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MUNDO

Huawuei desplaza a Apple y ya es el segundo mayor fabricante de celulares

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Por Raúl Cantú //

Es el segundo mayor fabricante de aparatos celulares del mundo, después de la empresa coreana Samsung y por delante de Apple. El gigante chino vendió durante el primer semestre del pasado año cerca de 95 millones de aparatos, un aumento del 30% anual y esperaba superar al término del 2018 los 180 millones de móviles.

Durante el primer trimestre del 2019 la empresa insignia china logró mantenerse como la segunda empresa proveedora de teléfonos inteligentes del mundo, antes de ser encuadrada en la lista negra de Estados Unidos, dentro de la guerra comercial que desató el Presidente Trump contra China.

Fue el pasado 15 de mayo cuando el gobierno de norteamericano estableció un veto contra la empresa asiática al acusar a la compañía de estar involucrada en actividades contrarias a la seguridad nacional.

La firma consultora Gartner señaló que Samsung ha mantenido este año su primer lugar en ventas mundiales de teléfonos inteligentes, con una participación de mercado de 19.2% en el primer trimestre de 2019, mientras que Huawei registró el mayor crecimiento anual al alcanzar el 15.7% entre las cinco principales del mundo, Samsung, Huawei, Apple y Oppo y Vivo.

El informe mostró que el gigante asiático vendió 58.4 millones de unidades de teléfonos inteligentes en el primer trimestre del 2019 con un crecimiento en todas las regiones y le fue mejor en dos de sus grandes mercados: Europa y China, en donde sus ventas de aparatos inteligentes aumentaron 69% y 33%, respectivamente. En su país de origen tiene una participación del mercado de celulares del 29.5%.

Huawei había desbancado a Apple del segundo mayor fabricante de smartphones del mundo detrás de Samsung. Entre los meses de abril y junio del 2018 Apple comercializó 41.3 millones de unidades, superando apenas con el 1% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, de acuerdo a datos que proporcionó la firma Counterpoint, en tanto Huawei disparó sus ventas de teléfonos celulares un 41% hasta los 54.2 millones de aparatos.

Huawei logró desbancar del segundo lugar a Apple gracias al éxito de sus teléfonos inteligentes en el segmento premium y capturando el segmento de nivel medio con su marca Honor”, precisó el director de Counterpoint Research, Tarun Pathak.

UNA EMPRESA ESPLÉNDIDA

Huawei fue fundada en 1988 por Ren Zhengfei al convertirse en una de las compañías más ricas de China. Ren es la 190º persona más rica de la República China.

Provee a 35 de los mayores operadores de telecomunicaciones del mundo e invierte cada año un 10% de sus ganancias en investigación y desarrollo.

Huawei cuenta con centros de investigación y desarrollo en Shenzhen, Shangái, Pekín, Nankín, Xi’an, Chengdu y Wuhan, además en Suecia, Estados Unidos, Ecuador, Irlanda, México, Colombia, India y Rusia.

Los ingresos de Huawei se situaron durante el 2018 por arriba de los 100 mil millones de dólares, 105 mil 191 millones. Su crecimiento en el mercado mundial ha sido impresionante, ya que tan sólo en 2011 las ventas de sus productos y tecnología alcanzaban los 32 mil millones de dólares. Su despegue ha sido fuerte en los últimos tres años, en 2015 fue de 60 mil millones, 2016 de 75 mil, 2017 alcanzó los 92 mil millones.

¿Qué significa la palabra china Huawei? El nombre de Huawei en los conocidos kanjis chinos son los dos primeros del nombre y en una primera instancia el kanji el cual en chino funciona como adjetivo y significa muy parecido a “espléndido” o “magnífico”, en tanto que el segundo ideograma el kanji significa “acción” o “logro” y si juntamos los dos ideogramas, el nombre de Huawei se podría traducir como un “logro espléndido” o un “acto magnífico” y los expertos señalan que teniendo en cuenta los avances de la tecnología, consideran que este nombre es el más apropiado para una compañía tan moderna.

Un poco de historia de esta gran compañía

Huawei Technologies Co. Ltd comenzó como una compañía especializada en el desarrollo, producción y ventas de productos PBX. Es decir, equipamiento para telecomunicaciones. 

Empezando desde abajo…

Pero no podemos negar que empezó de abajo. Distribuyendo productos PBX importados, comenzó el desarrollo de esta importante empresa. Posteriormente comenzó su propia producción y venta de PBX. Acumulando conocimientos y recursos a través de pruebas e intentos, Huawei realizó un avance en el mercado en 1993.

Desde ese momento, en donde lanzó su switch digital telefónico, todas las compañías de telecomunicaciones domésticas chinas cayeron rendidas ante Huawei. Debido a que nunca antes ninguna había podido generar tal capacidad de circuitos. Si bien empezó la instalación en pequeñas áreas rurales y pueblos alejados, se fue convirtiendo en una de las empresas más grandes de mundo.

Al final de cumbre del G20 Trump y Xi Jinping acuerdan reanudar negociaciones 

La tensiones comerciales entre EEUU y China agudizadas en los últimos meses, tienden a relajarse, con el anuncio del Presidente Donald Trump que se volverá a permitir a la empresa china Huawei hacer negocios con compañías norteamericanas.

El Presidente de EEUU hizo el anuncio en el marco de la cumbre del G20 en Osaka, durante una conferencia tras una reunión con el presidente chino, Xi Jinping, el sábado 29 de junio.

Enviamos y vendemos a Huawei una gran cantidad de productos que acaban formando parte de muchas de las cosas que [Huawei] fabrica. Y yo he dicho que eso está bien. Vamos a seguir vendiéndoles estos productos», ha dicho el presidente estadounidense.

No obstante, Trump ha matizado que «estamos hablando de dispositivos que no representan un gran problema de seguridad nacional«, por lo que las palabras del presidente norteamericano no dejan claro hasta qué punto esta tregua comercial será un respiro para Huawei, publica Bloomberg. De hecho, Trump no ha querido matizar si el Departamento de Comercio de Estados Unidos eliminará o no a Huawei de su lista negra de entidades y se ha limitado a subrayar que el futuro de la compañía no se decidiría hasta el final de las negociaciones comerciales entre ambas potencias.

Lo que he dicho es que está bien. Que seguiremos vendiendo esos productos. Las empresas que los fabrican son estadounidenses. Y es [un proceso] muy complejo, por cierto», ha añadido Trump.

El mandatario también ha anunciado ante la prensa que, «por ahora», no se volverán a subir los aranceles a los productos del gigante asiático.

El bloqueo comercial iba a entrar en vigor el 19 de agosto tras conceder una prórroga al gigante asiático y entre acusaciones de espionaje. A partir de ese día, los terminales de Huawei no se podrían fabricar con los diseños de los microprocesadores de ARM, con las tarjetas microSD, ni con componentes formados por empresas estadounidenses como Broadcom, Micron o Intel. La medida más sonada fue la prohibición de permitir a Huawei impulsar las futuras redes 5G en Estados Unidos.

 

Descarta Trump suprimir aranceles a China

Osaka, Japón (Sputnik Noticias)

Estados Unidos no suprimirá los aranceles ya impuestos a las exportaciones chinas pero tampoco los ampliará a los productos del país asiático valorados en 350.000 millones de dólares, anunció el presidente Donal Trump.

Continuaremos las negociaciones y he prometido que por el momento no suprimiremos los aranceles respecto a China y tampoco aplicaremos aranceles adicionales a las mercancías por valor de 350.000 millones de dólares», dijo desde Osaka donde asistió a la cumbre del G20 y se reunió con el presidente chino, Xi Jinping”.

La agencia Xinhua adelantó previamente que Xi y Trump acordar reanudar las negociaciones comerciales y que el líder estadounidense prometió no imponer nuevos aranceles a los productos chinos.

EEUU y China —primera y segunda economías del mundo, respectivamente— se enfrascaron en una guerra comercial después de que el presidente Trump anunciara en junio de 2018 la imposición de aranceles a productos chinos con el fin de reducir el déficit comercial.

Ambos países se han impuesto desde entonces varias baterías de aranceles recíprocos, la más reciente, a principios de este mes.

Rusia, china y la Trampa de Tucídides”

Publicado por Editoria en Capa

Al mismo tiempo que profundizan su alianza estratégica de facto, Rusia y China están empeñadas en subrayar que la propuesta de un nuevo paradigma cooperativo para el orden mundial, aunque sea opuesta a las pretensiones hegemónicas de Estados Unidos, no representa ningún intento de ocupar su lugar como el hegemón de siempre, la conocida “trampa de Tucídides.”

La expresión ha sido usada para catalogar la opción por la guerra de una potencia hegemónica que se siente amenazada por el ascenso de otra, como ocurrió con Esparta ante el poderío creciente de Atenas en la Guerra del Peloponeso del siglo V a.c.

Lo cierto es que el mundo actual no tiene un nuevo hegemón al estilo estadounidense del periodo posterior a la Guerra Fría, a pesar de los temores de algunos sobre el inevitable ascenso de China a la condición de mayor potencia económica del mundo. La cuestión es que buena parte de las élites dirigentes de Estados Unidos sencillamente no acepta el ascenso de los que juzga de potencias “revisionistas,” término utilizado en la última edición de la “Estrategia de Seguridad Nacional” para referirse a China y a Rusia.

Por su lado, Pequín y Moscú están activos para consolidar el nuevo eje euroasiático a la manera de un centro de irradiación del escenario de cooperación; así en las últimas semanas se han realizado una sucesión de eventos donde ha participado la más alta jerarquía de sus líderes.

1)Visita del Estado del Presidente chino, Xi Jinping, a Rusia, del 5 al 7 de junio, para su octava reunión cumbre con Vladimir Putin en Moscú y participar como invitado estrella del vigésimo tercer Foro Económico de San Petersburgo .

2) Reunión cumbre de la Organización de Cooperación de Shangái (SCO), en Bishkek, Kirguistán, los días 13 y 14 de junio. Entre otros tópicos, la declaración final reafirmó el compromiso de la entidad con una solución pacífica de los conflictos de Siria y de Afganistán y el mantenimiento del acuerdo nuclear con Irán. Al mismo tiempo, Putin y Xi se reunieron con el recientemente reelecto premier indio, Narendra Modi, y acordaron una nueva reunión en el formato “RIC”, durante la reunión cumbre del G-20, en Osaka, Japón, los días 28 y 29 de junio.

3) Las Conferencias Primakov de 2019 realizadas en Moscú el 11 de junio, tuvo como tema “El retorno a la confrontación: ¿Existen opciones?” El canciller Serguei Lavrov hablando ante diplomáticos, especialistas y políticos de 30 países, reveló una propuesta rusa dirigida a los Estados Unidos: “Es de importancia primordial que Rusia y Estados Unidos calmen al resto del mundo con una declaración conjunta del más alto nivel en el sentido de que no puede haber victoria en una guerra nuclear y, por consiguiente, ella es inaceptable e inadmisible. Nuestra propuesta está siendo considerada por el lado estadounidense”.

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El nacionalismo de Donald Trump: ¿Una solución o un riesgo?

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Opinión, por Samantha Contreras Guerrero //

La victoria de Donald Trump, basada en un mensaje de fuerte nacionalismo, marca un cambio que impactará tanto a Estados Unidos como al resto del mundo. Sus promesas de traer empleos de vuelta y proteger la economía estadounidense responden al descontento de muchos de sus votantes.

Su idea de “América Primero” busca hacer que Estados Unidos sea más independiente y fuerte, pero en un mundo tan conectado, esta visión enfrenta muchos retos y posibles problemas.

Para los estadounidenses, en un mercado donde casi todo se produce a través de cadenas internacionales, enfocarse en lo nacional podría hacer que los precios aumenten y haya menos opciones para los consumidores. Este tipo de enfoque proteccionista no solo implica costos altos para las empresas, sino que podría dar una falsa idea de seguridad económica, ya que el crecimiento estaría limitado solo al mercado interno, dejando de lado oportunidades con otros países.

En el ámbito internacional, el enfoque nacionalista de Estados Unidos genera preocupación entre sus aliados. Países como México, que dependen en gran medida del comercio y la inversión estadounidense, ven en riesgo la posibilidad de mantener relaciones estables e igualitarias.

El decremento en sectores como el nearshoring —donde América Latina ha visto una oportunidad de crecimiento— podrían ser afectados con este tipo de políticas. Además, al alejarse de acuerdos internacionales, Estados Unidos podría debilitar el sistema de cooperación global, necesario para enfrentar problemas complejos como el conflicto en Oriente Medio o la crisis climática.

La gran pregunta es si este regreso al proteccionismo es una solución real a los problemas económicos actuales. La inflación y la desigualdad están en aumento en todo el mundo, y Estados Unidos no es la excepción. En lugar de cerrarse, podría beneficiarse de una política que tome en cuenta las necesidades de todos sus sectores, buscando reducir las diferencias internas como la acumulación de riquezas, sin renunciar a los beneficios del comercio global.

El nacionalismo de Trump es una reacción a los problemas de un sistema económico que ha dejado atrás a muchas personas en Estados Unidos. Sin embargo, en un mundo hiperconectado, el aislamiento no puede evitar generar preocupación. Aunque la intención de proteger a los ciudadanos es válida, esta ideología corre el riesgo de afectar a largo plazo a aquellos mismos sectores que busca ayudar, reduciendo la capacidad de Estados Unidos para influir y crecer en la economía global.

E-mail: samcg2002@gmail.com

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MUNDO

Querámoslo o no, Donald Trump ha vuelto

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Desde los campos del poder, por Benjamín Mora Gómez //

Lo recuerdo, era mi cumpleaños 20 y también domingo, y corría el año de 1973, y mi padre me regalaba “El Gran Gatsby”, la muy apasionante novela de F. Scott Fitzgerald, dos de sus ejes contenidos me cautivaron: La alienación y el impulso de Jay Gatsby por sentirse aceptado por una alta sociedad segregante, aun y a pesar de ser inmensamente rico, realidad que quizá se expresa más claramente en una frase de la obra: “La vida es una lucha de apariencias, una lucha de lograr y de tener más de lo que uno merece”.

Donald Trump es un claro ejemplo, muy actual y presente en el mundo, de la fuerza del impulso de tenerlo todo: Poder económico y poder político. Donal Trump está entre los hombres más ricos de Estados Unidos, y fue el 45º y será el 47º presidente de aquella nación.

Donald, quien perdió en 2020 ante Joe Biden al buscar reelegirse como presidente de Estados Unidos, cuatro años después descarriló a Biden en su también anhelada reelección, obligándolo a abandonar la carrera presidencial, y derrotó ampliamente a Kamala Harris, la relevo en el Partido Demócrata.

Donald Trump ha vuelto al poder más fuerte de lo jamás imaginado para cumplir con sus planes de preeminencia y grandeza norteamericana e imponer su visión conservadora de Estados Unidos ante sí mismo y ante el mundo. Trump es un hombre transparente; jamás deja nada a la imaginación y dudas de sus seguidores y detractores. Así, por ejemplo, para él, la Teoría de Género tiene los días contados en EEUU y sus promotores sabrán que tienen ante sí a su peor pesadilla.

El presidente Donald Trump, a partir del 20 de enero próximo, actuará con todo el poder para poner orden en su frontera con México en dos temas fundamentales, las acciones de los cárteles de la droga, declarándolos terroristas, y el tráfico humano, ambos vistos como gravísimas omisiones del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Marco Rubio, próximo secretario de Estado norteamericano, lo ha acusado públicamente, y nos lo recordará todos los días. Rubio es de palabra dura y mano aún más dura. Para Trump y Rubio los narcotraficantes son terroristas y los perseguirá con toda la fuerza del Estado norteamericano.

La esperanza nunca debería sustentarse en la venganza. No entiendo a quiénes cifran la satisfacción de su venganza hacia López Obrador en Marco Rubio. Sea cual fuere el resultado de la dureza del nuevo secretario de Estado norteamericano, es mi deseo que México vuelva, de mutuo propio, al orden y la paz, y que el gobierno y el congreso mexicanos no nos convoquen a rasgarnos las vestiduras ante las exigencias norteamericanas. Son justas.

En México, muchos de quienes estaban a favor de Kamala Harris, hoy se muestran muy a favor de Donald Trump. Su nacionalismo se mantiene muy firme; sin embargo, aceptan que ya es tiempo de poner en orden las cosas en México pues el estado mexicano, sin duda, está doblegado y resquebrajado ante los cárteles de la droga. Claudia Sheinbaum no ha demostrado estar dispuesta a cumplir a cabalidad con su mandato presidencial en materia de seguridad a pesar de los buenos oficios de Omar García Harfuch pues, peor, no desea tomar el mando que aun detenta López Obrador.

Sheinbaum deberá entender que solo tiene de dos sopas, o se arma de valor ante los cárteles y los traficantes de gente y los combate con toda la fuerza del Estado mexicano, o los gringos cumplirán con esa su obligación constitucional, interviniendo aun en nuestro territorio. Que de nada le valdrán las bravatas de Marcelo Ebrard en materia económica ante los gobiernos norteamericano y canadiense.

Que esto nos es pleito entre escolapios en donde uno echará al otro a su padre que es bombero y lo mojará con su manguera, y el otro a su padre que es policía y lo llevará a la cárcel. Que en cosas de gobierno se actúa conforme a la ley y se cumple con los tratados internacionales. Que Naciones Unidas tiene un centro en contra del terrorismo que a México obliga.

Un adelanto de la presión internacional que el gobierno de México enfrentará en los años próximos ya lo recibimos en esta semana. La calificadora Moody’s cambió de estable a negativa la perspectiva económica de México por el debilitamiento de nuestro Estado de derecho por la reforma judicial y el deteriorado entorno institucional gubernamental, el esperado aumento en el costo de la deuda internacional de México y la mayor rigidez del gasto público, que podrían socavar nuestros resultados fiscales y económicos.

Tanto Moody’s, como los principales analistas de los futuros económicos en el mundo, coinciden en calificar como de muy alto riesgo la reciente reforma aprobada por Morena, PT y Verde al Poder Judicial. Sheinbaum, obedeciendo a López Obrador, ha decidido alterar los controles y equilibrios del poder político y económico en México, y eso se le, se nos, cobrará muy caro.

Quiero invitarte a pensar en que Trump no está para salvarnos, ni Rubio para vengarnos. Ellos tienen sus tareas más allá del Rio Bravo. De este lado, todo depende de nosotros. Vamos, ni Sheinbaum hará nada para salvarnos; a ella solo le interesa obedecer a López.

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MUNDO

En riesgo la hegemonía estadounidense: El retorno de Donald Trump; retos económicos y sociales

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Actualidad, por Alberto Gómez R. //

En los últimos cuatro años, la economía y la cohesión social de Estados Unidos han enfrentado un deterioro significativo, marcando uno de los periodos más complicados en su historia reciente.

La administración de Joe Biden, aunque intentó implementar políticas para estimular la recuperación tras la pandemia de COVID-19, dejó profundas brechas económicas y sociales que ahora desafían al presidente electo Donald Trump. Con un escenario global en transformación y un entorno interno polarizado, Estados Unidos se encuentra en un momento crítico de redefinición de su papel como potencia mundial.

LA ECONOMÍA BAJO LA ADMINISTRACIÓN DE BIDEN

La inflación se convirtió en uno de los mayores retos durante la administración Biden. La epidemia de Covid-19 dejó tras de sí trastornos económicos; en junio de 2022, la inflación alcanzó un pico histórico del 9.1%, las tasas más altas que los estadounidenses han experimentado en 40 años, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) lo que, por supuesto, en la práctica suponía un recorte salarial. La explosión del gasto militar para apoyar las guerras en Ucrania y Gaza también ha alimentado la inflación.

Como resultado, el nivel de vida de las y los trabajadores estadounidenses ha disminuido bajo la administración Biden, mientras que el auge del mercado de valores ha ayudado a las y los estadounidenses más ricos a hacerlo bastante bien. Este fenómeno, impulsado por interrupciones en las cadenas de suministro globales, estímulos fiscales masivos y el aumento de los precios de la energía, erosionó el poder adquisitivo de las familias estadounidenses. Aunque las medidas de la Reserva Federal lograron reducir la inflación a un 3.7% al cierre de 2024, esta cifra seguía por encima del objetivo del 2%, lo que refleja un entorno económico aún frágil.

El aumento del costo de vida se manifestó en productos esenciales. Según la Administración de Información Energética (EIA), el precio promedio de la gasolina aumentó un 40% entre 2020 y 2024. Asimismo, los alimentos básicos experimentaron un incremento promedio del 25%, afectando especialmente a las familias de ingresos medios y bajos. Esta situación exacerbó la desigualdad, ya que los salarios reales apenas crecieron un 3% durante el mismo periodo, según el Economic Policy Institute.

DÉFICIT FISCAL Y DEUDA PÚBLICA

El déficit fiscal alcanzó los $1.7 billones en 2024, mientras que la deuda pública superó los $36 billones, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), un incremento alarmante respecto a los $27 billones reportados al inicio de la administración Biden. Este nivel de endeudamiento, alimentado por programas de estímulo económico y políticas de infraestructura, limita la capacidad del gobierno para responder a futuras crisis económicas. Además, el creciente costo del servicio de la deuda, derivado del aumento de las tasas de interés, se ha convertido en una carga significativa para el presupuesto federal.

La brecha económica continuó ampliándose durante la administración Biden. El 1% más rico de la población concentró el 38% de la riqueza total en 2023, mientras que los sectores más vulnerables enfrentaron mayores dificultades para acceder a empleos estables, y apenas aumentaron un 4% en términos reales, según un informe de la Oficina del Censo. Según el Departamento de Trabajo, el empleo precario representó el 30% de los nuevos puestos creados entre 2020 y 2024, con un aumento notable en los contratos temporales y trabajos a tiempo parcial. Esto ha exacerbado la pobreza en comunidades vulnerables, con un índice de pobreza que aumentó del 11.4% en 2020 al 14.7% en 2024.

En 2016, Hillary Clinton demostró su desprecio por los partidarios de Trump, entonces abrumadoramente blancos, etiquetándolos como “los deplorables”, en lugar de tratar de reconocer la fuente de su ira: la gran desigualdad en el statu quo económico. Ocho años después, con un apoyo a Trump mayor en prácticamente todos los grupos demográficos, es imposible ignorar la desesperación económica que alejó del Partido Demócrata a las y los electores, cuando Biden seguía presumiendo de que la economía estadounidense durante su mandato es “la más fuerte del mundo”.

FACTORES SOCIALES: POLARIZACIÓN Y RADICALIZACIÓN

La polarización política se ha intensificado, dando lugar a movimientos separatistas que, aunque minoritarios, representan una amenaza para la unidad del país. Uno de los fenómenos más alarmantes es el resurgimiento de movimientos secesionistas en estados como Texas y California.

Líderes locales y organizaciones políticas han planteado referendos para separarse de la unión federal, alegando incompatibilidades políticas y económicas. Aunque estos movimientos no tienen un apoyo mayoritario, su existencia refleja una fragmentación preocupante en la unidad nacional. Grupos como «Texit», que abogan por la independencia de Texas, han ganado tracción en sectores conservadores descontentos con las políticas federales. Estas iniciativas reflejan el creciente desencanto con el sistema político.

La radicalización ideológica también se ha intensificado. Los crímenes de odio aumentaron un 18% entre 2020 y 2024, según el FBI, afectando principalmente a comunidades afroamericanas, asiáticas, judías y musulmanas. Este aumento está vinculado al resurgimiento de grupos extremistas y al uso de las redes sociales como plataformas para propagar discursos de odio.

RETOS ECONÓMICOS Y SOCIALES

Con la reelección de Donald Trump, Estados Unidos se adentra en un periodo de grandes desafíos. Su promesa de «recuperar la grandeza estadounidense» enfrenta múltiples obstáculos, tanto internos como externos.

Trump ha anunciado un ambicioso plan para reindustrializar Estados Unidos y reducir la dependencia de las cadenas de suministro globales. Sin embargo, implementar esta estrategia requerirá superar barreras como la resistencia de aliados comerciales y la necesidad de inversiones masivas en infraestructura. También deberá manejar las tensiones con China, el principal socio comercial de Estados Unidos, en un momento en que las relaciones bilaterales están en su punto más bajo en décadas.

El presidente electo ha prometido recortes de impuestos para estimular el crecimiento económico, pero esta medida podría agravar el déficit fiscal si no se acompaña de reducciones en el gasto público. Además, la capacidad de implementar estas políticas dependerá de su habilidad para negociar con un Congreso dividido, donde los demócratas probablemente resistirán cualquier iniciativa que reduzca programas sociales.

El enfoque de Trump en políticas ultraderechistas, incluida la restricción de la inmigración y la eliminación de regulaciones ambientales, podría generar más divisiones. Aunque estas medidas cuentan con el apoyo de su base electoral, enfrentan la oposición de sectores progresistas y moderados, lo que podría derivar en mayores tensiones sociales.

EL FIN DE LA HEGEMONÍA ESTADOUNIDENSE

El bloque BRICS+ ha emergido como un desafío significativo para la hegemonía estadounidense. Con la inclusión de nuevos miembros como Arabia Saudita, este grupo busca crear un sistema financiero alternativo que reduzca la dependencia del dólar. Según el Banco Mundial, el comercio intrabloque creció un 15% anual durante los últimos cuatro años, fortaleciendo su influencia económica y política.

El dólar, pilar del sistema financiero internacional, está perdiendo su posición dominante. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la proporción de reservas globales en dólares cayó del 61% en 2020 al 55% en 2024. Este descenso refleja una creciente diversificación hacia monedas como el yuan chino y el euro, impulsada por iniciativas del BRICS+ y otros bloques emergentes.

En el ámbito militar y geopolítico, Estados Unidos enfrenta el ascenso de China como potencia dominante en el Pacífico y la reactivación de Rusia en Europa del Este. Además, la influencia de potencias regionales como Irán y Arabia Saudita en el Medio Oriente limita la capacidad de Estados Unidos para mantener su dominio en esta región estratégica.

El futuro socioeconómico de Estados Unidos dependerá en gran medida de la capacidad de la administración Trump para manejar una economía debilitada, una deuda insostenible y una sociedad fracturada. La reconciliación política y la creación de un camino inclusivo para el desarrollo serán cruciales para evitar una crisis prolongada.

Aunque Trump tiene un historial de promover el crecimiento económico, los riesgos asociados con su estilo confrontacional y sus políticas divisivas no pueden ser ignorados. El equilibrio entre reformar el status quo y evitar una mayor radicalización será la prueba definitiva para su liderazgo.

Estados Unidos enfrenta uno de los periodos más complejos de su historia contemporánea. La administración Biden dejó un legado de desafíos económicos y sociales que el presidente electo Donald Trump deberá abordar en un contexto de polarización interna y competencia internacional.

El éxito o fracaso de las políticas de Trump determinará no solo el rumbo de Estados Unidos, sino también el equilibrio de poder en el mundo. Sin embargo, para superar estos retos, será necesario un liderazgo que trascienda la retórica divisiva y busque soluciones inclusivas y sostenibles. En un mundo cada vez más multipolar, el destino de Estados Unidos dependerá de su capacidad para adaptarse a las nuevas realidades globales sin perder de vista los principios democráticos y la cohesión interna que alguna vez lo definieron como nación.

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