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Se le agota el tiempo a Julio Urías para regresar a la MLB

-Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Julio Urías se encuentra en una encrucijada en su carrera, con el Trade Deadline del 31 de julio de 2025 como un punto clave para su futuro en la MLB. Si no logra firmar con un equipo de Grandes Ligas antes de esa fecha, opciones como la LMB, la LMP, NPB o las ligas independientes podrían ser caminos viables para mantenerse activo y preparar un regreso triunfal.
El 31 de julio de 2025 marca un hito para Julio Urías: la Fecha Límite de Cambios de la MLB, una puerta que podría abrirse o cerrarse definitivamente para su regreso a las Grandes Ligas.
Scott Boras, su representante, ha expresado que el sinaloense “todavía tiene toda la intención de continuar su carrera. Se está poniendo en forma; obviamente tendrá opciones que están abiertas para él”.
Boras ha comentado que ha recibido ofertas de varios equipos de Grandes Ligas en Estados Unidos, pero aún no se ha concretado nada. Expresamente, el representante de Julio no ha señalado de qué equipos se trata.
Aquellas soberbias actuaciones
Julio Urías, “El Culichi”, es un nombre que resuena con orgullo en el corazón de México: un zurdo de Culiacán que conquistó la Serie Mundial, lideró la Liga Nacional en victorias y se alzó como heredero de Fernando Valenzuela.
Pero hoy, su historia no se escribe solo en el montículo, sino en los tribunales de la vida, donde el talento no siempre es suficiente para borrar las manchas del pasado.
Suspendido hasta el 17 de julio por violar por segunda vez la política de violencia doméstica de la liga, Urías enfrenta un camino espinoso. No basta con su brazo de élite, que en 2021 logró 20 victorias y en 2022 lideró con un 2.16 de ERA. Los equipos no solo buscan pitchers; buscan historias que no ensombrezcan sus rosters.
Urías, con su talento, pudo ser una figura histórica para el beisbol mexicano, inspiración para las nuevas generaciones que sueñan con llegar a la Gran Carpa y alzar los brazos de triunfo, como lo hizo “El Culichi”. Pero sus errores fuera del diamante —dos incidentes de violencia doméstica, el más reciente en 2023— lo han convertido en un “hombre invisible”, como lo llamó el Los Angeles Times. Su castigo de 36 meses de libertad condicional y consejería es un recordatorio de que el béisbol, como la vida, no perdona fácilmente a quienes traicionan la confianza.
Urías tiene opciones: la Liga Mexicana del Pacífico, donde los Tomateros de Culiacán lo recibirían con los brazos abiertos, donde su zurda podría brillar en el invierno. La NPB en Japón, con su disciplina y prestigio, también asoma como un destino para resurgir, como lo hizo Trevor Bauer tras su propio exilio. Pero estas no son solo alternativas deportivas; son pruebas de carácter. ¿Podrá Urías, a sus 28 años, demostrar que ha aprendido, que su brazo no es solo un cañón, sino un símbolo de redención?
La afición mexicana, siempre leal, no lo olvida. En X, las voces claman por su regreso, pero también exigen responsabilidad. El “Culichi” no solo debe convencer a los scouts con sesiones de bullpen; debe ganarse de nuevo el respeto de una comunidad que lo vio como un ícono.
En un mundo donde el poder y la arrogancia a menudo opacan la humanidad, como escribimos alguna vez, Urías tiene la oportunidad de mostrar que el amor por el juego y el compromiso con uno mismo pueden prevalecer.
El 31 de julio no es solo una fecha límite; es un espejo para Julio Urías. ¿Será el pitcher que regrese al montículo con la humildad de quien ha caído y se levanta, o quedará atrapado en las sombras de sus errores?
México lo observa, no solo con esperanza, sino con la exigencia de que sus ídolos sean más que talento: sean ejemplo.
Su próximo paso dependerá de su capacidad para aprovechar estas oportunidades y demostrar que sigue siendo el “Culichi” que brilló en la Serie Mundial.
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Keylor Navas, una estrella más en la historia de la Liga MX

-Por Diego Morales Heredia
La Liga MX vuelve a ser escaparate de estrellas mundiales. Los Pumas de la UNAM oficializaron la contratación de Keylor Navas, el arquero costarricense que marcó una época en el Real Madrid y la selección tica.
A sus 38 años, Navas aterriza en el futbol mexicano como agente libre tras su paso por el PSG, Nottingham Forest y Newell´s Old Boys, decidido a cerrar su carrera en un entorno competitivo y simbólico: el Estadio Olímpico Universitario.
Con su llegada, Pumas apuesta por la experiencia internacional en el arco, después de iniciar el torneo con el juvenil Rodrigo Parra, quien ha sido criticado por su desempeño.
También coloca al club auriazul en el centro de una narrativa que ha acompañado al futbol mexicano durante décadas: la de ser tierra fértil para los cracks mundiales que buscan un último baile, un nuevo desafío, o incluso una redención futbolística.
UNA HISTORIA DE ESTRELLAS
El arribo de Keylor remite inevitablemente a otros nombres ilustres que también decidieron vestir una camiseta en México.
Desde leyendas consagradas hasta promesas en declive, la Liga MX ha recibido a futbolistas que dejaron huella en el mapa global:
Ronaldinho, quizás el ejemplo más recordado, llegó a Querétaro en 2014 y convirtió cada partido en un espectáculo. Aunque no conquistó títulos, sí elevó el perfil de los Gallos y de la propia liga.
Iván Zamorano, goleador chileno que brilló en el Real Madrid e Inter de Milán, fue campeón con el América en 2002, dejando una estela de liderazgo y goles.
Emilio Butragueño, ídolo del Real Madrid, jugó en Celaya entre 1995 y 1998, aportando categoría y experiencia al naciente proyecto cajetero, que también cobijó a otros dos exmadridistas: Michel y Hugo Sánchez.
Dani Alves, multicampeón con Barcelona, recaló precisamente en Pumas en 2022. Aunque su etapa fue irregular y acabó en escándalo, su fichaje fue histórico por tratarse del jugador más laureado en actividad.
Hugo Sánchez, ícono del Real Madrid y máximo ídolo de los Pumas, fue pionero en llevar el talento mexicano a Europa y luego regresar para cerrar el círculo en su país con América y Celaya.
Dirceu, mundialista brasileño, jugó en América en los años 80 con un fútbol elegante. Recordado por su frase: “a mis compañeros les entrego balones y me regresan sandías”.
Eusébio, el “Pantera Negra” y uno de los mejores delanteros de la historia, tuvo una breve pero simbólica aparición con Monterrey en 1975.
Bebeto, campeón del mundo con Brasil en 1994, vistió la camiseta del Toros Neza en los 2000, con más nostalgia que rendimiento.
Claudio “Piojo” López, ídolo del Valencia y la Lazio, dejó destellos de talento en su etapa con América.
Sergio Ramos, uno de los defensores más emblemáticos del siglo XXI, campeón del mundo e ídolo del Real Madrid, con presente en el Monterrey.
EL APORTE DE NAVAS
Aunque muchos de estos nombres llegaron en el ocaso de su carrera, lo cierto es que la experiencia, jerarquía y mentalidad ganadora que aportaron fue invaluable.
Keylor no es la excepción: su legado en el Real Madrid, con tres Champions consecutivas (2016-2018), y su histórico Mundial 2014 con Costa Rica son credenciales de peso.
Su rol en Pumas será doble: líder dentro y fuera del campo, y pieza clave para apuntalar una defensa joven y ambiciosa.
Además, será un imán de taquilla, prensa y marketing internacional, justo cuando la Liga MX busca expandirse hacia nuevos mercados.
No es casualidad que el fichaje haya generado tanto revuelo.
Para Pumas, un club tradicionalmente formador, esta es también es un golpe mediático y deportivo para los dirigidos por Efraín Juárez.
En años recientes, la UNAM ha buscado recuperar protagonismo en la liga y en torneos internacionales, y sumar una figura como Navas puede ser el impulso definitivo.
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Julio Urías: ¿Redención o rechazo en Grandes Ligas?

-Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Julio Urías, el talentoso pitcher sinaloense, quedó liberado de la lista de restricciones de la MLB tras cumplir una suspensión por violar la política de violencia doméstica. A sus 29 años, con un récord de 20-3 en 2021 y un anillo de Serie Mundial en 2020 con los Dodgers, Urías es un activo deportivo de primer nivel.
Sin embargo, su historial de dos incidentes de violencia doméstica —en 2019, que le costó una suspensión de 20 juegos, y en 2023, que lo llevó a su salida de los Dodgers— plantea un dilema: ¿merece una nueva oportunidad en las Grandes Ligas?
El caso de Urías trasciende lo deportivo, generando un debate entre quienes abogan por la redención y quienes consideran su historial una barrera insalvable. La pregunta no es solo si un equipo estará dispuesto a firmarlo, sino si puede superar el escrutinio de una sociedad cada vez más sensibilizada ante temas de violencia.
El béisbol, como negocio y espectáculo, no solo evalúa el talento, sino también el impacto social y de imagen que conlleva una contratación.
En el programa de ESPN conducido por Ernesto Jerez, conocido por su icónico “¡A lo profundo… díganle que no a esa pelota!”, se abrió un debate revelador.
Jerez planteó que firmar a Urías no es solo un desafío deportivo, sino un reto de relaciones públicas y responsabilidad social. “Vamos a ver si algún gerente general se atreve a tomar ese riesgo. No se trata solo de firmar a un pitcher; es hacer un trabajo con la comunidad para mitigar el impacto”, afirmó.
Jerez añadió: “Uno cree en las segundas, incluso terceras oportunidades, pero también en que alguien puede cambiar. El problema es que Urías es reincidente”.
Un talento bajo la lupa
Urías ha cumplido con horas de servicio comunitario y, según reportes, está en excelente forma física. Sin embargo, la MLB no solo evalúa el desempeño en el montículo. “Es elegible por las reglas, pero la pregunta es si un gerente general asumirá el desafío”, señaló Jerez.
El precedente de Roberto Osuna, ex cerrador de los Blue Jays, ilustra los riesgos. En 2018, los Astros firmaron a Osuna durante su suspensión por violencia doméstica, y aunque ayudó a llegar a la Serie de Campeonato, el ex gerente general Jeff Luhnow admitió recientemente que fue “la peor decisión” de su carrera. “Pensé solo en ganar juegos, pero el daño a la imagen del equipo fue mayor. No lo haría de nuevo”, confesó.
Este testimonio complica el panorama para Urías. “Es un recordatorio de que el impacto reputacional puede superar los beneficios deportivos”, comentó.
Una tercera oportunidad en un mundo escéptico
El debate en ESPN giró en torno a la posibilidad de redención. “Urías está pidiendo una tercera oportunidad, no una segunda”, señaló Jerez, destacando la reincidencia del pitcher.
Aunque algunos equipos han mostrado interés, la percepción pública es un obstáculo significativo. “No se trata solo de lanzar strikes; es lo que representa para el equipo y la ciudad”, afirmó.
La sociedad actual exige pruebas contundentes de cambio, y como señaló un panelista, “eso no se logra en seis meses; requiere años”.
A pesar del escepticismo, hay voces a favor de Urías. “Todo ser humano merece una segunda oportunidad, incluso una tercera”, argumentó Hugo Castillo en redes sociales, destacando el valor deportivo del pitcher.
A sus 29 años, Urías podría firmar por un salario mucho menor que los 200 millones que exigen otros pitchers estrella. “Deportivamente, es el robo del siglo para un equipo dispuesto a arriesgarse”, opinó Enrique Rojas.
Sin embargo, el consenso es que el “control de daños” es crucial. “Los equipos buscan ser políticamente correctos. Firmar a Urías implica un riesgo de imagen que pocos están dispuestos a asumir”, señaló Ismael “Rocket” Valdez, ex lanzador de Grandes Ligas.
Comparaciones y contextos
El caso de Urías se compara frecuentemente con el de Osuna, pero con matices. “Osuna no mostró cambios tras su suspensión, y eso pesó en Houston. El caso de Urías es más mediático”, explicó Carolina Guillén, panelista de ESPN.
Otros casos, como los de Wander Franco y Trevor Bauer, son menos comparables debido a la gravedad de las acusaciones contra ellos. Aunque Urías está fuera de la lista de restringidos, su desafío no es solo convencer a los equipos, sino a una opinión pública cada vez más exigente.
“Está en buena forma física, pero el problema es social, no deportivo”, comentó un usuario en redes.
Un dilema ético y estratégico
Firmar a Urías plantea un dilema que combina ética y estrategia. “Un equipo que lo fiche debe invertir en una campaña de relaciones públicas para mitigar el impacto”, sugirió Guillermo Celis.
La experiencia de Luhnow con Osuna propone que el costo reputacional puede superar las victorias. “La sociedad no perdona fácilmente, y los equipos lo saben”, afirmó Carolina Guillén.
Para Valdez, el panorama es sombrío: “No creo que lo firmen este año. Necesita demostrar un cambio profundo, y eso toma tiempo”.
Urías enfrenta un camino cuesta arriba. Su talento es innegable, pero su historial lo pone bajo un escrutinio intenso. Un equipo que apueste por él no solo deberá justificar su decisión ante los fanáticos, sino demostrar que el pitcher ha tomado pasos concretos hacia la rehabilitación. Esto podría incluir participación en programas de reeducación, disculpas públicas creíbles y un compromiso visible con causas sociales.
Sin embargo, el tiempo juega en su contra: la percepción pública requiere pruebas de cambio sostenido, no gestos a corto plazo.
Un futuro incierto
En conclusión, el futuro de Julio Urías en las Grandes Ligas depende de un delicado equilibrio. Su talento lo hace atractivo, pero su historial exige un esfuerzo extraordinario para demostrar cambio. Mientras los equipos evalúan riesgos y beneficios, la sociedad observa, esperando no solo strikes, sino pruebas de redención. El camino hacia una tercera oportunidad será largo y complejo, pero no imposible.
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Sin oportunidad para los mexicanos: El malinchismo de los dueños del balón

-Miscelánea Deportiva, por Esteban Trelles Meza
Los directivos del fútbol mexicano llámese dueños, tienen una psicosis colectiva que está de moda para “extranjerizar” no solamente el mercado de jugadores, sino el cuerpo técnico también, en una muestra no de malinchismo, sino de traición a la esencia del futbol nacional y su desarrollo en detrimento del entorno mexicano.
Despreciar por principio de cuentas al mexicano en su propio país teniendo 7 jugadores en cancha extranjeros por 4 de los nuestros, es como se dice “darse un balazo en la pierna”, los “villamelones” y ahora los llamaremos traidores a los dueños de equipos, no por cobijarnos con la bandera y reclamar un nacionalismo que ellos no lo tienen, solapados por la prensa deportiva, que los equipos importantes son “apantalla bobos” con contrataciones mediáticas para impresionar con sus planteles y nóminas estratosféricas encareciendo el mercado.
Determinar la “grandeza” por nóminas y activos no solo de jugadores, sino materiales que ahora cuentan los estadios de cada equipo para valorar sus franquicias, es de lo más absurdo y no refleja la grandeza de nada.
En Monterrey el Tigres de la UANL, que entre paréntesis este equipo no representa para nada a la comunidad universitaria de Nuevo León, lo maneja la empresa CEMEX; el “sospechosismo” es manifiesto con las inversiones cuantiosas, tienen un fondo empresarial que pudiera ser de evasión fiscal, no creo que rindan cuentas claras de los millones de dólares que gastan, no en la empresa de calidad de exportación reconocida en el mundo. Tienen presencia en varios países y es orgullo empresarial mexicano, más no así su “juguetito” lucrativo del fútbol en el que gastan en serio; no veo la necesidad de comprar por comprar.
Lo mismo que la Cementera Cruz Azul, competencia empresarial y deportiva, está en las mismas condiciones de comprar jugadores de renombre igual que los mencionados felinos.
La UANL tienen un técnico en Guido Pizarro espurio, que en pleno campeonato oficial que se registra la plantilla a la FMF como jugador activo, no sé puede de la noche a la mañana ser técnico del fútbol mexicano, en el que me pregunto, dónde están sus cartas credenciales que lo avalan como entrenador ahora llamado Director Técnico para ejercer arbitrariamente una profesión que le quita el lugar no sólo al mexicano que es ya bastante decir sino a la profesión misma y la vuelve selectiva de manera tramposa y antirreglamentaria.
“El pacto de caballeros” jamás ha existido entre los dueños de equipos que, si bien la multipropiedad tiene, ya se “castigó” por la FIFA; sería bueno también ser equitativo en el monopolio empresarial de Televisa en acaparar los derechos de transmisión de los equipos, que tienen contratados con la enorme ventaja de manejar a su antojo la propia FMF, que para nadie es un secreto que controla y manda desde siempre, que apareció la televisora en cuestión en los años 60, cuando compraron la franquicia del equipo América (Azcárraga Milmo).
Muchos dirían que es el libre mercado, la cuestión es que existe claramente conflicto de intereses que benefician a los más “gandallas” y por ende es arbitrario, ventajoso y poco o nada ético.
Por principio de cuentas, Televisa tiene los derechos de transmisión de la selección nacional que lo revende a otras empresas con el control y la utilidad monetaria de un magnífico y jugoso “Botín de los Valientes”, que se reparten con el representativo nacional que tiene un valor agregado en este país, es el equipo de todos.
En USA con nuestros connacionales aficionados, tienen desde siempre, como dicen, “encuentros moleros”, incluso exportando el clásico nacional, Guadalajara – América, con una audiencia cautiva que se refleja en la nostalgia de su país en el fútbol y los llenos en sus estadios son garantía.
El arbitrario de Donald Trump está deportando a todos los inmigrantes nacidos o no de origen mexicano que, obviamente, están matando a la “gallina de los huevos de oro”, los aranceles y demás impuestos es en verdad no solo un abuso, sino un personaje dictatorial mercantilista que somete a todos los pueblos del mundo.
Los impuestos inventados contravienen la política de USA de un imperialismo avasallador económico, dando al traste con los postulados de su política democrática, con poco o nada de sensibilidad estratégica de la diplomacia. Lo único positivo de su gobierno es que a nuestro querido México lo pone en cintura en el tema de seguridad.
El encarcelamiento de los capos delincuenciales deportados a territorio gringo, que en este país son los amos y señores de la impunidad, con un poder alterno que ahora el fisco delincuente es el cobro individual y empresarial del “derecho de piso” con doble impuesto, al gobierno y ahora al mafioso.
Establecer que todas las actividades están entrelazadas, que la política se da en todos los rubros y actividades que el fútbol forma parte de ello y tenemos que censurarla y criticar de forma contundente señalando puntualmente anomalías existentes.
Para nada nos desviamos del tema futbolístico que involucra como ya establecimos varios rubros, principalmente el factor económico, los empresarios mexicanos sin escrúpulos solo les interesa su poder económico aprovechando sentimentalmente que son los equipos con más afición y aprovechados por los dueños de clubes para encuentros en función exclusiva de recaudación de fondos económicos.
El ex técnico Juan Carlos Osorio, colombiano, que México tiene la humillación en encuentro oficial contra Chile en USA por 7-0 de Copa América Centenario, debieron despedirlo en ese instante; si hubiese sido técnico mexicano, los federativos lo corren del país.
Si bien México ganó por la mínima al actual campeón mundial Alemania defendiendo su título, Corea del Sur también le ganó eliminándolo en la primera fase y fracasando los “teutones” en el Mundial de Rusia 2018.
Gerardo “Tata” Martino, argentino, el peor fracaso de México participando en mundiales, eliminado en la primera ronda.
Ahora bien, ¿qué escuela dejan para el país o qué legado que beneficie al fútbol mexicano los directores técnicos como Jardiné, que los negativos comentaristas lo tienen como dios? todo le aceptan.
América inició un torneo con solo mexicanos, no para proyectar a sus jóvenes, sino para cumplir el requisito de la FMF de minutos jugados en noveles por obligación, un tipo que dice que no le interesa el crecimiento de México ni dar oportunidades, lo trajeron para campeonar y a él no le interesa lo demás, es poco diplomático y torpe las declaraciones del brasileño.
Un técnico extranjero (Gago), no puede ni debe abandonar un equipo importante de un país en pleno torneo, cuando se tiene contrato firmado y empeñada su palabra de profesional, lo peor es mentir y engañar cuando se descubrió por la prensa que Boca Juniors en Argentina lo quería de inmediato y el técnico argentino mintió a todos y abandonó el barco de manera cobarde dejando a la afición en un “palmo de narices” burlándose de la Directiva “Chiva” y sus jugadores.
Un capítulo vergonzoso de un director técnico sin escrúpulos y honestidad que uno diría, qué pena y falta de ética y profesionalismo. Oh, sorpresa, los dueños del equipo Necaxa lo contratan (2025) con ese historial y lo firman como “premio a su profesionalismo”, como si no existieran cientos de entrenadores que ruegan por una oportunidad como si fueran Ancelotti, Guardiola o Luis Enrique.
Lo mismo otro argentino, para variar: Anselmi con el “El Porto de Portugal” no pagó al Cruz Azul la cláusula de rescisión de contrato demandada ante FIFA, que seguramente otro equipo mexicano lo contratará sin problema.
E-mail: etrememodelos@hotmail.com