Connect with us

JALISCO

Férrea lucha en GDL entre Chema y Verónica: La crisis del agua en Jalisco y sus repercusiones electorales

Publicado

el

Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //

En las áridas tierras de la política jalisciense, la batalla por el dominio electoral se despliega con una teatralidad tal que, nos encontramos, queridos lectores, ante un duelo no solo de candidatos, sino de ideologías y estrategias, en el cual Movimiento Ciudadano (MC) y la coalición liderada por Morena se enfrentan en una lucha sin cuartel por la supremacía en Guadalajara y el estado en su conjunto.

Guadalajara, la perla tapatía, se ha convertido en el escenario de un intenso drama electoral. José María «Chema» Martínez de la coalición Morena-PT-PVEM-Hagamos-Futuro, se postula con una delantera que, aunque modesta, es significativa. Según las encuestas más recientes de El Universal y CE Research, Martínez lidera con un 35%, sobre Verónica Delgadillo de MC, que le sigue con un 32%. Estas cifras no son solo números, son el palpitar de un electorado dividido y vibrante.

En la arena más amplia de la gubernatura, Pablo Lemus de MC lidera con un robusto 45.1%, mientras que Claudia Delgadillo de Morena le sigue con un 38.1%. Aquí, la batalla se intensifica, y cada punto porcentual es una trinchera en la guerra por el corazón de Jalisco.

Ahondando más en la sociología del electorado, nos encontramos con una clasificación digna de la pluma más aguda. Tenemos a los incondicionales, esos leales beneficiarios de programas sociales que ven en Morena la continuidad de su bienestar; los inconformes, esas clases medias desencantadas que claman por un cambio y encuentran en MC una voz; los estudiantes y jóvenes progresistas, esa juventud idealista que oscila entre la crítica y la esperanza; y los trabajadores precarios, esos olvidados por la fortuna y por políticas efectivas, cuyo voto es tan volátil como su día a día.

Cada uno de estos grupos representa una faceta del mosaico jalisciense, y cada uno es crucial en la definición del resultado electoral. Los programas sociales, que alcanzan a más de dos millones de jaliscienses, son la carta fuerte de Morena, mientras que MC confía en su capacidad de movilizar a las clases medias y altas, tradicionalmente su bastión.

Pero, señores, no olvidemos el escenario más grande en el que se desenvuelven estos actores: un estado acosado por la inseguridad y problemas sociales que requieren soluciones urgentes y efectivas. La inseguridad, ese fantasma que acecha en cada esquina, será sin duda un actor principal en esta trama, capaz de inclinar la balanza en un sentido u otro… Sin embargo…

La crisis del agua, el factor que complica más la elección

En el vasto y complejo escenario político de Jalisco, la crisis del agua se ha convertido en un tema central que podría definir el rumbo de las próximas elecciones al ser un tema que afecta a los cuatro grupos básicos del electorado antes mencionados. La gestión del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) ha sido objeto de severas críticas, y no es para menos. La calidad del agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara ha alcanzado niveles alarmantes, con reportes de agua turbia y contaminada que ponen en riesgo la salud de miles de ciudadanos.

La promesa de Pablo Lemus

Pablo Lemus, candidato a la gubernatura por Movimiento Ciudadano (MC), ha prometido una inversión de 23 mil 300 millones de pesos para garantizar el suministro de agua durante los próximos 30 años. Sin embargo, esta promesa se enfrenta a un escepticismo creciente entre los votantes, quienes han visto cómo las promesas de campañas anteriores se desvanecen en el aire, dejando tras de sí un rastro de desilusión y desconfianza.

La realidad en las colonias

En colonias como Arcos de Guadalupe y San Felipe, los habitantes han tenido que lidiar con agua de color chocolate que no es apta para el consumo ni para el uso diario. En la Colonia Rancho Blanco y Zona del Parián en Tlaquepaque las casas duran hasta más de una semana sin recibir el líquido, la situación ha obligado a muchas familias a incurrir en gastos adicionales para comprar agua potable, un lujo que no todos pueden permitirse. La indignación es palpable, y no es difícil imaginar que este descontento se reflejará en las urnas.

La respuesta de la oposición

Claudia Delgadillo, candidata de la coalición Morena-PT-PVEM, ha criticado duramente la gestión del agua por parte del gobierno actual y ha prometido sanear el agua en las colonias afectadas. Su propuesta incluye una mayor inversión en infraestructura y un enfoque en la recarga de acuíferos, una medida que busca garantizar la sustentabilidad hídrica a largo plazo. Delgadillo ha sabido capitalizar el descontento ciudadano, presentándose como la alternativa viable frente a un gobierno que, según ella, ha fallado en su deber más básico: proporcionar agua limpia y segura a sus ciudadanos.

La controversia en el Congreso

El problema del agua ha llegado hasta el Congreso, donde los legisladores de Morena han exigido explicaciones al titular del SIAPA, Carlos Enrique Torres Lugo, y al secretario de Gestión Integral del Agua, Jorge Gastón González. Sin embargo, los legisladores de Movimiento Ciudadano y del Partido Verde han defendido a los funcionarios, negándose a citarlos para que rindan cuentas. Esta defensa a ultranza ha sido vista por muchos como una muestra de complicidad y falta de transparencia, lo que ha exacerbado aún más la desconfianza pública.

La crisis del agua en Jalisco no es solo un problema de infraestructura; es un reflejo de la mala gestión política del actual gobierno y de la incapacidad de los líderes para responder a las necesidades más básicas de la población. En un contexto electoral, este tema se convierte en un arma de doble filo, capaz de inclinar la balanza a favor o en contra de los candidatos.

Los votantes, cansados de promesas incumplidas y de una gestión deficiente, buscarán en las próximas elecciones a aquellos líderes que no solo prometan, sino que demuestren con hechos su compromiso con el bienestar de la comunidad.

En este escenario, la pregunta no es solo quién ganará las elecciones, sino quién será capaz de devolver la confianza a un electorado que ha sido traicionado una y otra vez. La respuesta, como siempre, está en manos de los votantes, quienes tendrán la última palabra en las urnas.

Así pues, nuestro futuro como estado se escribe día con día en las calles, plazas y casillas de Jalisco, todos somos testigos, y quizá también, actores. La pregunta que flota en el aire, cargada de anticipación y temor, es clara: ¿Quién escribirá el próximo capítulo en la historia de Jalisco? Esperemos que la respuesta esté marcada por la prudencia y el deseo genuino de servir a la comunidad, y no solo por la sed de poder.

En X @DEPACHECOS

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.