JALISCO
¿Qué representan México y Jalisco?
Opinión, por Miguel Ángel Anaya Martínez //
Vivimos en sociedad y en ella nos desarrollamos. Esta afirmación es lógica y sobre todo, obvia, sin embargo, parece que a muchos se nos olvida que lo que hacemos o dejamos de hacer influye directamente en el medio ambiente donde crecemos, donde viven nuestros hijos, hermanos, padres y madres.
Algunas veces, lo tenemos en mente, pero pasamos por alto lo importante de hacer buenas acciones en lo individual y de conocer y aportar en los proyectos gubernamentales o de la sociedad civil que, sin duda, nos afectan.
De la ignorancia o indiferencia de lo que sucede a nuestro alrededor viene la inacción ante los acontecimientos que nos afectan diariamente. Como ejemplos recientes tenemos pocos ciudadanos informados de que el sistema de pensiones busca reformarse, de los hechos de violencia ocurridos en diversas carreteras de país o del endeudamiento de los gobiernos; incluso lo vemos en casos “simples” como la inacción ante la instalación de ciclovías que en algunos casos resulta un ejercicio positivo y en otra ‘asfixia’ las ya de por sí complicadas calles de la ciudad.
Tal vez, somos indiferentes porque no entendemos el valor de la participación o porque ignoramos lo valioso del entorno en el que vivimos, así que hagamos un pequeño ejercicio para contextualizar el gran país donde nacimos. México, es el país número 14 del mundo en cuanto a extensión de territorio, y somos el décimo más poblado del planeta. Sí, somos muchos mexicanos y para probar lo fregones que somos, van más datos.
México ocupa el lugar número 11 como la economía más grande del mundo, esto gracias al crecimiento en materia de comercio. Según las estadísticas del INEGI, aproximadamente 45 millones de turistas visitan México anualmente; esto lo sitúa como el séptimo país más visitado del planeta, si bajáramos los índices de violencia, ¿cuántos turistas más visitarían nuestro país? ¿Cuántos empleos se generarían? ¿Cuál sería la derrama económica?
De la cultura, gastronomía y naturaleza se podría hacer toda una enciclopedia y seguramente no bastaría. Por otro lado, el índice de desarrollo humano es un tema por observar y mejorar pues ocupamos el lugar 86 del mundo, mientras que la mejor posición la tuvimos en 1999, donde éramos el lugar 58. ¿Qué hacíamos bien y dejamos de hacer?
El nuestro es un lugar donde es relativamente reciente la democracia. Pacificar y crecer en este entorno ha sido complicado, pero ahí la llevamos, hay que estar orgullosos de ser mexicanos y demostrarlo siendo ciudadanos activos.
Además de ser parte de un gran país, vivimos en un gran Estado. Jalisco es la cuna de la mexicanidad, lo más representativo de México está aquí: el tequila, el mariachi, la charrería y muchos etcéteras más. Nuestro estado junto con Puebla, son los que más pueblos mágicos contienen y, si hablamos de historia, habrá que recordar que aquí se abolió la esclavitud y la guerra cristera tuvo sus principales cuarteles en los Altos de Jalisco.
Nuestro Estado, es la segunda entidad del país que más empleo genera, también es el segundo que más recibe turistas, solo por debajo de Quintana Roo. En temas de seguridad y educación hay áreas de mejora.
A veces, y más en tiempos electorales, se suelen resaltar las cosas malas de vivir en un país y un Estado como el nuestro, esto desalienta la participación ciudadana porque se fomenta la idea de que estamos muy mal y no se puede mejorar, que no hay nada que hacer y que lo mejor es aislarse o evitar ser parte de una sociedad informada y activa. No hay que dejarse llevar por esta idea.
Por supuesto que hay cosas por mejorar, pero la única manera de superar algo es formar parte de ello. Informémonos de lo que sucede, participemos en las reuniones vecinales, hagamos comunidad. La participación ciudadana va mucho más allá de solo votar.
Que las campañas mercadológicas no nos hagan perder la atención de lo que realmente importa. El 2 de junio votar es muy importante, pero igual lo es lo que hagamos o dejemos de hacer durante los cuatro meses precedentes a ello. Hagamos lo que nos toca.
