JALISCO
Día Internacional de la Mujer: ¡En pie de lucha!

Opinión, por Isabel Venegas //
En más de una ocasión he escuchado la idea de que la lucha de las mujeres ya no debería concebirse así, porque se confunde con la acepción de guerra. Ciertamente no se trata de entenderlo como el conflicto entre hombres y mujeres, sino como el enfrentamiento ante una serie de condicionamientos que el sistema estructural sigue teniendo para la mayoría de las mujeres.
La transformación del movimiento feminista ha representado grandes cuestionamientos a sí mismo que han derivado en su evolución, su diversificación y su implicación en muy diversos campos: las leyes, la empresa, la religión, la educación, la política, etc. pero aun así, sigue estando lejos de llegar al punto deseado de libertad e igualdad en el que ellas se sientan libres, seguras y plenas, en tanto que sigue haciendo falta fortalecer los vínculos de sana convivencia y armonía para toda la sociedad.
Hoy ya no es la discusión de las mujeres que necesitaban permiso especial para poder entrar a una universidad, o que preferían huir de sus comunidades en lugar de someterse a un matrimonio forzado (con sus asegunes en algunas zonas del país, todavía). Es verdad que la participación en espacios que implican la toma de decisiones se ha ido abriendo cada vez más, pero al mismo tiempo nuevos dispositivos de control y dominación han ido emergiendo, ya no de manera formal sino en el “currículum oculto”, en lo que sucede fuera de la normatividad pero que opera con una fuerza igual, sigilosa y velada, que confunde y que imposibilita la acción clara de la ley. Cientos y miles de casos siguen sin ser cobijados por la justicia, y una cifra escandalosa de mujeres sufre todo tipo de violencias sin que el sistema legal las proteja, a veces incluso, las re-victimiza de una manera feroz.
Para una mujer sigue siendo muy complicado identificarse como igual dentro de esquemas privilegiados para hombres, donde los puestos directivos y ejecutivos siguen formando parte de la red de quienes ostentan el poder con dinamismos enquistados en complicidades y lealtades mal entendidas.
Todavía hay quienes organizan reuniones en horarios y lugares que son “complicados” para las mujeres (juntas de madrugada o citas en un bar, por ejemplo). Un gran porcentaje de mujeres siguen siendo quienes se hacen responsables tanto de sus labores profesionales (por los cuales se les paga un sueldo), como de las tareas del hogar (administración, higiene, educación de los hijos, etc. en donde no se retribuye económicamente). Para muchas de ellas, el empoderamiento ha significado contraer más trabajo del que antes se tenía, y con ello los costos de un desgaste que suele cobrar factura en la salud mental y emocional.
Aunado a eso, la violencia contra las mujeres ha ido en aumento y tal parece que para muchas de ellas el término “lucha” sí se entiende como una guerra actual, como una disputa en la que no hay forma de salir sin entregar la vida misma. Historias desgarradoras donde el odio se ha ido magnificando y la descomposición social se ve reflejada en ataques todos los días, a todas horas, en todos los ámbitos sociales. Violencia económica, psicológica, física, política, agresiones en redes sociales, … A esto es a lo que hacemos frente, y por lo que las demandas de paz y respeto representan un clamor a todas voces.
La Organización de las Naciones Unidas, ONU Mujeres, hizo las siguientes recomendaciones tras haber elaborado su análisis regional atendiendo la crisis sanitaria y las preocupantes cifras de nuestro país:
1.- Poner a las mujeres y niñas al centro de la respuesta a la emergencia y en la construcción de una solución duradera, con perspectiva de género y tomando en consideración el interés superior de la infancia.
2. Fortalecer las medidas de prevención, atención y protección a las mujeres y niñas víctimas de violencia, como parte central de las acciones para hacer frente a la emergencia que enfrenta el país a causa de la propagación del COVID-19.
3. Reforzar las acciones de prevención e insistir en la necesidad de construir nuevas relaciones sociales y familiares más igualitarias, que incluyan masculinidades positivas.
4. Asegurar que la recolección de datos se haga con desagregación por sexo y con perspectiva de género para poder atender de manera más eficiente la problemática.
5. Incluir a las mujeres, movimientos de mujeres y organizaciones de la sociedad civil en la construcción de la respuesta frente a la crisis generada por el COVID-19.
Trabajar en cada uno de estos ejes representa la preocupación por recuperar la sana conveniencia tanto para hombres como para mujeres, para los jóvenes, los niños y las niñas. Entre todas y todos debemos activar mecanismos para reducir los niveles de violencia, priorizar la formación de lazos fraternos y sanos desde el núcleo familiar, y habilitar instrumentos suficientes para que las denuncias por agresiones sean cada vez menos, y atendidas con mayor seriedad.
Este 8 de marzo es para reconocer el enorme talento de las mujeres en el deporte, la política, mujeres líderes empresariales, activistas, educadoras, médicas, enfermeras, agricultoras, afanadoras; mujeres que han decidido salir en búsqueda de sus sueños, conseguir la materialización de sus ideas, mientras seguimos trabajando en apoyar a aquellas que se han quedado con la ilusión de reconvertir sus historias, pero que no han contado con las oportunidades suficientes ante una serie de carencias individuales y estructurales.
Que sea este el momento para un ejercicio de auténtica empatía entre unos y otros; a estas alturas ya hemos demostrado que las mujeres no somos más débiles, ni tampoco más honestas, no somos más lindas, ni tampoco somos más manipulables, somos tan productivas, brillantes, fuertes y frágiles como los hombres, pero así como ellos, con la capacidad de desarrollar talentos de acuerdo a cada historia y formación, es importante armonizar la individualidad y la colectividad. No todos los hombres tienen la competencia del liderazgo positivo, y no todos son capaces de subirse a un poste a reparar la electricidad; esto se trata de estar en la libertad de desarrollar nuestro máximo potencial, sin descuidar los lazos afectivos que a la larga son el fundamento de cualquier sociedad.
JALISCO
Bárbara se degrada a tormenta tropical, pero seguirá provocando lluvias en la costa del Pacífico

Por Redacción Conciencia Pública con información del SMN y NHC //
La tormenta Bárbara, que inicialmente se había convertido en el primer huracán de la temporada en el Pacífico mexicano, se degradó a tormenta tropical la noche del lunes, según reportó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
La noche de ayer el fenómeno se localizaba a 370 kilómetros al oeste de Manzanillo, con vientos sostenidos de 110 km/h, y se espera que se debilite aún más en los próximos días hasta convertirse en un remanente bajo para el miércoles.
La mañana del lunes, Bárbara había alcanzado la categoría 1 en la escala de huracanes, con vientos cercanos a los 120 km/h. El NHC también informó que la tormenta tropical Cosme avanza a unos 1.000 kilómetros de la península de Baja California con vientos sostenidos de 100 kilómetros por hora y con probabilidades de convertirse en huracán este lunes.
Se espera que ambos meteoros se mantengan lejos de la costa de México en su trayectoria por el Pacífico para empezar a perder fuerza a partir del martes.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que las bandas nubosas de Bárbara están provocando lluvias intensas en las costas de Jalisco, Colima y Michoacán. Esta situación es parte del patrón anual de ciclones que afectan al país entre mayo y noviembre, tanto en el litoral del Pacífico como en el Atlántico, debido a su ubicación geográfica.
En años recientes, México ha sido severamente impactado por huracanes. En octubre de 2023, Otis devastó el puerto de Acapulco como huracán categoría 5, dejando decenas de muertos y desaparecidos.
En septiembre de 2024, el huracán John golpeó dos veces la costa sur del Pacífico, con un saldo de al menos 15 fallecidos. Según expertos, el calentamiento global ha contribuido a que estas tormentas sean cada vez más impredecibles y violentas.
JALISCO
Los retos de Verónica Delgadillo y el futuro de Guadalajara

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
El pasado viernes, en un encuentro sin precedentes con directivos de medios y líderes de opinión, la alcaldesa de Guadalajara, Verónica Delgadillo, ofreció un vistazo crudo a los desafíos que enfrenta su administración, particularmente la crisis hídrica y la precariedad financiera municipal.
Este tercer diálogo abierto en ocho meses de gestión—un ejercicio de transparencia ausente en otros alcaldes tapatíos—permitió abordar temas clave con franqueza. En mi intervención le recordé su compromiso de campaña, destacado en el primer debate de Quiero TV en mayo del 2024, de renovar el 20% de los 2,500 kilómetros de tuberías de Guadalajara de manera gradual, minimizando afectaciones, ante la grave escasez de agua en la Zona Metropolitana. Su respuesta, aunque esperanzadora, revela las limitaciones estructurales que obstaculizan su cumplimiento.
Delgadillo reconoció la urgencia de reemplazar redes de agua de 80 a 100 años, algunas con asbesto y otras reducidas a canaletas obsoletas, un desafío que exige 76,000 millones de pesos para una renovación integral o 13,000 millones para un mantenimiento básico.
Con un presupuesto de 12,500 millones, la alcaldesa recurrió a la metáfora de Oye Bartola de Chava Flores—“ahí te dejo esos dos pesos para la renta, el teléfono y la luz”—para ilustrar cómo los recursos apenas cubren servicios básicos, salarios de 12,000 empleados y emergencias, dejando poco para infraestructura crítica. “No hay lana para todo”, admitió, apostando por una colaboración multidecenal con el Gobierno del Estado, que prometió 8,000 millones, y citando los 12,500 millones invertidos por la administración anterior, cuya efectividad se cuestiona al no percibir resultados visibles.
Esta dependencia externa pone en duda la viabilidad de su plan. La promesa de renovación hídrica, aunque ambiciosa, choca con la realidad fiscal heredada y la falta de autonomía municipal. Delgadillo denunció una injusticia redistributiva: Guadalajara atiende a tres millones de personas—1.385 millones registrados y una población flotante—con solo 48,000 hogares pagando impuestos, logrando un 95% de recaudación, superior a Zapopan (78%) y Tlaquepaque (45%).
Sin embargo, la eliminación del Ramo 33 y Fortaseg por el gobierno federal de López Obrador ha agravado la situación, forzándola a buscar apoyo vía la Asociación de Ciudades Capitales. Su llamado a “lana extra” para recibir visitantes nacionales e internacionales (Como los que generará el Mundial de Futbol) resalta la necesidad de un cambio sistémico, pero su estrategia depende excesivamente de voluntades externas.
El símil de Bartola no es solo humor; es una crítica implícita a un modelo donde Guadalajara, motor económico de occidente, queda desprotegida. La alcaldesa puede impulsar alianzas público-privadas con incentivos fiscales y cabildeo con el Estado y la Federación, pero sin una reforma fiscal local que amplíe la base tributaria o modernice el catastro, estas medidas podrían quedar en promesas. La inversión previa en redes hidráulicas de 12,500 millones de pesos, parece haber “pasado de noche”, sugiriendo ineficiencias o mala planeación que Delgadillo debe aclarar.
Su enfoque en transparencia ofrece esperanza. Anunció un plan anticorrupción para meses próximos, con digitalización de licencias, controles y la destitución de un funcionario por irregularidades, además de multas de 2,200 pesos desde agosto para la basura, con opción a servicio comunitario. “No es recaudatorio, queremos una ciudad limpia”, enfatizó, alineando sanciones con educación cívica.
Sin embargo, estas iniciativas, aunque valiosas, palidecen ante la magnitud del reto financiero. Sin recursos frescos, el riesgo es que proyectos como la red hídrica sigan “durmiendo el sueño de los justos”.
Comparativamente, la gestión de Delgadillo enfrenta un dilema clásico: gobernar requiere más que promesas de campaña. Mientras candidatos como ella pintan escenarios optimistas, la realidad administrativa revela un rompecabezas de prioridades y limitaciones. La canción de Bartola refleja esta tensión: con “dos pesos” simbólicos, ¿cómo equilibrar nómina, servicios y obra pública?
Su apuesta por el Estado y la Federación es lógica, pero insuficiente sin presión sostenida. La Asociación de Ciudades Capitales podría ser un aliado clave, exigiendo un esquema redistributivo justo, mientras la atracción de inversión privada—por ejemplo, para redes hidráulicas—podría aliviar la carga, aunque requiere incentivos claros.
El diagnóstico de Delgadillo es acertado: Guadalajara merece más recursos por su rol nodal. Sin embargo, su justificación depende demasiado de apoyos externos, dejando en segundo plano la necesidad de autonomía fiscal. Una modernización tributaria, combinada con auditorías rigurosas y proyectos autofinanciables como el “webping Guadalajara” para recargos, podría empoderar al municipio. De lo contrario, la ciudad quedará atrapada en un ciclo de insuficiencia, donde la visión de Delgadillo—honesta pero limitada—se diluirá ante la falta de “lana”. Este análisis invita a reflexionar: ¿es suficiente culpar al sistema, o debe la alcaldesa liderar una transformación interna para desbloquear el potencial de Guadalajara?
En conclusión, la alcaldesa enfrenta un desafío monumental que trasciende su gestión. Su compromiso con la transparencia y la colaboración estatal es un paso adelante, pero la solución exige un replanteamiento nacional. Sin autonomía financiera y recursos adecuados, los rezagos hídricos y urbanos persistirán, y la metáfora de Bartola seguirá resonando como un eco de promesas incumplidas. La pelota está en su cancha y en la de los gobiernos superiores: o se actúa con estrategia, o Guadalajara seguirá siendo un gigante económico con pies de barro.
ENTREVISTAS
Juan Pablo Colín: El PAN en Jalisco no hará alianzas con el gobierno de Pablo Lemus

Por Gabriel Ibarra Bourjac //
Para los próximos tres años, la visión de Juan Pablo Colín es transformar y convertir al Partido Acción Nacional en Jalisco en una opción rentable para el 2027, capaz de competir frente a un escenario dominado por Movimiento Ciudadano y Morena en un contexto político marcado por la polarización y los retos estructurales.
Algo tiene claro el nuevo presidente estatal del PAN: “No seremos aliados del gobierno, como lo fueron otros en el pasado. Nuestra responsabilidad es con los ciudadanos que nos votaron y con la historia del PAN en Jalisco, siendo una oposición dura, responsable y con propuestas”.
Con siete meses al frente, Colín ha enfocado su gestión en reconectar con la militancia y fortalecer la vinculación con la ciudadanía, apostando por un PAN que recupere su esencia como defensor de valores tradicionales y opción viable para el futuro político del estado. Su visión, centrada en la congruencia y la oposición responsable, busca posicionar al PAN como un contrapeso sólido frente a las dinámicas de poder actuales.
Desde su llegada al liderazgo en febrero de 2024, primero como interino y luego como presidente electo en noviembre, Colín ha trabajado en la reconstrucción interna del PAN, un partido que encontró con desafíos estructurales y de percepción ciudadana.
A pesar de estos obstáculos, destaca el ánimo renovado de la militancia, reflejado en los resultados electorales de 2024, donde el PAN recuperó distritos clave como el 8, el 10 y el 15 a nivel federal. Este impulso, según Colín, responde a una estrategia que combina la reestructuración de las bases, la modernización del partido y un discurso coherente que resuena con las demandas de los jaliscienses.
Para los próximos tres años, la visión de Colín es clara: transformar al PAN en una opción «rentable» para 2027, capaz de competir frente a un escenario dominado por Movimiento Ciudadano y Morena. Con un enfoque en la unidad interna, el fortalecimiento de estructuras y la defensa de valores como la familia, la vida y la seguridad, el PAN busca diferenciarse como una oposición firme pero propositiva.
En esta entrevista con Conciencia Pública, Colín detalla los ejes de su plan, los problemas que enfrenta Jalisco y su compromiso por recuperar la confianza de los ciudadanos, especialmente de los jóvenes, en un partido con 85 años de historia que se renueva para enfrentar los retos del presente.
HACIA LA RECONSTRUCCIÓN DEL PAN
Pregunta. ¿Cuántos meses llevas como presidente del PAN en Jalisco?
Respuesta. Desde febrero de 2024, primero como interino, y electo en noviembre. Son siete meses de trabajo intenso, reencontrándonos con la militancia tras un proceso electoral complejo en la Alianza y con candidaturas federales. Hemos procurado una reconstrucción cercana con los militantes, logrando buena sintonía, sin descuidar la vinculación con la ciudadanía, la sociedad civil organizada, el empresariado y otras organizaciones que han enriquecido nuestro trabajo.
Pregunta. ¿Cuál es tu visión como dirigente para el PAN en los próximos tres años?
Respuesta. La visión es clara: un PAN con enfoque ciudadano, despojado de las «cobijas» que lo han limitado, para ser una opción rentable para Jalisco y el país en 2027. Esto implica fortalecer la cercanía con la militancia, renovar estructuras, consolidar un discurso congruente y defender valores como la vida, la familia, la seguridad y una economía sólida. Queremos que los jaliscienses vean al PAN como el partido que cumple lo que promete, con una oposición responsable y propositiva.
Pregunta. ¿Cómo encontraste al PAN al asumir la presidencia?
Respuesta. Con dificultades estructurales y de percepción. Hay una generación que no conoce al PAN ni como oposición ni como gobierno, pero encontré un partido con mucho ánimo para la elección de 2024. Esto se reflejó en la recuperación de distritos clave como el 8, el 10 y el 15, y en la competitividad en otros como el 2. El PAN demostró ser la única oposición real frente a la 4T, lo que nos dio un impulso anímico y numérico.
FIN DE LAS ALIANZAS CON EL GOBIERNO DE MC
Pregunta. ¿Es el PAN oposición en Jalisco hoy?
Respuesta. Sí, y lo seguirá siendo. Antes, las alianzas con el gobierno y en el legislativo diluyeron esa postura, pero ahora, con Movimiento Ciudadano y Morena tejiendo acuerdos que benefician al Ejecutivo, el PAN se consolida como oposición. No seremos aliados del gobierno, como lo fueron otros en el pasado. Nuestra responsabilidad es con los ciudadanos que nos votaron y con la historia del PAN en Jalisco, siendo una oposición dura, responsable y con propuestas.
Pregunta. ¿Habrá alianzas legislativas en esta legislatura?
Respuesta. No las hay ni las habrá. Movimiento Ciudadano y Morena mantienen una dinámica de acuerdos en el Congreso que no compartimos. El PAN trabajará por Jalisco, pero siempre respetando nuestros valores y la dignidad de los jaliscienses. No hay espacio para alianzas legislativas ni electorales con un gobierno que se alía con Morena.
SER UNA OPOSICIÓN RESPONSABLE
Pregunta. ¿Cuáles son los principales ejes de tu plan para fortalecer el PAN de cara a 2024-2027?
Respuesta. Primero, renovar las estructuras con perfiles nuevos. Segundo, fortalecer la vinculación con la sociedad civil organizada. Tercero, ser una oposición responsable con propuestas. Estas tres líneas nos permiten llevar a las calles un PAN que se reconoce como buen opositor y como un partido humanista que sabe gobernar en beneficio de los ciudadanos. Queremos ser la única oposición real frente a la 4T, con una estrategia clara de reconexión ciudadana.
Pregunta. Hablas de un PAN renovado sin renunciar a sus valores humanistas. ¿Qué cambios propones para modernizarlo?
Respuesta. Además de adoptar herramientas tecnológicas, debemos entender que Jalisco ha cambiado social, cultural y tecnológicamente. No es el mismo estado que gobernamos antes. Hay una descomposición social y una normalización del crimen organizado que no podemos permitir. El PAN debe ser un bastión contra el autoritarismo de la 4T y un ejemplo de buen gobierno, defendiendo a las familias y combatiendo el estigma de la inseguridad.
REMARCA EL FIN DE LA ALIANZA CON MC
Pregunta. ¿No habrá alianza con el gobierno de Pablo Lemus?
Respuesta. No, debido a su cercanía con Morena, evidente en el Congreso. Las alianzas electorales y legislativas con Movimiento Ciudadano se acabaron. El PAN tiene un compromiso con los ciudadanos, no con el poder. Queremos ser una opción rentable para 2027, siendo congruentes y sin ceder ante el gobierno.
Pregunta. ¿Cuáles son los principales problemas de Jalisco y cómo los enfrenta el gobierno de Pablo Lemus?
Respuesta. Los problemas principales son la inseguridad, que genera un estigma y ahuyenta inversión, y la descomposición social. Económicamente, Jalisco no tiene el auge de antes por la falta de estado de derecho. Movimiento Ciudadano carece de identidad, adoptando posturas según la moda, sin una agenda sólida. Otros problemas son el transporte público, con más de mil camiones faltantes, y el abastecimiento de agua, con un SIAPA ineficiente y propuestas de aumentos de tarifas del 12% que castigan a los ciudadanos.
Pregunta. ¿Qué hacer con el SIAPA?
Respuesta. Reestructurarlo económicamente, auditarlo para identificar fugas financieras y de agua, y transparentar su gestión. El SIAPA no puede seguir siendo un bastión político. La deuda de más de 15 mil millones de pesos y la falta de calidad en el agua son problemas graves. El gobierno debe asumir su ineficiencia y no trasladar el costo a los ciudadanos.
DIÁLOGO CON EX GOBERNADORES
Pregunta. ¿Cómo está la unidad dentro del PAN, considerando el divisionismo del pasado?
Respuesta. Hoy tengo diálogo con los exgobernadores Alberto Cárdenas, Francisco Ramírez Acuña y Emilio González. La campaña de Ramírez Acuña al Senado fue un éxito. La unidad es fundamental para sobrevivir como opción ciudadana. Esta dirigencia ha reactivado a los panistas, poniendo al partido al servicio de los ciudadanos y en contra de un gobierno con el que no coincidimos. No segregamos a nadie; buscamos a todo el panismo para trabajar juntos.
Pregunta. ¿Qué estrategias impulsan para recuperar la confianza de los jóvenes?
Respuesta. Involucrar a los jóvenes en la acción política, llevándolos a las calles a escuchar a los ciudadanos, y renovar estructuras con perfiles jóvenes de 22 y 23 años. El PAN debe ser un partido moderno, sin estigmas, que promueva libertades y sea atractivo para las juventudes. Los jóvenes y las mujeres son clave para recuperar la esfera de gobierno.
Pregunta. Representas una nueva generación política. ¿Cuántos como tú han llegado al PAN?
Respuesta. Empecé en el PAN a los 21 años; hoy, a los 43, represento una generación que aprendió de ser gobierno y oposición. No disfrutamos las bondades del poder, pero enfrentamos gobiernos que buscan aplastarnos. Esta generación tiene la capacidad de llegar al gobierno con aprendizaje y responsabilidad histórica. Estamos captando a nuevas generaciones, yendo a universidades y espacios públicos, hablando su idioma y promoviendo una política humanista.
Pregunta. ¿Cómo se verá el PAN en año y medio, de cara al proceso electoral intermedio?
Respuesta. Sólido, con una estructura fuerte y candidaturas sólidas. Estamos trabajando desde ahora en acuerdos políticos y buscando líderes sociales congruentes con las necesidades de Jalisco. Seremos una oposición potente que se opone a decisiones contrarias a los ciudadanos y propone soluciones humanistas, consolidándonos como la opción real para 2027 y 2030.

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