NACIONALES
La hora cero para Morena
 
																								
												
												
											Opinión, por Iván Arrazola //
Los tiempos de la sucesión presidencial en México se han adelantado, y los actores políticos más aventajados dentro del oficialismo tratan de establecer las estrategias que les permitan estar en posibilidades de ganar el proceso interno en Morena que se definirá a través de encuestas.
La reunión del 28 de abril entre el presidente López Obrador y los presidenciables en Palacio Nacional, se convirtió en un momento emblemático del sexenio, que ayudó a reforzar la cultura presidencialista del sistema político mexicano, en esa reunión el presidente fijó los tiempos para que se lleve a cabo el proceso interno, por lo que entre julio y agosto se levantaría la encuesta, con lo cual se están adelantando los tiempos y con ello le está dando una evidente ventaja a la candidata más aventaja en las encuestas.
Al partido en el gobierno le ha llegado la hora cero de enfrentarse a su realidad, en el pasado no tuvo problemas para elegir a su candidato a la presidencia, era claro que no había otra persona que no fuera el eterno candidato, el que durante 18 años buscó la presidencia de la república, no hubo ni siquiera necesidad de hacer una encuesta en el 2018, era claro que no había más candidato que López Obrador.
Pero en el 2024 todo será diferente, acostumbrados al método de la encuesta en Morena, no ha sido necesario celebrar debates internos, ni contrastar proyectos entre los aspirantes a las candidaturas a las gubernaturas, una vez que se conoce el resultado de la encuesta, el o la elegida no le resta más que esperar los tiempos establecidos para hacer campaña.
Este peculiar método para elegir candidatos evita el desgaste del proceso interno y que él o la candidata salga debilitada, pero, por otro lado, no permite conocer las diferencias entre las propuestas de los candidatos, pero al partido en el poder le ha funcionado, tan eficiente ha sido el método que en aquellos casos en que ha habido inconformidad con el resultado de la encuesta no ha habido crisis.
Precisamente ahí es donde se encuentra la principal diferencia sobre cómo se llevará el proceso interno entre las famosas “corcholatas”, mientras Marcelo Ebrard demanda “piso parejo”, es decir, que los funcionarios no aprovechen sus cargos para hacer promoción personalizada, haciendo pasar giras de trabajo que en realidad son actos de promoción política encubiertos, y que se permita realizar debates entre los presidenciables de Morena para conocer sus propuestas, además de que los posibles candidatos renuncien a sus puestos para evitar que obtengan ventajas indebidas.
Por otro lado, la contraparte representada por Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y el propio líder del partido Morena, Mario Delgado, piden no adelantar tiempos ya que podrían incurrir en violaciones a la ley electoral, las precampañas inician formalmente hasta el mes de noviembre por lo que el partido podría ser sancionado por actos anticipados de campaña si realiza actos fuera de los tiempos establecidos por ley.
Sin embargo, para Ebrard el tiempo es su principal enemigo, si en este momento se levantara la encuesta perdería ante Claudia Sheinbaum que le lleva una ventaja considerable, de acuerdo con la encuesta del periódico El Financiero, Sheinbaum en este momento tiene 34 % de las preferencias, mientras que Ebrard tiene el 18%, de ahí la necesidad de Ebrard de entrar en un debate interno con su principal rival que es Sheinbaum.
Sin embargo, las diferencias entre Morena y Ebrard son evidentes, tal como han manejado los procesos internos, para Morena es indispensable mostrar fortaleza interna para estar en condiciones de competir en los procesos electorales, ni el debate ni la contrastación de ideas es importante cuando se trata de alcanzar el poder, de ahí la necesidad de definir a su candidato presidencial mucho antes de lo que marcan los tiempos oficiales.
Una vez definido el candidato, todos los reflectores se volcarán sobre ella o él con independencia de que falten muchos meses para nominarlo oficialmente, le pondrán el nombre de coordinador de la defensa del voto y aprovechará su cargo dentro de la función pública para seguirse haciendo promoción. Esa es la fórmula, es la que le ha ayudado al régimen a alcanzar importantes posiciones, al menos 21 gubernaturas y el presidente supone que esa fortaleza le permitirá alcanzar las mayorías calificadas necesarias para que Morena controle el Congreso y haga las reformas que han sido frenadas en la Corte.
En esta ocasión la inconformidad de Ebrard se podría hacer evidente si hay cargada a favor de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, que es la que ha sacado mayor provecho de su posición al frente de la jefatura de gobierno para hacer giras y tapizar el país con la leyenda “Es Claudia”, que en pocas palabras significa que es la elegida del presidente.
Para Morena el proceso sucesorio podría complicarse si no es capaz de procesar el conflicto, el conflicto interno está a la vista y aunque el presidente pretenda dirigir el proceso sucesorio, una realidad es que si el proceso no se percibe equitativo por parte de los aspirantes generará ruptura, y si bien es posible que en el corto plazo no le afecte y pueda ganar la presidencia del país, en el largo plazo si le afectará.

