JALISCO
Después de las votaciones: Reflexiones sobre la democracia y la responsabilidad política en México

A título personal, por Armando Morquecho Camacho //
Para cuando se publique esta columna, ya todos conoceremos los resultados del proceso electoral y por ende, conoceremos los nombres de quienes tomarán las riendas de nuestro país, de nuestro estado, de nuestro municipio, y obviamente, del Poder Legislativo. La espera llegó a su fin y el día de hoy muchos inician la semana con sentimientos encontrados.
Unos empiezan la semana con la sonrisa del triunfo en el rostro y también con la emoción que implica la expectativa de poder construir o consolidar proyectos en paralelo a los perfiles que salieron victoriosos en este proceso.
Otros probablemente empiezan la semana con incertidumbre ya que el resultado no fue lo que esperaban, y lo que para unos es alegría, emoción y expectativa, para otros puede ser amargura e incertidumbre en todos los sentidos ya que el resultado del día de ayer puede que sea un bache en sus proyectos políticos y profesionales a corto, mediano y largo plazo.
Pero sea como sea, el día de hoy se comienza a escribir un nuevo capítulo en la historia política de México y de Jalisco, y ciertamente creo que los actores políticos que se suman a este nuevo capítulo no podían llegar en mejor momento ya que el contexto político, social y económico, exige actores que estén a la altura de circunstancias que exigen más que discursos o buen manejo de redes sociales, al contrario, requiere de políticos y servidores públicos capaces y con las herramientas para poder atender las problemáticas que enfrentan hoy nuestro país y nuestro estado.
Aunado a esto, los resultados de este proceso electoral también requiere de actores con una virtud que no ha estado muy presente en la clase política en los últimos años: la autocrítica.
Esto es así debido a que si bien es cierto que las circunstancias exigen políticos y servidores públicos a la altura de las problemáticas actuales, el contexto político también exige de buenos ganadores y también, de buenos perdedores, ya que aunque no lo crean, esto también alimenta y fortalece cualquier democracia.
Por esta razón, quienes han sido electos por la ciudadanía deben la capacidad de tomar su victoria con sensatez, seriedad, y humildad, ya que las necesidades de nuestro país, nuestro estado y nuestro municipio requieren de actores que entiendan que su triunfo se debe a un ejercicio democrático protagonizado por la ciudadanía, y no es producto de un designio divino el que los puso en espacios de toma de decisiones fundamentales.
Para gobernar se necesita de todos, y en un sistema democrático como el nuestro, requiere que todas y cada una de las voces, sin importar su color, su pasado o sus números, sean escuchadas, ya que cada expresión tiene una representación social cuyas problemáticas deben integrar una agenda política y de gobierno plural.
Por eso, quienes han salido victoriosos en este proceso, necesitan tener muy presente todo lo que se ha hecho mal en el pasado, para corregir el rumbo y reivindicar tanto la política, como el ejercicio del servicio público, ya que de lo contrario nos enfrentaremos a una nueva generación de Ícaros cuyas alas de cera se volverán a derretir cuando se acerquen al sol.
En esa tesitura implica no solo aprender de las lecciones de la historia, sino también estar abiertos a la crítica constructiva y a nuevas ideas que puedan mejorar la calidad de la gobernanza y el servicio público.
Pero por otro lado, el contexto político de nuestro país y en general de nuestro entorno, también requiere de una nueva generación de perdedores con la cansina de asumir su derrota democrática con responsabilidad, humildad y madurez, ya que su derrota no se debe a la idea de un fraude electoral, tampoco se debe a la “ignorancia” de la ciudadanía, sino que se debe a su evidente incapacidad de entender su papel en el sistema político de México y por ende, su incapacidad de construir una alternativa política atractiva para un electorado que requiere opciones política y socialmente viables.
Y es que paradójicamente, los perdedores del terreno democrático han afrontado su derrota con mayor soberbia que los propios vencedores, que incluso en sus momentos más oscuros y escasos, se han convencido de ser no solo la mejor opción, sino la única opción, esto en contra de la propia historia.
El día de ayer no solo marca el fin de una etapa electoral, sino también el inicio de una nueva fase en la historia política de México y Jalisco.
Este momento crucial demanda una profunda reflexión sobre la calidad de nuestros líderes y el compromiso con la autocrítica y la responsabilidad. Más allá de los resultados electorales, es imperativo que los actores políticos comprendan la importancia de escuchar todas las voces y trabajar en conjunto para abordar las problemáticas que aquejan a nuestra sociedad.
Los ganadores deben tomar su victoria con humildad y comprometerse a corregir los errores del pasado, mientras que los perdedores necesitan asumir su derrota con madurez y buscar nuevas formas de representación política. En un momento donde la polarización y la división son palpables, es esencial cultivar un ambiente de diálogo y colaboración para construir un futuro más prometedor para todos los ciudadanos.
La democracia no se trata solo de ganar o perder elecciones, es un proceso continuo que requiere de compromiso y colaboración, por eso los principios democráticos requieren exigen de un trabajo conjunto para impulsar el progreso y el bienestar de la sociedad. Solo así podremos avanzar hacia un sistema político más inclusivo y justo, donde cada voz sea escuchada y cada ciudadano tenga la oportunidad de contribuir al cambio positivo que tanto necesitamos.
JALISCO
Entregan la presea “La Paz hecha a mano”

– Por Francisco Junco
En el marco del Sexto Congreso de Cultura de Paz, celebrado en el Congreso del Estado de Jalisco, la asociación civil Conciencia y Acción México, Educación para la Paz, que preside Dolores Patricia Alvarado, entregó la presea La Paz hecha a mano.
El reconocimiento busca visibilizar proyectos comunitarios que fomentan la convivencia pacífica, la dignidad humana y la construcción de una sociedad más justa.
Entre las galardonadas se encuentra Cointa Sotomayor Reyna, distinguida por su proyecto Clan de Abus Excursionistas de Jalisco, iniciativa que promueve el derecho al esparcimiento y la vida plena de mujeres adultas mayores mediante viajes y actividades culturales, fortaleciendo con ello la convivencia pacífica y la participación activa.
También fue reconocida Josefina Acosta Rivera por su proyecto de arte por la paz Bodypaint en mujeres y hombres que luchan contra el cáncer de mama.
La iniciativa utiliza el arte corporal como herramienta de resiliencia, dignificando la vida de las personas que enfrentan esta enfermedad y proyectando un mensaje de esperanza y fortaleza.
La presea fue entregada igualmente a Liliana Pascual Bautista por su contribución a la paz a través de la confección del rebozo, símbolo de identidad, resistencia y memoria colectiva.
Su trabajo rescata la tradición textil mexicana como vehículo de cultura, dignidad y esperanza.
Otra de las galardonadas fue Epifanía Rosas Antonio, quien impulsa el proyecto Huipiles de mi pueblo. Esta propuesta resalta el arte textil indígena como un acto de resistencia e identidad, al tiempo que fortalece la economía de las artesanas y empodera a las comunidades a través de la revaloración de su patrimonio cultural.
También, el artista Enrique Chiu recibió el galardón por su proyecto Corazón Migrante, una obra de arte por la paz que busca recordar que la humanidad trasciende fronteras.
Con su propuesta, promueve el diálogo y la solidaridad, subrayando la necesidad de construir un mundo más justo e inclusivo.
JALISCO
Realizan Sexto Congreso de Cultura de Paz, reúne voces por la justicia y la igualdad en Jalisco

– Por Francisco Junco
El Sexto Congreso de Cultura de Paz, celebrado en el Congreso del Estado de Jalisco bajo el lema “Cosmovisión, Justicia y Paz”, reunió a autoridades, representantes de pueblos originarios, defensores de derechos humanos y sociedad civil, quienes coincidieron en que la paz no es sólo ausencia de violencia, sino un proceso colectivo basado en justicia, igualdad, respeto y diálogo, donde cada acción individual contribuye a transformar comunidades y construir un México más humano y solidario.
El Congreso de Jalisco, fue sede de este encuentro, organizado por la asociación civil Conciencia y Acción México, Educación para la Paz, donde representantes de instituciones, autoridades y sociedad civil coincidieron en la necesidad de construir un país más justo, humano y solidario.
Bianca América Enríquez, titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, destacó que el evento buscó generar un espacio de igualdad simbólica entre todos los asistentes.
“Lo importante no son los cargos o reconocimientos, sino la dignidad de cada individuo”, señaló.
Subrayó también los avances en materia de derechos sociales alcanzados a nivel nacional, como el derecho universal a la salud y la educación, así como el reconocimiento legal de los pueblos y comunidades indígenas.
Bianca América Enríquez recordó la cosmovisión wixárika al hablar de paz como un valor comunitario transmitido desde la infancia, donde se enseña a respetar la palabra de los abuelos, los acuerdos colectivos y la naturaleza.
Añadió que desde el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas se impulsan proyectos para fortalecer la identidad, lengua y patrimonio cultural de los pueblos originarios, al tiempo que llamó a la sociedad a reconocer y respetar sus distintas formas de vida.
Por su parte, Luz del Carmen Godínez González, presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, advirtió sobre los retrocesos en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU hacia 2030.
“Si tenemos el marco normativo y los presupuestos, ¿qué es lo que está fallando al ser humano? Lo que está fallando es volver a retomar la esencia del ser humano”, expresó, al tiempo que instó a reconocer la dignidad de cada persona y trabajar desde lo cotidiano para transformar la sociedad.
Godínez González enfatizó la importancia de la responsabilidad individual y colectiva en la construcción de paz, al señalar que cada acción puede generar un efecto multiplicador en familias, comunidades y municipios.
“Los buenos somos más, tenemos que hacer de verdad ese frente común”, afirmó, subrayando el compromiso de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de trabajar de manera conjunta con la sociedad civil.
En su intervención, Dolores Patricia Alvarado Corona, presidenta de Conciencia y Acción México, y encargada de inaugurar este encuentro, recordó que México enfrenta graves problemáticas como desapariciones, violaciones a derechos humanos y violencia estructural. Aún así, insistió en que la paz es un proceso activo que implica diálogo, justicia, libertad y respeto.
“La paz se construye en colectivo, no la podemos construir solitas ni solitos”, expresó y concluyó que este congreso busca no solo reflexionar, sino actuar en favor de una cultura de paz que se construya en lo cotidiano, desde decisiones individuales hasta transformaciones colectivas.
“La paz no es un destino lejano, la paz está aquí, cerquita de nosotros”, afirmó, invitando a los participantes a convertirse en promotores de un México más justo, equitativo y pacífico.
JALISCO
Mensaje a comunidad de la UdeG: Dentro del marco legal se respetará la libre expresión y se atenderán necesidades, Karla Planter

– Por Redacción Conciencia Pública
En un mensaje en video dirigido a toda la comunidad universitaria, la rectora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Karla Planter, enfatiza el compromiso de la institución con la libertad de expresión y el respeto a la diversidad de opiniones dentro de la comunidad universitaria.
Destaca la importancia de escuchar las inquietudes de estudiantes, maestros y trabajadores, pero garantizando un ambiente de convivencia democrática y en forma pacífica, dentro del marco normativo vigente.
Anuncia que dirigen todos sus esfuerzos para atender las necesidades de infraestructura y bienestar social que han sido expresadas por comunidad universitaria, mientras mantiene una postura firme en contra de propuestas que comprometan la integridad y la autonomía de la universidad. Su liderazgo se fundamenta en la colaboración, el diálogo y la defensa de los derechos universitarios.
Planter reafirma la legalidad del proceso electoral del Consejo General Universitario, el cual representa la voz de una comunidad de más de 360,000 personas. Cancelar este proceso sería una violación de los derechos de la comunidad universitaria y de la normatividad vigente.
JALISCO
Encapuchados, violencia y la Unión de la Juventud Revolucionaria de México: ¿Qué hay detrás del conflicto en la UdeG?

– Por Raúl Cantú
¿Qué hay detrás del conflicto entre estudiantes de la Universidad de Guadalajara en el CUCSH? ¿Quiénes son los encapuchados que participaron en el choque? ¿Qué origen o vinculación tienen algunos de los participantes en el acto violento registrado la pasada semana en Rectoría de la UdeG?
Mucho se ha hablado de este suceso en el que existen demandas justas de los estudiantes de democratización en las elecciones y que las autoridades universitarias deben atender a través del diálogo, pero también hay una mezcla de participación de organizaciones radicales que se pregonan como marxistas leninistas, así como la mano de la criminalidad que acecha a la UdeG.
Uno de los personajes con el rostro cubierto, involucrado e identificado en los actos de violencia, es Gustavo Morales Valdivia, quien en un video acepta su participación en las agresiones a trabajadores administrativos y maestros de la UdeG, justificando que lo hizo como respuesta a agresiones que recibió dentro de rectoría.
En este video, Morales Valdivia llega y le pega por la espalda al trabajador, que luego le responde con una cachetada. No obstante, ni una ni otra cosa derivaron afortunadamente en ninguna lesión. Hay otros personajes violentos con el rostro tapado que aún no han sido identificados.
Gustavo Morales Valdivia, uno de los líderes visibles de este grupo y el que empezó la trifulca, forma parte de la Unión de la Juventud Revolucionaria de México (UJRM), y en un video que subió a redes, se queja de la difusión de otro video de las agresiones que él hizo a personal administrativo y maestros de la UdeG.
Gustavo Morales Valdivia es egresado de Historia del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), aunque él afirma ser estudiante.
La Unión de la Juventud Revolucionaria de México en Facebook e Instagram tiene páginas de contacto cuyo símbolo es la hoz y el martillo, y es identificada como un movimiento marxista leninista, encuadrado en la izquierda radical, y se ha significado por su posición crítica contra las autoridades de la universidad y la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU).
Para este miércoles 17 de septiembre, UJRM está convocando a una asamblea interuniversitaria en la explanada del CUCEI.
La unión precisa que “la lucha también está encaminada a recuperar los derechos laborales de los docentes que han sido vulnerados por la Universidad de Guadalajara». A ellos les mandaron además un mensaje: «maestro, escucha, también esta es tu lucha».
En el comunicado aseguran que en la UJRM Jalisco no existe fragmentación interna, que su trabajo se sostiene en la unidad, la organización y la lucha conjunta de la juventud estudiantil y popular.
“Reconocemos y respaldamos que el paro estudiantil realizado fue un acto legítimo de presión hacia la Universidad de Guadalajara para que atienda las demandas de las y los estudiantes, el cual ha contado con el apoyo y el acuerpamiento de distintas asambleas universitarias”, señala la agrupación.
Reafirman que su militancia se mantiene firme, combativa y organizada, sin dar cabida a intentos de división o suplantación de nuestra identidad política.