NACIONALES
Crisis migratoria sin precedentes: De crisis humanitaria a un juego de culpas
A título personal, por Armando Morquecho Camacho //
Una de las noticias más impactantes de la semana pasada y probablemente de lo que va del año fue la relacionada a la muerte de migrantes centroamericanos que perdieron la vida en un incendio que tuvo lugar en un centro del Instituto Nacional de Migración de Ciudad Juárez en el que los migrantes se encontraba a la espera de ser deportados.
Y aunque en los últimos días lo único que hemos visto por parte de nuestras autoridades ha sido una ardua batalla para repartir culpas, la única verdad que existe alrededor de este evento es que la lamentable muerte de estos migrantes, así como las condiciones y el contexto en el que este acontecimiento tuvo lugar, no es nada más es una tragedia que viene a reflejar no solo la crisis humanitaria en la frontera sur, sino también las deficiencias de las políticas migratorias que se han emprendido para ‘’solucionar’’ este problema tan delicado.
Pero no solo esto, la tragedia de Ciudad Juárez es también un reflejo del colapso de una política migratoria tripartita construida entre Andrés Manuel López Obrador, Donald Trump y Joe Biden, quienes en diferente medida, apostaron por una política de desprecio que les permitiera alcanzar sus objetivos electorales.
En ese tenor, la lamentable muerte de estos migrantes es una clara señal de que algo debe de cambiar en la política migratoria tanto de Estados Unidos como de México, ya que la realidad está superando a ambos Gobiernos y las consecuencias pueden ser aún más catastróficas.
En ese orden de ideas, resulta crucial que México y Estados Unidos comiencen a trabajar juntos para crear políticas migratorias más humanitarias y justas, de tal forma que se pueda garantizar a todos los migrantes el acceso a recursos básicos así como a la protección necesaria no solo mientras viajan al norte, sino también mientras su condición migratoria se resuelve, ya que recordemos que a diferencia de hace algunos años, cuando el mejor de los casos para los migrantes era sobrevivir los largos tramos del desierto, hoy el mejor de los casos es sobrevivir al crimen organizado que ve en estas personas mano obra.
En esa tesitura, los acontecido en Ciudad Juárez es un mensaje que nos hace recordar que la crisis migratoria que enfrentamos especialmente en esta región, es uno de los problemas más graves y urgentes que enfrentamos, esto debido a que desde hace ya varios años, la situación en la frontera sur de Estados Unidos ha sido un tema candente en la política que con el paso de los años se ha convertido en un tema desesperante que requiere, con carácter de urgente, atención inmediata y soluciones duraderas que prioricen la dignidad de aquellas personas que lo abandonan todo en busca de nuevas y mejores oportunidades.
Ahora, si bien es cierto que esta crisis migratoria es compleja, no menos cierto es que en los últimos años, aun y con el cambio de gobierno en Estados Unidos que sacó a un republicano radical y puso a un demócrata pro-libertades y dignidad, esta crisis se ha agravado exponencialmente, y el trato inhumano hacia los migrantes ha aumentado y se ha convertido en las letras chiquitas de todas las políticas diseñadas para ‘’solucionar’’ este problema, las cuales parecen atender más a apagar los incendios electorales que tienen lugar tanto en México como en Estados Unidos.
La crisis migratoria es una problemática compleja y multifacética que afecta a millones de personas en todo el mundo, pero específicamente en nuestra región este problema es particularmente grave debido a la inmensa cantidad de migrantes que llegan cada año en busca de una mejor vida, y es por esta razón, que para enfrentar este problema, es necesario que se construyan soluciones multifacéticas que permitan abordar puntualmente las causas más profundas de la migración, escenario en el que Estados Unidos juega el papel más importante.
Pero para ello, es necesario primer atender la polarización política y la falta de voluntad política, ya que delimitando lo primero y fomentando lo segundo, es como se podrá abordar esta crisis de manera efectiva y humanitaria.
No perdamos de vista que en Estados Unidos, la inmigración ha sido un tema altamente politizado durante décadas, y por ello, ha sido utilizado por muchos personajes para obtener beneficios electorales o bien, para promover sus agendas políticas, lo cual ha dado lugar a una falta de consenso en las altas esferas de debate político de Estados Unidos a la hora de abordar este tema, y aunque tanto republicanos como demócratas han implementado políticas que han tenido un impacto significativo en la migración, es necesario que la solución a esta crisis sea bipartidista y esta debe de basarse en la cooperación y el consenso de los diferentes actores políticos de la región.
Es así que, si bien las políticas y enfoques de los líderes políticos pueden tener un impacto significativo en la cuestión migratoria, la solución de la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos requiere soluciones integrales y de largo plazo que aborden las causas profundas del problema.
