JALISCO
Alfaro y el conflicto con leones negros
Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Raúl Padilla, el villano favorito, ya no está. ¿Quiere realmente Enrique Alfaro resolver el conflicto con los Leones Negros o en realidad busca que siga vivo? Vamos a ver cómo se comporta en el manejo de este conflicto. Si usa su mano derecha como martillo o utiliza también la izquierda para el manejo político.
Su estilo es subirse al ring e ir a la confrontación. Vamos a ver ahora si sorprende a propios y extraños y hace política inteligente para lograr buenos acuerdos en favor de la educación y de Jalisco.
Se dio el primer encuentro con la participación como mediador del titular de la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López Hernández. No sabemos qué fue lo que se trató en ese primer diálogo, porque ninguno de los actores lo dio a conocer.
¿Cómo fue ese primer diálogo? ¿Qué temas se abordaron? ¿Cuál fue la agenda?
Sin embargo, pocos días después de ese primer diálogo, a su estilo, el gobernador de Jalisco le volvió prender fuego a la hoguera con esa declaración falto de pertinencia cuando expresó lo siguiente: “El diálogo que se retomó para establecer las bases de una nueva etapa, vemos una gran oportunidad para que la universidad vuelva a ser universidad, que pueda mejorarse y fortalecerse la relación con ambos gobiernos, el estatal y federal”.
¿Eso de gran oportunidad que la Universidad vuelva a ser Universidad fue expresión al calor o fue algo con plena meditación?
La interrogante vale, porque si se busca diálogo para construir acuerdos, esa expresión como quiera que se le vea es ofensiva.
¿O cómo tomaría el propio líder naranja si Villanueva le revirara en el mismo sentido de que es una oportunidad histórica que tiene Alfaro para demostrar que es un gobernador con visión de Estado?
Entonces, vale la pregunta: ¿Quiere Alfaro superar el conflicto que se vivió en la era Padilla o quiere aprovechar la oportunidad para demostrar que tiene poder y con ese empoderamiento se sienta en la mesa de diálogo?
La respuesta de Villanueva la dio en el marco de su Cuarto Informe al que no fue Alfaro y creo que la decisión fue atinada, porque las condiciones no estaban para hacerse presente. Fue Enrique Ibarra en su representación y éste se abstuvo de tomar la palabra, que fue una decisión prudente y entendible.
Ricardo Villanueva dejó asentado que “entiendo perfectamente que dialogar no es claudicar y apertura no es sometimiento, pero sobre todo, que no se confunda prudencia con cobardía, vamos al diálogo, pero no cederemos ni un milímetro de dignidad y no cederemos ni un milímetro de autonomía, ténganlo claro”. Y fue cuando los universitarios presentes corearon “No estás solo, no estás solo”.
Del Cuarto Informe Ricardo Villanueva salió fortalecido y se advierte que los Leones Negros están unidos.
Vamos a ver qué rumbo toma el diálogo que tal vez esta semana se reanude y cuál es la actitud del gobernador, que tiene dos caminos para superar el conflicto: el uso de la fuerza y la rudeza o el manejo de la mano izquierda, el del político inteligente y sensible que construye, buscando el bienestar de la sociedad, más que la satisfacción del ego y la vanidad.
Otro pronunciamiento claro de Villanueva fue: “Esta universidad nunca ha dejado de ser universidad y que sin duda es de todos los jaliscienses, que lo tengan muy claro, esta universidad sirve a Jalisco, es esta universidad que a través de las jornadas nos late servir y se acercó a las comunidades más olvidadas, allí donde no llegan los servicios que el estado está obligado a brindar”.
Ya Alfaro ha precisado que no quiere que la Universidad de Guadalajara haga política con el partido Hagamos, aunque cuando la hizo con Movimiento Ciudadano la abrazó y no la objetó. Es un tema de ego y vanidad, más que un asunto de Estado.
En ese sentido Villanueva recordó que “los universitarios tenemos derechos políticos y todos los universitarios pueden y no solo pueden, deben ejercerlos, al contrario, les pido a todos ustedes que invadan la vida pública, porque nada mejor les puede pasar a la vida pública de Jalisco que los universitarios participen en todos los partidos políticos”.
Vamos a ver cómo continúa el diálogo. ¿Qué podemos esperar?
Al gobierno de Alfaro le resta cerca de año y medio de gobierno. Tiene dos caminos:
Buscar entendimiento sin sometimiento o continuar con su estilo de rudeza, si elige la primera alternativa, seguramente se podrán lograr mejoras que beneficien a los universitarios; si busca imponerse, lo único que logrará será que los Leones Negros se unan y se pertrechen para aguantar y resistir la embestida.
Es Alfaro el que tiene la palabra sobre cómo quiere a la UdeG.
Puede haber entendimiento, pero basado en el respeto. Si no es así, el conflicto lo seguiría hasta el final de su gobierno y sería el próximo rector y siguiente gobernador quienes marcarían las relaciones, haciendo cada quien lo que le corresponde.
