CULTURA
Trascendieron con su magia al mundo: Celebran 55 años de impulsar el folclor mexicano desde Jalisco

Por Diego Morales Heredia //
La danza folclórica mexicana es pasión, tradición y cultura, por ello, debe seguir impulsando la participación de los jóvenes para que no pierda su auge, así lo indica Jesús González Franco, que tiene 55 años promoviendo el folclor, siendo pionero en Jalisco y actualmente promotor en Estados Unidos de su grupo folclórico Tecalitlán.
“Éramos alumnos de las secundarias, hubo maestros de diferentes escuelas que estaban promoviendo el folclor mexicano, así formamos el grupo en 1969 conformado por diferentes alumnos. Tenemos 55 años promoviendo el folclor, fuimos los pioneros en Jalisco, un tiempo en el que el grupo folclórico de la Secretaría de Educación Pública formó parte de las presentaciones que le llevaban a los presidentes de México, con un grupo fuerte, las esposas de los presidentes querían que los acompañáramos y así lo hicimos, fuimos a diversos países representando a Jalisco y al folclor a nivel mundial”.
Para González Franco, lo más relevante es impulsar a los jóvenes a que se impregnen de esta cultura tan mexicana, por ello, ha dedicado los últimos años de su vida a la promoción y difusión de su grupo en la Unión Americana.
“De este grupo, casi todos hemos sido maestros, algunos tienen escuelas de danza; yo tuve un grupo folclórico que estoy promoviendo en Estados Unidos. Hicimos una reunión de 55 años todos los ex alumnos y ex maestros que aún viven, nos invitamos entre nosotros, recordando que el gobernador Cosío Vidaurri nos ayudó mucho”.
Agregó: “Este tipo de cultura casi a todos los alumnos, que son cientos, nos sacó de la drogadicción, de andar en la calle, conocimos la cultura mexicana del folclor. Nosotros lo llevamos a diferentes partes del mundo, que conocimos gracias a esto, es una satisfacción enorme. Gracias a Dios se ha expandido en muchas partes, estamos tratando de hablar con el secretario de Educación Pública en Jalisco, para que nos de la oportunidad de hacer castings en las escuelas primarias, seguir impulsando esto, quitar a los jóvenes del celular”.
Buscando acercarse con las autoridades en el estado, Jesús González Franco resaltó la importancia del folclor en la cohesión social, esperando que su mensaje haga eco y se promueva el folclor como una tradición que no debe morir.
“El folclor no debe morir, debemos seguir hasta que fomentemos el folclor a nivel mundial, es importante que los jóvenes no se metan a las drogas, que estudien, que sigan la cultura de nuestros abuelos, nuestros antepasados, que es muy hermosa. En Estados Unidos, la gente que está trabajando allá, los ves llorar cuando escuchan la negra, el jarabe tapatío, porque es una cultura muy hermosa como no hay otra en el mundo. Tendremos otra reunión en junio, queremos seguir fomentando más la cultura, que nuestros hijos y nietos sepan lo que es la cultura mexicana que es algo muy hermoso”.
EL FOLCLOR ES PASIÓN, DANZA Y ARMONÍA
Para la maestra Carolina Echavarri, también pionera del movimiento del folclor en Jalisco, esta actividad es pasión, danza y armonía, por ello, celebra que sus compañeros sigan impulsando esta tradición que ha cambiado la vida de cientos de miles jóvenes en Jalisco y en todo el mundo.
“El folclor es pasión, danza, armonía, costumbres, tradiciones, que no debemos de perder. Queremos que los jóvenes se sigan integrando, ya hay pocos grupos folclóricos, creo que debemos darle más dinámica y difusión a los chicos. Hay varios compañeros que seguimos trabajando, quienes quieran continuar la labor del folclor como nosotros lo iniciamos, porque ahora se baila sin pasión, esto te tiene que gustar”.
Subraya: “A mí me ha dejado una gran satisfacción, vivencias, idas a Europa, Estados Unidos, Canadá, que cuándo nos la íbamos a pagar nosotros estando en secundaria, muchos de nosotros seguimos con la amistad, algunos han muerto, pero otros estamos vivos con muchas ganas de seguir. Me ha dejado muchas satisfacciones, tanto emotivas, experiencias que vamos aprendiendo, aunque éramos jóvenes aprendimos del maestro la responsabilidad, cuidar nuestros cuerpos, nos hizo personas de mucha consciencia, eso es lo bonito”.
A sus 72 años de edad, le gustaría continuar enseñando el arte del folclor, transmitir su conocimiento a las nuevas generaciones y que se enamoren de la danza que a ella le cambió la vida positivamente.
“Sigo bailando, pero ya no folclórico, ahora asesoro gente que quiera hacerlo, o que quiera formar un grupo. Para mí, si me dan la oportunidad, me gustaría continuar enseñando, no al cien por ciento, pero los faldeos, danzas, bailes de folclor, porque hay mucho baile fino. Hay que seguir buscando la oportunidad, tener la oportunidad de vivir. Todos los compañeros son los protagonistas, todos pensamos igual, con buenas experiencias para todos”, puntualizó.
AQUEL GRUPO DE JÓVENES AMANTES DEL FOCLOR
En 1968, como parte de las materias escolares de las escuelas secundarias para mujeres y varones como se les conocía, se impulsó en el estado de Jalisco como parte de la materia de artísticas, “la práctica de los bailes o danza Folclórica”, actividad que fue aceptada por los jóvenes adolescentes de aquella época y que dio origen a diferentes grupos que lo practicaron bajo tutela de diferentes maestros inicialmente con Miguel Enrique Velázquez, José Luis Ruiz, Armando Partida, Rubén Prieto, Guillermo Hernández, José Luis Cárdenas y otros más, al inicio se practicó de forma separada en las secundarias de mujeres y de varones y posteriormente al ver el entusiasmo de los jóvenes adolescentes, se propuso que se practicara conjuntamente entre mujeres y hombres de las diferentes escuelas secundarias y fue así como se formaron los grupos folclóricos, dando inicio a presentaciones en diferentes poblaciones del interior del Estado, posteriormente y como parte del proyecto iniciado en las escuelas secundarias El Departamento de Educación Pública del Estado bajo el cargo del Maestro Cesar Octavio Cosío Vidaurri y la aprobación del entonces Gobernador de Jalisco Alberto Orozco Romero se funda el “Grupo Folclórico del Departamento de Educación Pública del Estado”.
CARTÓN POLÍTICO
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
Crónica de una semana tensa en la UdeG: La rebelión estudiantil que desafía a la FEU
CULTURA
Premios Ariel, la magia del cine mexicano: Jalisco es epicentro del evento

– Conciencia en la Cultura, por Luis Ignacio Arias
Los Premios Ariel, máximo reconocimiento de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) se entregarán el 20 de septiembre. Por tercer año consecutivo, Jalisco ha sido la sede de los Premios Ariel, en esta ocasión se celebran en Puerto Vallarta.
La AMACC impulsa una política de itinerancia para que los Ariel dejen de celebrarse exclusivamente en la Ciudad de México, buscando y fortalecer la conexión entre la industria cinematográfica nacional y los diversos estados. Jalisco ha mostrado una receptividad notable a esta política, ofreciendo no solo capacidad logística e infraestructura adecuada, sino también apoyo institucional y económico.
A través de la Secretaría de Turismo y FILMA Jalisco, el estado ha otorgado incentivos para atraer producciones, políticas públicas de cine y recursos concretos para la realización de la ceremonia, como los más de 10 millones de pesos destinados a la producción del evento 2025. Además, la elección de Puerto Vallarta como sede se vincula con un interés estratégico por consolidar un polo cinematográfico dentro del estado.
Con apoyos como el “cash rebate”, la comisión de filmaciones y la existencia de festivales de cine consolidados como el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), demuestra que puede ofrecer garantías logísticas y técnicas para eventos de gran magnitud, al mismo tiempo que refuerza su visibilidad cultural y turística.
El gobierno del estado ha buscado que los Ariel sirvan también como plataforma de promoción turística, vinculando cine, cultura y visitantes; la cobertura mediática que genera el evento, junto con los atractivos turísticos de Puerto Vallarta, amplifica la proyección del estado en el ámbito nacional e internacional.
Esta política contempla además la diversificación dentro del propio territorio jalisciense: si bien los premios se han celebrado en Guadalajara y ahora en Puerto Vallarta, la intención es rotar la sede dentro del estado en futuras ediciones, mostrando así la variedad de escenarios y consolidando a Jalisco como un punto neurálgico del cine mexicano contemporáneo.
Entre las películas nominadas, Pedro Páramo de Rodrigo Prieto se consolidó como una de las favoritas, obteniendo 17 nominaciones. La ópera prima de Prieto es una adaptación de la emblemática novela de Juan Rulfo que fusiona el realismo mágico con una estética cinematográfica contemporánea, aprovechando la experiencia del director como director de fotografía.
Su propuesta visual busca capturar la atmósfera surrealista de la obra literaria, y cada encuadre, cada composición lumínica, remite a la memoria de un México lleno de fantasmas y ecos del pasado. Prieto logra, con sorprendente soltura para un debut en la dirección, trasladar la intensidad emocional y la ambigüedad de los personajes a la pantalla, mostrando un cine que dialoga tanto con la tradición literaria como con el lenguaje cinematográfico moderno.
La Cocina, dirigida por Alonso Ruizpalacios, también acaparó la atención de la crítica y del público, con 15 nominaciones en diversas categorías. Ruizpalacios, conocido por su capacidad de mezclar humor, crítica social y frescura narrativa, invita a explorar las dinámicas de poder y género en un contexto culinario, donde la cocina se convierte en un microcosmos de tensiones, aspiraciones y secretos.
La dirección de Ruizpalacios se distingue por su ritmo ágil, su atención al detalle y la manera en que los personajes se despliegan en un espacio aparentemente cotidiano, transformando lo familiar en un escenario de reflexión sobre la sociedad contemporánea mexicana.
Sujo, codirigida por Fernanda Valadez y Astrid Rondero, recibió 13 nominaciones y ofrece una mirada íntima y profunda a la búsqueda de identidad de una joven que enfrenta los retos de la migración y la pertenencia. Valadez y Rondero despliegan un estilo cinematográfico sensible, que combina la narrativa íntima con un fuerte compromiso social.
La película se mueve entre el drama personal y la denuncia de condiciones sociales, logrando un equilibrio entre emoción y reflexión, mientras invita al espectador a contemplar los dilemas humanos y la construcción de la identidad frente a contextos adversos.
Corina, de Úrsula Barba Hopfner, con 9 nominaciones, centra su historia en las complejidades de las relaciones humanas y la búsqueda de la verdad en la interacción entre sus personajes. Hopfner demuestra un manejo refinado de la introspección dramática y una capacidad notable para capturar la esencia de cada individuo, explorando cómo los deseos, miedos y secretos moldean las decisiones y la convivencia. Su dirección, delicada y precisa, pone en primer plano la psicología de los personajes y transforma la narrativa en un examen de la condición humana contemporánea.
Finalmente, Un actor malo, que obtuvo 5 nominaciones, se destaca por su reflexión sobre la identidad, la percepción pública y los conflictos entre la vida personal y la fama. La película combina elementos de comedia y drama con un estilo original y arriesgado, mostrando cómo la construcción de la imagen propia y la exposición ante los demás pueden convertirse en territorio de exploración artística y social. Su dirección, creativa y audaz, logra mantener la tensión entre humor, ironía y crítica, permitiendo al espectador identificarse con los dilemas del protagonista y reflexionar sobre el espectáculo de la vida pública.
El conjunto de estas películas refleja la diversidad y riqueza del cine mexicano contemporáneo. Cada una de ellas ofrece una perspectiva única sobre temas universales como la identidad, el poder, la migración y las relaciones humanas, evidenciando la capacidad del cine nacional para dialogar con su contexto histórico y social. La crítica y la audiencia han reconocido que, más allá de la técnica y la narrativa, estas producciones invitan a la reflexión y al cuestionamiento, ofreciendo miradas que son tanto íntimas como colectivas, particulares y universales.
Los nominados a los Premios Ariel ponen de manifiesto la evolución y el dinamismo de la industria mexicana. Las películas y sus directores son la muestra de que el cine mexicano continúa siendo un espacio de innovación, reflexión y expresión artística que resuena dentro y fuera del país, consolidando su relevancia en el panorama global.
CULTURA
México celebra el Día Nacional del Charro: tradición, deporte y orgullo patrio

– Por Redacción Conciencia Pública
Cada 14 de septiembre México rinde homenaje a una de sus tradiciones más representativas: la charrería.
El Día Nacional del Charro fue instaurado en 1934 como una manera de reconocer al charro como figura central de la identidad mexicana y al mismo tiempo consolidar este deporte ecuestre como una práctica cultural de enorme arraigo.
Esta celebración se vive en todo el país, desde los lienzos charros hasta las plazas públicas, con un ambiente que enlaza historia, destreza y orgullo patrio.
En redes sociales, la fecha adquiere una fuerza particular. Hashtags como #DíaDelCharro y #DíaNacionalDelCharro agrupan miles de publicaciones en X, Facebook, TikTok e Instagram.
Usuarios comparten fotos de trajes bordados, sombreros de ala ancha, montas de caballos y suertes espectaculares como manganas, coleaderos o el paso de la muerte.
También abundan los mensajes de autoridades, artistas y asociaciones que felicitan a los charros y escaramuzas, exaltando el valor de mantener vivas las costumbres.
La Federación Mexicana de Charrería y la Asociación Nacional de Charros son protagonistas en la promoción de actividades conmemorativas.
Desde sus cuentas oficiales en internet se difunden la agenda de charreadas, congresos y campeonatos que se desarrollan en distintos estados del país.
Las escaramuzas, grupos femeninos que ejecutan rutinas a caballo con precisión y estética, se han vuelto además un símbolo de inclusión y disciplina dentro de esta disciplina reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial desde 2016.
En municipios y capitales estatales (Guadalajara no es la excepción), el Día del Charro se acompaña de desfiles, exhibiciones y actos solemnes. No faltarán hoy los honores a la bandera ni los espectáculos ecuestres que refuerzan el vínculo entre tradición y mexicanidad.
La fecha, además, se sitúa estratégicamente en la antesala de las Fiestas Patrias, lo que le otorga un carácter doblemente simbólico: recordar el legado charro y enmarcar la conmemoración de la Independencia.
En la esfera digital, las publicaciones destacan tanto la herencia familiar como la profesionalización del deporte.
Muchos jóvenes charros y escaramuzas utilizan hoy en día redes TikTok e Instagram para mostrar rutinas, vestimentas y entrenamientos, contribuyendo a que nuevas generaciones se acerquen a la charrería.
Esa combinación entre tradición e innovación ha hecho que la conversación en línea sea particularmente activa, alcanzando públicos que van más allá de los asistentes habituales a los lienzos.
Así, el Día Nacional del Charro se mantiene como una de las celebraciones más singulares del calendario mexicano: una fusión de historia, arte ecuestre y pasión comunitaria.
La charrería no solo sigue viva, sino que se adapta a los tiempos modernos sin perder su esencia.
En cada suerte, en cada traje de gala y en cada caballo brioso, resuena el eco de una tradición que México reconoce como suya y que proyecta al mundo como parte de su identidad.