Serrat en Guadalajara: «Mis canciones llenas de mi barrio»

Por Mario Ávila

A través de su cuenta en la red social TikTok, Joan Manuel Serrat dijo: “Yo también soy uno de los que vamos a participar en la FIL de Guadalajara, la Feria Internacional del Libro que se hace en Guadalajara, Jalisco, y voy como barcelonés, como jalisciense, también como tapatío y porque es uno de los lugares que más me gusta del mundo, porque me siento más querido del planeta Tierra; esta República Mexicana ha sido para mí una segunda casa y cada vez que vuelvo, el corazón me late de una manera especial».

«Gracias a todos y volver a Guadalajara como barcelonés es un honor y me parece algo maravilloso. Ale, chicos, no sudéis”, dijo el cantautor.

Desde ese momento, un mes antes de que empezara la FIL, los tapatíos, los jaliscienses y los cientos de miles de visitantes que cada año asisten a esta importante feria que durante 39 años ha logrado posicionarse como la mejor del mundo en habla hispana, ya recordaban y tarareaban todos los días las melodías con las que crecieron, escuchando siempre a Serrat.

Incluso me consta que muchos de los que este año visitaron la FIL, lo hicieron motivados por la presencia del artista catalán, que se ha paseado por los pasillos de la feria y por los salones de los hoteles cercanos, estuvo en la rueda de prensa multitudinaria este martes, el jueves protagonizó un encuentro con millar de jóvenes y el viernes fue condecorado por la Universidad de Guadalajara con el doctorado honoris causa.

A propósito de la rueda de prensa, en donde un centenar de cámaras, flashes y grabadoras le apuntaban al cuerpo, como un objetivo relevante sin que al menos hubiera abierto la boca, mencionó en tono socarrón: “Yo quería hacer una conferencia de prensa, para quitarme de encima a todos vosotros; luego, al verlos, me doy cuenta de la tontería que había dicho, tratándose el país de que se trata y de las circunstancias que siempre y de cuáles son mis obligaciones; agradezco mucho la presencia de todos y cada uno de ustedes, lo que me permite, después de mucho tiempo de no conversar directamente, tener un ratito para tener una charla distendida, tranquila y lo más amable que se pueda. Gracias por estar aquí y ustedes tienen la palabra.

E inició con sus generales, por todos conocidos: “Yo soy barcelonés, nací en Barcelona, en uno de sus barrios, un barrio cercano al mar y cercano a la montaña, un barrio obrero, de una población mayoritariamente inmigrante en todas las épocas; eran inmigrantes de una parte de España que venía a Barcelona a ganarse la vida y aprender un nuevo camino; en este momento, mi barrio es un barrio de una población migrante mayoritariamente americana, mucho latinoamericano, mucha gente también de países árabes, gente que viene a ganarse la vida y a tratar de buscar una tierra mejor para sus hijos. Mis canciones están llenas de mi barrio y difícilmente yo podía haber escrito, haber hecho un trabajo lejano de mi propia realidad”.

Dijo llevar con orgullo su ciudadanía, de haber nacido donde nació, porque de otra manera sus canciones no hubieran existido. Pero se le notaba que le interesaba hablar de México, de su segunda casa, del país que lo recibió, lo cobijó y en donde también triunfó desde los primeros años de su carrera.

“México para mí fue una casa que se me abrió cuando se me cerraron las puertas de mi casa; yo había estado en México desde el año 70, mi relación profunda con México se hace a través de un exilio forzoso que viene, por un lado, a soportar que no había podido volver a mi casa… (.) y desde entonces siempre me han dicho que las puertas están abiertas; me siento muy feliz, muy honrado. He tratado de entender este país todo lo que he podido, con las dificultades que eso conlleva, pero con la hermosura que tiene; también es un país mágico, es un país sorprendente, difícil, alburero, y he llegado a entender este lenguaje de este país”.

DE LA JUVENTUD Y LA VEJEZ

El maestro, el poeta, el cantante, el actor, el compositor, el escritor, el guitarrista, Joan Manuel Serrat habló cómodamente durante más de una hora, estuvo de muy buen humor, tranquilo, incluso bromista, pero en todo momento mantuvo a la audiencia atenta y expectante.

Habló de todo lo que le preguntaron y de lo que no. Recordó sus inicios de su carrera a los 20 años cuando a la vez estudiaba la carrera de Agronomía y después de haber cursado el bachillerato en industria minera en la Universidad Laboral; pero también se refirió a la determinación de retirarse de los escenarios hace un par de años.

Recordó a su padre, obrero; a su madre, ama de casa; su barrio en Puerto Seco y su niñez disfrutando el ambiente de la calle, la música de la radio y las voces de los grandes poetas que tanto lo inspiraron, lo motivaron y lo llevaron a escribir y a cantar, de lo que escuchaba.

Pero se sintió tan cómodo en Guadalajara que llegó el momento en el que dijo que, si no lo hubieran invitado, él de cualquier manera habría venido a la FIL.

Y en esa comodidad en la que se sintió el artista en la rueda de prensa, habló también de la juventud y de la vejez.

De la juventud, dijo: “Me parece maravilloso, porque en ese orden de espíritu, hay un espíritu de disconformidad, hay un espíritu de rebeldía, es decir, que es necesario que el ser humano mantenga y que gracias a la juventud esto se puede ir pasando de una época a otra; ser joven es muchas cosas hermosas, es ser fuerte, es ser bello, pero no se es eternamente fuerte, ni eternamente bello, es decir, son estados temporales de la vida, que lo primero que debe aprender alguien que está en este estado, que es temporal, es que es eso relativo y provisional y que por delante y por detrás (no es albur), hay otros con los cuales hay que hacer, hay otros, en los cuales hay que aprender el camino”.

También dijo que es una época de la vida, “porque hay quien dice que mientras uno se sienta joven… me gustaría discutirlo; a mí me gustaría sentirme joven, pero diferentes partes de mi anatomía se niegan a sentirse jóvenes”.

Y reflexionó: “Yo soy un hombre mayor, tirando a viejo, yo no renuncio, a mí no me molesta ser viejo, lo que me molesta es el trato que se le da a los viejos”.

«En lo que estoy en desacuerdo —puntualizó— es que esta sociedad ya de por sí soberbia, ya de por sí desagradecida, tenga este maltrato con la gente que ha entregado toda su vida a hacer posible aquello que está ocurriendo hoy; la gente que pasó antes que ustedes, esto es lo que a mí me desagrada y por lo cual yo estoy en pleno desacuerdo de que la vejez tenga un trato tan desagradecido, tan paternal en algunas cosas. Siéntese aquí, sentadito, siéntese. Esto no me gusta, pero lo digo siempre y lo he dicho desde que no era tan viejo, o sea, no es rencor».

“MEDITERRÁNEO”, UNA DE LAS OBRAS CON LA QUE HABRÁ DE TRASCENDER

Dentro de su discografía, destacan obras en las que musicalizó las composiciones de muchos de los poetas más laureados, como Antonio Machado, a quien le dedica un trabajo completo que consta de 12 canciones; de Miguel Hernández, hubo dos discos completos dedicados a la evocación de su figura poética, pero también cantó la obra de Rafael Alberti, de Ernesto Cardenal, de Eduardo Galeano y de Jaime Sabines.

De los poetas dijo: “Ellos no renunciaron a la palabra, porque ellos vivían con la palabra, cada uno muy diferente, Machado, un pastor de cabras, y el Hernández, un profesor, ambos maestros de literatura y poetas por sí mismos; para mí ponerles música fue, hay que entenderlo, sin saber; al ver sus versos descubrí que en mí podían existir unas hermosas canciones, yo como seguidor de canciones, qué versos más hermosos, qué canciones más bellas y todo lo que aprendí con la música. Entendía que yo lo que quería era hacer buenas canciones y, afortunadamente, hice las canciones que la gente ha mantenido en la memoria y que han tenido cercana a mi vida a una pequeña imagen de la obra de estos poetas”.

Carolina Rosich, una destacada periodista de TV3 la televisión pública de Cataluña, fue la persona indicada con la que pudimos seguir hablando de Serrat, ya sin Serrat en la conferencia de prensa. De colega a colega e incluso de fan a fan, habló para los lectores de Conciencia Pública sobre la trascendencia de Serrat.

Para nosotros -dijo-, en Barcelona, en Cataluña, Serrat es la banda sonora de toda una generación que vivió la época del franquismo, de la dictadura, tiempo en el que se escuchó una voz de libertad y sobre todo, con Serrat tenemos una conexión emocional muy grande, porque todas sus canciones retratan de una manera muy especial nuestra ciudad, nuestra manera de ser, nuestra manera de vivir, nuestra cotidianidad. Yo creo que Serrat ha hablado como nadie del amor, de la cotidianidad, de estas cosas pequeñas, pero que son tan grandes y tan importantes.

México para él —abundó— fue importante no solo en tiempos de la dictadura, del exilio, porque él siempre ha tenido una calidez muy grande del público de México; piensa que aquí también es un ídolo musical.

La comunicadora planteó que el peso de Serrat en Cataluña es importantísimo y aseguró que tienen pocas figuras musicales de ese tamaño. Incluso hablando de la trascendencia de su música, aseguró que, en su opinión, será “Mediterráneo” la obra con la que trascienda en el tiempo y en las generaciones, “porque Mediterráneo nos representa tanto y de alguna manera nos conecta también con nuestra lengua, con nuestra tradición, con nuestro pueblo”.

«Yo creo que Serrat —puntualizó— ha dejado un legado, una herencia musical en 60 años de trayectoria, que me parece bastante inigualable; veo pocas figuras que tengan esta dimensión internacional de un lado y otro del Atlántico, porque él, de alguna manera, la ha tenido allí, como acá», agregó.