NACIONALES
El «tsunami rosa» frente a un AMLO
De primera mano, por Francisco Javier Ruiz Quirrín //
El “tsunami rosa» del pasado domingo tanto en la ciudad de México como en 101 ciudades a lo largo y ancho del país, envió de manera muy precisa un mensaje a palacio nacional: Se ha generado en el corazón de millones de mexicanas y mexicanos, una emoción, un sentimiento en contra de la posibilidad de que se pongan en peligro la libertad, la vida y la propiedad privada, en un régimen que dé continuidad a la llamada “cuarta transformación”.
Claro, el Presidente fundamenta su optimismo triunfalista en que está poniendo en práctica una “elección de Estado”, es decir, se ha dispuesto MORENA a ganar la elección el domingo 2 de junio con un operativo electoral apoyado por el ejército, quizá las bandas delincuenciales y una bolsa de dinero capaz de comprar voluntades, además de aceptar el abrazo que le brinda el árbitro (INE), encabezado por la sonorense Guadalupe Taddei.
Por el lado de la oposición, la esperanza está cifrada en que acuda a las urnas, cuando menos el 62 por ciento del total de ciudadanas y ciudadanos con credencial de elector, porque se tiene la seguridad de que por encima de los 25 millones de personas que pudiera movilizar López Obrador, todo lo demás serían votos en su contra.
En Palacio Nacional se tiene la seguridad de contar con más de 20 millones de votos “duros”, pero también tienen conocimiento de que la oposición ya tiene en la bolsa 15 millones. Lo demás que se genere, será gracias a ese sentimiento opositor al régimen.
AMLO tiene el presentimiento de que podría presentarse todo un “tsunami” en la urnas el “Día D”. No es ningún ingenuo y sabe detectar los impulsos de la gente. Lo vivió en el año 2000 con Vicente Fox, más su propio testimonio en el 2018.
Por eso es que está atento cada minuto de los días que transcurren y ya al cuarto para las doce, está operando con todo lo que tiene. Por ejemplo, en el arranque de esta semana citó en palacio a cada uno de las y los gobernadores “morenistas” (23) y los está responsabilizando de sacar adelante en sus regiones a su candidata presidencial.
En su “mañanera” del lunes reiteró su expresión de que “en lo interno, todo va muy bien; requetebién” y se motiva a hacerlo por la soberbia en que está envuelto, pero, repetimos, no es ningún ingenuo. Sigue midiendo. Le urge que llegue el 2 de junio porque la tendencia estos últimos días de campaña beneficia a Xóchitl. Si esta emoción y este sentimiento se hubiesen generado a principios de abril, en verdad habría un empate técnico entre ambas candidatas.
Por eso, la próxima semana, con sus días previos a la elección, México vivirá una tensión inmensa. La razón fundamental será lo que pase por la mente de López Obrador si confirma y se convence de que su elección podría estar en riesgo.
¿De qué sería capaz?
De cualquier cosa. La violencia es increíblemente tolerada en Tamaulipas, en Veracruz, en Guerrero, en Michoacán, en Morelos y en cualquier otro Estado. Un escenario enrarecido por una violencia de alto impacto sería propicio para hacer una locura que afecte la elección.
Mientras tanto, los cierres de campaña de la señora Sheinbaum, están siendo arropados con descarados acarreos y el uso de recursos públicos.
Los cierres de Xóchitl Gálvez, son concentraciones de gente que acude por su propio pie y que no oculta ese sentimiento del que hablamos en renglones anteriores.
En el tercer y último debate presidencial, ambas mujeres y Jorge Álvarez Máynez cumplieron su propósito y ofrecieron elementos para que sus seguidores presumieran el triunfo de su favorito.
Sin embargo, el lenguaje verbal y corporal mostró a una Claudia Sheinbaum obligada una vez más a mentir constantemente para defender un gobierno fallido, envolverse en la soberbia y mostrarnos un adelanto de su frialdad e intolerancia.
Xóchitl Gálvez perdió la espléndida oportunidad de rematar a su adversaria. Si bien fue la atacante y reveladora de la corrupción que rodea a MORENA y su dirigente Mario Delgado, en varios temas pudo haber sido más contundente y exhibir a la candidata oficial.
