MUNDO
La fortaleza del «super peso»: Cumbre trilateral de América del Norte, México se fortalece

Economía Global, por Alberto Gómez-R. //
En días recientes se llevó a cabo en CDMX la cumbre trilateral de Líderes de América del Norte, con la asistencia del primer ministro canadiense Justin Trudeau, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, teniendo como anfitrión al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador; el encuentro tuvo un saldo positivo para los tres países, permitiendo se limaran ciertas asperezas y abriendo ventanas de oportunidad para futuros proyectos entre los tres países.
La venida a México de los líderes de los dos socios comerciales de México en el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá) tiene un importante significado; hacía 9 años no se tenía una visita de estado de un presidente estadounidense. La última asistencia de un dignatario de la Casa Blanca fue Barack Obama en 2013, a un par de meses de haberse asumido Enrique Peña Nieto como primer mandatario de México, buscando legitimar su rol en la presidencia con el espaldarazo del presidente de Estados Unidos –como era costumbre de los recién ungidos gobernantes mexicanos desde los presidentes emanados de la Revolución Mexicana- poco antes de las publicaciones que presentaban a EPN como el milagro que salvaría al país…
Los mandatarios de Estados Unidos, México y Canadá intentaron restar importancia a sus frustraciones mutuas en materia de migración y comercio, y en el mensaje de cierre de la cumbre de líderes norteamericanos mostraron un frente común para trabajar juntos por la integración.
Hubo algunos puntos y momentos de tensión en el encuentro, especialmente entre Biden y López Obrador cuando este último dijo: “Este es el momento de terminar con ese olvido, ese abandono, ese desdén hacia América Latina y el Caribe”, a lo que Biden respondió defendiendo el gasto de miles de millones de dólares de Estados Unidos en ayuda en todo el mundo.
Sin embargo, al pasar de las horas, la tensión se fue disminuyendo conforme aparecían las sonrisas en el encuentro. “Los tres somos verdaderos socios”, dijo Biden, añadiendo que sentían “auténtica simpatía” entre sí. “Compartimos una visión común para el futuro, basada en valores comunes”.
López Obrador, por su parte, agradeció a Biden que no construyera “ni un metro de muro”, una indirecta no tan sutil al predecesor republicano, Donald Trump. Y se unió a una de las prioridades de la administración estadounidense: combatir las muertes por fentanilo, una droga que se produce en México pero todavía no es muy consumida en el país porque para los cárteles es mucho más lucrativo exportarla.
“Nos importa mucho el poder ayudar”, afirmó. “No es un asunto solo de Estados Unidos; es que si no enfrentamos este problema, este flagelo, lo vamos a padecer nosotros también”.
En la declaración conjunta, los tres mandatarios dejaron en claro su intención de trabajar en un solo frente para atender asuntos clave como la migración, la competitividad, la seguridad regional y el cambio climático.
Además, se comprometieron a explorar estándares para desarrollar el hidrógeno como una fuente regional de energía, y actuar de manera rápida para implementar soluciones de energía limpia, señala la Declaración de Norteamérica.
Asimismo, acordaron la conformación de cadenas de suministro regionales más sólidas, así como la promoción de inversión específica en industrias clave como los semiconductores y las baterías de vehículos eléctricos. (latimes.com)
Aunado al fortalecimiento de la alianza entre los tres países, que la Cumbre de Líderes de América del Norte haya sido en México ha generado confianza en inversionistas extranjeros que buscan crecer en mercados emergentes, aseguró el economista jefe para México y Canadá de Bank of America, Carlos Capistrán, en un encuentro con periodistas. Mientras países pares como Brasil y Turquía enfrentan inestabilidad política y/o económica, México está relativamente bien situado como uno de los tres países que conforman la región económica más grande del mundo.
“Cuando hablo con inversionistas extranjeros, aquellos que invierten en países emergentes como México, y les pregunto cómo ven a México me dicen ‘lo veo muy bien, y una de las razones por las que lo ven muy bien es porque Biden y Trudeau estuvieron en México”, dijo Capistrán.
En comparación, inversionistas leen noticias sobre otros mercados emergentes como Brasil, en donde hace unos días cientos de opositores al Gobierno entraron por la fuerza a edificios oficiales, o Turquía, país que atraviesa una fuerte crisis financiera, México destaca por ser un miembro integrado de Norteamérica en un momento de estabilidad económica y política.
Bank of America espera que la economía estadounidense se contraiga en un -0,4% este año y, por consecuencia, la mexicana se contraerá -0,5%. Actualmente, la inflación en EE UU es ligeramente más alta que en México, pero el banco de inversión espera que esto cambie para finales de este año. (elpais.com)
Bank of America es el segundo mayor holding bancario en los Estados Unidos por activos. Con la adquisición de Merrill Lynch en 2008 hizo a Bank of America la mayor empresa de gestión de riqueza del mundo y juega un rol importante en el mercado de la banca de inversión.
La fortaleza del peso, la divisa mexicana, se incrementó como resultado de la Cumbre de los Líderes de América del Norte, rompiendo la barrera de los $19 pesos por dólar, situándose en $18.70, en su mejor nivel desde febrero del 2020, justo antes de la pandemia del Covid-19.
El fortalecimiento del peso se debe a factores como la llegada de remesas de mexicanos del exterior, así como del aumento en las exportaciones, inversión extranjera directa histórica, aumento del turismo, estabilidad política y macroeconómica, finanzas públicas sanas, incremento de la producción nacional de hidrocarburos –se está dejando de importar gran cantidad de gasolinas y diésel, a diferencia de años anteriores.
Las exportaciones, principal fuente de ingresos en dólares, registraron un avance del 19.3% de enero a noviembre de 2022 y un valor acumulado de las mercancías de 528.9 mil millones de dólares.
Los envíos de remesas ascendieron a 53,100 millones de dólares en el mismo periodo, un crecimiento anual del 13.5% y se registraron cuatro máximos históricos.
La Inversión Extranjera Directa (IED) fue de 32,100 millones de dólares, un repunte del 29.5% entre enero y septiembre del 2022. El turismo aportó 22,500 millones de dólares entre enero y octubre, una recuperación del 49% respecto del mismo periodo del 2021. (eleconomista.com.mx)
Hay opiniones divididas sobre la conveniencia de la fortaleza del “superpeso”; algunos, la mayoría, aplauden el fortalecimiento de la economía mexicana que se refleja en la valorización de la divisa, mientras que una minoría, los críticos de la oposición del actual gobierno, alegan que “es malo que el dólar esté tan bajo”, claro que sin argumentos válidos que sustenten dichas afirmaciones. Lo cierto es que México, a pesar de su turbulento pasado reciente, tiene casi todo para continuar su crecimiento hacia el desarrollo sostenible, una ambiciosa meta que puede estar a la vuelta de la esquina.
MUNDO
Rechaza ser deportado Hernán Bermúdez Requena de Paraguay

– Por Francisco Junco
Hernán Bermúdez Requena, el ex secretario de Seguridad Pública, nombrado por el entonces Gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, ahora senador de la República, rechazó ser extraditado a México.
Durante la audiencia inicial, donde un juez dictó prisión preventiva, se le ofreció la extradición voluntaria, pero Bermúdez Requena, presunto líder del cartel de “La Barredora”, no aceptó.
Ahora se iniciará un proceso ordinario, que podría tardar hasta 60 días, en tanto, Bermúdez Requena, continuará bajo la custodia de la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay.
En tanto, en México se informó que la Fiscalía General de la República ya presentó la solicitud de extradición contra Hernán Bermúdez Requena al gobierno guaraní.
“El Abuelo” o “El Comandante H”, como se le conoce al exfuncionario del gobierno del morenista Adán Augusto López en Tabasco, e identificado como el presunto líder del Cártel de “La Barredora”, fue detenido la madrugada del sábado, en Paraguay, en una residencia ubicada en la zona exclusiva de Marino Roque Alonso, donde permanecía escondido.
Este fin de semana, el presidente Santiago Peña, dio a conocer, en un pequeño video de 45 segundos, cómo fue el arresto de Bermúdez Requena.
En las imágenes, primero se ven aspectos de la residencia, se ve cómo las fuerzas especiales, revisaron la finca y derribaron la puerta, suben una escalera y someten a ex secretario de seguridad, lo encañonaron y lo tiraron al suelo, donde lo tenían sometido, bocabajo y un elemento le pone un pie en la espalda.
Después, el presunto líder de La Barredora, quien cuenta con una ficha roja activa de la Interpol, aparece sentado en un sillón con ropa deportiva, pelo más largo y canoso, barba larga.
Cuenta con una orden de captura en México por asociación delictuosa, extorsión y secuestro exprés.
En el video, se muestra que en la residencia, donde permanecía escondido, había fajos de dólares y guaraníes, moneda uruguaya, así como joyas, tarjetas bancarias, identificaciones y una camioneta de alta gama.
Manuel Doltane, titular de Asuntos Internacionales de la Fiscalía de Paraguay, reveló que Bermúdez, entró de manera ilegal al país.
Y es que en febrero de este año, después de hacer pública la orden de aprehensión en su contra, el ex funcionario estatal huyó del país.
De acuerdo con las autoridades, viajó primero a Panamá, después a España, más tarde a Brasil, para terminar en Paraguay.
En medios locales del país sudamericano, como el diario ABC, informaron que la detención del ex funcionario de Adán Augusto López, se logró, gracias a que en el mes de julio se detuvo a Gerardo Bermúdez Arreola, sobrino del presunto líder de “La Barredora”.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 807: Magistrada Fanny Jiménez revoca rechazo de pruebas y defiende Bosque de Los Colomos
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
Crónica de una semana tensa en la UdeG: La rebelión estudiantil que desafía a la FEU
MUNDO
Tolerancia en tiempos de algoritmos

– Opinión, por Miguel Anaya
¿Qué significa ser conservador en 2025? La etiqueta, lejos de significar a una persona o grupo de ellas, aglutinadas en torno a la Biblia o valores cristianos, se ha vuelto un acto de rebeldía. El conservadurismo pareciera significar a una nueva minoría (o una mayoría silenciosa) que enfrenta un prejuicio constante en redes sociales.
En sociedades donde la corrección política dicta el guion, ser conservador implica defender valores tradicionales —para algunos valores anacrónicos— en medio de un mar de redefiniciones. La sociedad dio un giro de 180 grados en tan solo 20 años y aquellos que señalaban hace dos décadas, hoy son señalados.
¿Y ser liberal? El liberalismo que alguna vez defendió la libertad frente al Estado hoy se ha transformado en progresismo militante: proclamar diversidad, reivindicar minorías, expandir derechos. Noble causa, sin duda.
El problema comienza cuando esa nobleza se convierte en absolutismo y se traduce en expulsar, callar o cancelar a quien no repite las consignas del día. El liberal de hoy se proclama abierto, pero con frecuencia cierra la puerta al que discrepa. Preocupante.
He aquí la contradicción más notable de nuestro tiempo: vivimos en sociedades que presumen de “abiertas”, pero que a menudo resultan cerradas a todo lo que incomoda. Lo que antes era normal hoy puede costar reputación, trabajo o, en casos extremos, la vida. Hemos reemplazado la pluralidad por trincheras y el desacuerdo por el linchamiento mediático (“funar” para la generación Z).
La polarización actual funciona como un espejo roto: cada bando mira su fragmento y cree que posee toda la verdad. Los conservadores se refugian en la nostalgia de un mundo que quizá nunca existió, mientras que los liberales se instalan en la fantasía de que el futuro puede aceptar todo, sin limitantes.
Ambos lados olvidan lo esencial: que quien piensa distinto no es un enemigo para destruir, sino un ciudadano con derecho a opinar, a discernir y, por qué no, a equivocarse humanamente.
La violencia y la polarización que vivimos, no son fenómenos espontáneos. Son herramientas. Benefician a ciertas cúpulas que viven de dividir, a las plataformas digitales que lucran con cada insulto convertido en tema del momento.
El odio es rentable; la empatía, en cambio, apenas genera clics. Por eso, mientras unos gritan que Occidente se derrumba por culpa de la “ideología woke”, otros insisten en que el verdadero peligro son los “fascistas del siglo XXI”. Y en el ruido de esas etiquetas, el diálogo desaparece.
Lo más preocupante es que ambos discursos se han vuelto autorreferenciales, encerrados en su propia lógica. El conservador que clama por libertad de expresión se indigna si un artista satiriza sus valores; el liberal que defiende la diversidad se escandaliza si alguien cuestiona sus banderas.
Todos piden tolerancia, pero solo para lo propio. Lo vemos en el Senado, en el país vecino, tras el triste homicidio de Charlie Kirk y hasta en los hechos recientes en la Universidad de Guadalajara.
En buena medida, este mal viene precedido de la herramienta tecnológica que elimina todo el contenido que no nos gusta para darnos a consumir, solo aquello con lo que coincidimos: EL ALGORITMO.
El algoritmo nos muestra un mundo que coincide totalmente con nuestra manera de pensar, de vivir, de vestir, nos lleva a encontrarnos únicamente con el que se nos parece, creando micromundos de verdades absolutas, haciendo parecer al que piensa un poco distinto como ajeno, loco e incluso peligroso. Algo que debe ser callado o eliminado.
Occidente, en 2025, parece olvidar que lo que lo hizo fuerte no fue la homogeneidad, sino la tensión creativa y los equilibrios entre sus diferencias. Quizá el desafío es rescatar el principio básico de que la idea del otro no merece la bala como respuesta.
Solo la palabra, incluso aquella que incomoda, puede mantener vivo un debate que, aunque imperfecto, sigue siendo el único antídoto contra el silencio y la complicidad impuestos por el miedo o la ignorancia.