NACIONALES
Entre botanas y desconexión: La frágil realidad de la «nueva política»

A título personal, por Armando Morquecho Camacho //
En un extraño capítulo de la política mexicana, Samuel García y Mariana Rodríguez protagonizaron un evento que, más que una manifestación de apertura democrática reveló una preocupante dinámica en el panorama político. Esta singular ocasión no fue la exposición de sus propias aspiraciones presidenciales, sino más bien el destape de Jorge Álvarez Máynez como candidato a la presidencia de la República por el partido Movimiento Ciudadano.
El escenario de este revelador evento fue una mesa repleta de botanas, cervezas y tequila, una escena que, a primera vista, parecía más propia de un convivio amistoso que de la toma de decisiones cruciales para el futuro del país.
La informalidad del acto, en lugar de transmitir cercanía con la ciudadanía, despierta inquietudes sobre la manera en que las decisiones políticas trascendentales se gestan en espacios privados, lejos de la luz pública y de la participación de las bases del partido. Este destape no solo evidenció una desconexión geográfica entre las altas esferas políticas y la ciudadanía, sino que también dejó al descubierto la distancia ideológica entre los líderes y las bases del Movimiento Ciudadano.
La escena de destape, más allá de ser un mero episodio en la carrera política de estos individuos, simboliza una crisis más profunda en la percepción de la política mexicana. La informalidad del acto, aunque pretende presentar una imagen renovada y accesible, en realidad proyecta una política centrada en figuras individuales y alejada de las verdaderas necesidades de la sociedad.
El acto de destape, al dar a conocer al candidato presidencial en un contexto social, pareciera buscar la simpatía del público más que la construcción de un proyecto político sólido. Esta estrategia, lejos de promover una participación ciudadana efectiva, resalta la preocupante tendencia de concentración de poder en manos de unos pocos, lo cual contradice el espíritu de un movimiento ciudadano que debería ser impulsado por las voces y opiniones diversas de la población.
El simbolismo de la mesa rebosante de aperitivos y bebidas alcohólicas resalta una desviación de la solemnidad y responsabilidad que deberían acompañar a las decisiones políticas de tal magnitud. Más allá de la intención de proyectar una imagen relajada y accesible, esta escena puede interpretarse como una trivialización de asuntos que impactan directamente en la vida de millones de personas. Este gesto, que podría haberse concebido como una estrategia para acercar la política a la gente, se vuelve paradójico al alejarla aún más de la realidad diaria de los ciudadanos.
La elección de un entorno tan informal para anunciar la candidatura presidencial resalta la contradicción entre la retórica de la «nueva política» y las prácticas que sugieren continuidad con el pasado. Mientras se abandera un cambio generacional y la adopción de un enfoque más moderno y participativo, la realidad parece indicar que las viejas formas persisten. Esta aparente desconexión entre el discurso y la acción refuerza la percepción de que la «nueva política» no es más que una etiqueta que encubre la persistencia de prácticas políticas tradicionales.
La urgencia de un auténtico relevo generacional en la política mexicana no solo implica el simple cambio de rostros, sino una transformación profunda en la manera en que se concibe y se lleva a cabo la política. La incorporación de jóvenes en roles políticos no debería limitarse a una renovación superficial, sino que debe ir acompañada de una revisión crítica de las prácticas políticas existentes. Los jóvenes, al asumir roles de liderazgo, deben convertirse en los portadores de una nueva visión política, una visión que trascienda las mesas particulares y se comprometa de manera real y efectiva con las necesidades y aspiraciones de la sociedad.
El compromiso de la juventud en la política no debe ser simplemente una respuesta a la demanda de un cambio generacional, sino una respuesta a la urgencia de transformar el sistema político. Esto implica una ruptura con las prácticas de la «vieja política» y la adopción de enfoques más transparentes, participativos y centrados en el bienestar de la sociedad. Los jóvenes deben convertirse en los agentes del cambio, trabajando activamente para superar las percepciones negativas arraigadas en la política mexicana.
En este contexto, el libro de Rory Stewart, «How not to be a politician», ofrece una perspectiva valiosa. Stewart, un político y escritor británico, reflexiona sobre su propia experiencia en la política y ofrece críticas fundamentadas sobre las prácticas comunes y las trampas que los políticos pueden enfrentar. Su enfoque práctico y su llamado a la autenticidad y la conexión genuina con la ciudadanía son lecciones valiosas para cualquier joven que aspire a un papel político significativo.
Siguiendo la premisa de Stewart, los jóvenes políticos mexicanos deben aprender de las experiencias pasadas y evitar caer en las trampas de la política convencional. La transparencia, la autenticidad y la conexión con las verdaderas preocupaciones de la población deben ser los pilares sobre los cuales construyen sus carreras políticas. Además, Stewart destaca la importancia de la participación ciudadana y de estar verdaderamente presente en la vida de la comunidad, aspectos que son cruciales para construir un puente sólido entre la política y la sociedad.
El llamado a este relevo implica no solo un cambio generacional, sino un cambio en la forma en que se toman las decisiones. La política debe dejar de ser una actividad elitista y alejada, para convertirse en un espacio de genuina representación y participación ciudadana. Solo así se podrá superar la crisis de desprestigio político que afecta al país y construir un futuro más prometedor para todos. La «nueva política» debe ser más que un eslogan; debe ser un compromiso real con la construcción de una sociedad más justa, inclusiva y participativa.
MUNDO
Rechaza ser deportado Hernán Bermúdez Requena de Paraguay

– Por Francisco Junco
Hernán Bermúdez Requena, el ex secretario de Seguridad Pública, nombrado por el entonces Gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, ahora senador de la República, rechazó ser extraditado a México.
Durante la audiencia inicial, donde un juez dictó prisión preventiva, se le ofreció la extradición voluntaria, pero Bermúdez Requena, presunto líder del cartel de “La Barredora”, no aceptó.
Ahora se iniciará un proceso ordinario, que podría tardar hasta 60 días, en tanto, Bermúdez Requena, continuará bajo la custodia de la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay.
En tanto, en México se informó que la Fiscalía General de la República ya presentó la solicitud de extradición contra Hernán Bermúdez Requena al gobierno guaraní.
“El Abuelo” o “El Comandante H”, como se le conoce al exfuncionario del gobierno del morenista Adán Augusto López en Tabasco, e identificado como el presunto líder del Cártel de “La Barredora”, fue detenido la madrugada del sábado, en Paraguay, en una residencia ubicada en la zona exclusiva de Marino Roque Alonso, donde permanecía escondido.
Este fin de semana, el presidente Santiago Peña, dio a conocer, en un pequeño video de 45 segundos, cómo fue el arresto de Bermúdez Requena.
En las imágenes, primero se ven aspectos de la residencia, se ve cómo las fuerzas especiales, revisaron la finca y derribaron la puerta, suben una escalera y someten a ex secretario de seguridad, lo encañonaron y lo tiraron al suelo, donde lo tenían sometido, bocabajo y un elemento le pone un pie en la espalda.
Después, el presunto líder de La Barredora, quien cuenta con una ficha roja activa de la Interpol, aparece sentado en un sillón con ropa deportiva, pelo más largo y canoso, barba larga.
Cuenta con una orden de captura en México por asociación delictuosa, extorsión y secuestro exprés.
En el video, se muestra que en la residencia, donde permanecía escondido, había fajos de dólares y guaraníes, moneda uruguaya, así como joyas, tarjetas bancarias, identificaciones y una camioneta de alta gama.
Manuel Doltane, titular de Asuntos Internacionales de la Fiscalía de Paraguay, reveló que Bermúdez, entró de manera ilegal al país.
Y es que en febrero de este año, después de hacer pública la orden de aprehensión en su contra, el ex funcionario estatal huyó del país.
De acuerdo con las autoridades, viajó primero a Panamá, después a España, más tarde a Brasil, para terminar en Paraguay.
En medios locales del país sudamericano, como el diario ABC, informaron que la detención del ex funcionario de Adán Augusto López, se logró, gracias a que en el mes de julio se detuvo a Gerardo Bermúdez Arreola, sobrino del presunto líder de “La Barredora”.
NACIONALES
Se rasga bandera gigante en Guanajuato

– Por Francisco Junco
En la explanada del Congreso del Estado de Guanajuato, donde se conmemoraba el inicio de la Independencia, la gigantesca bandera monumental que suele ondear con orgullo se desgarró mientras era izada.
Una ráfaga de viento tensó la tela y provocó la primera rasgadura cerca del mástil; segundos después, otra bocanada de aire convirtió el estandarte en un lienzo vulnerable que cedió completamente ante la fuerza de la naturaleza.
El sonido seco del desgarre y el movimiento incontrolable de la bandera detuvieron por un instante el ritmo del acto cívico. Entre los asistentes se percibió un silencio respetuoso, mientras manos ágiles trataban de recuperar la tela antes de que tocara el suelo, consciente de que cualquier contacto con el pavimento sería una falta a la dignidad del símbolo nacional.
El protocolo indica que una bandera monumental dañada no debe desecharse ni manipularse de manera cualquiera. La norma establece que su retiro se realiza mediante una ceremonia solemne de incineración, un acto respetuoso que mantiene la dignidad del lábaro patrio, además de que su manejo está bajo la supervisión de autoridades competentes, como la Sedena.
La Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, junto con normativas estatales, recuerda que la enseña no debe alterarse ni tocar el suelo.
Por ello, las autoridades presentes aseguraron que la bandera sería tratada siguiendo los procedimientos oficiales, garantizando que el símbolo nacional continúe recibiendo el respeto que merece incluso al final de su vida útil.
Al concluir la ceremonia, el acto continuó sin la bandera en el asta, pero con la certeza de que la experiencia sirve como lección: proteger los símbolos requiere previsión, cuidado técnico y respeto por la ley.
Cuando la próxima bandera monumental vuelva a ondear, su imagen será recordatorio de que los colores que representan a México merecen siempre una custodia digna.
JALISCO
Más de 3 mil 200 marcas de tequila dan sabor a las fiestas patrias

– Por Francisco Junco
En el marco de las celebraciones de septiembre, el tequila se convierte en protagonista indiscutible de la mesa mexicana. No solo es la bebida nacional por excelencia, sino un emblema de identidad, cultura y tradición que representa a México ante el mundo con la fuerza de su historia y el sabor de su tierra.
De acuerdo con cifras del Consejo Regulador del Tequila (CRT), actualmente existen 3 mil 211 marcas registradas, vinculadas a 213 productores autorizados, lo que demuestra la amplitud y versatilidad de esta bebida que acompaña con orgullo a la gastronomía nacional.
“De esta agroindustria tequilera dependen más de 100 mil familias; hoy es un producto que se comercializa en más de 120 países y, por supuesto, está sujeto a un cumplimiento normativo muy minucioso. Cada gota es inspeccionada, certificada y analizada por el Consejo Regulador del Tequila”, destacó María Bertha Becerra, responsable de aseguramiento de producto terminado en el CRT.
El recorrido del tequila es también una historia de manos mexicanas. Desde los campos de agave azul, pasando por las destilerías, envasadoras y centros de distribución, miles de trabajadores imprimen tradición, conocimiento y pasión en cada etapa de su producción.
“Tenemos cinco clases: blanco, joven, reposado, añejo y extra añejo, además de dos categorías: tequila y tequila 100% de agave”, explicó Becerra, al recordar la diversidad que ofrece esta bebida reconocida como la primera Denominación de Origen de México.
Además de ser un símbolo, es una de las bebidas más reguladas del planeta. Desde 1994, el CRT supervisa cada fase de su producción conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-006-SCFI-2012, garantizando calidad y autenticidad en cada botella que se consume dentro y fuera del país.
Con más de 200 municipios protegidos por la Denominación de Origen, repartidos entre Jalisco, Michoacán, Tamaulipas, Nayarit y Guanajuato, el tequila es mucho más que un acompañante de las fiestas patrias: es el espíritu de México que une a generaciones y brinda al mundo un motivo más para decir: ¡Qué viva México y qué viva el tequila!