Rusia y esto es según Putin por lo que decidió invadir Ucrania ante la negativa de la OTAN de declarar que no integraría a ese país a sus filas. 

Por su parte la OTAN dice que Rusia no le puede prohibir aceptar a nadie, esto a pesar de que, de momento no estaba dispuesta a recibir a Ucrania como parte de sus integrantes.

Así las cosas, Ucrania como dice su Presidente, está defendiéndose sola en contra de Rusia con el apoyo moral de Europa y de quienes no la acepta en su club llamado OTAN, pero no le da a Rusia la certeza de que nunca lo hará dejando al país como rehén de los intereses de los dos polos. Ya Biden pide a su congreso endeudarse con más de seis mil millones de dólares en asistencia humanitaria y de armamento que dará a Ucrania o a sus rebeldes en caso de que caiga el gobierno de ese país, así las cosas si gana el actual gobierno le deberá miles de millones a Estados Unidos y si pierde, Rusia se queda con su tierra pero habrá guerrillas pagadas por occidente.

Occidente pudo haber admitido a Ucrania en la OTAN o dado apoyo para que se desarrollase si de verdad quería evitar la entrada de Putin pero así no había negocio ni pretexto para intervenir más de lleno en sus decisiones. Digamos que nadie da nada de gratis.  

UCRANIA: EL FUTURO DE PUTIN 

Hasta el momento ha habido muchas muertes de rusos y pocas de Ucrania, veremos si Putin puede vencer a sus ex paisanos e instalar un gobierno pro Rusia, pero si esta invasión se prolonga podría ser la caída de Vladimir quien pudo haber entrado al Este como lo hizo con Crimea y negociado una tregua rápida menos costosa. 

Oremos por las víctimas de este terrible conflicto. Dios tenga piedad de ellos.

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El nacionalismo de Donald Trump: ¿Una solución o un riesgo?

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Opinión, por Samantha Contreras Guerrero //

La victoria de Donald Trump, basada en un mensaje de fuerte nacionalismo, marca un cambio que impactará tanto a Estados Unidos como al resto del mundo. Sus promesas de traer empleos de vuelta y proteger la economía estadounidense responden al descontento de muchos de sus votantes.

Su idea de “América Primero” busca hacer que Estados Unidos sea más independiente y fuerte, pero en un mundo tan conectado, esta visión enfrenta muchos retos y posibles problemas.

Para los estadounidenses, en un mercado donde casi todo se produce a través de cadenas internacionales, enfocarse en lo nacional podría hacer que los precios aumenten y haya menos opciones para los consumidores. Este tipo de enfoque proteccionista no solo implica costos altos para las empresas, sino que podría dar una falsa idea de seguridad económica, ya que el crecimiento estaría limitado solo al mercado interno, dejando de lado oportunidades con otros países.

En el ámbito internacional, el enfoque nacionalista de Estados Unidos genera preocupación entre sus aliados. Países como México, que dependen en gran medida del comercio y la inversión estadounidense, ven en riesgo la posibilidad de mantener relaciones estables e igualitarias.

El decremento en sectores como el nearshoring —donde América Latina ha visto una oportunidad de crecimiento— podrían ser afectados con este tipo de políticas. Además, al alejarse de acuerdos internacionales, Estados Unidos podría debilitar el sistema de cooperación global, necesario para enfrentar problemas complejos como el conflicto en Oriente Medio o la crisis climática.

La gran pregunta es si este regreso al proteccionismo es una solución real a los problemas económicos actuales. La inflación y la desigualdad están en aumento en todo el mundo, y Estados Unidos no es la excepción. En lugar de cerrarse, podría beneficiarse de una política que tome en cuenta las necesidades de todos sus sectores, buscando reducir las diferencias internas como la acumulación de riquezas, sin renunciar a los beneficios del comercio global.

El nacionalismo de Trump es una reacción a los problemas de un sistema económico que ha dejado atrás a muchas personas en Estados Unidos. Sin embargo, en un mundo hiperconectado, el aislamiento no puede evitar generar preocupación. Aunque la intención de proteger a los ciudadanos es válida, esta ideología corre el riesgo de afectar a largo plazo a aquellos mismos sectores que busca ayudar, reduciendo la capacidad de Estados Unidos para influir y crecer en la economía global.

E-mail: samcg2002@gmail.com

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MUNDO

Querámoslo o no, Donald Trump ha vuelto

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Desde los campos del poder, por Benjamín Mora Gómez //

Lo recuerdo, era mi cumpleaños 20 y también domingo, y corría el año de 1973, y mi padre me regalaba “El Gran Gatsby”, la muy apasionante novela de F. Scott Fitzgerald, dos de sus ejes contenidos me cautivaron: La alienación y el impulso de Jay Gatsby por sentirse aceptado por una alta sociedad segregante, aun y a pesar de ser inmensamente rico, realidad que quizá se expresa más claramente en una frase de la obra: “La vida es una lucha de apariencias, una lucha de lograr y de tener más de lo que uno merece”.

Donald Trump es un claro ejemplo, muy actual y presente en el mundo, de la fuerza del impulso de tenerlo todo: Poder económico y poder político. Donal Trump está entre los hombres más ricos de Estados Unidos, y fue el 45º y será el 47º presidente de aquella nación.

Donald, quien perdió en 2020 ante Joe Biden al buscar reelegirse como presidente de Estados Unidos, cuatro años después descarriló a Biden en su también anhelada reelección, obligándolo a abandonar la carrera presidencial, y derrotó ampliamente a Kamala Harris, la relevo en el Partido Demócrata.

Donald Trump ha vuelto al poder más fuerte de lo jamás imaginado para cumplir con sus planes de preeminencia y grandeza norteamericana e imponer su visión conservadora de Estados Unidos ante sí mismo y ante el mundo. Trump es un hombre transparente; jamás deja nada a la imaginación y dudas de sus seguidores y detractores. Así, por ejemplo, para él, la Teoría de Género tiene los días contados en EEUU y sus promotores sabrán que tienen ante sí a su peor pesadilla.

El presidente Donald Trump, a partir del 20 de enero próximo, actuará con todo el poder para poner orden en su frontera con México en dos temas fundamentales, las acciones de los cárteles de la droga, declarándolos terroristas, y el tráfico humano, ambos vistos como gravísimas omisiones del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Marco Rubio, próximo secretario de Estado norteamericano, lo ha acusado públicamente, y nos lo recordará todos los días. Rubio es de palabra dura y mano aún más dura. Para Trump y Rubio los narcotraficantes son terroristas y los perseguirá con toda la fuerza del Estado norteamericano.

La esperanza nunca debería sustentarse en la venganza. No entiendo a quiénes cifran la satisfacción de su venganza hacia López Obrador en Marco Rubio. Sea cual fuere el resultado de la dureza del nuevo secretario de Estado norteamericano, es mi deseo que México vuelva, de mutuo propio, al orden y la paz, y que el gobierno y el congreso mexicanos no nos convoquen a rasgarnos las vestiduras ante las exigencias norteamericanas. Son justas.

En México, muchos de quienes estaban a favor de Kamala Harris, hoy se muestran muy a favor de Donald Trump. Su nacionalismo se mantiene muy firme; sin embargo, aceptan que ya es tiempo de poner en orden las cosas en México pues el estado mexicano, sin duda, está doblegado y resquebrajado ante los cárteles de la droga. Claudia Sheinbaum no ha demostrado estar dispuesta a cumplir a cabalidad con su mandato presidencial en materia de seguridad a pesar de los buenos oficios de Omar García Harfuch pues, peor, no desea tomar el mando que aun detenta López Obrador.

Sheinbaum deberá entender que solo tiene de dos sopas, o se arma de valor ante los cárteles y los traficantes de gente y los combate con toda la fuerza del Estado mexicano, o los gringos cumplirán con esa su obligación constitucional, interviniendo aun en nuestro territorio. Que de nada le valdrán las bravatas de Marcelo Ebrard en materia económica ante los gobiernos norteamericano y canadiense.

Que esto nos es pleito entre escolapios en donde uno echará al otro a su padre que es bombero y lo mojará con su manguera, y el otro a su padre que es policía y lo llevará a la cárcel. Que en cosas de gobierno se actúa conforme a la ley y se cumple con los tratados internacionales. Que Naciones Unidas tiene un centro en contra del terrorismo que a México obliga.

Un adelanto de la presión internacional que el gobierno de México enfrentará en los años próximos ya lo recibimos en esta semana. La calificadora Moody’s cambió de estable a negativa la perspectiva económica de México por el debilitamiento de nuestro Estado de derecho por la reforma judicial y el deteriorado entorno institucional gubernamental, el esperado aumento en el costo de la deuda internacional de México y la mayor rigidez del gasto público, que podrían socavar nuestros resultados fiscales y económicos.

Tanto Moody’s, como los principales analistas de los futuros económicos en el mundo, coinciden en calificar como de muy alto riesgo la reciente reforma aprobada por Morena, PT y Verde al Poder Judicial. Sheinbaum, obedeciendo a López Obrador, ha decidido alterar los controles y equilibrios del poder político y económico en México, y eso se le, se nos, cobrará muy caro.

Quiero invitarte a pensar en que Trump no está para salvarnos, ni Rubio para vengarnos. Ellos tienen sus tareas más allá del Rio Bravo. De este lado, todo depende de nosotros. Vamos, ni Sheinbaum hará nada para salvarnos; a ella solo le interesa obedecer a López.

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MUNDO

En riesgo la hegemonía estadounidense: El retorno de Donald Trump; retos económicos y sociales

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Actualidad, por Alberto Gómez R. //

En los últimos cuatro años, la economía y la cohesión social de Estados Unidos han enfrentado un deterioro significativo, marcando uno de los periodos más complicados en su historia reciente.

La administración de Joe Biden, aunque intentó implementar políticas para estimular la recuperación tras la pandemia de COVID-19, dejó profundas brechas económicas y sociales que ahora desafían al presidente electo Donald Trump. Con un escenario global en transformación y un entorno interno polarizado, Estados Unidos se encuentra en un momento crítico de redefinición de su papel como potencia mundial.

LA ECONOMÍA BAJO LA ADMINISTRACIÓN DE BIDEN

La inflación se convirtió en uno de los mayores retos durante la administración Biden. La epidemia de Covid-19 dejó tras de sí trastornos económicos; en junio de 2022, la inflación alcanzó un pico histórico del 9.1%, las tasas más altas que los estadounidenses han experimentado en 40 años, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) lo que, por supuesto, en la práctica suponía un recorte salarial. La explosión del gasto militar para apoyar las guerras en Ucrania y Gaza también ha alimentado la inflación.

Como resultado, el nivel de vida de las y los trabajadores estadounidenses ha disminuido bajo la administración Biden, mientras que el auge del mercado de valores ha ayudado a las y los estadounidenses más ricos a hacerlo bastante bien. Este fenómeno, impulsado por interrupciones en las cadenas de suministro globales, estímulos fiscales masivos y el aumento de los precios de la energía, erosionó el poder adquisitivo de las familias estadounidenses. Aunque las medidas de la Reserva Federal lograron reducir la inflación a un 3.7% al cierre de 2024, esta cifra seguía por encima del objetivo del 2%, lo que refleja un entorno económico aún frágil.

El aumento del costo de vida se manifestó en productos esenciales. Según la Administración de Información Energética (EIA), el precio promedio de la gasolina aumentó un 40% entre 2020 y 2024. Asimismo, los alimentos básicos experimentaron un incremento promedio del 25%, afectando especialmente a las familias de ingresos medios y bajos. Esta situación exacerbó la desigualdad, ya que los salarios reales apenas crecieron un 3% durante el mismo periodo, según el Economic Policy Institute.

DÉFICIT FISCAL Y DEUDA PÚBLICA

El déficit fiscal alcanzó los $1.7 billones en 2024, mientras que la deuda pública superó los $36 billones, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), un incremento alarmante respecto a los $27 billones reportados al inicio de la administración Biden. Este nivel de endeudamiento, alimentado por programas de estímulo económico y políticas de infraestructura, limita la capacidad del gobierno para responder a futuras crisis económicas. Además, el creciente costo del servicio de la deuda, derivado del aumento de las tasas de interés, se ha convertido en una carga significativa para el presupuesto federal.

La brecha económica continuó ampliándose durante la administración Biden. El 1% más rico de la población concentró el 38% de la riqueza total en 2023, mientras que los sectores más vulnerables enfrentaron mayores dificultades para acceder a empleos estables, y apenas aumentaron un 4% en términos reales, según un informe de la Oficina del Censo. Según el Departamento de Trabajo, el empleo precario representó el 30% de los nuevos puestos creados entre 2020 y 2024, con un aumento notable en los contratos temporales y trabajos a tiempo parcial. Esto ha exacerbado la pobreza en comunidades vulnerables, con un índice de pobreza que aumentó del 11.4% en 2020 al 14.7% en 2024.

En 2016, Hillary Clinton demostró su desprecio por los partidarios de Trump, entonces abrumadoramente blancos, etiquetándolos como “los deplorables”, en lugar de tratar de reconocer la fuente de su ira: la gran desigualdad en el statu quo económico. Ocho años después, con un apoyo a Trump mayor en prácticamente todos los grupos demográficos, es imposible ignorar la desesperación económica que alejó del Partido Demócrata a las y los electores, cuando Biden seguía presumiendo de que la economía estadounidense durante su mandato es “la más fuerte del mundo”.

FACTORES SOCIALES: POLARIZACIÓN Y RADICALIZACIÓN

La polarización política se ha intensificado, dando lugar a movimientos separatistas que, aunque minoritarios, representan una amenaza para la unidad del país. Uno de los fenómenos más alarmantes es el resurgimiento de movimientos secesionistas en estados como Texas y California.

Líderes locales y organizaciones políticas han planteado referendos para separarse de la unión federal, alegando incompatibilidades políticas y económicas. Aunque estos movimientos no tienen un apoyo mayoritario, su existencia refleja una fragmentación preocupante en la unidad nacional. Grupos como «Texit», que abogan por la independencia de Texas, han ganado tracción en sectores conservadores descontentos con las políticas federales. Estas iniciativas reflejan el creciente desencanto con el sistema político.

La radicalización ideológica también se ha intensificado. Los crímenes de odio aumentaron un 18% entre 2020 y 2024, según el FBI, afectando principalmente a comunidades afroamericanas, asiáticas, judías y musulmanas. Este aumento está vinculado al resurgimiento de grupos extremistas y al uso de las redes sociales como plataformas para propagar discursos de odio.

RETOS ECONÓMICOS Y SOCIALES

Con la reelección de Donald Trump, Estados Unidos se adentra en un periodo de grandes desafíos. Su promesa de «recuperar la grandeza estadounidense» enfrenta múltiples obstáculos, tanto internos como externos.

Trump ha anunciado un ambicioso plan para reindustrializar Estados Unidos y reducir la dependencia de las cadenas de suministro globales. Sin embargo, implementar esta estrategia requerirá superar barreras como la resistencia de aliados comerciales y la necesidad de inversiones masivas en infraestructura. También deberá manejar las tensiones con China, el principal socio comercial de Estados Unidos, en un momento en que las relaciones bilaterales están en su punto más bajo en décadas.

El presidente electo ha prometido recortes de impuestos para estimular el crecimiento económico, pero esta medida podría agravar el déficit fiscal si no se acompaña de reducciones en el gasto público. Además, la capacidad de implementar estas políticas dependerá de su habilidad para negociar con un Congreso dividido, donde los demócratas probablemente resistirán cualquier iniciativa que reduzca programas sociales.

El enfoque de Trump en políticas ultraderechistas, incluida la restricción de la inmigración y la eliminación de regulaciones ambientales, podría generar más divisiones. Aunque estas medidas cuentan con el apoyo de su base electoral, enfrentan la oposición de sectores progresistas y moderados, lo que podría derivar en mayores tensiones sociales.

EL FIN DE LA HEGEMONÍA ESTADOUNIDENSE

El bloque BRICS+ ha emergido como un desafío significativo para la hegemonía estadounidense. Con la inclusión de nuevos miembros como Arabia Saudita, este grupo busca crear un sistema financiero alternativo que reduzca la dependencia del dólar. Según el Banco Mundial, el comercio intrabloque creció un 15% anual durante los últimos cuatro años, fortaleciendo su influencia económica y política.

El dólar, pilar del sistema financiero internacional, está perdiendo su posición dominante. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la proporción de reservas globales en dólares cayó del 61% en 2020 al 55% en 2024. Este descenso refleja una creciente diversificación hacia monedas como el yuan chino y el euro, impulsada por iniciativas del BRICS+ y otros bloques emergentes.

En el ámbito militar y geopolítico, Estados Unidos enfrenta el ascenso de China como potencia dominante en el Pacífico y la reactivación de Rusia en Europa del Este. Además, la influencia de potencias regionales como Irán y Arabia Saudita en el Medio Oriente limita la capacidad de Estados Unidos para mantener su dominio en esta región estratégica.

El futuro socioeconómico de Estados Unidos dependerá en gran medida de la capacidad de la administración Trump para manejar una economía debilitada, una deuda insostenible y una sociedad fracturada. La reconciliación política y la creación de un camino inclusivo para el desarrollo serán cruciales para evitar una crisis prolongada.

Aunque Trump tiene un historial de promover el crecimiento económico, los riesgos asociados con su estilo confrontacional y sus políticas divisivas no pueden ser ignorados. El equilibrio entre reformar el status quo y evitar una mayor radicalización será la prueba definitiva para su liderazgo.

Estados Unidos enfrenta uno de los periodos más complejos de su historia contemporánea. La administración Biden dejó un legado de desafíos económicos y sociales que el presidente electo Donald Trump deberá abordar en un contexto de polarización interna y competencia internacional.

El éxito o fracaso de las políticas de Trump determinará no solo el rumbo de Estados Unidos, sino también el equilibrio de poder en el mundo. Sin embargo, para superar estos retos, será necesario un liderazgo que trascienda la retórica divisiva y busque soluciones inclusivas y sostenibles. En un mundo cada vez más multipolar, el destino de Estados Unidos dependerá de su capacidad para adaptarse a las nuevas realidades globales sin perder de vista los principios democráticos y la cohesión interna que alguna vez lo definieron como nación.

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