NACIONALES
Fuera máscaras
																								
												
												
											Opinión, por Gerardo Rico //
“El orgullo de mi nepotismo”, frase célebre de quien fuera presidente de México entre 1976 y 1982: José López Portillo, al designar a su hijo José Ramón como subsecretario de la extinta Secretaría de Programación y Presupuesto. También su hermana Margarita López Portillo fue titular de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, que en esa época estaba adscrita a la Secretaría de Gobernación.
Eran los tiempos del presidencialismo mexicano en su máximo esplendor, cuando las facultades del Poder Ejecutivo se ejercían como jefe de Estado y de Gobierno, funcionaba el veto presidencial y se eximía de toda responsabilidad a la gestión en turno.
Todo lo anterior viene a colación por la jugada política de que fue objeto la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo por parte de los líderes de Morena y sus aliados en el Senado de la República, principalmente por el ex secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, quienes determinaron hacer efectivas sus propuestas hasta el 2030 y no en la próxima contienda electoral del 2027.
Hay que recordar que durante el acto conmemorativo por el 108 aniversario de la Constitución General de la República, el pasado 5 de febrero en la ciudad de Querétaro, la titular del Poder Ejecutivo anunció dos reformas constitucionales: la no reelección y el nepotismo.
En el primero de los casos propuso que a partir del 2027 se prohibiera la reelección en cualquier cargo político: diputados locales y federales, presidentes municipales y regidores, así como senadores. En el segundo, y el que más polémica originó, tiene como objetivo que ningún familiar pueda suceder de manera inmediata a otro en cualquier puesto de elección popular.
“La presente iniciativa también tiene por objeto prohibir lo que se podría considerar como ‘nepotismo electoral’, por lo que se propone, como un requisito de idoneidad, que las personas que pretendan participar para un cargo de elección popular no tengan o hayan tenido en los últimos tres años anteriores al día de la elección un vínculo de matrimonio o concubinato o relación de pareja, o de parentesco por consanguinidad o civil en línea recta sin limitación de grado y en línea colateral hasta el cuarto grado o de afinidad hasta el segundo grado, con la persona que ocupa el cargo por el cual participarán”, indica el proyecto de reforma.
La iniciativa sostiene que la prohibición del nepotismo garantizará que accedan a los cargos públicos personas con capacidades y méritos para desempeñarlos, y no “personas que su única valía es contar con un vínculo familiar con quien actualmente está ocupando el cargo”.
En México tenemos legendarios ejemplos de dinastías políticas que consolidaron y siguen consolidando su poder gracias a la permanencia de sus integrantes en la función pública, tanto a nivel nacional como en las entidades del país.
En el Estado de México, los Montiel-del Mazo-Peña, donde destacaron exgobernadores del llamado Grupo Atlacomulco y el expresidente Enrique Peña Nieto; los Ruiz Massieu-Salinas, donde destaca la ex secretaria de Relaciones Exteriores y Turismo Claudia Ruíz Massieu, quien ahora es diputada federal por Movimiento Ciudadano, sobrina del expresidente Carlos Salinas de Gortari, hija del finado José Francisco Ruíz Massieu exgobernador de Guerrero.
Los Yunes en Veracruz: Miguel Ángel Yunes Linares, exgobernador; su hijo Fernando Yunes Márquez, quien fue senador y el controvertido Miguel Ángel Yunes Márquez, quien recientemente brincó del PAN a Morena para asegurar un voto faltante y engordar el padrón de militantes del partido guinda.
La familia de Joaquín Coldwell en Quintana Roo, los Murat en Oaxaca, los Moreira en Coahuila, Humberto y Rubén; pasando por los Monreal Ávila en Zacatecas, donde, aparte de que Ricardo es diputado federal, Saúl es senador y David es gobernador de su Estado, la hija de Ricardo, Caty Monreal, buscó la Alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México.
Otro caso que llama la atención es el del actual secretario de Educación y exdirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo. En 2021 entró a la Cámara de Diputados su sobrino Mario Miguel Carrillo, para el 2024 se reeligió por tres años más. Además, su hermano Felipe Miguel Delgado Carrillo también es diputado federal, aunque por el Partido Verde Ecologista de México.
Interminable la lista en donde podemos anotar al exgobernador de Sonora y ex secretario de Gobernación Manlio Fabio Bletrones, quien es senador, y su hija Sylvana Beltrones diputada federal. La lista se amplía con los casos registrados en el PAN.
El catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Edgar Ortiz Arellano, autor del texto “Nepotismo y oligarquía: la concentración del poder en las gubernaturas estatales”, señaló que el partido más nepotista ha sido el PRI, debido a los años en el poder, seguido del PAN y ahora va hacia allá Morena, por lo que consideró conveniente legislar al respecto y sobre la propuesta de la mandataria mexicana.
