MUNDO
ONU urge al gobierno federal a investigar agresiones en la marcha de la Generación Z
Por Francisco Junco
La relatora especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación, Gina Romero, expresó su preocupación por las agresiones registradas durante la marcha de la autodenominada Generación Z, realizada el pasado sábado en distintos estados del país.
A través de un mensaje difundido en la red social X, urgió al gobierno federal a revisar a fondo lo ocurrido y a frenar el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes y periodistas.
Romero señaló que recibió información sobre el empleo de armas menos letales y tácticas que vulneraron los estándares internacionales de actuación. En su pronunciamiento enumeró cinco acciones que el gobierno mexicano debe atender de inmediato, comenzando por detener la estigmatización de la protesta pacífica, práctica que, advirtió, inhibe el ejercicio de derechos fundamentales.
La relatora también enfatizó la importancia de que las autoridades respeten el principio de diferenciación entre manifestantes pacíficos y personas que incurren en actos violentos. Subrayó que criminalizar a toda la movilización resulta inaceptable y contradice los principios básicos de protección a la libre manifestación.
Otro de los puntos señalados fue la necesidad de investigar posibles infiltraciones, incluyendo a presuntos agentes provocadores, cuyo objetivo sería generar caos y justificar la dispersión de la protesta, e insistió en que esclarecer este aspecto es crucial para evitar que episodios similares se repitan.
Dentro de las exigencias también se encuentra garantizar atención médica para todas las personas heridas durante la jornada, incluidas los policías lesionados.
La funcionaria de la ONU recalcó que ninguna agresión debe quedar sin registro ni seguimiento. Asimismo, llamó al Estado mexicano a asegurar la independencia judicial en las investigaciones relacionadas con los hechos del sábado. Según la relatora, solo con autonomía institucional se podrá llegar a conclusiones creíbles y reparar el daño ocasionado.
Los incidentes se intensificaron cuando un grupo de manifestantes arribó al Zócalo capitalino e intentó derribar las vallas metálicas que resguardaban Palacio Nacional.
La confrontación derivó en el uso de gases y extintores desde el interior de las barreras. Aunque los manifestantes lograron tumbar las protecciones, también se registraron agresiones contra los elementos policiacos.
La respuesta de los uniformados escaló y alcanzó no sólo a los participantes de la marcha, sino también a periodistas y fotógrafos que documentaban lo ocurrido. Entre ellos se encontraba el fotoperiodista Víctor Camacho, quien fue golpeado por policías capitalinos y despojado de su equipo de trabajo, un hecho que vuelve a encender las alarmas sobre la violencia ejercida contra la prensa en México.
