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JALISCO

Segundo piso en López Mateos: ¿Solución rápida o error costoso?

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– Por Diego Morales Heredia

La Avenida Adolfo López Mateos, una de las principales arterias viales de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) en Jalisco, ha sido el epicentro de un intenso debate en los últimos meses respecto a la propuesta de construir un segundo piso o viaducto elevado.

El debate refleja un choque entre visiones: una pragmática y económica que ve el segundo piso como paliativo, y otra sustentable que lo rechaza por perpetuar ineficiencias. Con protestas y mesas en marcha, el futuro de López Mateos pende de un equilibrio entre desarrollo y equidad.

Esta iniciativa surge como respuesta a la congestión vial crónica en el corredor sur, agravada por el tráfico de carga proveniente del puerto de Manzanillo y el crecimiento urbano descontrolado.

El gobernador Pablo Lemus Navarro ha convocado mesas técnicas y ciudadanas para analizar soluciones a corto, mediano y largo plazo, reconociendo que medidas previas como carriles contraflujo y restricciones al transporte pesado han sido insuficientes.

El debate involucra a empresarios, funcionarios estatales, académicos, defensores del medio ambiente y vecinos de fraccionamientos, revelando tensiones entre intereses económicos, sostenibilidad urbana y equidad social.

POSICIONES ENCONTRADAS

La Avenida López Mateos, que conecta el sur de Guadalajara con municipios como Tlajomulco y Zapopan, soporta diariamente miles de vehículos, incluyendo camiones de carga que generan embotellamientos masivos.

En 2022-2023, el Gobierno de Jalisco realizó diálogos por la movilidad que identificaron prioridades, pero no resolvieron el caos.

La idea de un segundo piso resurgió en agosto de 2025, impulsada por el Colegio de Ingenieros Civiles de Jalisco, que propone un viaducto de 37 kilómetros, similar en longitud a la Línea 3 del Tren Ligero pero enfocado en vehículos privados y de carga.

Esta propuesta ha polarizado opiniones, con argumentos a favor de una «solución rápida» para el tráfico y críticas por su potencial para agravar problemas ambientales y urbanos.

El exgobernador Emilio González Márquez respalda la iniciativa y la considera como una medida urgente para mejorar la movilidad. Sin embargo, colectivos ciudadanos planean protestas, como la anunciada para el 6 de septiembre de 2025 frente a Plaza del Sol, argumentando que la obra beneficiaría intereses privados sin resolver el fondo del problema.

El debate se enmarca en un contexto nacional, donde la presidenta Claudia Sheinbaum ha mencionado un estudio técnico sobre su viabilidad e impacto. Localmente, se critica que figuras como el gobernador Lemus, quien como alcalde rechazó ideas similares, ahora las considere, lo considera como una alternativa de solución. El costo estimado, en miles de millones de pesos, y los años de construcción con caos vial adicional, son puntos recurrentes de controversia.

POSICIONES DE LOS EMPRESARIOS

Los empresarios, representados por cámaras como Consejo Coordinador de Industriales de Jalisco (CCIJ) y la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) Jalisco, ven el segundo piso como una oportunidad para aliviar el caos vial y facilitar el traslado de mercancías. Antonio Lancaster Jones, coordinador del CCIJ lo considera una opción viable para reducir congestiones, pero enfatiza que no debe ser la única alternativa, proponiendo un enfoque multimodal.

La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Delegación Jalisco, ha propuesto una vía subterránea de 35 kilómetros, inspirada en modelos como el de Madrid, argumentando que sería menos invasiva y más sostenible que un elevado.

Críticos dentro del sector, como Mauro Garza Marín, priorizan el transporte ferroviario de carga sobre infraestructuras viales, cuestionando la priorización de autos privados. En general, los empresarios apoyan intervenciones que impulsen la economía, pero divergen en el método, con algunos advirtiendo que un segundo piso podría ser un «negociazo» para constructoras coludidas.6793c9

PERSPECTIVA DE LOS FUNCIONARIOS ESTATALES

El Gobierno de Jalisco, bajo Pablo Lemus, ha abierto el debate mediante mesas de análisis que incluyen a todos los sectores, convocadas para evaluar no solo viaductos sino también líneas de transporte masivo.

Lemus insiste en soluciones integrales, reconociendo el costo en tiempo y recursos para los ciudadanos. El presidente municipal de Tlajomulco, Gerardo Quirino Velázquez, ha discutido la propuesta junto con el combate al robo de combustible, pidiendo apoyo federal.

Sin embargo, diputadas como Itzul Barrera (Morena) critican que revivir la idea huele a negocio para unos pocos, priorizando cemento sobre soluciones reales. Tonantzin Cárdenas, otra diputada, lo califica de retroceso ambiental, exigiendo prioridad a la movilidad sustentable. El enfoque oficial es consultivo, pero opositores lo ven como un «teatro» para imponer la obra.

OPINIONES DE ACADÉMICOS Y EXPERTOS

Académicos del ITESO, como Karla Bañuelos y Juan Pablo Zatarain, advierten que un segundo piso ofrecería solo un alivio temporal, no resolviendo el tráfico debido al fenómeno de «demanda inducida» (más carriles atraen más autos). El Colegio de Profesionistas de la Movilidad Urbana y la Red de Movilidad Urbana rechazan el viaducto, proponiendo transporte público masivo como trolebuses elevados o cablebús. Expertos como Arnulfo Aldaco destacan siete motivos contra la obra: aumento de contaminación, desigualdad, alto costo y fracaso en resolver congestiones a largo plazo.

POSTURAS DE DEFENSORES DEL MEDIO AMBIENTE Y VECINOS

Defensores ambientales, como la Red Ciudad Posible y colectivos como López Humana, se oponen firmemente, argumentando impactos negativos en contaminación, biodiversidad y calidad de vida. Vecinos de fraccionamientos cercanos protestan por el alto costo y falta de transparencia, exigiendo alternativas como infraestructura peatonal, ciclista y transporte público accesible. Juan Yves Palomar lo ve como un error que aumenta desigualdad y contaminación.

Encuestas informales muestran división: algunos apoyan cualquier solución, pero muchos dudan de su efectividad. olectivos como Ollin Monroy llaman a protestas contra el «intento de construir piso 2».

PROPUESTAS ALTERNATIVAS Y DISCUSIONES EN CURSO

Más allá del segundo piso, se discuten vías subterráneas, trenes ligeros, restricciones permanentes a carga y expansión de transporte público. Mesas de diálogo incluyen a todos los actores, pero críticos como Héctor Escamilla las ven sesgadas hacia el viaducto.

Debates en foros como YouTube y redes destacan la necesidad de evidencia científica sobre impactos. El consenso emergente es que Jalisco necesita un modelo centrado en personas, no autos, para evitar convertirse en otra CDMX congestionada.

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