NACIONALES
La relación con el desarrollo social: El emprendimiento, un asunto público que nos debe ocupar

A título personal, por Armando Morquecho Camacho //
En una sociedad como la nuestra, en la que se ha empoderado tanto la idea del credencialismo, así como el ideal meritocrático, el desarrollo y crecimiento tanto profesional como económico se han convertido en un reto que trasciende más allá de lo personal, especialmente para nosotros los jóvenes que vivimos sumergidos en una cacofonía orquestada por las redes sociales repletas de influencers que parecen tener su propia fórmula para el éxito, la riqueza, el bienestar y la paz mental.
De esta manera, lo que debería de ser una carrera emocionante, se ha convertido en uno de los recorridos más tenebrosos para muchos, uno repleto de ansiedad, de temor, de crisis, y en algunos casos de soledad, lo cual es un verdadero contrasentido a la idea misma del emprendimiento y de la prosperidad económica.
El emprendimiento se refiere al proceso de crear, desarrollar y gestionar un nuevo proyecto, idea o empresa con el objetivo de generar valor, innovar y asumir riesgos para obtener beneficios económicos, de esta manera, podemos decir que los emprendedores son personas que identifican oportunidades, toman la iniciativa y están dispuestos a asumir desafíos para materializar sus ideas.
No obstante, no podemos perder de vista la relación entre emprendimiento y bienestar social y colectivo es significativa, principalmente porque el emprendimiento no es solamente una herramienta para generar valor respecto a una idea de negocio, el emprendimiento también contribuye al bienestar colectivo de un sinfín de formas tales como la Generación de Empleo, Innovación, Desarrollo Económico, Empoderamiento Comunitario, Solución de Problemas Sociales, Diversificación Económica.
Sin embargo, algo ha estado sucediendo en nuestro país en los últimos años ya que el emprendimiento ha dejado de ser un proyecto, y se ha convertido en un simple anhelo que ciertamente, no está al acceso de todos.
Las pymes (pequeñas y medianas empresas) aunque son una parte medular de nuestra economía al representar un 99% del sector privado del país generando el 78% de los empleos formales, no obstante, el 33% de este tipo de negocios fracasan en su primer año, y solamente el 35% sobrevive pasados los 5 años de operaciones, cifras que no solamente son altamente preocupantes para un país cuyo motor económico depende principalmente de esta industria, sino que también nos reflejan lo puntualizado en líneas anteriores: el emprendimiento es un anhelo y una realidad efímera para muchos.
Aunado a esto, de acuerdo con un comunicado del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía, entre mayo del 2019 y junio del 2021, nacieron en nuestro país, 1,200,000 pequeñas y medianas empresas, mientras que 1,600,000 cerraron sus puertas para siempre.
De igual forma, el Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial muestra que 75% de las micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas bajan sus cortinas de forma definitiva antes de cumplir dos años, y además, el 80% de este sector, no llega a cumplir 5 años en funcionamiento mientras que el 90% fracasa antes de los 10 años de operaciones.
Si lo ponemos en números desglosados, de ese 1,200,000 de empresas que nacieron entre el 2019 y 2021, solo existirán 120,000 para el 2031.
En esa tesitura, tenemos que la esperanza de vida promedio de las pymes en México es de unos 7 años, número que puede aumentar o disminuir cuando echamos un vistazo sobre cada uno de los sectores.
Ahora bien, probablemente al leer esto, puede que se estén imaginando un sinfín de razones del por qué estos porcentajes reportan cifras preocupantes: ¿cómo es posible que el 33% de las pequeñas y medianas empresas fracasen? En Shark Tank lo hacen ver tan fácil. Y sí, bajo esa óptica el emprendimiento es fácil, solo necesitan mucho dinero y grandes inversionistas para sobrevivir al primer año. Nada difícil ¿verdad?
Pero ese es justamente el problema, la meritocracia y el credencialismo nos han llevado a desasociar dos conceptos que, en sus raíces, están profundamente ligados: lo publico de lo privado, esto a tal grado que hemos caído sistemáticamente en el error de creer que lo privado es ajeno a lo público, y viceversa, lo público es ajeno a lo privado. Esto es un error garrafal y sistemático. Sin lo privado no hay valor público, y sin lo público no hay valor privado.
Tristemente, las cifras descritas anteriores nos sitúan un poco más en el primer ejemplo. Lo público se ha olvidado de lo privado, y ha dejado a una importante cantidad de soñadores a su suerte, dependiendo únicamente de lo que pueden encontrar en redes sociales, a través de influencers o bien, de programas como Shark Tank, que reflejan la realidad del camino del emprendimiento, el cual va más allá de pararte frente a grandes empresarios, hacer un pitch, y obtener grandes inversiones. Esa es solo la realidad de unos tantos, pero no del grueso de los emprendedores en nuestro país.
Por eso debemos unificar una vez más los conceptos y debemos de acercar a lo público y a lo privado a consolidar una relación de interés colectivo, y no en un juego de suma cero como muchos creen que debe de ser en el que para que uno gane, el otro debe de perder.
Impulsar al emprendedor es un compromiso público y una obligación social en un país en el que el emprendedor es asfixiado por la falta de liquidez y la mala administración debido a la falta de educación financiera en los programas de educación tanto pública como privada.
El emprendimiento es complejo en la sociedad actual, especialmente para los jóvenes que enfrentan desafíos emocionales y económicos, y estos retos y/o desafíos, debemos abordarlos puntualmente con urgencia ya que debemos dejar de ver al emprendimiento no solo como una búsqueda individual de éxito, sino como una fuerza para el bienestar social y colectivo dentro de una sociedad a la que todos participamos.
Y en esa tesitura, las estadísticas alarmantes sobre el fracaso de las pymes en México señalan una realidad preocupante. A pesar de representar una parte crucial de la economía, muchas de estas empresas enfrentan dificultades y tienen una vida promedio relativamente corta. Factores como la falta de liquidez y la escasa educación financiera contribuyen a este escenario.
El llamado a integrar lo público y lo privado en una colaboración de interés colectivo resalta la importancia de superar la dicotomía entre ambos ámbitos. Se subraya que impulsar el emprendimiento no solo es una responsabilidad individual, sino un compromiso público y una obligación social.
La falta de herramientas y apoyo estatal se identifica como una de las principales razones detrás de los fracasos empresariales, y se insta a que el Estado desempeñe un papel más activo en proporcionar las condiciones necesarias para el éxito emprendedor. En definitiva, el emprendimiento no solo es un asunto personal, sino un desafío y una responsabilidad compartida que requiere una atención más profunda y acciones concretas para mejorar las perspectivas de los emprendedores en México.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»
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LAS CINCO PRINCIPALES:
Arranca el Sistema Estatal de Participación Ciudadana en Jalisco
La corrupción urbanística: Valle de los Molinos y Colomos III
NACIONALES
El PRI no acudirá al Senado a la toma de protesta de la nueva SCJN

– Por Mario Ávila
Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI cambia de actitud y en lugar de cumplir su amenaza de manifestarse en la ceremonia del Senado donde rendirán protesta los nuevos integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), anuncia oficialmente que los 13 senadores de su partido no acudirán.
El argumento, con el que justificó por adelantado la inasistencia de los senadores del PRI, fue «por congruencia política», ya que ellos consideran que el nuevo Poder Judicial es el nuevo aparato al servicio del régimen.
Tras la agresión perpetrada por Alejandro Moreno en contra del presidente de la Comisión Permanente, Gerardo Fernández Noroña, la nueva presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo, pidió a las autoridades garantizar el resguardo de la sede del Senado de la República.
En respuesta, desde este fin de semana, el Senado ha estado custodiado por elementos de la Guardia Nacional, lo que ocasionó que «Alito» Moreno reconsiderara su actitud y decidiera que sus senadores no acudan al trascendental acontecimiento y se limitó a calificar al gobierno de la 4T como «fachos y autoritarios».
ENTREVISTAS
La disputa del agua entre Jalisco y Guanajuato: Debe ser un reparto justo, no uno político, Arturo Gleason

– Por Mario Ávila
Ante la polémica surgida por la construcción del acueducto de la Presa Solís a la ciudad de León, Guanajuato, que podría reducir sustancialmente el escurrimiento de agua del río Lerma al lago de Chapala, José Arturo Gleason Espíndola, maestro en Gestión Pública y doctor en Urbanismo, plantea la necesidad de medir en tiempo real y con precisión la disponibilidad de agua, la que escurre, la que se extrae y la que llega, para que con bases científicas se pueda hacer un reparto justo del vital líquido.
Hoy con un reparto basado únicamente en las mediciones que se realizaron en el siglo pasado, solo se tratará el tema como un reparto con tintes políticos, en donde la única determinación que existe es de quien ostenta actualmente el poder y se dejan de lado el tema científico y los datos exactos de la disponibilidad de agua, para repartir el agua con justicia a cada entidad.
El proyecto de la construcción del acueducto para llevar agua de la Presa Solís a la ciudad de León, Guanajuato y otras comunidades menores de la región, quedó inscrito en el Plan Hidrológico del Gobierno de la República, una vez que se canceló la posibilidad de dar a León, agua de la persa El Zapotillo, abastecida por el cauce del Río Verde y cuya agua quedó finalmente destinada solamente para las ciudades de Los Altos de Jalisco y para la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Entrevistado al respecto, el doctor Arturo Gleason planteó: “Creo que la preocupación de parte del Estado de Jalisco estriba en que efectivamente el Río Lerma abastece parcialmente a Chapala, esto es en época de secas las presas en Guanajuato, no solo Solís sino otras, hasta no llenarse derraman el agua. A menos de que abran las compuertas dejan pasar el agua hasta Chapala, que de entrada no está recibiendo un flujo constante de este río, que por cierto está muy contaminado”.
Explicó que el Río Lerma nace en Almoloya, en el Estado de México y transita por cuatro entidades más antes de llegar a Chapala. En el trayecto, obviamente, esa agua se va quedando en el camino y solo cuando llueve se llenan las presas y dejan pasar el agua que les sobra y es la que llega a Chapala, “pero es muy poca”, aclaró.
Dijo además que la preocupación estriba en que se le va a sacar un flujo mayor, aparte del que se le saca para los distritos de riego que se encuentran en la zona de Guanajuato, ahora para consumo urbano, es decir, a través de un acueducto se iría a la ciudad de León y algunas otras comunidades.
Es una preocupación de Jalisco -abundó-, porque es un menor volumen de agua que llegará a Chapala, pero, por otro lado, también ese volumen de agua no es tanto, porque según lo dicho por el maestro Eduardo Juárez, del Instituto de Limnología, Chapala se abastece en gran parte por la lluvia que cae en la cuenca y los escurrimientos posteriores.
«Por supuesto debe preocupar –expuso-, pero no debe quedarse nada más en que si le sacan más o le sacan menos, creo que la preocupación puntual por parte de la federación y los estados que están involucrados, es que la cuenca del Lerma primeramente tenga un manejo integral, que sea limpio, que se puedan medir los flujos de agua; no existen sistemas de medición».
«Por eso la preocupación es por encima, pero no hay una preocupación genuina de poder medir las extracciones, las medidas en tiempo real; se me hace que es una discusión que merece mayor rigor científico, en primer lugar para saber cuánta agua tiene el Lerma, identificar todas las extracciones y medirlas en tiempo real, para entonces clarificar todavía con mayor precisión, que sí se le va a sacar esa agua, pero sin comprometer al lago de Chapala», dijo.
De ahí que el maestro Arturo Gleason planteara la necesidad de que la indignación del gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, debería tener mayor fundamento si la hace con precisiones, con mediciones precisas que debieran hacer el Gobierno Federal y los estados.
Y, por otro lado, denunció que el gobierno estatal debe hacer una reflexión también y un compromiso, en cuanto a no contaminar tanto el agua: «Porque en esa parte tampoco hay mucha indignación que digamos por parte de nuestro estado, ya que están autorizando un sinfín de fraccionamientos alrededor del lago en la parte que corresponde a Jalisco y están entrando aguas negras y agua pluvial con aguas negras, en tiempo de lluvia. Luego, está también ese tema de pretender construir otro acueducto hacia Guadalajara, y aunque dicen que no van a sacarle más agua, evidentemente sí lo van a hacer; entonces, a mi punto de vista debería ser una preocupación de Jalisco, pero con mayor fundamento”.
Vale la pena recordar que Guanajuato fue despojado recientemente del agua que le correspondía del Río Verde, según los acuerdos pactados por los gobernadores de Jalisco y Guanajuato con el gobierno Federal, una vez que se canceló el proyecto de la construcción del acueducto de la presa El Zapotillo a la ciudad de León y el líquido de ese embalse quedó solo para el consumo de las ciudades de Los Altos y la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Sobre este tema en particular, el doctor Gleason Espíndola expuso que Guanajuato podría estar en su derecho de tomar el agua que no recibió del Río Verde, ahora del Río Lerma, pero dejó en claro que ese discurso se quedaría en un nivel basado en las apreciaciones, “pero sí fuera basado en las mediciones puntuales, creo que debiera precisarse mejor este análisis, que así de simple, solo es muy superficial”.
Obviamente –dijo-, lo que Jalisco quiere es tener más agua, sí, pero cuánta, cuánta se extrae, no se sabe con precisión; ahora, muchas veces, dicho esto por la comisión de cuenca del Lerma-Chapala-Santiago, algunos especialistas como la doctora Raquel Gutiérrez Nájera advierten que a veces no llega nada de agua de Lerma y esto no es nada nuevo, que no le llegue agua a Chapala, porque Guanajuato y Michoacán se quedan con el agua, tanto en las partes altas sobre todo en tiempos de secas, porque la agarran para regar y cuando ya hay agua, es cuando se derrama para el lago de Chapala.
Yo creo -insistió-, que la discusión debe ser más precisa, más científica, sobre datos mucho más rigurosos, para entonces decir que sí se compromete al lago o si alcanza para darle a León, a lo mejor con ese criterio la Federación dice no, ya te di a ti el agua del Zapotillo y ahora debo dale chanza Guanajuato, creo que ahí se queda la discusión y desde mi punto de vista, debería de ser más profunda, más precisa, antes de manifestarnos así con indignación.
Explicó que para ello, será necesario actualizar los acuerdos de distribución del agua entre los estados y la federación, en ambos ríos, del Lerma y del Verde: «Pero desde la controversia de la altura de la cortina de El Zapotillo se está debatiendo sin cifras, sin mediciones puntuales. Los cálculos, las apreciaciones de escritorio tienen su valor, pero para una toma de decisiones, para una discusión política seria y para finalmente hacer una repartición sin incurrir en inequidad, debe haber una repartición justa con base a las mediciones».
«Y yo aquí no lo veo, en la agenda no está en la discusión de ver si es necesario montar algunos sistemas de monitoreo para saber con precisión cuánta agua está escurriendo realmente al río Lerma, cuánto es realmente lo que está llegando a Chapala, cuánta es la extracción para la presa Solís y cuáles son los escenarios que podrían llegar a pasar», agregó.
“Eso no existe, es una discusión meramente política, que, desde el punto de vista personal, creo que le falta mayor sustento científico para que haya una repartición justa”, sentenció el doctor José Arturo Gleason Espíndola.