REPORTAJE
Consulta de revocación de mandato, grave polarización social: Dos visiones de votar o no votar, Cecy Márquez y Guillermo Velasco
Por Mario Ávila //
El ejercicio de Revocación de Mandato, una de las herramientas democráticas de participación ciudadana que se habrá de estrenar en la historia del país el próximo domingo 10 de abril, ha causado una evidente polarización, entre quienes invitan a que la gente participe en el ejercicio para votar en favor de la continuidad del presidente y quienes sugieren que lo mejor es abstenerse.
Sin embargo, hay otro grupo, que aparentemente son los menos, que son los que sugieren acudir a las urnas entre las 8 de la mañana a las 6 de la tarde el próximo domingo, para votar por revocar el mandato al presidente Andrés Manuel López Obrador, a fin de que sea separado del cargo.
Hacer realidad este procedimiento, ha generado una gran controversia en las altas esferas de la política y ha sido uno de los principales temas en los últimos tiempos, sobre todo porque podría resultar trascendental el ejercicio, una vez que el resultado podría servir solo como pretexto para la extinción del Instituto Nacional Electoral, cuyo funeral ya ha sido anticipado por el partido en el gobierno y la iniciativa para que esto ocurra en el marco legal, se habrá de presentar al Poder Legislativo en cuanto termine el procedimiento.
La Revocación de Mandato es el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía, para determinar la conclusión anticipada en el desempeño de la persona titular de la Presidencia de la República, a partir de la pérdida de la confianza y de ahí que la pregunta que se hará a los ciudadanos será: ¿Estás de acuerdo en que a Andrés Manuel López Obrador, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo?

EL EMPODERAMIENTO CIUDADANO ES UNA REALIDAD
Cecilia Márquez Alkadef, diputada federal de Morena
¿Votar, si o no y por qué?
Sí, porque es una herramienta de la más alta utilidad en materia democrática, porque si se crea el antecedente que nosotros estamos buscando la ciudadanía saldría beneficiada en todos los niveles, en el federal, en el estatal y en el municipal, las decisiones estarían en cada una de las acciones de los funcionarios elegidos mediante el voto, siempre cuestionadas por el pueblo.
¿Cómo considera la participación del INE en este proceso?
Muy pobre, muy alejado de lo que el instituto tiene como origen, el promotor principal de la democracia quedó pobre y evidenció que quienes están al frente de la institución en estos momentos, consejeros y algunos asesores, tienen un patrón y no es el pueblo de México, es claro que son los intereses económicos y financieros que siempre han estado intentando manipular a la opinión pública y ahora no se los vamos a permitir.
¿El resultado servirá de algo?
Sí, hemos ido avanzando en materia de consulta pública, porque no deja de ser esta una consulta también que crea un antecedente vinculatorio. Si tú revisas los ejercicios que se han hecho a lo largo de este gobierno promovidos también desde antes por parte de un movimiento de regeneración nacional, hemos ido avanzando en la participación, al principio la gente no creía en estos ejercicios. Por eso ahora están tan desesperados en la oposición porque están dándose cuenta que la gente está descubriendo el poder que tiene y el valor que puede ejercer en la democracia y en esos sentidos es en donde nosotros hemos abonado, el hecho de que la gente empiece a comprender que el poder es de ellos, que la voz es de ellos y que tienen que no solo que exigir que se escuche, sino que tienen herramientas como esta para poder ejercerla. Cualquiera que sea el resultado, si se incrementa el número de personas que salieron a ejercerlo, ya es una ganancia.
¿Es un gasto o una inversión; vale la pena o es inútil?
Siempre como ha manejado en este caso el INE los recursos, es un gasto, pero como nosotros lo proponemos y como nosotros se los hemos dicho desde que fueron al Congreso de la Unión para halar sobre su propuesta y como ellos la presentaban, es un gasto; pero si es como todos los diputados en el Congreso propusimos, sin duda se trata de una inversión. Y la mayor inversión es que la gente entienda que el valor democrático tiene que seguir cultivándose día a día, no es una cuestión que tiene que permanecer dormida por tres o seis años, tiene que mantenerse y es el Instituto Electoral el garante de que eso se promueva, pero como en estos momentos va contrario a los intereses de los que realmente colocaron a los consejeros en donde están, por eso hay algunas voces que dicen que es algo innecesario. Nunca será innecesario promover la democracia en este país.
¿Y después del 10 de abril, qué sigue?
Continúa lo que nosotros tenemos que seguir haciendo, desde luego atender la iniciativa presidencial de reforma electoral tan necesaria en este país para que se acaben los malos manejos, las interpretaciones charras y sobre todo este tipo de anomalías que ponen en riesgo la verdadera democracia. También hay que decirlo, al mismo tiempo estamos librando una batalla por el país, se trata de la reforma y no es nada más la reforma eléctrica, sino que se trata de la reforma de reformas porque defiende la soberanía energética, como se lo manifestó recientemente el presidente a los empresarios y representantes del gobierno estadounidense, advirtiéndoles que hay oportunidades de hacer negocios en el país, el 46% está abierto para que ellos hagan inversiones siempre y cuando no vaya en contra de los intereses a los mexicanos y con esta reforma se le estará regresando la soberanía al pueblo, lo que quiere decir que los recursos naturales y los recursos energéticos sean en beneficio de todos y cada uno de los mexicanos.

LA REVOCACIÓN, UN EJERCICIO AMAÑADO
Guillermo Alonso Velasco, académico y analista político
¿Votar, si o no y por qué?
No hay que votar. Eso no significa como algunos lo quieren hacer ver, una actitud pasiva o una actitud de dejadez o de falta de conciencia cívica. Yo he venido hablando del concepto de abstención activa. El razonamiento que debemos hacer es preguntarnos, ¿Es el medio eficaz para darle un rumbo distinto a este país, incluso para que deje de avanzar el populismo autoritario?, la respuesta es muy simple: No. Porque entramos a la narrativa del presidente, abonamos en lo que de fondo es una estrategia política, mediática y no un proceso para consultar a la sociedad, de hecho, en la génesis propia del ejercicio, es contra natura que tenga lugar lo que nos vendieron una consulta de revocación, en la que el gobierno con todo, al margen de la ley, hace propaganda bajo el grito ‘no te vayas AMLO’. En realidad, lo que estamos viendo es un tema que se pervierte, se amaña un ejercicio para que desde el gobierno se promueva a todo lo que da, un asunto que no será simplemente vinculante por los números y no va a suceder nada en todo caso, el fortalecimiento del propio presidente en esa narrativa de relanzamiento, de verlo en la boleta, de que inaugure las campañas del 2022, 2023 y 2024, que distraiga respecto a los grandes y graves problemas del país. Así que me parece que es un contrasentido decir que se quiere detener al presidente cuando simplemente aquellos que insistentemente dicen vamos a votar, queriendo con esto ‘botarlo’, en realidad lo que están abonando es en la propia causa del presidente, a mí me parece absolutamente una contradicción.
¿Cómo considera la participación del INE en este proceso?
Yo creo que el INE está atrapado en esta historia, porque efectivamente por el propio cambio constitucional que promovió la mayoría de Morena, el INE en realidad conforme a lo que está estipulado por la ley, tiene que convocar y de hecho convocó, está haciendo su papel, pero curiosamente está teniendo mucho menos recursos, es decir está estrangulado en este tema, con un único propósito, en realidad lo que se está es ‘tendiendo la cama’ para que después el presidente de la República responsabilice, porque no van a llegar a la votación para que sea vinculante sino que no tendrán ni siquiera los votos que obtuvieron en el 2021 que son poco más de 16 millones; en todo caso el presidente va a cantar victoria, pero va a responsabilizar al INE de una consulta en la que no pudo haber más afluencia.
En realidad es atorarlo en un tema de que sí organice, pero limitado, señalado, estigmatizado. Y además ya lo cantó clarito el presidente cuando dice que urge una reforma política que acote al INE, que los consejeros y magistrados sean electos por el voto popular, el presidente lo que está configurando es el desmantelamiento del INE.
Y aún en este escenario hay quien piensa que sí hay que apoyar la revocación porque lo está organizando el INE, cuando no es así, el INE está atrapado en esta consulta, ellos están cumpliendo con la ley, no les queda de otra, están en medio de una consulta amañada mediante la que el gobierno está desafiando a la autoridad, incluso pusieron unos espectaculares frente a las oficinas del INE, no se han callado, han seguido promoviendo y están contra el INE, ahí sí contra la legalidad promoviendo lo que en realidad es un mitin de Morena en realidad, que no consulta ciudadana.
¿El resultado servirá de algo?
Desde el punto de vista jurídico práctico de vinculación, de nada, es decir no se va a lograr llegar a esa cantidad, pero lo que va a contar aquí es la guerra de las narrativas, porque a final de cuentas es, y creo que la oposición lo debe tener claro, el presidente jamás va a llegar a los 30 millones que tuvo en el 2018 y por lo tanto la lectura me parece obligada, el presidente ya no tiene ese respaldo, hoy están desesperados buscando esos votos, pero no van a llegar. El presidente tiene un mandato hasta el 2024, pero lo que sí vamos a ver si la oposición es capaz de hilvanar una narrativa interesante y contundente de lo que claramente va a ser una muestra de menos respaldo al presidente; pero el presidente también hará lo suyo y sabe ‘gobernar’ desde las narrativas, pues dirán que ahí está el pueblo dándole la ratificación. Entonces a lo que nos vamos a enfrentar desde la tarde del domingo es a una guerra de narrativas, pero no va a pasar absolutamente nada desde el punto de vista de cambio en el poder, ni mucho menos.
¿Es un gasto o una inversión; vale la pena o es inútil?
Yo creo que es un despilfarro de recursos porque a final de cuentas se están desatendiendo cosas muy importantes en el país, se dejan de lado por ejemplo temas como el de las escuelas de tiempo completo, las guarderías, medicamentos, etcétera, hay mil urgencias en el país y si sumamos lo que por la vía legal tiene el INE y que representa mucho dinero para un ejercicio que no sirve para nada, en segundo lugar todo el dinero que de manera ilegal se está desviando ya no por parte del INE sino de una campaña en favor de López Obrador que se hace desde el gobierno, esto es distraer recursos y luego también diputados y funcionarios que han pedido licencia y han dejado de atender los temas relevantes como la salud y la reactivación económica, hoy haciendo campaña. Y vuelvo al punto en lo que teóricamente era una consulta ciudadana de revocación, cuando es una estrategia de campaña para decir ‘que siga nuestro presidente’, con recursos del pueblo que no se van a prioridades, yo creo que en ese sentido es un gasto terrible.
¿Y después del 10 de abril, qué sigue?
La sociedad tiene que caer en cuenta que más allá de temas emocionales o de pronto de un enojo, porque yo comprendo el enojo y la indignación por los muchos errores y ausencias del gobierno, pero a mí me parece que debemos caer en cuenta que no basta decirle no al presidente, porque para eso hay una Constitución; yo creo que el gran desafío para el futuro es la construcción de una alternativa ciudadana que la gente en lugar de estar simplemente con enojo, canalice justamente su indignación, en una participación activa para ir tejiendo una alternativa distinta.
El gran desafío para los partidos políticos de oposición es ver si serán capaces de tejer una alianza común, fuerte, sólida y abierta a la sociedad, para tener posibilidades no solamente en la elección del 2024, sino en las previas. Es decir, lo que sigue creo es ver con inteligencia como en un juego de ajedrez los pasos a seguir porque de momento el tema ha sido muy emocional, narrativas que se cuentan desde algunos grupos como diciendo ‘es tu oportunidad, es por tus hijos, a lo mejor ya no tendremos INE, el domingo nos la jugamos’. A mí me parece que es mejor jugar en la cancha de la sociedad y no en la cancha del presidente.
