JALISCO
La imposibilidad del diálogo
Opinión, por Iván Arrazola //
Es difícil comprender el dolor de una madre que ha perdido a un hijo, particularmente en un país como México, que si algo lo caracteriza es la excesiva burocratización en sus procesos, desde los tiempos que deben pasar para iniciar la búsqueda de un familiar desaparecido, hasta los engorrosos procedimientos para realizar la búsqueda de los cuerpos en los casos en los que lamentablemente pierden la vida.
Resulta también curioso que en medio de la crisis de seguridad en la que partidos de izquierda encabezan los gobiernos tanto a nivel federal como a nivel estatal en el caso de Jalisco, la ausencia de un enfoque social, de un enfoque receptivo se encuentren ausentes, sobre todo cuando en campaña criticaron la falta de resultados de sus antecesores, pidieron las renuncias de los gobernantes y ofrecieron una fórmula para terminar con el problema.
Pues bien, una vez que llegaron al poder probablemente detectaron que el problema llevaría más tiempo resolverlo, no solo eso, el problema de las desapariciones aumentó considerablemente a lo largo del sexenio, durante el sexenio de López Obrador se calculan más de 40 mil desaparecidos llegando a más de 100 mil desaparecidos en el país, mientras que a nivel local la cifra de desaparecidos ha llegado a 15 mil en Jalisco.
Por ser el tema de la inseguridad, pero sobre todo el tema de las desapariciones uno de los más sensibles, los dos mandatarios, tanto el presidente López Obrador, como el gobernador Alfaro Ramírez, se han negado a tener un diálogo abierto y directo con los colectivos de búsqueda, en el caso del presidente López Obrador se ha negado a tenerlo porque debe de cuidar “la investidura presidencial”, así lo ha señalado, cualquier grito, regaño o reclamo podría dañar severamente la imagen presidencial, mientras que Alfaro ha mostrado públicamente su desconfianza hacia los grupos de búsqueda al señalar “habría que tener mucho cuidado con estos esfuerzos de grupos que llegan de no sé dónde a hacer no sé qué”.
Debería de suponerse que por ser gobiernos de izquierda tienen una sensibilidad diferente, un respeto por los derechos de las personas y sobre todo una creencia firme en el dialogo, que lejos de quedarse en la tranquilidad de Palacio generando un monólogo o de solo hablarle a una cámara, creen firmemente en escuchar y en dialogar con grupos de personas que han perdido a sus seres queridos y que consideran que las instituciones de seguridad no hicieron lo suficiente para proteger las vidas de sus hijos, o no buscan con el mismo énfasis los cuerpos de sus familiares.
Un hecho que incrementó el enojo de los colectivos fue el recibimiento de la señora Estela de Carlotto presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo en la conferencia mañanera de López Obrador, el cuestionamiento de las madres buscadoras fue porqué el presidente recibe a una madre que pasó por la misma tragedia que ellas y a las madres buscadoras se niega a recibirlas.
En el caso de Jalisco, en semanas pasadas se suscitó un ataque con bombas a un convoy policial en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, el ataque se dio a partir de que las autoridades atendieron una llamada anónima por parte de una integrante de colectivos de búsqueda que alertaba sobre el hallazgo de una fosa, en total murieron 6 personas y 13 resultaron heridas en el ataque. A partir del lamentable suceso el gobierno de Jalisco suspendió la búsqueda de personas provenientes de llamadas anónimas hasta generar un protocolo, lo que generó molestia y enojo por parte de los colectivos.
El gobierno de Jalisco a partir de este nuevo desencuentro convocó al dialogo a los colectivos de búsqueda, sin embargo, limitó el debate a aportar ideas para construir un protocolo de búsqueda, con ello limitó el debate a un aspecto, pero la problemática es más amplia.
Hoy más que nunca es necesario que el dialogo sea abierto, sea público, y franco, que incorpore las voces de los directamente afectados, de las autoridades, de la sociedad civil, de los medios de comunicación y que dejemos de ser testigos pasivos de la tragedia que inunda a México, las autoridades deben de tener una visión más amplia del problema, deben reconocer que fueron rebasados, pero deben de reconocer que son capaces de hacer frente al problema si son capaces de escuchar y acompañar a los colectivos, las soluciones verticales o emanadas de un individuo o un grupo de personas están fuera de toda lógica.
El tiempo para la administración federal y estatal se ha agotado y todo va a terminar donde inició, siempre al inicio de una administración se convoca a los actores para que aporten sus puntos de vista y contribuyan a la resolución del problema, paradójicamente pareciera que se está en el inicio de una administración y no al final, al menos que quede el precedente que en algún momento el gobierno rectificó y escuchó, que esto sirva de experiencia a la próxima administración para no cometer los mismos errores.
