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NACIONALES

Fuerte respaldo social recibe Claudia Sheinbaum: Reflexiones sobre el futuro de México

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A título personal, por Armando Morquecho Camacho //

Oficialmente terminó el proceso electoral y éste arrojó un resultado histórico para la vida política de México por muchas razones. Arranco. Este resultado deviene histórico por algo que ya se ha mencionado en muchas mesas de análisis: la doctora Claudia Sheinbaum será la primera mujer en llegar a la presidencia de México.

Aunado a ello, su llegada a la presidencia también es histórica porque además de ser la mujer en ocupar el cargo de mayor envergadura en nuestro sistema político, es también la más votada en la historia, superando incluso los números de Andrés Manuel López Obrador, algo que incluso muchos sostenían que Morena jamás podría alcanzar sin la figura de López Obrador en la boleta.

De igual forma, el triunfo es histórico porque a diferencia de López Obrador, la Dra. Claudia Sheinbaum llegará a su administración con mayoría no solo en el Congreso de la Unión y del Senado, sino también en Congresos Locales, lo cual resulta fundamental en el contexto de las reformas constitucionales que probablemente se persigan durante su sexenio.

Pero ciertamente no basta con centrarnos en los 35 millones de votos, la participación de más del 60% del electorado o los 31 puntos porcentuales que Sheinbaum obtuvo de ventaja frente a la oposición.

También es necesario valorar otros datos como los siguientes:

De acuerdo a una nota publicada por el diario el País, el 62% de los hombres y el 56% de las mujeres votaron por el perfil de Morena, en cuanto a la edad: un total de 57% de jóvenes entre 18-29 años, un total de 60% de personas entre 30 a 44 años, 58% de personas entre 45 a 59 años y un 62% de personas de 60 y más dieron su confianza al proyecto de Claudia Sheinbaum y además, refrendaron el proyecto de Morena y la Cuarta Transformación.

Dicha nota reporta también lo más interesante: el 64% de las amas de casa, 63% de jubilados y el 59% de los trabajadores del sector privado emitieron su voto en apoyo al proyecto abanderado por Sheinbaum.

Es decir, el triunfo de Morena y los números alrededor de este nos demuestran que el aplastante resultado no solamente se debe a los programas sociales del Gobierno Federal, sino que se debe a un fuerte respaldo social que para efectos electorales no distingue de clases sociales, lo cual rompe por completo la narrativa polarizante de la oposición que buscó sin cansancio el apoyo de un sector especifico de la población que terminó por darles la espalda el 02 de junio.

En esa tesitura, no solo el Gobierno Federal tiene una responsabilidad con la democracia, sino también la oposición, la cual deberá dejar la negación y replantearse en un proyecto de nación congruente, que se aleje de la idea polarizante de que el triunfo de Morena se debe a la ignorancia de la población, ya que en un sistema democrático como el nuestro que parte de la igualdad, no hay lugar para construir proyectos alrededor de ese discurso de odio que es tan populista como lo que han criticado de los últimos 6 años.

Sin lugar a duda las elecciones del pasado 02 de junio fueron históricas y los números han dejado a Claudia Sheinbaum y al Poder Legislativo el terreno perfecto para consolidar su visión de país, pero también, para sentar las bases para consolidar el proyecto de Morena en distintas entidades de la república tales como Jalisco y Nuevo León, solo por decir los dos ejemplos más significativos.

El reciente proceso electoral en México ha resultado en una victoria histórica para Claudia Sheinbaum y el partido Morena, cuyo impacto trasciende las meras cifras de votos. La elección de Sheinbaum como la primera presidenta mujer del país marca un hito en la historia política de México y refleja un cambio significativo en la percepción de las capacidades de liderazgo de las mujeres en la esfera pública.

Sin embargo, más allá de este logro personal, la elección de Sheinbaum representa el triunfo de un proyecto político que ha resonado profundamente entre la población mexicana. El respaldo abrumador hacia Sheinbaum y Morena indica un cambio en la dinámica política nacional, caracterizado por un deseo de cambio y renovación.

Este respaldo refleja una conexión profunda entre el proyecto de la Cuarta Transformación y las aspiraciones y necesidades de la población mexicana en su conjunto.

La contundencia de la victoria de Sheinbaum también desafía las expectativas previas sobre el alcance del apoyo a Morena sin la figura de López Obrador en la boleta electoral, ya que su éxito electoral no se limita únicamente a la Presidencia, sino que se extiende a la mayoría en el Congreso de la Unión y en los Congresos Locales, lo cual otorga a su administración un amplio margen de maniobra para llevar a cabo reformas constitucionales y políticas.

No obstante, el desafío más importante para Sheinbaum y Morena será traducir este respaldo electoral en acciones concretas que mejoren la vida de los mexicanos. La implementación efectiva de políticas públicas, la lucha contra la corrupción y la desigualdad, y la promoción de un desarrollo inclusivo serán elementos clave para consolidar el apoyo popular y asegurar la sostenibilidad del proyecto de la Cuarta Transformación a largo plazo.

En última instancia, el triunfo de Claudia Sheinbaum y Morena representa una oportunidad para redefinir el rumbo de México y sentar las bases para un futuro más justo, próspero y equitativo. Sin embargo, para hacer realidad esta visión, será necesario un compromiso firme con los principios democráticos, la transparencia y la participación ciudadana.

Solo a través de un esfuerzo conjunto y un liderazgo visionario se podrá alcanzar el verdadero potencial de la transformación que se espera en México.

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ENTREVISTAS

Francisco Reséndiz Neri, candidato a juez de distrito: Juzgar con pasión, servir con independencia

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Por Francisco Junco //

“Quiero seguir siendo juez porque es mi vocación y mi pasión. No busco poder, sino servir”, afirma con convicción Francisco Reséndiz Neri, Juez Séptimo de Distrito en Jalisco, mientras enfrenta un proceso inédito en México: la elección popular de jueces el 1 de junio de 2025.

Con más de 20 años en el Poder Judicial y nueve como titular en materia penal, Reséndiz, identificado con el número 25, defiende su trayectoria y su amor por los derechos humanos como su principal carta de presentación.

Un camino desde abajo

Reséndiz comenzó en los escalones más bajos del sistema judicial, como meritorio, haciendo copias y aprendiendo desde la base. Su carrera incluye roles como actuario penal, secretario del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, y juez federal en materia de cateos y arraigos en la Ciudad de México, hasta llegar a la titularidad del Juzgado Séptimo de Distrito.

“Me mueve, el hecho de que creo que esto tiene que mejorar en la selección y que se requerirán personas de experiencia, personas independientes, que contribuyan a que subsista lo que es propiamente la división de poderes, la democracia como la conocemos actualmente, porque la defensa más cercana que tiene el ciudadano y todas las personas contra cualquier acto arbitrario, es precisamente el juicio de amparo, único en el mundo que permite anular cualquier acto”, señala, destacando su compromiso con la división de poderes y la democracia.

Retos de una elección sin precedentes

En entrevista con Conciencia Pública, Reséndiz aborda con franqueza los desafíos de esta elección. “Será difícil que la gente vote con cientos de nombres en una boleta, sin partidos ni propuestas tangibles”, admite. Reconoce riesgos, como la posible influencia de poderes fácticos, incluido el crimen organizado, pero insiste en que la solución es simple: “Apegarse a la ley, al caso concreto y a la Constitución”. Su experiencia, dice, es su escudo contra presiones externas.

Dilemas judiciales

Francisco Reséndiz Neri reconoce que uno de los grandes dilemas actuales en la labor jurisdiccional es la falta de una postura clara de la Suprema Corte respecto a la jerarquía entre los tratados internacionales y la Constitución.

“Muchos jueces, actuando de manera fundada, han establecido que debe prevalecer el tratado sobre la Constitución en ciertos casos, especialmente cuando se trata de derechos humanos”, explica. Sin embargo, esa práctica ha generado reacciones del poder legislativo, que habla de afectaciones a la soberanía nacional. “El problema es que cuando un juez aplica el tratado por encima de la Constitución, aunque sea para proteger derechos humanos, puede ser señalado o etiquetado, y eso no debería pasar”, señala.

Una justicia humana y equitativa

Cuenta cómo, en un caso de abuso sexual contra un menor, “coincidía la edad con la de mi hija. Estás tentado a echarle más cosas, pero no puedes. Tienes que ser objetivo. No puedes decidir por lo que sientes” y reafirmó que la objetividad no lo aleja de la empatía, “hay que ponerse en los zapatos de los otros. Todos tienen un proyecto de vida, todos merecen respeto”.

Propuestas claras

¿Por qué votar por él? Reséndiz enumera tres razones:

“Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona capacitada. Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona que ha administrado justicia y que tiene noción de lo que es o son los actos injustos. Y, tres, quiero que votes por mí porque siempre dialogaré por la protección de los derechos de las personas. Esa es mi directriz”, subraya.

Deuda histórica con las víctimas

Para Reséndiz Neri, el sistema penal mexicano tiene una deuda histórica con las víctimas, “el sistema ha privilegiado la forma sobre el fondo”, lamenta. Y pone un ejemplo elocuente, “no es lo mismo liberar a alguien porque no se leyó un derecho a tiempo, que porque no se comprobó su responsabilidad. Hay que cuidar las formas, sí, pero sin perder de vista la justicia de fondo”, apunta. Desde esa visión, Francisco Reséndiz cree necesario revisar la legislación para que no se convierta en un laberinto que sirva como impunidad.

El juez habla con firmeza sobre temas que no todos tocan con tanta claridad, por ejemplo, aseguró que la diversidad llegó para quedarse. “No puede haber discriminación por preferencia sexual, por origen étnico o por discapacidad. Es una deuda histórica que tenemos con los grupos vulnerables”. Defiende los protocolos para juzgar con perspectiva de género, y asegura que su compromiso es procurar una justicia que no sólo sea formalmente igual, sino sustantivamente justa.

En un México donde la desconfianza hacia las instituciones prevalece, Reséndiz ofrece su trayectoria: nueve años como titular del Juzgado Séptimo de Distrito y una carrera forjada en la experiencia.

En la inédita elección de jueces del 1 de junio de 2025, lamenta no poder prometer resultados tangibles como un político que ofrece obras públicas. “Solo prometo proteger los derechos de quienes lleguen a mi juzgado, porque así lo manda la Constitución”, asegura con convicción. “No lo hago por poder, sino por deber”.

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CARTÓN POLÍTICO

Herida abierta

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NACIONALES

Daniel Cosío Villegas y el dominio presidencial

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Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //

Muy certero el dicho aquel de “quien no conoce la historia está condenado a repetirla”.

Daniel Cosío Villegas, historiador, economista, catedrático, intelectual reconocido por tirios y troyanos, escribió varios libros que dieron luz para comprender cómo se hizo y cómo funcionó el Sistema Político Mexicano, confeccionado por revolucionarios, entre los que sobresalen, Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas y otros.

Don Daniel Cosío Villegas, quien tuvo que aclarar la mentirijilla que propagó de haber nacido en Colima, en 1900, cuando en verdad nació en la Ciudad de México en 1898, estableció en varios de sus libros, ensayos y textos, que México vivió alrededor de 70 años un sistema autoritario, presidencial y con un partido dominante.

Habrá que estar muy atentos a lo escrito por este sociólogo y diplomático que desnudó y encabritó a no pocos miembros de la élite que gobernó nuestro país desde que la Revolución se bajó del caballo hasta que llegó Fox con sus botas piteadas.

Don Daniel consideró que los poderes metaconstitucionales, de por sí concesionados en la Magna Carta de 1917, motivaron la Centralización del Poder en los rubros de política, economía y geografía. Esta concentración fue perversa, centralista y castrante para el resto de las entidades de la República. Tiempos hubo que en política “no se movía una hoja del árbol” sin la aprobación del Presidente de la República (así con mayúsculas) porque su poder era inmenso, total y arbitrario.

La subordinación de las autoridades municipales, estatales, así como de los poderes Legislativo y Judicial, al omnímodo poder presidencial se tornó, incluso, patético, absurdo y kafkiano.

El presidente priista en turno era un dios sexenal, que hacía y deshacía según su voluntad, su ánimo y sus intereses personales y de grupo. ¡Ay de aquél o aquellos que osaran ir en contra de la voluntad del todopoderoso presidente! Le esperaba cárcel, muerte política o… de veras.

Con esas condicionantes se canceló así la actividad política como factor de movilidad social; brilló la ausencia de un programa político claro y se apoderó del poder el oportunismo descarado y descarnado de las huestes “hienas” que pululan siempre buscando la carroña que dejan los “leones” de la grilla.

Un factor más fue el partido único, mediante el cual se legitimaron los cambios sexenales para aparentar la democracia hacia afuera, hacia los observadores mundiales. Mientras se mostraba esa falsa careta democrática al interior del partidazo y de otros partidos paleros, se practicaba la sumisión total al detentador del poder político.

Don Daniel Cosío Villegas publicó en 1972, bajo el auspicio de la Universidad de Texas, su ensayo “El sistema político mexicano, las posibilidades de cambio”.

Estableció que la creación del Partido Nacional Revolucionario, ideado en 1920, pero nacido hasta 1929, fue creado para eliminar el caudillismo de los neopolíticos postrevolucionarios, la mayoría hombres de armas, y así disminuir la violencia. Esto generó la “pax post revolución”, con el beneficio de sentar bases sólidas de la economía y algunos programas con objetivos sociales.

Octavio Paz, premio Nóbel de Literatura, solía decir que Cosío Villegas, “nos hizo conscientes de la dignidad humana”. Cosío Villegas fue director de la Escuela de Economía de la UNAM en 1933. Fue el primer director del Fondo de Cultura Económica, de 1934 a 1948 y presidente del Colegio de México de 1957 a 1963. Justamente don Daniel, siendo diplomático en Portugal, sugirió al entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río, traer a México a los intelectuales españoles perseguidos por Francisco Franco por su afán republicano.

Ellos, los refugiados españoles fundaron la Casa de España, a la postre convertida en el Colegio de México. En 1943 el presidente Manuel Ávila Camacho aprueba y se crea el Colegio Nacional. Entre sus iniciadores está don Daniel Cosío Villegas y los jaliscienses, José Clemente Orozco, Enrique González Martínez, Mariano Azuela, acompañados por Manuel Sandoval Vallarta, Carlos Chávez, Alfonso Reyes, Alfonso y Antonio Caso, Ignacio Ochoterena, Diego Rivera, José Vasconcelos e Ignacio Chávez.

Cosío Villegas estableció que “el dominio presidencial mata todo espíritu cívico y convierte la vida política del país en una farsa profundamente aburrida”.

A este gran pensador mexicano se le consideró un liberal constitucionalista. Sus palabras parecieran resonar en estos tiempos de regresión al tiempo en que el sistema político mexicano se regía por el autoritarismo, la descalificación de los adversarios, la sumisión de los poderes, la compra de voluntades, el absolutismo y totalitarismo encarnado en un partido único al servicio del presidente en turno.

 

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