Libro del diputado Omar Cervantes: «Derecho al techo», la vivienda como política de paz

Por Francisco Junco

En el marco de la FIL Guadalajara, Omar Cervantes Rivera, diputado local de Movimiento Ciudadano, presentó su libro Derecho al techo bajo la premisa de que “el derecho a la vivienda es un derecho que habilita a otros derechos”. Su planteamiento no se limitó a la técnica legislativa; insistió en que la vivienda adecuada no solo contiene muros y techos, sino condiciones de vida, seguridad emocional, comunidad y, sobre todo, paz.

Para Omar Cervantes, una vivienda digna es el punto de partida para reconstruir el tejido social que México perdió entre desigualdades, expansión urbana caótica y abandono institucional.

El autor explicó que el libro nace después de años de trabajo en Tlajomulco, un territorio donde la crisis de vivienda se vuelve un espejo del país. Lo definió como un esfuerzo colectivo, donde investigaciones, políticas públicas, programas piloto y discusiones legislativas buscaron responder a una pregunta urgente: ¿cómo hacer que una casa vuelva a ser hogar?

En su mensaje dejó claro que su obra es un llamado a replantear la arquitectura ética del Estado, porque, dijo, “cuando una vivienda está bien pensada, no es un refugio temporal, es un proyecto de vida”.

En una de sus reflexiones más amplias, Omar recurrió al núcleo conceptual del libro al señalar que la vivienda adecuada es, en esencia, una política de paz. Recordó que en cinco de los seis capítulos aparece el concepto de paz como una guía transversal.

“No podemos hablar de seguridad si alguien vive aislado, desconectado, sin servicios, sin comunidad. No podemos hablar de oportunidades si una familia pierde tres horas al día en el transporte. El hogar es la primera institución de la vida y, si está rota, todo lo demás también lo está”, sostuvo.

Salvador Zamora, secretario general del Gobierno del Estado, en su intervención lo hizo con una memoria personal que marcó el tono de su mensaje y describió a Omar como aquel joven lleno de energía, convicción y deseos de cambiar Tlajomulco desde “el minuto uno” de su transformación.

Después de recordar esa etapa inicial, Salvador Zamora aseguró que ver hoy a ese mismo joven convertido en diputado y autor de un libro que propone una nueva visión de vivienda “es un orgullo para quienes caminamos juntos en este proyecto”.

El funcionario estatal dedicó luego un extenso tramo a recordar sus años como activista opositor al proyecto Chula Vista. En ese recuerdo se sostuvo para afirmar que “este libro me recuerda exactamente por qué luchábamos, porque no puede ser posible que, si queremos construir una ciudad que cuida, alejemos a las personas de la ciudad”.

Subrayó que durante décadas la política de vivienda en México privilegió intereses económicos por encima del bienestar humano, generando lo que él llamó “un fracaso total” en la planeación urbana del país.

Recuperó un momento clave de su gestión, cuando se dio la implementación del primer plan de ordenamiento ecológico territorial en Tlajomulco en 2010. Lo presentó como una revolución en la forma de construir ciudad: primero proteger el territorio, luego diseñar el desarrollo urbano. Explicó que gracias a esas decisiones Tlajomulco dejó de ser el “patio trasero” para convertirse en “una potencia económica y social”, con infraestructura, universidades, hospitales y oportunidades que hace dos décadas parecían imposibles.

En la presentación también estuvieron Héctor Guillermo Hernández Aguayo, oficial mayor de la Secretaría General del Gobierno del Estado de Jalisco; Jorge Gregorio Casillas García, director general de esta misma dependencia estatal; el diputado local y coordinador de la bancada local de Movimiento Ciudadano, José Luis Costado Bastidas.

Víctor Julián Rosales, moderador de la presentación, resumió el espíritu del libro y dijo que “la vivienda adecuada es el origen de la paz social y el corazón de la gobernabilidad”, y relató cómo Tlajomulco se convirtió en un laboratorio de políticas públicas capaz de demostrar que recuperar una casa es, en realidad, reconstruir un vínculo.

Guillermo Hernández Aguayo aseguró que el libro funciona, sin proponérselo, como “un diagnóstico sociológico de los efectos de la modernidad líquida” y citó a Bauman para explicar cómo el hogar, antes un símbolo de permanencia, se transformó en un espacio temporal y frágil. “La casa Buendía daba identidad; la casa líquida ofrece solo contención temporal”, expresó haciendo referencia a Cien años de soledad.

Subrayó que en México los hogares se han vuelto extraterritoriales, familias fragmentadas por la migración, padres e hijos viviendo en continentes distintos, vínculos que resisten gracias a rituales domésticos, decoraciones personalizadas y estrategias psicológicas de minimalismo emocional. Su reflexión se centró en cómo la vivienda contemporánea dejó de ser destino para convertirse en proceso, un símbolo de movilidad, supervivencia y búsqueda de sentido.

En el punto más crítico de su análisis, Hernández Aguayo lanzó una idea que resonó en el auditorio, y señaló que “el ser humano es el único animal que paga por habitar el mundo”. Añadió que el libro propone justamente cuestionar esa lógica y exigir que la vivienda deje de verse como mercancía para convertirse en un derecho humano integral.

Jorge Casillas García partió, en su intervención, con una pregunta que, dijo, acompaña al equipo desde hace 15 años: ¿por qué hay personas sin hogar en un país lleno de casas vacías? Y él mismo respondió: “Porque no todas las casas son hogares”. Para Casillas, la vivienda solo existe plenamente cuando hay comunidad, servicios, movilidad adecuada y relaciones humanas que sostengan el día a día.

Enumeró factores que impiden que una casa se transforme en hogar, y cuando hay traslados larguísimos, falta de servicios, ausencia de escuelas cercanas, colonias sin interacción vecinal, escasez de agua y planeación urbana que no piensa en las personas.

Destacó que Jalisco ha dado pasos firmes para detener la expansión irresponsable, como la defensa de Los Colomos y la política de no permitir una sola casa más en Valle de los Molinos.

En la parte central de su mensaje insistió en que el reto del país ya no está en la cantidad de viviendas, sino en su calidad humana. “No necesitamos más casas; necesitamos fabricar hogares”, repitió. Y defendió la idea de que esta discusión debe convertirse en un debate nacional, porque la política de vivienda, dijo, “no está ni cerca de resolverse”.

El diputado José Luis Tostado, con un mensaje centrado en las implicaciones constitucionales del derecho a la vivienda. Recordó que el libro recoge propuestas que desde el Congreso se han convertido en iniciativas concretas, como Mi Primera Renta y Renta Segura. Ambas, explicó, buscan enfrentar la realidad de jóvenes que no pueden independizarse y propietarios que temen arrendar sin garantías.

Además, explicó que estas iniciativas no nacen de ocurrencias, sino de diagnósticos reales y legislaciones comparadas y apuntó que “se trata de responder a lo que la gente vive, pide y merece”, y añadió que la vivienda digna es, además de un derecho, “justicia social, paz comunitaria y futuro”.

El diputado destacó la insistencia de Omar Cervantes en vincular la vivienda con la paz social. Lo mencionó como una convicción que se repite en prácticamente toda la obra y dijo la vivienda es el punto desde el cual se detona o se rompe el orden social. También reconoció el trabajo del equipo que colaboró en el libro, subrayando que la propuesta es tan sólida que “el libro se defiende solo”.

Víctor Julián Rosales destacó que la vivienda debe verse como condición de gobernabilidad y recordó que Tlajomulco pasó de ser un municipio experimental a convertirse en un referente de políticas públicas innovadoras, con programas que hoy son estudiados en otras ciudades del país.

Derecho al techo no es un libro técnico, sino una invitación a pensar el hogar como un espacio emocional, histórico y político. Lo describió como una obra que articula experiencias, propuestas, diagnósticos y un planteamiento de futuro que puede reconfigurar la discusión sobre la vivienda en México.