CULTURA
Gabriela Girbau, entre la pintura y la gestoría: Colectivo Caeló, mujeres en el grabado

Conciencia en el arte, por Gabriel Ibarra Bourjac //
La gestión es fundamental para que el artista y que su obra se de a conocer. “Es muy romántico pensar que van a llegar y te van a descubrir, tal vez a algunos les ha sucedido o les sucede, qué padre, pero no te puedes quedar a esperar que pase”.
“Cuando te introduces al mundo artístico, no sólo es pintar y hacer la carrera encerrado en tu estudio”, expresa Gabriela Girbau para Conciencia en el arte al hablar del Colectivo Caeló (que en latín significa acción de grabar).
Gabriela tuvo la iniciativa de crear este Colectivo en 2019 con mujeres dedicadas a la gráfica. Empezaron con 10 integrantes, el siguiente año 2020 fueron 20 y en 2021 superaron las 30.
Una de las principales accciones que realizan es la gestoría y en estos primeros años la misma Gabriela ha sido la que ha venido realizando esta tarea de gestión que es mucho más allá de pintar y participar en una exposición ya sea individual o colectiva. Mucha es la chamba, porque no solo es organizar una exposición, es invitar a los artistas, ver la calidad de las piezas que vas a montar, desmontes, redes, patrocinios y otras cosas más.
Y con la creación del colectivo en el que han venido sumando más mujeres, se ha integrado un comité bastante movido, cada quien ha tomado sus secciones y empiezan a organizar exposiciones, este año fue en el Café Bonito en la Sala Juárez.
“Colectivo Caeló no es un movimiento feminista, somos un grupo de mujeres, que estamos organizándonos para unir fuerzas, apoyarnos, generar comunidad, el hombre está interactuando de alguna manera”.
“Invito a un maestro grabador, cada año hay uno que siempre está hablando de la gráfica, también esta parte importante que la mujer esté en acción en esa técnica”, precisa nuestra nuestra entrevistada que se distingue por su espíritu proactivo.
Gabriela Girbau habla también de su experiencia en el mundo de la pintura. “Empecé a buscarle, a picar piedra, a moverme, tratar de autogestionarme; con el colectivo, indica, te abre mucho el panorama, te hace mucho más que empático, negociar o renegociar con galerías, con artistas, porque tienes una idea de lo que implica la gestión”.
“Mi idea no es ser gestora cultural, porque prefiero estar encerrada pintando; en este oficio no puedes hacer dos cosas a la vez, estás en tu espacio trabajando, entras en esa paz y enfoque”.
“No puedes estar pintando y estar contestando el teléfono, tienes que estar concentrada, pasan los días y es frustrante para el artista darte cuenta que pasan los días y no avanzas”.
Sin embargo, Gabriela utiliza gran parte de su tiempo en promover la organización de mujeres que a través de la técnica del grabado buscan trascender con su arte.
UNA MUJER PROACTIVA
¿Cómo combinas la gestión y tu dedicación al arte?
“También soy mamá, la verdad digo que todos tenemos 24 horas al día, aparte con la pandemia, ser maestra, duermo por ratos, mucho café, es la manera de sobrevivir, es complicado pero lo veo como un aprendizaje, de alguna manera lo que está bien padre es esta parte de que me encantó poder generar un comité, aventar la paleta y que levanten la mano, nos llevamos bien, hemos encontrado nuestras fortalezas y debilidades, es algo por lo cual quería generar este colectivo, porque también quería amigas artistas, es compartir todo el aprendizaje, no sé si exista la carrera de gestoría cultural, pero he ido aprendiendo sobre la marcha, poco a poco, se han armado proyectos padres y es interesante estar dentro del comité, porque lo que no se me ocurre a mí, se le ocurre a la otra y las cosas suceden. También este colectivo tiene la idea de mostrar a la sociedad que las mujeres nos podemos organizar de una manera proactiva, mostrando arte, propuestas, una calidad de trabajo y compañerismo hacia nosotras mismas, con sororidad, pero también hacia el otro género”.
¿Por qué solamente mujeres en el colectivo?
“Cuando comencé a adentrarme en esta técnica, me di cuenta que no conocía muchas mujeres grabadoras, no veía como un grupo de mujeres haciendo algo en ese sentido, lo comenté con algunos colegas, me dijeron que debería armar un colectivo de mujeres, pensé que era una buena idea, para conocer más mujeres artistas, para generar comunidad entre mujeres, para organizarnos, conocer mujeres que estén adentradas en lo que hago, en la cuestión artística, la gráfica es bonita, es más asequible que otro tipo de técnicas, se presta a la cuestión de hacerla seriada, se presta para muchos proyectos. Queremos que ganemos todas, no solo exponer, sino generar una comunidad para ubicarnos con coleccionistas, con empresarios, fortalecernos como mujeres, dejar cada vez más lejos ese pensamiento que las mujeres nada más se juntan para chismear, si realmente podemos ser productivas, sumar entre nosotras y también con el otro género sin problema alguno, queremos darnos cierto protagonismo como colectivo”.
¿Cómo van en el asunto de ventas?
“A partir de este año ya con un comité generado lo podemos organizar mucho mejor. Lo que me di cuenta de los años pasados que organizaba todo, me rebasó, soy artista, se me va la onda, hay que delegar y formar. Lo dije abiertamente, desde el primer año hubo respuesta, al principio con 10 fuimos bien, hemos ido creciendo, a la mayoría les ha gustado que de alguna manera logro conseguir el espacio, esa parte que traté de motivar desde el principio, las ventas, acercar personas, dar difusión. Desde el primer año hubo ventas, me hubiera gustado más, pero de alguna manera he estado limitada en algunos sentidos, tampoco me doy de chicotazos, he aprendido, los patrocinios han salido, pero este año hablamos de que no solamente estaría padre que fuera la exposición, muchas vivimos de esto, si no es al cien por ciento, parcialmente, es la tirada poder vivir de esto”.
GEMA BERNÉS: LA VOCACIÓN POR EL ARTE
“Conocí a Gaby apenas el año pasado, no había participado en el colectivo, sin embargo, me invitó, fui, vi la propuesta y me gustó, sobre todo porque la gráfica me encanta, tiene muchas posibilidades, es muy expresiva, dependiendo de la técnica que uno utilice puede generar una imagen muy fuerte”.
“Primero estudié arquitectura, pronto entendí que a pesar de que me encanta no era lo mío, siempre quise estudiar arte, creo que para ser artista se necesita mucho valor, de chica te dicen que de qué vas a vivir, sin embargo, sí se puede”.
ALICIA LOZANO: “ESTAR EN UN COLECTIVO ES HACER COMUNIDAD”
“Me uno al colectivo cuando empecé a vincularme con personas nuevas, a conocer diferentes artistas que me invitaron a otros proyectos, me di cuenta que ser parte de un colectivo es lo que hace comunidad, es algo que coincide mucho con la manera que yo hago grabado, porque estar en un taller es hacer comunidad, es estar con más de una persona, trabajas con un grabador, con un impresor, con muchas personas, eso es lo que veo valioso en el colectivo, conocer a gente nueva, ir proyectando diferentes carreras que vayan creciendo todos, cada uno va agarrando su camino pero todas vamos creciendo”.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 807: Magistrada Fanny Jiménez revoca rechazo de pruebas y defiende Bosque de Los Colomos
Si prefiere descargar el PDF en lugar de leer online: CLICK AQUÍ
Lectores en teléfono celular: Para una mejor lectura online, girar a la posición horizontal.
LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
Crónica de una semana tensa en la UdeG: La rebelión estudiantil que desafía a la FEU
CULTURA
Premios Ariel, la magia del cine mexicano: Jalisco es epicentro del evento

– Conciencia en la Cultura, por Luis Ignacio Arias
Los Premios Ariel, máximo reconocimiento de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) se entregarán el 20 de septiembre. Por tercer año consecutivo, Jalisco ha sido la sede de los Premios Ariel, en esta ocasión se celebran en Puerto Vallarta.
La AMACC impulsa una política de itinerancia para que los Ariel dejen de celebrarse exclusivamente en la Ciudad de México, buscando y fortalecer la conexión entre la industria cinematográfica nacional y los diversos estados. Jalisco ha mostrado una receptividad notable a esta política, ofreciendo no solo capacidad logística e infraestructura adecuada, sino también apoyo institucional y económico.
A través de la Secretaría de Turismo y FILMA Jalisco, el estado ha otorgado incentivos para atraer producciones, políticas públicas de cine y recursos concretos para la realización de la ceremonia, como los más de 10 millones de pesos destinados a la producción del evento 2025. Además, la elección de Puerto Vallarta como sede se vincula con un interés estratégico por consolidar un polo cinematográfico dentro del estado.
Con apoyos como el “cash rebate”, la comisión de filmaciones y la existencia de festivales de cine consolidados como el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), demuestra que puede ofrecer garantías logísticas y técnicas para eventos de gran magnitud, al mismo tiempo que refuerza su visibilidad cultural y turística.
El gobierno del estado ha buscado que los Ariel sirvan también como plataforma de promoción turística, vinculando cine, cultura y visitantes; la cobertura mediática que genera el evento, junto con los atractivos turísticos de Puerto Vallarta, amplifica la proyección del estado en el ámbito nacional e internacional.
Esta política contempla además la diversificación dentro del propio territorio jalisciense: si bien los premios se han celebrado en Guadalajara y ahora en Puerto Vallarta, la intención es rotar la sede dentro del estado en futuras ediciones, mostrando así la variedad de escenarios y consolidando a Jalisco como un punto neurálgico del cine mexicano contemporáneo.
Entre las películas nominadas, Pedro Páramo de Rodrigo Prieto se consolidó como una de las favoritas, obteniendo 17 nominaciones. La ópera prima de Prieto es una adaptación de la emblemática novela de Juan Rulfo que fusiona el realismo mágico con una estética cinematográfica contemporánea, aprovechando la experiencia del director como director de fotografía.
Su propuesta visual busca capturar la atmósfera surrealista de la obra literaria, y cada encuadre, cada composición lumínica, remite a la memoria de un México lleno de fantasmas y ecos del pasado. Prieto logra, con sorprendente soltura para un debut en la dirección, trasladar la intensidad emocional y la ambigüedad de los personajes a la pantalla, mostrando un cine que dialoga tanto con la tradición literaria como con el lenguaje cinematográfico moderno.
La Cocina, dirigida por Alonso Ruizpalacios, también acaparó la atención de la crítica y del público, con 15 nominaciones en diversas categorías. Ruizpalacios, conocido por su capacidad de mezclar humor, crítica social y frescura narrativa, invita a explorar las dinámicas de poder y género en un contexto culinario, donde la cocina se convierte en un microcosmos de tensiones, aspiraciones y secretos.
La dirección de Ruizpalacios se distingue por su ritmo ágil, su atención al detalle y la manera en que los personajes se despliegan en un espacio aparentemente cotidiano, transformando lo familiar en un escenario de reflexión sobre la sociedad contemporánea mexicana.
Sujo, codirigida por Fernanda Valadez y Astrid Rondero, recibió 13 nominaciones y ofrece una mirada íntima y profunda a la búsqueda de identidad de una joven que enfrenta los retos de la migración y la pertenencia. Valadez y Rondero despliegan un estilo cinematográfico sensible, que combina la narrativa íntima con un fuerte compromiso social.
La película se mueve entre el drama personal y la denuncia de condiciones sociales, logrando un equilibrio entre emoción y reflexión, mientras invita al espectador a contemplar los dilemas humanos y la construcción de la identidad frente a contextos adversos.
Corina, de Úrsula Barba Hopfner, con 9 nominaciones, centra su historia en las complejidades de las relaciones humanas y la búsqueda de la verdad en la interacción entre sus personajes. Hopfner demuestra un manejo refinado de la introspección dramática y una capacidad notable para capturar la esencia de cada individuo, explorando cómo los deseos, miedos y secretos moldean las decisiones y la convivencia. Su dirección, delicada y precisa, pone en primer plano la psicología de los personajes y transforma la narrativa en un examen de la condición humana contemporánea.
Finalmente, Un actor malo, que obtuvo 5 nominaciones, se destaca por su reflexión sobre la identidad, la percepción pública y los conflictos entre la vida personal y la fama. La película combina elementos de comedia y drama con un estilo original y arriesgado, mostrando cómo la construcción de la imagen propia y la exposición ante los demás pueden convertirse en territorio de exploración artística y social. Su dirección, creativa y audaz, logra mantener la tensión entre humor, ironía y crítica, permitiendo al espectador identificarse con los dilemas del protagonista y reflexionar sobre el espectáculo de la vida pública.
El conjunto de estas películas refleja la diversidad y riqueza del cine mexicano contemporáneo. Cada una de ellas ofrece una perspectiva única sobre temas universales como la identidad, el poder, la migración y las relaciones humanas, evidenciando la capacidad del cine nacional para dialogar con su contexto histórico y social. La crítica y la audiencia han reconocido que, más allá de la técnica y la narrativa, estas producciones invitan a la reflexión y al cuestionamiento, ofreciendo miradas que son tanto íntimas como colectivas, particulares y universales.
Los nominados a los Premios Ariel ponen de manifiesto la evolución y el dinamismo de la industria mexicana. Las películas y sus directores son la muestra de que el cine mexicano continúa siendo un espacio de innovación, reflexión y expresión artística que resuena dentro y fuera del país, consolidando su relevancia en el panorama global.
CULTURA
México celebra el Día Nacional del Charro: tradición, deporte y orgullo patrio

– Por Redacción Conciencia Pública
Cada 14 de septiembre México rinde homenaje a una de sus tradiciones más representativas: la charrería.
El Día Nacional del Charro fue instaurado en 1934 como una manera de reconocer al charro como figura central de la identidad mexicana y al mismo tiempo consolidar este deporte ecuestre como una práctica cultural de enorme arraigo.
Esta celebración se vive en todo el país, desde los lienzos charros hasta las plazas públicas, con un ambiente que enlaza historia, destreza y orgullo patrio.
En redes sociales, la fecha adquiere una fuerza particular. Hashtags como #DíaDelCharro y #DíaNacionalDelCharro agrupan miles de publicaciones en X, Facebook, TikTok e Instagram.
Usuarios comparten fotos de trajes bordados, sombreros de ala ancha, montas de caballos y suertes espectaculares como manganas, coleaderos o el paso de la muerte.
También abundan los mensajes de autoridades, artistas y asociaciones que felicitan a los charros y escaramuzas, exaltando el valor de mantener vivas las costumbres.
La Federación Mexicana de Charrería y la Asociación Nacional de Charros son protagonistas en la promoción de actividades conmemorativas.
Desde sus cuentas oficiales en internet se difunden la agenda de charreadas, congresos y campeonatos que se desarrollan en distintos estados del país.
Las escaramuzas, grupos femeninos que ejecutan rutinas a caballo con precisión y estética, se han vuelto además un símbolo de inclusión y disciplina dentro de esta disciplina reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial desde 2016.
En municipios y capitales estatales (Guadalajara no es la excepción), el Día del Charro se acompaña de desfiles, exhibiciones y actos solemnes. No faltarán hoy los honores a la bandera ni los espectáculos ecuestres que refuerzan el vínculo entre tradición y mexicanidad.
La fecha, además, se sitúa estratégicamente en la antesala de las Fiestas Patrias, lo que le otorga un carácter doblemente simbólico: recordar el legado charro y enmarcar la conmemoración de la Independencia.
En la esfera digital, las publicaciones destacan tanto la herencia familiar como la profesionalización del deporte.
Muchos jóvenes charros y escaramuzas utilizan hoy en día redes TikTok e Instagram para mostrar rutinas, vestimentas y entrenamientos, contribuyendo a que nuevas generaciones se acerquen a la charrería.
Esa combinación entre tradición e innovación ha hecho que la conversación en línea sea particularmente activa, alcanzando públicos que van más allá de los asistentes habituales a los lienzos.
Así, el Día Nacional del Charro se mantiene como una de las celebraciones más singulares del calendario mexicano: una fusión de historia, arte ecuestre y pasión comunitaria.
La charrería no solo sigue viva, sino que se adapta a los tiempos modernos sin perder su esencia.
En cada suerte, en cada traje de gala y en cada caballo brioso, resuena el eco de una tradición que México reconoce como suya y que proyecta al mundo como parte de su identidad.