LOS PELOTEROS
Un regalo inesperado: Gracias a Maduro y Trump, Guadalajara es la sede de la Serie del Caribe 2026
Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
El béisbol mexicano acaba de recibir un regalo inesperado. Sin haberlo solicitado, Guadalajara se convertirá en la sede de la Serie del Caribe 2026, del 1 al 7 de febrero, en el Estadio Panamericano de Zapopan.
La designación llegó como consecuencia de la cancelación de Caracas, Venezuela, como sede original, tras intensas tensiones políticas entre el gobierno de Nicolás Maduro y la administración de Donald Trump en Estados Unidos.
Dos figuras que poco o nada saben de béisbol terminaron, sin quererlo, entregando al país y a Charros de Jalisco la oportunidad de organizar el torneo más importante del béisbol profesional latinoamericano.
La Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC) tomó la decisión por razones logísticas y de seguridad, factores ajenos a la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP). La incertidumbre política, agravada por sanciones internacionales y conflictos diplomáticos, hizo inviable garantizar la realización del evento en territorio venezolano. Así, con apenas un mes de anticipación, la CBPC recurrió a México, y específicamente a Jalisco, como alternativa viable y confiable.
Charros de Jalisco, club que en los últimos años ha consolidado un proyecto ambicioso, asumirá el rol de anfitrión principal. Íñigo González Covarrubias, presidente ejecutivo de la organización, recibió la noticia con entusiasmo y responsabilidad: “Refrendo el compromiso de Charros y de toda la afición para hacer de esta justa una fiesta deportiva histórica”.
Para la familia González Íñigo, esta designación representa una validación clara de su visión estratégica: en solo cuatro temporadas han conquistado dos banderines de la Liga Arco Mexicana del Pacífico (LAMP), han incursionado en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) de verano y han convertido a Guadalajara en la única ciudad del país con béisbol profesional todo el año.
Este proyecto no solo busca ganar campeonatos, sino posicionar al béisbol como deporte rey en una plaza históricamente dominada por el fútbol. La Serie del Caribe 2026 se presenta como la plataforma perfecta para dar un salto cualitativo. “No hay pretexto para no hacerlo”, afirma González Covarrubias. La organización aceptó el reto a pesar del corto tiempo de preparación, confiando en el respaldo de la CBPC, la Liga Mexicana del Pacífico y las autoridades locales.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, anunció de inmediato que el Gobierno del Estado brindará todo el apoyo necesario. “Sumaremos esta Serie del Caribe a nuestra agenda de eventos deportivos para fortalecer la proyección internacional de la región y generar una importante derrama económica”, señaló. El mandatario recordó el éxito de la edición de 2018, organizada también en Guadalajara, y enfatizó la colaboración conjunta con Charros y la LMP para garantizar un evento impecable.
La edición 2026 tendrá un formato especial: cinco equipos participantes. México contará con dos representantes (el campeón y el subcampeón de la temporada 2025-2026 de la LMP), junto a República Dominicana, Puerto Rico y Panamá como país invitado. Venezuela, por la cancelación de su sede, todo parece que no participará. Esta configuración representa una oportunidad única para los tapatíos: si Charros logra el campeonato o el subcampeonato, la afición local podría disfrutar de dos equipos mexicanos en casa, maximizando el apoyo en las gradas y elevando el espectáculo.
El Estadio Panamericano, con capacidad para más de 16,000 espectadores y sede de los Juegos Panamericanos 2011, ya cuenta con infraestructura de primer nivel. Sin embargo, la organización ya trabaja en mejoras puntuales para garantizar la experiencia del público: seguridad, accesibilidad, pantallas gigantes y una oferta gastronómica y cultural que resalte la identidad jalisciense.
Para Charros de Jalisco, ser sede no es solo un honor; es una responsabilidad y una ventana al mundo. Actualmente, el equipo está muy cerca del primer lugar en el standing de la LMP y tiene serias posibilidades de bicampeonato, lo que haría aún más emotiva su participación como anfitrión.
La directiva sabe que este evento puede marcar un antes y un después: consolidar a Guadalajara como capital del béisbol mexicano, atraer turismo deportivo, generar empleo temporal y demostrar que el proyecto deportivo de la familia González Íñigo no es solo competitivo, sino también visionario.
En un contexto donde el fútbol sigue dominando la atención en Jalisco, la Serie del Caribe 2026 podría ser el punto de inflexión. Miles de aficionados llenarán el Panamericano, la televisión nacional e internacional transmitirá el torneo y la ciudad se vestirá de béisbol.
Será una fiesta histórica, como prometió Íñigo González, y una oportunidad irrepetible para que Charros y Jalisco demuestren que, cuando se habla de grandeza en el diamante, México tiene con qué responder.
Gracias a las circunstancias geopolíticas, el béisbol jalisciense recibió un regalo inesperado. Ahora depende de todos —jugadores, directiva, afición y autoridades— convertirlo en una celebración inolvidable.
¡Que venga la Serie del Caribe 2026!


