MUNDO
La gran explosión en el uso de la inteligencia artificial

-Tecnología, por José Modesto Barros Romo
La inteligencia artificial (IA) se ha consolidado como el tema tecnológico más relevante a lo largo de esta primera mitad del año de 2025, impulsando innovaciones en dispositivos, sostenibilidad y geopolítica.
Empresas líderes como Samsung y Google están integrando IA en sus productos, mientras que gobiernos y corporaciones invierten en su desarrollo para mantener la competitividad a nivel global, en el que la carrera por ser el mejor en IA está siendo liderada por China y Estados Unidos, con un lejano tercer lugar disputado entre los europeos y algunas potencias de Asia como Corea del Sur y Japón.
En la electrónica comercial, la empresa surcoreana Samsung ha apostado por una IA multimodal, que ya está presente en celulares, televisores, electrodomésticos y wearables conectados bajo el ecosistema SmartThings.
Entre sus funciones destacadas se encuentran la traducción instantánea, la búsqueda inteligente de imágenes y sugerencias personalizadas basadas en preferencias del usuario, todo ello respaldado por un fuerte compromiso con la privacidad de los datos.
En el mundo de la moda, marcas como H&M han introducido «gemelos digitales» generados por IA, inspirados en personas reales, como parte de su estrategia de marketing.
Además, la IA se ha integrado profundamente en la vida cotidiana a través de móviles, coches, asistentes de voz y plataformas digitales, aunque muchas veces no seamos conscientes de su presencia.
Cadena SER
Sin embargo, este auge también conlleva desafíos significativos. El uso cada vez más extendido de la IA, especialmente en la generación de imágenes, ha llevado a un aumento significativo en el consumo de energía, lo que resulta en serias consecuencias para el medio ambiente.
Ya que estamos hablando del ámbito energético, la inteligencia artificial está revolucionando la sostenibilidad. En varios países de Europa ya hay sistemas que están utilizando la inteligencia artificial para equilibrar la oferta y demanda energética en tiempo real, optimizando el uso de energías renovables y reduciendo desperdicios.
Además, algoritmos avanzados ayudan a detectar fallos en infraestructuras, extender la vida útil de equipos y anticipar desastres naturales relacionados con el cambio climático.
A nivel geopolítico, Estados Unidos ha anunciado una inversión privada de 92 mil millones de dólares destinada al desarrollo de inteligencia artificial (IA) y energías innovadoras, principalmente en Pensilvania, con el objetivo de competir con China en esta área estratégica.
La inversión, impulsada por grandes empresas como Google, Blackstone, Meta, Amazon Web Services, Exxon Mobil y BlackRock, está dividida en más de 56 mil millones para infraestructura energética y 36 mil millones para la construcción de nuevos centros de datos.
En resumen, la inteligencia artificial se ha convertido en el eje central de la innovación tecnológica en 2025, transformando desde dispositivos personales hasta infraestructuras energéticas y estrategias geopolíticas.
Su integración en diversos sectores promete avances significativos, pero también plantea desafíos éticos y de equidad que deberán ser abordados con responsabilidad y colaboración global.
EL CASO MEXICANO
En los últimos seis meses, México también ha experimentado avances en el ámbito de la inteligencia artificial (IA), tanto en políticas públicas como en iniciativas privadas y académicas.
Presentada en mayo de 2025 se hizo pública la Agenda Nacional de Inteligencia Artificial (ANIA) 2024–2030, que propone la creación de una agencia digital, una ley general de ciberseguridad y la incorporación de neuroderechos en la legislación mexicana
Además, se ha sugerido una reforma constitucional al artículo 73 para facultar al Congreso a legislar en temas de IA, ciberseguridad y neuroderechos.
También se han implementado entornos de prueba para tecnologías emergentes y programas de capacitación como AcademIA, que ha formado a más de 3 mil personas en habilidades digitales, enfocándose especialmente en mujeres, docentes y pequeñas empresas.
En el sector privado, la compañía energética Iberdrola ha integrado IA, drones y realidad virtual para optimizar el mantenimiento de sus plantas, mejorar la seguridad laboral y capacitar al personal. También ha desarrollado proyectos que combinan tecnología con biodiversidad, como la convivencia entre paneles solares y abejas.
Walmart anunció una inversión de más de 6 mil millones de dólares para 2025, que incluye la apertura de centros de distribución en Bajío y Tlaxcala con tecnologías de IA y robótica, generando aproximadamente 5 mil 500 empleos directos.
En cuanto a la implementación de un ecosistema digital, México se posiciona como líder en adopción de IA empresarial en América Latina, con 362 empresas que han integrado IA en sus operaciones en 2024. Empresas como Grupo Bimbo, Cemex, Banorte, Femsa (OXXO), Aeroméxico y Grupo Salinas han implementado IA para optimizar procesos y mejorar la eficiencia.
Más de 40 instituciones en el país, incluyendo la UNAM, el IPN, el Tec de Monterrey y la Ibero, ofrecen formación en IA, ciencia de datos y automatización. Se espera que la demanda de especialistas en estas áreas crezca al menos un 30% en los próximos dos años.
También se espera que el mercado de aplicaciones de IA en México alcance un valor de 450 millones de dólares en 2025, impulsado por inversiones en sectores como el financiero y manufacturero. Este crecimiento representa un aumento significativo —de 78.22 por ciento— respecto de los 98 millones de dólares registrados en 2024.
JALISCO
Lleva Ballet Folclórico de Guadalajara cultura y tradición a Estados Unidos

– Por Mario Ávila
El Ballet Folclórico de Guadalajara se presentó en el Rosemont Theatre de Chicago, en el evento estelar de la Segunda Ruta de la Gira Internacional 2025, México en el Corazón.
Los bailarines tapatíos compartieron escenario con el Mariachi Estelar de México en el Corazón y la Banda Orquesta Colores, y presentaron estampas, música y canciones de Guanajuato, Yucatán y Jalisco ante los más de 4 mil 400 asistentes.
Este espectáculo se realiza anualmente e incluye al Mariachi Estelar como uno de sus principales artistas, junto con el Ballet Folclórico Guadalajara y la Banda Orquesta Colores.
Participaron en el evento Sergio Suárez, presidente de NAIMA (North American Institute for Mexican Advancement); Ron Serpico, alcalde de Melrose Park; Susana Mendoza de Illinois Comptroller; Reyna Torres, cónsul general de México en Chicago; Andrea Blanco, coordinadora del Gabinete Social del Gobierno de Jalisco; y Manuel Romo, secretario de Gobierno del Gobierno de Guadalajara.
Esta es la segunda parada de la ruta de México en el corazón, la primera fue en la Ciudad de Sioux City, en Iowa en donde se presentó por primera vez, y más de mil personas asistieron a disfrutar de este espectáculo.
La gira continuará por el Medio Oeste, Sur y la Costa Este de los Estados Unidos.
Para fechas y ciudades entrar en este sitio web: http://www.mexicoenelcorazon.org
CARTÓN POLÍTICO
Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»
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LAS CINCO PRINCIPALES:
Arranca el Sistema Estatal de Participación Ciudadana en Jalisco
La corrupción urbanística: Valle de los Molinos y Colomos III
MUNDO
La tradición del saqueo: Naturaleza depredadora del poder imperial

– Actualidad, por Alberto Gómez R.
(Parte 1) A lo largo de la historia de la humanidad, el poder económico de los grandes imperios se ha construido frecuentemente sobre pilares tan sombríos como la guerra, el saqueo sistemático y el sometimiento de pueblos enteros.
Este patrón de comportamiento, visible desde los primeros imperios de la antigüedad hasta las potencias contemporáneas, revela una lógica de acumulación basada en la extracción violenta de recursos más que en la productividad o la innovación endógena.
El historiador económico Douglas North, citado en uno de los documentos analizados, señalaba que los imperios antiguos establecían sistemas burocráticos sofisticados que permitían la expropiación sistemática de excedentes de las regiones conquistadas.
En el mundo actual, Estados Unidos representa la última encarnación de este impulso imperial, aunque sus métodos hayan evolucionado hacia formas más sofisticadas de dominación económica y militar.
Como se advierte en el panorama actual, esta potencia estaría experimentando un rápido declive relativo en el escenario global, lo que intensificaría sus comportamientos depredadores hacia naciones ricas en recursos que se resisten a someterse a su hegemonía.
Venezuela, con las mayores reservas petroleras certificadas del planeta, se encontraría en la mira de este mecanismo de saqueo contemporáneo, al igual que lo estuvieron Irak, Libia y Siria en las últimas décadas, solo por citar algunos ejemplos.
LOS CIMIENTOS HISTÓRICOS DEL SAQUEO IMPERIAL
Los primeros grandes imperios de la historia establecieron las bases de lo que sería una larga tradición de explotación económica mediante la conquista. En Mesopotamia, Egipto, China y la India, surgieron estructuras estatales centralizadas que «legislaban, impartían justicia y ejecutaban sobre un extenso territorio que agrupaba a muchas ciudades» (eumed.net).
Estos imperios perfeccionaron sistemas de extracción de riqueza mediante tributos, esclavitud y control de las rutas comerciales.
El Imperio de Alejandro Magno ofrece un ejemplo temprano de cómo la conquista militar servía como vehículo para la acumulación de riqueza. Como se describe en los documentos, Alejandro y sus falanges macedonias conquistaron todo el Imperio persa en tan sólo ocho años, apoderándose de inmensos tesoros y estableciendo un sistema de control sobre territorios que se extendían hasta la India. Patrón similar exhibiría el Imperio Romano, que transformó el Mediterráneo en su «Mare nostrum» y extrajo recursos de todos los territorios conquistados, desde las minas de plata hispanas hasta los graneros egipcios.
Con la era de los descubrimientos, las potencias europeas perfeccionaron el arte del saqueo imperial a escala global. España y Portugal inauguraron lo que podría considerarse el primer «imperio global» de la historia: «por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes del mundo» (eumed.net).
El flujo de metales preciosos desde América hacia Europa financió las guerras y el desarrollo económico europeo durante siglos, a costa del exterminio y la explotación de poblaciones indígenas.
El Imperio británico llevaría este modelo a su máxima expresión, estableciendo una red global de colonias y territorios controlados que proveían de recursos naturales y mercados cautivos a la metrópoli. El comercio de esclavos, la extracción de recursos en condiciones de cuasi-esclavitud y la destrucción de industrias locales competitivas fueron algunas de las estrategias empleadas para consolidar su hegemonía económica.
ESTADOS UNIDOS, LA SUPERPOTENCIA DEPREDADORA
Estados Unidos emergió como potencia global practicando una versión modernizada del juego imperial tradicional. Bajo la Doctrina Monroe y su corolario Roosevelt, se autoproclamó potencia hegemónica en América Latina y el Caribe, interviniendo militarmente en múltiples ocasiones para proteger sus intereses económicos. La diplomacia de las cañoneras y las intervenciones directas aseguraban el acceso a mercados, recursos y rutas comerciales estratégicas.
Tras la Segunda Guerra Mundial, con las potencias europeas debilitadas, Estados Unidos ascendió a la condición de superpotencia global, rol que se consolidaría tras el colapso de la Unión Soviética.
Como se señala en uno de los documentos, «después de que se desintegrase la Unión Soviética a principios de 1990, Estados Unidos quedó como la única superpotencia restante de la Guerra Fría». Esta posición hegemónica le permitió moldear las instituciones internacionales a su medida y establecer un sistema económico global que privilegiara sus intereses.
La economía estadounidense se ha vuelto profundamente dependiente de lo que el presidente Eisenhower denominó el «complejo militar-industrial». Con un presupuesto militar que supera al de los siguientes diez países combinados, Estados Unidos ha convertido la guerra en un negocio extraordinariamente lucrativo para sus corporaciones de defensa.
Como se documenta en uno de los artículos revisados, la administración Biden ha solicitado al Congreso «842 mil millones de dólares para el Pentágono en el año presupuestario 2024», lo que representa «la solicitud más grande desde el pico de las guerras de Irak y Afganistán» (france24.com).
Este apetito insaciable por el gasto militar requiere enemigos externos y conflictos perpetuos, creando un círculo vicioso de intervencionismo que justifique tales desembolsos. Los resultados son visibles en las sucesivas guerras e intervenciones que han marcado las últimas décadas, desde Vietnam hasta Afganistán, pasando por Irak, Libia y Siria.
EL SAQUEO CONTEMPORÁNEO
La invasión de Panamá en 1989 constituye un ejemplo paradigmático de cómo Estados Unidos utiliza pretextos para justificar intervenciones militares que persiguen objetivos geoeconómicos estratégicos. Como se documenta extensamente en varios de los materiales consultados, la llamada «Operación Causa Justa» fue oficialmente justificada como una medida necesaria para detener el narcotráfico y defender la democracia.
El general Manuel Antonio Noriega, quien había sido durante años un aliado útil para Washington y colaborador de la CIA, fue convertido de pronto en enemigo público número uno. Como se describe en los documentos, Noriega «había sido aliado clave de Estados Unidos durante el final de la Guerra Fría, trabajando como agente de la CIA, al tiempo que tejía vínculos con el narcotráfico» (elnacional.com). Cuando dejó de ser funcional a los intereses estadounidenses, fue acusado de narcotráfico y derrocado mediante una invasión militar que causó entre 500 y 4 mil víctimas panameñas, según distintas fuentes.
El verdadero objetivo de la invasión, sin embargo, habría sido asegurar el control estratégico del Canal de Panamá en vísperas de su traspaso completo a soberanía panameña, previsto para el año 2000 según los Tratados Torrijos-Carter de 1977. Como se señala en uno de los documentos, estos tratados «condicionaba la defensa del canal de manera conjunta, a través de un tratado adicional, dando la posibilidad de intervenir militarmente en Panamá si la operación del canal se viese comprometida».
La invasión aseguró que, aunque panameño en papel, el canal permaneciera bajo control efectivo estadounidense.
Continuará…