NACIONALES
Estrategias mediáticas y guerra sucia: Crónica de un atentado ficticio

Opinión, por Pedro Vargas Ávalos //
Luego del inédito “destape” de la senadora Xóchitl Gálvez para abanderar las fuerzas de la oposición a la Cuarta Transformación (4T), se ha desatado una vorágine de noticias, unas ciertas y otras falsas, en su al rededor.
Ese vaivén de informaciones, también se gesta con la coadyuvancia de la mencionada política, quien aspiraba a la candidatura para la jefatura de la ciudad de México, afirmando ella misma: “creo tener los elementos para ser una buena jefa de gobierno” (Gabriela Warkentin, El País, 12-VII-022) y que este año, ratificó al reafirmar que “va en super en serio -por- la candidatura de la ciudad” (Entredichos, René Delgado, 28-II-023).
Pero igualmente es verdad, -sin saber a ciencia cierta que o quien la impulsó- que declaró el 26 de junio reciente: “Voy a ser presidenta de México”, y asistió a la pasarela, en ese momento de “Va por México”, ente que ipso facto, se transformó en Frente Amplio por México (FAM) en donde participaron 14 suspirantes, incluida ella, para ser ungido como “responsable nacional para la construcción del Frente Amplio por México”. El fraseo veleidoso de la hidalguense Xóchitl Gálvez, nos hace recordar a la popular “Chilindrina”, quien pregonaba: tan como digo una cosa, digo otra.
Mientras eso sucedía entre los opositores al lopezobradorismo, el partido mayoritario MORENA y sus aliados (Partido Verde PVEM y del Trabajo PT), acordaban que sus aspirantes -seis en total, 4 morenistas y uno por cada consocio, es decir del PVEM y del PT- a la virtual candidatura de presidente, sostuvieran giras a lo largo y ancho de la república, a efecto de consolidar la 4T, darse a conocer entre sus correligionarios, y esperar los resultados de varias encuestas que se harán en agosto; de ellas saldrá el vencedor, al cual, por cuestiones de la ley electoral, le llaman «coordinador de los comités de defensa de la Cuarta Transformación”, mismo que será conocido en principios de septiembre.
El miércoles 28 de junio, en su tradicional mañanera, AMLO manifestó que en unos días daría a conocer el nombre del abanderado de los conservadores, calificativo que adjudica a los oposicionistas de su gobierno: “Ya tienen el acuerdo, y a quien voy a dar a conocer a quien será hombre o mujer ya tiene también la bendición, es lo mismo, Salinas, su grupo de los llamados hombres de negocios, tienen como representantes a … Claudio X, González hijo”. Entre tanto se fue filtrando que la senadora Xóchitl Gálvez podría ser “el caballo negro” opositor a quien represente al lopezobradorismo. Un personaje que claudicó a las primeras fue el tornadizo Germán Martínez, aludiendo que “El método que se está construyendo ni es de partido, ni es de ciudadanos, ni es una encuesta, ni es una elección abierta a todas y a todos los ciudadanos “, y ulteriormente se pronunció porque todos declinen en favor de Xóchitl, lo cual “le daría credibilidad al frente amplio opositor y eso fortalecería a Xóchitl y ese sería un golpe que cimbraría a Palacio Nacional”. (SDP Noticias, 18 VII-023).
También muy pronto, la vocinglera Lily Téllez, se bajó de la liza, debido “a las inconsistencias en el método de la oposición para elegir a su candidato», deseándole suerte a los que perseveren, como Xóchitl, Enrique de la Madrid y Santiago Creel. (Proceso, 28-jun-023). Y así, se iría desgranando el catálogo de pretendientes opositores, que de 43 anunciados hace meses por AMLO, solo fueron 33 tras las convocatorias de “Va por México” que se mutó en FAM; a continuación sobrevivieron 13 y a la fecha es media docena (El Derby de el Frente, El Economista, 28-07-023).
Por fin, el 3 de julio el primer mandatario anunció en su tribuna matinal: Xóchitl Gálvez es la carta fuerte de Claudio X. González y del grupo opositor, “porque ellos suponen que, si nació en un pueblo, va a tener el apoyo del pueblo… en realidad es parte de ellos, no del pueblo. Ella forma parte de los conservadores. Desde luego no es de los de arriba, pero si forma parte del mismo agrupamiento”. Amlo acotó sarcásticamente: “¿A ver qué hace (Santiago) Creel?” (El Sol de México, 3-VII-2023).
Y desde ese momento, brotó un torrente de apoyos, elogios y enaltecimientos para Xóchitl Gálvez, que ella seguramente no esperaba, pero que ahora se encarga de incrementar, sosteniendo que es una mujer exitosa, muy honrada, partidaria de la izquierda política, que cubre sus propios gastos con “su lanita”, enfatizando que utiliza la bicicleta para trasladarse, y que siendo producto del esfuerzo, su lucha característica ha sido por los indígenas, y ahora por los pobres. En su peculiar lenguaje, presume no temer a nada ni a nadie, por poseer “enormes ovarios”. Al primer mandatario lo reta, le restriega que no le tenga miedo, y que renuncie por mentiroso. Y en cuanto a que Claudio X. González -incluso Salinas-, la eligió para la contienda en que está inmersa, responde ásperamente: “A mí ningún cabrón me puso en ningún lado”. Y como corolario, esta señora del huipil, amaga con denunciar al jefe del ejecutivo federal. (El Universal, 4 y 5 de julio 2023).
Por unos días, atestiguamos un “toma y daca” entre el tabasqueño y la hidalguense. Si aquel asevera que Gálvez es del sector neoliberal, esta contesta: “No soy candidata de la mafia del poder”. Y si porque AMLO la crítica, como, por ejemplo, en el caso de que sus empresas se embolsaron 1, 472 millones de pesos provenientes del área oficial y de muchos desarrolladores que recibieron autorizaciones cuando fue delegada en la Miguel Hidalgo de la ciudad de México, y por otros muchos motivos, le responde: “A mi ningún macho me va a doblar”. Por cierto, sobre el asunto de sus empresas y negocios, Víctor Hugo Romo, ex alcalde de Miguel Hidalgo, la denunció ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, imputándole los delitos de enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, conflicto de interés y corrupción presuntamente cometidos al otorgar ella, licencias para la construcción de desarrollos inmobiliarios durante su gestión como delegada. Sostiene este moreno, que Xóchitl debe mejor llamarse “mochil” por los moches que recibía. (El Economista y Proceso, 20-jul-2023).
Todo lo anterior, engendró un panorama en que ambos personajes constantemente se critican. Entonces surgieron plumas tóxicas, como Raymundo Riva Palacio, Beatriz Pagés, Joaquín López Dóriga, y Ricardo Alemán, entre otros, intentando imponer la narrativa de que Xóchitl Gálvez se podría convertir en un “nuevo Luis Donaldo Colosio”, pues aseguran que al “incomodar” al Presidente Andrés Manuel López Obrador podría ser víctima de un atentado. Esta tétrica noción, es un supuesto que sensatamente ha de valorarse como ficticio, es decir, fingido, imaginario o embustero.
En un twitter, Riva Palacio asienta el 24 de julio: “Seguramente el presidente no se ha percatado, pero en su interés por descarrilar a @XochitlGalvez, debe tener cuidado cómo lo hace, porque, aunque no lo pretenda, @lopezobrador, está creando condiciones para el asesinato de su inesperada adversaria.” Esta idea aparece ampliada en su columna publicada por El Financiero. Beatriz Pagés, vitriólica directora de la otrora afamada y ahora decadente revista “Siempre!”, rasgueó la semana pasada: “El presidente López Obrador crea un ambiente que recuerda el asesinato de Luis Donaldo Colosio. En esta ocasión el escenario tiene más riesgos. López atiza la violencia política cuando los cárteles ocupan el 81 por ciento del territorio nacional”.
Por su parte, el prototipo de los comentócratas desahuciados, Joaquín López Dóriga, divulgó en Radio Fórmula: “Es necesario que del mismo Frente Amplio por México establezcan cuanto antes un cinturón de seguridad alrededor de Xóchitl Gálvez, para evitar un desenlace como el de Colosio”. Guadalupe Loaeza, caprichosa y retorcida, aporta su dosis de veneno: “Son tan intensos y reiterados los ataques contra Gálvez por parte del presidente en sus mañaneras, que no faltará algún demente adorador de la 4T que quiera asustar o inclusive algo peor”. (Reforma, 25 jul-023). Y así se suman sujetos al estilo de Ricardo Alemán, aquel periodista que sugirió hace cuatro años se asesinara al líder y fundador de MORENA; o del publicista reaccionario Carlos Alazraki, que se forma en la hilera de sedicentes hacedores de un atentado a la senadora panista. Y sigue un largo etcétera.
Tal como escribió un veterano periodista: “Si los estrategas de Xóchitl y sus promotores, como el empresario Claudio X. González, pensaban que la vendedora de gelatinas -sostiene que de niña vendía hasta 600 diarias, en poco tiempo, lo cual es difícil creer, apunta el Doctor Ángel Balderas- iba a arrasar, se han equivocado. Les costará mucho trabajo llevar la espuma que han levantado en los espacios políticos de las redes sociales al mundo real para convencer a la mayoría de la población mexicana”. (Federico Arreola, SDP, 25 julio 2023).
Y otro articulista adiciona esa idea, al teclear que será más arduo si lenguaraces menguados como Fox -iniciador de la también dicharachera, ingeniera empresaria, en la política- le plantean: «Ojalá y Xóchitl nos cumpla eso, de que los huevones -se refiere a los ciudadanos de la tercera edad, los discapacitados, los estudiantes becados, y todo aquel que reciba ayudas gubernamentales- no caben en el gobierno y tampoco en el país. Ya se acabó que estés recibiendo programas sociales; a trabajar, cabrones, como dice Xóchitl», pero eso sí, a él como expresidente, le devuelva su pensión. Finaliza este ducho escribidor: “La senadora hidalguense en vías de ser candidata presidencial opositora podría lamentarse: «¡no me ayudes, compadre!». (El Siglo de Durango, Julio Hernández López, 20-VII-2023).
Retomando lo que citamos de Arreola, es de meditar su epílogo: “Por esa razón, necesitan un gran acto de campaña y lo están construyendo: el atentado para golpear al más importante activo de Morena, el presidente López Obrador, a quien ya culpan de un hecho criminal que solo la perversidad de la derecha podría convertir en realidad”.
Como subraya el reflexivo comentarista Jorge Zepeda Patterson: “No hay razón ni necesidad para caer en el lodazal. La disputa por el poder no puede ni debe convertirse en un intercambio de epítetos cada vez más burdos y soeces para descalificar, al contrario. Que si Claudia Sheinbaum es judía búlgara o Xóchitl Gálvez no es más que una señora mal hablada enfundada en un huipil, no pueden sustituir la verdadera discusión que tendríamos que hacer sobre sus respectivos proyectos para conducir los destinos del país”. Al respecto, pensamos que sinceramente, a estas alturas y salvo campanadas sorprendentes, la contienda presidencial del 2024 se resolverá entre estas dos destacadas mujeres. Y si nos atenemos a las encuestas más recientes, la ventaja casi abismal, hoy por hoy, la tiene la sobresaliente dama que es respaldada por los que militan en la coalición ganadora del 2018 y que se afanan por de nuevo, hacer juntos más historia. Aunque claro, siempre se debe tener en cuenta que, en política, cualquier cosa puede suceder.
ENTREVISTAS
Francisco Reséndiz Neri, candidato a juez de distrito: Juzgar con pasión, servir con independencia

Por Francisco Junco //
“Quiero seguir siendo juez porque es mi vocación y mi pasión. No busco poder, sino servir”, afirma con convicción Francisco Reséndiz Neri, Juez Séptimo de Distrito en Jalisco, mientras enfrenta un proceso inédito en México: la elección popular de jueces el 1 de junio de 2025.
Con más de 20 años en el Poder Judicial y nueve como titular en materia penal, Reséndiz, identificado con el número 25, defiende su trayectoria y su amor por los derechos humanos como su principal carta de presentación.
Un camino desde abajo
Reséndiz comenzó en los escalones más bajos del sistema judicial, como meritorio, haciendo copias y aprendiendo desde la base. Su carrera incluye roles como actuario penal, secretario del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, y juez federal en materia de cateos y arraigos en la Ciudad de México, hasta llegar a la titularidad del Juzgado Séptimo de Distrito.
“Me mueve, el hecho de que creo que esto tiene que mejorar en la selección y que se requerirán personas de experiencia, personas independientes, que contribuyan a que subsista lo que es propiamente la división de poderes, la democracia como la conocemos actualmente, porque la defensa más cercana que tiene el ciudadano y todas las personas contra cualquier acto arbitrario, es precisamente el juicio de amparo, único en el mundo que permite anular cualquier acto”, señala, destacando su compromiso con la división de poderes y la democracia.
Retos de una elección sin precedentes
En entrevista con Conciencia Pública, Reséndiz aborda con franqueza los desafíos de esta elección. “Será difícil que la gente vote con cientos de nombres en una boleta, sin partidos ni propuestas tangibles”, admite. Reconoce riesgos, como la posible influencia de poderes fácticos, incluido el crimen organizado, pero insiste en que la solución es simple: “Apegarse a la ley, al caso concreto y a la Constitución”. Su experiencia, dice, es su escudo contra presiones externas.
Dilemas judiciales
Francisco Reséndiz Neri reconoce que uno de los grandes dilemas actuales en la labor jurisdiccional es la falta de una postura clara de la Suprema Corte respecto a la jerarquía entre los tratados internacionales y la Constitución.
“Muchos jueces, actuando de manera fundada, han establecido que debe prevalecer el tratado sobre la Constitución en ciertos casos, especialmente cuando se trata de derechos humanos”, explica. Sin embargo, esa práctica ha generado reacciones del poder legislativo, que habla de afectaciones a la soberanía nacional. “El problema es que cuando un juez aplica el tratado por encima de la Constitución, aunque sea para proteger derechos humanos, puede ser señalado o etiquetado, y eso no debería pasar”, señala.
Una justicia humana y equitativa
Cuenta cómo, en un caso de abuso sexual contra un menor, “coincidía la edad con la de mi hija. Estás tentado a echarle más cosas, pero no puedes. Tienes que ser objetivo. No puedes decidir por lo que sientes” y reafirmó que la objetividad no lo aleja de la empatía, “hay que ponerse en los zapatos de los otros. Todos tienen un proyecto de vida, todos merecen respeto”.
Propuestas claras
¿Por qué votar por él? Reséndiz enumera tres razones:
“Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona capacitada. Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona que ha administrado justicia y que tiene noción de lo que es o son los actos injustos. Y, tres, quiero que votes por mí porque siempre dialogaré por la protección de los derechos de las personas. Esa es mi directriz”, subraya.
Deuda histórica con las víctimas
Para Reséndiz Neri, el sistema penal mexicano tiene una deuda histórica con las víctimas, “el sistema ha privilegiado la forma sobre el fondo”, lamenta. Y pone un ejemplo elocuente, “no es lo mismo liberar a alguien porque no se leyó un derecho a tiempo, que porque no se comprobó su responsabilidad. Hay que cuidar las formas, sí, pero sin perder de vista la justicia de fondo”, apunta. Desde esa visión, Francisco Reséndiz cree necesario revisar la legislación para que no se convierta en un laberinto que sirva como impunidad.
El juez habla con firmeza sobre temas que no todos tocan con tanta claridad, por ejemplo, aseguró que la diversidad llegó para quedarse. “No puede haber discriminación por preferencia sexual, por origen étnico o por discapacidad. Es una deuda histórica que tenemos con los grupos vulnerables”. Defiende los protocolos para juzgar con perspectiva de género, y asegura que su compromiso es procurar una justicia que no sólo sea formalmente igual, sino sustantivamente justa.
En un México donde la desconfianza hacia las instituciones prevalece, Reséndiz ofrece su trayectoria: nueve años como titular del Juzgado Séptimo de Distrito y una carrera forjada en la experiencia.
En la inédita elección de jueces del 1 de junio de 2025, lamenta no poder prometer resultados tangibles como un político que ofrece obras públicas. “Solo prometo proteger los derechos de quienes lleguen a mi juzgado, porque así lo manda la Constitución”, asegura con convicción. “No lo hago por poder, sino por deber”.
CARTÓN POLÍTICO
Herida abierta
NACIONALES
Daniel Cosío Villegas y el dominio presidencial

Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Muy certero el dicho aquel de “quien no conoce la historia está condenado a repetirla”.
Daniel Cosío Villegas, historiador, economista, catedrático, intelectual reconocido por tirios y troyanos, escribió varios libros que dieron luz para comprender cómo se hizo y cómo funcionó el Sistema Político Mexicano, confeccionado por revolucionarios, entre los que sobresalen, Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas y otros.
Don Daniel Cosío Villegas, quien tuvo que aclarar la mentirijilla que propagó de haber nacido en Colima, en 1900, cuando en verdad nació en la Ciudad de México en 1898, estableció en varios de sus libros, ensayos y textos, que México vivió alrededor de 70 años un sistema autoritario, presidencial y con un partido dominante.
Habrá que estar muy atentos a lo escrito por este sociólogo y diplomático que desnudó y encabritó a no pocos miembros de la élite que gobernó nuestro país desde que la Revolución se bajó del caballo hasta que llegó Fox con sus botas piteadas.
Don Daniel consideró que los poderes metaconstitucionales, de por sí concesionados en la Magna Carta de 1917, motivaron la Centralización del Poder en los rubros de política, economía y geografía. Esta concentración fue perversa, centralista y castrante para el resto de las entidades de la República. Tiempos hubo que en política “no se movía una hoja del árbol” sin la aprobación del Presidente de la República (así con mayúsculas) porque su poder era inmenso, total y arbitrario.
La subordinación de las autoridades municipales, estatales, así como de los poderes Legislativo y Judicial, al omnímodo poder presidencial se tornó, incluso, patético, absurdo y kafkiano.
El presidente priista en turno era un dios sexenal, que hacía y deshacía según su voluntad, su ánimo y sus intereses personales y de grupo. ¡Ay de aquél o aquellos que osaran ir en contra de la voluntad del todopoderoso presidente! Le esperaba cárcel, muerte política o… de veras.
Con esas condicionantes se canceló así la actividad política como factor de movilidad social; brilló la ausencia de un programa político claro y se apoderó del poder el oportunismo descarado y descarnado de las huestes “hienas” que pululan siempre buscando la carroña que dejan los “leones” de la grilla.
Un factor más fue el partido único, mediante el cual se legitimaron los cambios sexenales para aparentar la democracia hacia afuera, hacia los observadores mundiales. Mientras se mostraba esa falsa careta democrática al interior del partidazo y de otros partidos paleros, se practicaba la sumisión total al detentador del poder político.
Don Daniel Cosío Villegas publicó en 1972, bajo el auspicio de la Universidad de Texas, su ensayo “El sistema político mexicano, las posibilidades de cambio”.
Estableció que la creación del Partido Nacional Revolucionario, ideado en 1920, pero nacido hasta 1929, fue creado para eliminar el caudillismo de los neopolíticos postrevolucionarios, la mayoría hombres de armas, y así disminuir la violencia. Esto generó la “pax post revolución”, con el beneficio de sentar bases sólidas de la economía y algunos programas con objetivos sociales.
Octavio Paz, premio Nóbel de Literatura, solía decir que Cosío Villegas, “nos hizo conscientes de la dignidad humana”. Cosío Villegas fue director de la Escuela de Economía de la UNAM en 1933. Fue el primer director del Fondo de Cultura Económica, de 1934 a 1948 y presidente del Colegio de México de 1957 a 1963. Justamente don Daniel, siendo diplomático en Portugal, sugirió al entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río, traer a México a los intelectuales españoles perseguidos por Francisco Franco por su afán republicano.
Ellos, los refugiados españoles fundaron la Casa de España, a la postre convertida en el Colegio de México. En 1943 el presidente Manuel Ávila Camacho aprueba y se crea el Colegio Nacional. Entre sus iniciadores está don Daniel Cosío Villegas y los jaliscienses, José Clemente Orozco, Enrique González Martínez, Mariano Azuela, acompañados por Manuel Sandoval Vallarta, Carlos Chávez, Alfonso Reyes, Alfonso y Antonio Caso, Ignacio Ochoterena, Diego Rivera, José Vasconcelos e Ignacio Chávez.
Cosío Villegas estableció que “el dominio presidencial mata todo espíritu cívico y convierte la vida política del país en una farsa profundamente aburrida”.
A este gran pensador mexicano se le consideró un liberal constitucionalista. Sus palabras parecieran resonar en estos tiempos de regresión al tiempo en que el sistema político mexicano se regía por el autoritarismo, la descalificación de los adversarios, la sumisión de los poderes, la compra de voluntades, el absolutismo y totalitarismo encarnado en un partido único al servicio del presidente en turno.
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