REPORTAJES
Las nuevas generaciones valientes: El movimiento #MeToo sacude a Jalisco
Por Raúl Cantú //
“Callar ya no es opción. El silencio es una palabra que se tiene que volver enunciado. Así nuestras generaciones valientes”, es lo que escribe la ex presidenta del Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM) Érika Loyo Beristáin en su página de Twitter a propósito de las denuncias que se han registrado en la página de #MeTooJalisco sobre la violencia de género.
El desarrollo tecnológico con las redes que vinieron a romper el control de la información permiten que se ventilen estas denuncias, que en la mayoría de los casos quedaban en el anonimato, principalmente cuando se convierten en violaciones y que son delitos penales por el daño no sólo físico sino psicológico que sufre la víctima y que lo arrastra para toda su vida.
No sólo las víctimas de estos abusos viven la pesadilla, también lacera a la familia, a los padres, los hermanos. El daño psicológico es tan grande que se vuelve insoportable, llegando hasta el intento de suicidio y en algunos casos éste se consuma.
La violencia y violaciones contra las mujeres son las peores maldades que se pueden vivir y lo más peor es que sean toleradas por gente cercana, que lo minimicen.
Las denuncias de violencia y abusos contra mujeres hoy se desparrama por todos lados. Hombres del poder político, económico y de medios de comunicación son señalados de haber aprovechado una posición de mando para ultrajar y humillar a las mujeres.
Los abusos sexuales cometidos por sus parejas son exhibidos. La denuncia más fuerte y cruda la dio desde su espacio de Twitter Alexia Soch, respecto al abuso que sufrió de parte de un miembro prominente de Wikipolítica y que como respuesta fue el silencio de sus compañeros, restándole importancia, tal vez considerando el impacto negativo que tendría en la opinión pública.
Puede que algunas de las denuncias sean producto de alguna venganza, pero cuando se trata de violaciones y se tiene el valor de hacerlo públicamente, con nombres, testigos, esto ya tiene otra dimensión.

GOLPEA A WIKIPOLÍTICA
Nadie escapa a las denuncias de estas voces valientes. El caso de Alexia Soch, es contundente, tanto que finalmente las figuras relevantes de Wikipolítica y el Partido Futuro reaccionaron y expulsaron a tres de sus miembros.
El periodista Enrique Toussaint en su leída columna de este domingo abordó el tema a propósito de #MeTooJalisco y advierte que este movimiento a nivel global ha demostrado que el poder en espacios de prestigio –la academia, las artes, los espectáculos, los medios de comunicación, los partidos políticos o el periodismo- es capaz de cometer y proteger los abusos más abominables.
Recuerda Toussaint que el Movimiento Me Too nace en 2007, pero se vuelve viral hasta el 2017 al involucrar el origen a la activista Tatiana Burke que en 2006 atendía a mujeres violentadas en los Estados Unidos, al confesarle una jovencita de 13 años que atendía en el refugio, haber sido violada por su padrastro y cuando la víctima le hacía el relato, ésta la interrumpió y la envió con otra persona. La jovencita nunca volvió al refugio y Burke lamentó no haber sido capaz de decirle a la chica que ella también había sido abusada y decirle “Me Too (yo también).
En 2017 una publicación de New York Times, en la que se señala al productor de cine Harvey Weinstein como acosador de actrices y modelos durante 30 años lo que desató un caudal de denuncias en todo el mundo. Por todo el mundo aparecieron denuncias por acoso, hostigamiento o violaciones contra mujeres en 14 millones de tuits.
LA AGRESIÓN A LOS DERECHOS HUMANOS
El abogado y defensor de derechos humanos Francisco Macías, resaltó que “vivimos tiempos en que la información y la realidad fluyen con mucha velocidad. Las encuestas, las denuncias en redes sociales sobre actos de violencia, los testimonios y los brutales e inhumanos feminicidios, divulgados profusamente en su mayoría como numerología, han terminado por tendernos una cama impermeabilizante que impide a los hombres mirarnos en el espacio de la violencia machista”.
“En ocasiones es necesario abrir los sentidos para darnos cuenta de ello. El hashtag es otro de los gritos que claman la justicia cotidiana que no ha llegado, que llama a estar del lado de las niñas y mujeres, sin escucharnos en una formalidad o institución desfigurada”, escribe Francisco Macías.
Dura prueba enfrenta el grupo de Wikipolítica y el Partido Futuro que ha sido la plataforma de Pedro Kumamoto, que como toda organización, está sujeta a la condición humana, donde no hay blindajes para evitar que se infiltren los pecadores.
Las activistas de Wikipolítica y Futuro lamentaron el abuso y violencia sexual que viviera Alexia Soch y presentaron a la opinión pública dos comunicados, reconociendo el error organizacional político y de género que se cometió en el seno de su organización y en consecuencia de ello tomaron la decisión de expulsar de esta organización a los denunciados Luis Hernán Landívar y Oscar Juárez.
UNA DENUNCIA CON MUCHO VALOR
Entre las denuncias que se han hecho públicas con nombre y apellido es la que se dirigieron contra miembros de Wikipolítica.
Alexia Soch después de haber ventilado estos dolorosos sucesos que viviera y que tuvo el valor de hacerlos públicos, mucho después que los sufriera, tras conocer las decisiones del Consejo de Futuro Jalisco escribió en su página de Twitter el siguiente mensaje que queda para la reflexión.
¿Y qué sigue después del coraje?
¿Y de qué sirve cortar dos o tres cabezas? Si nuestro mundo está enfermo y de gravedad, ya se dieron cuenta. Como esa enfermedad no tiene una cara que señalar, descargamos el coraje que provoca vivir en la violencia sobre la cara de unos.
Pero el problema no se acaba, no por la rabia de hoy terminará mañana. ¿Y luego qué? ¿Qué pasará con ellos y los muchos otros? ¿Qué pasará con nosotras?
¿Cómo deben proceder con el perpetrador y el perpetrado como sociedad y como institución? ¿Qué consecuencia es justa? ¿Se puede rehabilitar? ¿Cómo rehabilitar? ¿Cómo se debe reparar el daño? ¿QUÉ QUIERE Y NECESITA LA VÍCTIMA? ¿Cómo acompañar?
Es urgente pensar en mecanismos de justicia diferentes, ya que los que conocemos no nos han funcionado. Es urgente humanizar las instituciones, la política y lo más importante: nuestra sociedad, nuestra relación con el otro.
Eso quisiera. No escribo esto desde la superioridad moral; duele y la verdad es que no sé qué sigue, pero lo que siga supongo también va a doler.
