ENTREVISTAS
Periodismo frente a la impunidad en el acoso y violencia de género: «No se decreta, se construye», Nadia Madrigal
Por Diego Morales Heredia
En Jalisco, donde la violencia contra las mujeres se cruza con la vida cotidiana y con la impunidad institucional, Nadia Madrigal Villaseñor se ha convertido en una de las voces imprescindibles del periodismo crítico. Con una trayectoria consolidada en En Punto Político y otros espacios radiofónicos, la periodista —recientemente reconocida con el Premio Estatal de Periodismo— ha transformado el micrófono en un instrumento de denuncia y resistencia.
No se limita a reportar: analiza, confronta y revela patrones persistentes de acoso callejero normalizado, violencia doméstica invisibilizada y fallas institucionales que desalientan a las víctimas. En un estado golpeado por feminicidios y desapariciones, especialmente en municipios como Tlajomulco, su trabajo obliga a las autoridades a mirarse en el espejo roto de sus omisiones.
Nadia Madrigal no solo registra los datos, sino las heridas. Ha documentado cómo la cifra negra distorsiona la percepción pública, creando la idea de que la violencia disminuye cuando, en realidad, se desplaza hacia entornos digitales. Su postura es firme: “sí les creo” a las víctimas, y utiliza el periodismo como puente entre la ciudadanía y las instituciones.
En entrevista para Conciencia Pública, evalúa el Plan Integral contra el Abuso Sexual impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum como un avance histórico, pero advierte: en Jalisco, con un Congreso fragmentado y resistencias políticas, su éxito dependerá del acompañamiento social y su articulación con programas locales como Pulso de Vida.
Lo que distingue a Nadia es su militancia periodística con perspectiva de género. Recomienda coberturas críticas que contrasten las acciones federales con las omisiones estatales, mesas de análisis con especialistas y campañas de información sobre derechos. Tras el acoso a la presidenta Sheinbaum, pide un periodismo que evite el morbo y opte por narrativas de resistencia. “El cambio cultural no se decreta: se construye”, afirma.
Esta conversación es más que un análisis: es un llamado a romper el pacto machista. En un estado donde las mujeres recorren la ciudad expuestas a brechas salariales, riesgos cotidianos y desigualdades estructurales, Madrigal recuerda que el periodismo comprometido es la última trinchera contra la indiferencia. Su mensaje final es contundente: apoyar a las mujeres no es postura, es convicción.
LA ENTREVISTA
¿Cuáles son los patrones más alarmantes de acoso y violencia contra las mujeres que ha documentado?
“A través de En Punto Político hemos documentado un patrón persistente de acoso callejero normalizado, violencia doméstica invisibilizada y una preocupante violencia institucional. En Jalisco, los feminicidios y las desapariciones —especialmente en zonas urbanas como Guadalajara y Tlajomulco— muestran una crisis estructural que el gobierno no quiere admitir. La falta de políticas integrales ha dificultado soluciones, aunque la presión social ha obligado a poner el tema en la agenda pública”.
¿Qué barreras enfrentan las víctimas para denunciar y cómo afecta esto a la percepción pública?
“Las víctimas enfrentan miedo a represalias, desconfianza en las autoridades, revictimización en los ministerios públicos —muchas veces las hacen esperar horas para que desistan— y falta de acompañamiento psicológico y legal. La cifra negra es enorme y distorsiona la percepción social: parece que la violencia baja, pero en realidad solo cambia de forma y se traslada al espacio digital”.
¿Cómo evalúa el Plan Integral contra el Abuso Sexual de la presidenta Sheinbaum?
“El plan representa un avance histórico al homologar el acoso como delito grave con penas de seis a diez años. Pero en Jalisco enfrentará resistencias legislativas. Su viabilidad depende de la presión ciudadana, de la voluntad política y de que se articule con programas como Pulso de Vida y los Puntos Púrpura”.
¿Qué impacto pueden tener las campañas de sensibilización en Jalisco?
“Pueden romper el silencio si se adaptan al contexto local. En Guadalajara, donde la violencia urbana se cruza con desigualdades de género, es vital que estas campañas lleguen a medios comunitarios, redes sociales y espacios como En Punto Político. La reunión del 13 de noviembre con legisladores fue un paso importante para alinear discursos y compromisos”.
¿Qué estrategias periodísticas recomienda para acompañar la armonización legislativa?
“Cobertura crítica y permanente. Mesas de análisis con juristas, activistas y legisladores, además de campañas ciudadanas para informar sobre derechos. El periodismo es un puente entre la sociedad y la ley. Y sí, por ser mujer, muchas víctimas se sienten en confianza para denunciar a través del micrófono porque sí les creo”.
Tras el acoso a la presidenta, ¿cómo deben cubrir los medios estos temas para evitar revictimizar?
“Evitar el morbo. Usar lenguaje respetuoso. No culpar a la víctima. Dar voz a especialistas en género. Capacitar a periodistas y actualizar manuales de estilo. La narrativa debe ser empática, y orientar hacia un futuro donde las mujeres puedan vestirse como quieran sin miedo”.
¿Cuáles son las fortalezas y limitaciones del plan federal para un cambio cultural profundo en Jalisco?
“La fortaleza es su enfoque integral y el respaldo presidencial. La limitación está en la coordinación estatal y en la impunidad. El cambio cultural no se decreta: se construye. Los periodistas debemos informar con perspectiva de género y visibilizar historias de resistencia. Muchas veces las autoridades presentan programas sin conocer el tema, como algunos puntos morados”.
¿Qué mensaje envía a su audiencia sobre el liderazgo de la presidenta Sheinbaum?
“Desde En Punto Político amplificamos luchas y liderazgos femeninos. El acoso a Sheinbaum refleja una violencia estructural. Urge romper el pacto machista: más liderazgos, más espacios seguros y medios veraces. La indignación no basta: hay que actuar”.
¿Cómo impulsar la reeducación contra actitudes machistas en Jalisco?
“Desde mi programa impulsamos la reeducación todos los días: cuestionamos estereotipos, denunciamos abusos y visibilizamos a mujeres que construyen futuro. No es solo cobertura: es militancia periodística. Porque apoyar a las mujeres no es postura, es convicción”.
