NACIONALES
«Alito» Moreno se queda con las ruinas del PRI
Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
No hubo sorpresas, Alejandro “Alito” Moreno se impuso en la 24 Asamblea Nacional del PRI y el destino de este instituto político se ve entre color gris y gris, ya que durante los próximos ocho años se hará lo que él campechano decida.
En la Asamblea Nacional en la que participaron 3000 militantes sólo ingresaron los leales al político sureño, la disidencia simplemente no tienen cabida, menos el debate de ideas. Se asemeja más a un partido de corte totalitario.
Las propuestas de reforma a los estatutos del PRI se aprobaron este domingo por unanimidad, como se aprobó el pasado año que Moreno Cárdenas se extendiera su mandato hasta el 2024.
El PRI de ser el gran partido político de México, que gobernó el país durante 70 años ininterrumpido, termina controlado por un personaje muy hábil, con un grupo muy cerrado en el que la incondicionalidad es el sino, muy parecido como sucede con el gobierno de López Obrador, donde el requisito es 90 por ciento de lealtad y 10 por ciento de conocimiento.
En el caso de Jalisco, por citar un ejemplo, se le cerró la participación en la Asamblea Nacional al ingeniero Ramiro Hernández García, a quien no lo incluyeron en la lista, pese a los servicios que le hizo al Comité Nacional de Alito Moreno, cuando entró de bombero en estados como Sonora, donde la dirigencia estatal se le rebeló a Cárdenas Moreno, pero esos méritos no fueron suficientes para que fuera uno de los 3000 que participaron en esta 24 Asamblea Nacional.
Tanto Alito Moreno como Laura Haro, han mostrado ser utilitaristas, de cómo usan a la gente con la promesa de que habrá alguna candidatura en el futuro, pero luego no les cumplen, como fue el caso del arandense Omar Hernández que aceptó ser secretario general y sería recompensado con una candidatura a diputado, lo cual no le cumplieron, renunciando a sui militancia de toda la vida, como lo han hecho una inmensidad de cuadros de primer orden.
El PRI de Alito Moreno es un PRI de incondicionales, vamos a ver en qué termina esta historia y que a diferencia de otros tiempos recibió el tricolor los santos óleos, pero reviviría al lograr el mexiquense Enrique Peña Nieto ganar la elección presidencial, para luego aquello desembocó en un gigantesco fiasco, cuando los prototipos del nuevo PRI, resultaron los más corruptos en la historia de dicho partido. La mayoría de aquellas caras nuevas que asumieron las gubernaturas terminaron en la cárcel o perseguidos.
Es cierto que Alito Moreno es el presidente más fuerte que ha tenido este partido desde su fundación como Partido Nacional Revolucionario (PNR 1928-1938); Partido de la Revolución Mexicana (PRM 1938-1946) y Partido Revolucionario Institucional (PRI desde 1946-2024). Pero de qué sirve un presidente muy fuerte con un partido muy débil.
Hoy el PRI de ser el todopoderoso partido se ha convertido en un partido satélite que tendrá una representación muy pobre en las dos Cámaras en esta nueva legislatura, con 33 diputados de 500 integrantes y con 17 senadores entre los 128 miembros de la Cámara Alta.
LA AMBICIÓN DEL PODER
La narrativa del político de Campeche es descalificar a sus críticos para resbalarse su perfil de dictador ya que con la reforma a los estatutos tiene la vía libre para dirigir al PRI hasta el 2030, con dos reelecciones, por lo que si alguien estaba pensando que tras el fracaso electoral del pasado 2 de junio se daría espacio para un proceso de reflexión y autocrítica para hacer la transformación que la circunstancia existe, nada eso sucedió en el PRI, más bien se abrió la codicia para administrar las ruinas que quedan.
En el caso de Jalisco el PRI tendrá 3 diputados en el Congreso del Estado, es la representación más crítica en la historia política moderna en la entidad, pero esos legisladores tendrán un valor en el mercado político muy alto, toda vez que el futuro gobernador llegará muy amarrado, con un Congreso del Estado en el que su partido es minoría y estará obligado a hacer una alianza electoral con el PRI y con el PAN.
Muy penoso lo que hoy vive el PRI con una dirigencia que lo único que le importa es el control de este partido para saciar su ambición de poder, el controlar los subsidios y negociar el voto en entidades donde las condiciones lo permiten como es el caso de Jalisco.
Por eso cabe la pregunta: ¿Ahora sí el PRI recibirá los santos óleos?
¿Llegó el momento de enterrar al PRI? ¿Será Alito Moreno su sepulturero?
