ENTREVISTAS
El que más gana, más impuestos debe pagar: México requiere reforma fiscal de gran calado: Carlos Brown
Por Diego Morales //
Sin inventar el hilo negro ni el socialismo del Siglo 21, en México hace falta una reforma fiscal de gran calado, en donde se recaude más a quien tiene más dinero, generar impuestos a la riqueza e impuestos a la propiedad progresivos, es la visión que compartió el economista Carlos Brown Solá, en entrevista realizada en el programa “Los Sótanos del Poder”.
“Primera cosa que tengo que decir, es que no estamos recaudando, la recaudación aunque ha aumentado, vimos en las noticias que a las grandes empresas les cobran lo que antes no les cobraban, con créditos guardados y pendientes, se logró recaudar, cantidades que no son menores, parecieran cantidades enormes, porque no nos es tangible imaginar más allá de un millón de pesos, pero la realidad es que lo que han recaudado hasta ahora es el .5 del Producto Interno Bruto, para nada da para las prioridades, especialmente en medio de la crisis”.
Para el analista, asesor y consultor económico, México vive tres crisis simultáneamente: La sanitaria, la de cuidados y la económica, sin embargo, en el presupuesto de 2021 no percibe que se esté reflejando este contexto que se vive en el país.
“Vivimos en el país una crisis sanitaria debido a la pandemia, una crisis económica que fue auto provocada porque detuvimos la actividad económica y en parte ya venía desde fuera y la misma pandemia nos obligó a detener y una crisis de cuidados que ha tenido implicaciones importantes para la vida de las personas en este país, una buena parte de los salarios está cuidado a alguien más, sea adulto mayor, hijos, los estudios, ahora la carga pasó de ser de los profesores a los hogares. Entonces, cuando ves el presupuesto dices, se debería reflejar que estamos en medio de tres crisis, la realidad es que cuando vemos el paquete económico no se está reflejando eso”.
Subrayó: “En medio de una pandemia el destino del dinero cambia, deberíamos estar priorizando ciertas cosas que pareciera que no estamos priorizando. Sí hay que poner atención no tanto en quién va a gastar, sino en qué va a gastar, cómo se están haciendo las reconfiguraciones del presupuesto, quién gana, quién pierde, hay que ponerlo en perspectiva, cuáles serán las nuevas prioridades del gobierno federal, de cara a un proceso electoral el próximo año, con un presupuesto que no es menor en un contexto de coyuntura electoral, las crisis, la mitad del sexenio, es relevante”.
FIN DE ÉPOCA DORADA DEL PETRÓLEO
Lo que un día fue, no será… el otrora tesoro de la economía mexicana con el petróleo es algo que quedó en el pasado, aseveró Carlos Brown, quien a la vez lamentó que los excedentes de este ingreso se hayan ido con el paso de los años en gasto corriente y no en inversiones a largo plazo.
“México dependió muchísimos años del petróleo, lo dijo el Presidente, que PEMEX volverá a ser el motor del desarrollo nacional, esa declaración viene del volverá a ser porque lo fue en algún momento, los ingresos petroleros representaron hasta 50 por ciento del presupuesto de egresos de este país, de todo el dinero que se gastaba la federación la mitad venía del petróleo. Qué ha pasado, que esa abundancia se acabó, que la máquina que producía dinero ya no es del tamaño que antes era. Incluso, la Auditoría Superior de la Federación tiene una auditoría en la que dice que los hallazgos de los antecedentes petroleros de Fox y Calderón se nos fueron a gastos de presidentes municipales y gobernadores, se nos esfumó”.
Agregó: “Hay que compararnos con una utopía, Noruega, tiene sus excedentes en petróleo, pero no genera gasto corriente, lo ahorra, generó un fondo soberano petrolero que sigue sirviendo hasta la fecha para financiar las prestaciones del país, las grandes inversiones, generan rendimiento, el fondo no deja de crecer, con eso se pagan tres o cuatro generaciones de noruegos, es un sueño inalcanzable, el problema que ahorramos muy poquito dinero”.
Bajo este esquema, lo que antes representaban los ingresos petroleros en el país, ahora lo representan ingresos no petroleros, en su mayoría impuestos como el ISR, IVA, IEPS y al comercio exterior.
“Que son sobre todo los impuestos, el gobierno federal tiene cuatro fuentes grandes de impuestos, el ISR, el IVA, el IEPS y los impuestos al comercio exterior, que son muy poquitos porque somos un país de economía abierta. De ahí ha salido dinero, el problema es que el actual acuerdo fiscal hace que esté esperando que el próximo año el impuesto tributario sea del 14 por ciento del Producto Interno Bruto, que son los que utiliza el gobierno federal, parece mucho, pero somos el país de menor recaudación en toda la OCD, nos pone en el nivel de El Salvador, de Malí, entonces el problema es que la recaudación es muy mala y tiene implicaciones”.
EL DESARROLLO CUESTA
En una de sus visitas al continente americano, Ángela Merkel expuso que a los grandes capitales en América les cuesta trabajo pagar sus impuestos, situación que Carlos Brown suscribe, aun con los cuestionamientos que hace el economista a la canciller alemana. Por ello, Carlos Brown apela a pagar al desarrollo y que la recaudación se haga de una mejor manera en el país.
“Mi postura es que deberíamos recaudar de quien tiene más dinero, impuestos a la riqueza, impuestos a la propiedad progresivos, qué quiere decir, que entre más tienes, entre más ganas, entre más caro cuesta lo que tienes, más deberías pagar impuestos. Esto no es Venezuela del Norte, es algo que se hace en los países desarrollados del mundo como Francia, Alemania, Nueva Zelanda, Suecia o Noruega, no estamos inventando el socialismo del siglo 21, estamos replicando lo que se hace en los países más desarrollados, porque el desarrollo cuesta, el problema es que no lo queremos pagar”.
Añadió: “Existe una enorme disyuntiva que es difícil de explicarle a la gente, pero son las condiciones que ponen al presupuesto donde estamos ahora. El pastel es muy chiquito, porque no estamos recaudando lo que deberíamos recaudar, nos falta una reforma fiscal profunda, porque tiene que pasar que los estados y municipios recauden más, porque recaudan muy poco, es muy poquito. Hay una batalla que se tiene que dar, porque no hacen su trabajo y es algo que tenemos que decir una y otra vez”.
LA ENTREVISTA
Los ingresos son menores a los egresos, ¿de dónde saldrá para equilibrar el presupuesto?
“Hay una obsesión con el déficit fiscal en tiempos de crisis, ni los alemanes están siendo ortodoxos en tiempos de crisis, aún así lo que se espera del presupuesto es que tengamos déficit cero el próximo año. El problema es que es algo de la economía más cuadrada, una obsesión con que las cuentas cuadren, el tema es que durante tiempos de crisis las cuentas no deben cuadrar”.
Tiene que ver con la deuda…
“Si no aumentamos los ingresos, ni la recaudación, porque deberíamos estar cobrando lo que se debe cobrar ahorita, hay una cosa que son las tasas nominales y otra son las tasas efectivas que son las que en realidad se cobran, hay un abismo. Todo esto se vuelve un acumulado, no tener una recaudación de impuestos, no asumir deuda, qué es lo que hace eso, nos pone una camisa de fuerza, queremos resolver una crisis pero solitos nos cortamos la mano que nos permite escaparnos de la crisis. Lo que provoca que el ritmo que duraremos en salir de la crisis será lento, tardaremos mucho, qué tanto, según las estimaciones salimos en 2022, si nos va mal será como en 2024”.
Parece bueno firmar el final de la crisis en 2025…
“Es que ni siquiera es acabar la crisis, es llegar a los niveles de 2019. Es una curva, que se va a recuperar antes de cómo estaba. Porque yo no conozco algo que sea crecimiento económico, algo que no sea crisis”.
¿Cuál es tu opinión de lo que se está recaudando actualmente a las grandes empresas?
“Mi papá me dice que por qué me niego a aceptarlo, pero me cuesta aplaudir cuando alguien hace su trabajo, cuando se hace lo mínimo necesario, pero no dejaré de reconocerlo, es cierto, sí se están cobrando los impuestos a las grandes empresas que se tenían pendientes, el problema es que nos falta mucho. El problema es que, las grandes empresas deberían pagar entre 30 y 32 por ciento de sus utilidades en Impuesto Sobre la Renta”.
¿Ves realista el presupuesto en cuanto a recaudación que se pueda lograr y la proyección del crecimiento del PIB de poco más del 4 por ciento?
“No, lo veo difícil, es muy difícil, sobre todo porque la vacuna se está tomando como ensayo clínico, esperemos que no nos mate, entre más se tarde la vacuna más va a tardar la recuperación económica, esto lo dijeron diversos organismos internacionales desde que empezó el problema, todo el optimismo debe radicarse mientras no se tenga vislumbrada una vacuna en el horizonte.
Sí creo que la recaudación puede ser lo que se espera porque tampoco es como que sean metas muy agresivas, no están esperando duplicar la recaudación, sino el 3 o 4 por ciento de recaudación, una idea chiquitita, una cosa es lo que deberían pagar las empresas, otra es lo que pagan, y todavía es más chiquito el paquete, esas cosas son las que se conocen como créditos fiscales, eso es lo que cobra el SAT, pero será insuficiente mientras no hagamos una reforma de fondo”.
¿Hacia dónde vamos como país? Le estamos apostando a las pensiones, pero apostar por eso es dejar de apostar por otras formas de desarrollo…
“Nos cuenta que las prioridades del Presidente son que las personas tengan un ingreso en el bolsillo y tener esta idea de mega proyectos que parten de una idea con el romance de la economía del boteo, idea que mientas beneficies al de arriba va a llegar el goteo del desarrollo es una cosa obsoleta que tenemos que dejar de lado. Los proyectos tienen un problema serio, bien por la intención de promover el desarrollo en el sur del país, es algo rezagado, están peor hoy que hace 30 años, la lógica está bien, el problema es que la política pensada para eso, es una política que resulta insuficiente”.
¿No hay nada que podamos hacer en este momento que sea suficiente?
“Parece que nada es suficiente, pero hay una batalla que tenemos que empezar a dar en México que quedó inconclusa, que es la de bienes y servicios públicos de calidad, eso es una batalla invisibilizada en el país. Es importante, porque la otra gran batalla es la de las transferencias monetarias directas, cada bimestre te llega a tu bolsillo una cantidad de dinero para que tú gastes. Suena todo bien, que la gente tenga dinero en el bolsillo, la otra parte de la historia es dónde te gastas ese dinero, si tú no tienes movilidad adecuada, no tienes instancias infantiles disponibles, si no hay escuelas públicas decentes, si no hay un hospital con medicinas y con médicos, se terminará pagando en un privado, incluso la seguridad sigue siendo pensar en tener un guardia privado en la puerta de tu edificio y no debería ser así, pero lo pagamos porque la opción pública nos parece tan mala que tenemos que desembolsarlo”.
SE SATANIZA EL ENDEUDAMIENTO
¿Se debe endeudar el país?
“Para mí, la pregunta es si vamos a satanizar un instrumento solo porque se utilizó mal en el pasado con el FOBAPROA, como el PRI fue corrupto, entonces ya no tengamos partidos políticos ni creamos en la vida pública de representación, pues no, la cosa es corregir. El país es un avión que tiene motores, que son las diferentes políticas, cada vez que renunciamos a una de estas políticas renunciamos a una parte del avión, entonces cómo mantenerlo a flota si nos cuestionamos si apagamos o encendemos el motor, no, debemos ver cómo utilizar esas políticas mejor, que son las que tenemos, el sistema no ha generado políticas distintas”.
Pero, si estoy en rojo en buro de crédito, si soy México, ¿cómo pido prestado?
“No, tampoco somos Argentina. Es decir, justamente porque vivimos obsesionados en pagar nuestra tarjeta de crédito descuidamos todo lo demás. A eso me refiero, somos más ortodoxos que los alemanes, con tal de no incurrir al déficit, con tal de no faltar con nuestras obligaciones, nos olvidamos que hay otras cosas que debemos priorizar. No podemos ser más papistas que el papa, debemos tomar decisiones de carácter fiscal serias, pero además, no tenemos por qué satanizar los instrumentos de política fiscal solo porque en su momento lo usaron mal”.

