NACIONALES
¿Quién gana? Cuando la historia se recicla

Opinión, por Gerardo Rico //
Con una agenda 2030 en su propuesta de gobierno, que aborda desafíos como la pobreza, el cambio climático, la desigualdad y la falta de acceso a servicios básicos, observamos el enfrentamiento verbal de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo con el expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León, quien durante su período, 1994-2000, enfrentó una de las peores crisis económicas en la historia de México y sin apartarse de las políticas neoliberales creó y originó el polémico Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa).
El origen del enfrentamiento Sheinbaum Pardo-Zedillo Ponce de León, se originó cuando el segundo publicó apenas el pasado 27 de abril un artículo en la revista Letras Libres, editada y fundada por Enrique Krauze, otro ferreo crítico de los gobiernos de Morena, en donde se preguntó: ¿Cuál era la verdadera naturaleza de la transformación morenista en el poder?
Además en una entrevista de la revista Nexos, al referirse a la elección del Poder Judicial, Zedillo precisó: “Lo que han hecho López Obrador y sus cómplices en los últimos meses, en esta materia, es realmente el final de la democracia mexicana”, y añadió: “Es evidente que a estas personas no les gusta la democracia. Tampoco les gusta el Estado de derecho. Lo que quieren es un régimen que pueda tomar decisiones arbitrarias, abusivas, según su propia conveniencia política. Su catálogo de acciones para destruir la democracia es quizás el más amplio que yo jamás haya visto en tan poco tiempo en ningún país”.
La presidenta Claudia Sheinbaum respondió a las críticas de Ernesto Zedillo, quien acusó a Morena de autoritarismo por la elección popular del Poder Judicial. Sheinbaum defendió la reforma como democrática, cuestionó la credibilidad de Zedillo y otros opositores como Ricardo Anaya, Alito Moreno y Enrique Krauze, y acusó a medios como Letras Libres y Nexos de promover una narrativa infundada sobre el fin de la democracia en México, usando a Zedillo como nuevo vocero.
Recuperar, reprocesar, rescatar, salvar…
Pero la terca historia registra otros datos. La historia busca recordar y comprender el pasado para aprender de él y tomar mejores decisiones en el presente. Esta definición viene a colación por la cantidad de personajes que formaron parte o tuvieron nexos directos e indirectros con la administracióin zedillista y que por causas de deslindes políticos y acomodaticios participan en el gobierno de la Presidenta Sheinbaum Pardo:
1.- Juan Ramón de la Fuente Ramírez: Fue secretario de Salud en el sexenio de Ernesto Zedillo y en la actualidad es el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
2.- Alfonso Durazo Montaño: Fue coordinador de la campaña del candidato del PRI a la Presidencia de la República, Ernesto Zedillo, dirigente nacional del PRI, secretario de Seguridad Ciudadana con Andrés Manuel López Obrador, Senador de la República por Morena. Actual gobernador de Sonora por Morena. Por cierto, también fue secretario particular del ex Presidente Vicente Fox en el periodo 2000-2004.
3.- Esteban Moctezuma Barragán: Secretario de Desarrollo Social y de Gobernación con Ernesto Zedillo. Secretario de Educación con Andrés Manuel López Obrador y actual Embajador de México en Estados Unidos, desde febrero del 2021.
4.- Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, propuesto en 2009 por Felipe Calderón como magistrado de la SCJN, fue presidente del Poder Judicial. Desde 1998, representó a bancos como Bancomer, Bital, Banamex y Banorte ante la SCJN, gestionando un amparo contra auditorías por el Fobaproa. Aunque sin cargo oficial, defiende los gobiernos de Morena.
5.- Alta Gracia Gómez, hija del exsenador y empresario Raymundo Gómez Flores, acusado de beneficiarse con el Fobaproa, es la Coordinadora del Consejo Empresarial de la Presidencia, nombrada por Claudia Sheinbaum. Actúa como enlace clave con el sector empresarial, especialmente en nearshoring, polos de desarrollo y corredores industriales.
6.- Patricia Armendáriz Guerra: Militante del PRI y asistente del secretario de Hacienda y Crédito Público, Pedro Aspe Armella en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. Es con ella como responsable de la vicepresidencia de la Comisión Nacional Bancaria y de la Valores (CNBV) que tuvo lugar la crisis económica en México de 1994. Actualmente, es diputada federal por Morena.
7.- Ignacio Mier Velazco, exdiputado del PRI en la 57 Legislatura y actual senador de Morena, votó a favor de legalizar el Fobaproa mediante la creación del IPAB, que rescató bancos. Fue operador clave para conseguir votos de diputados, no solo de Puebla, para aprobar el dictamen en la Cámara de Diputados el 12 de diciembre de 1998.
Una lista con más nombres que por asuntos de espacio no es posible escribir. Como dirían los clásicos, las palabras se las lleva el viento. Los hechos son los que cuentan.
NACIONALES
El choque Sheinbaum-Zedillo: Pisarse la cola

Desde los Campos del Poder, por Benjamín Mora Gómez //
Claudia Sheinbaum ha evidenciado que su mente fría ante las amenazas arancelarias de Donald Trump es más retórica que esencia de su carácter al responder con enojo a las críticas de Ernesto Zedillo a los gobiernos y leyes emanados desde Morena y los impulsos de Andrés Manuel López Obrador. La verdadera Claudia Sheinbaum ha explotado.
Ernesto Zedillo escribió sobre lo que millones de mexicanos calificamos como peligros contra la democracia y nuestras libertades políticas, económicas, sociales y de acceso a la información. Zedillo no dijo nada que no hubiésemos leído en otros artículos o escuchado en otras voces; pero nadie antes lo dijo como expresidente.
La presidente Sheinbaum se puso guantes de boxeo sin antes prepararse y medir los alcances de subirse al cuadrilátero. Me recordó a los pleitos entre niños de kínder: “Mi papá es bombero y mojará al tuyo”. Quizá, buscando asustar a Ernesto Zedillo, Claudia Sheinbaum amenazó con abrir el caso Fobaproa. ¡Uy qué miedo! Dijera Chico Che.
Zedillo le acepta el reto y pide investigar los grandes desfalcos y obras sin sentido del gobierno del presidente Andrés Manuel “El Peje” López Obrador. Los congresistas aliados de Morena se subieron al pleito y tomaron al Fobaproa como letra de presión política; estos señores y señoras olvidaron que en derecho hay prescripción.
Aristóteles dijo: “El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice”; tal parece que los morenistas metidos al pleito, incluida la señora Sheinbaum, dicen muchas cosas sin pensar ni mirar sus consecuencias. En alguna parte de ellos no conectan sus cerebros con sus lenguas; éstas su sujetan a sus hígados.
En el Fobaproa estuvieron involucrados diputados y funcionarios públicos, del tiempo de Zedillo, que hoy están en Morena, y fueron salvados empresarios que hoy se declaran pro-Sheinbaum, como lo es Altagracia Gómez, hija de Raymundo Gómez Flores de Minsa. Altagracia es millonaria gracias a los rescates financieros de Zedillo a don Raymundo.
Me decía mi padre que con la lengua se tropiezan aquellos, hombres y mujeres, con pocas neuronas haciendo bien su trabajo intelectual.
Claudia Sheinbaum parecía de mente fría hasta que se topó con algo inesperado y se sintió obligada a responder de botepronto a un artículo que pudo ignorar y esperar a que el tiempo lo enterrase. Demostró que a sus mañaneras les hace falta serenidad y le sobran arrebatos y mentiras.
Es mentira que a las palabras se las lleva el viento; se quedan en nuestras mentes, y hoy se guardan en los archivos de los medios de comunicación. Las palabras de Claudia Sheinbaum no la nutren y si envenenan. Aun no se abren las carpetas del Fobaproa y ya ensucian a los suyos. Claudia Sheinbaum olvidó que el PRI, viejo y corrupto, hoy está en Morena.
El silencio es el mejor regalo que nos poder dar pues hay palabras que maldicen a quién las pronuncia. En política, antes de hablar, hay que preguntarse si es prudente, necesario e inevitable. A Claudia se le olvidó esta regla elemental; tampoco meditó en quienes, de los suyos, pronto podrían ser dañados. Por ello, quienes apoyaron y fueron beneficiados por el Fobaproa, hoy le revolotean, enojados y muy preocupados.
Por razones de edad, hoy, a la inmensa mayoría de los mexicanos no le dice nada el Fobaproa y si el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, la terminal aérea Felipe Ángeles, Segalmex, la macro farmacia, la casa gris, el huachicol en buques tanque, Mexicana de Aviación vuelta a quebrar… ¡Vaya torpeza! ¿Qué dirá ese pueblo mexicano, bueno y sabio, cuando conozca que los involucrados en aquel Fobaproa que aun todos pagamos, hoy son la cúpula de Morena y responsables de los nuevos desfalcos a la nación?
Quizá la oposición, desdibujada hasta hace unos días, hoy se sienta agradecida con la presidente Sheinbaum. Veamos si lo aprovechan. Cuentan de aquel que se decía rapidísimo en matemáticas y que aceptaría cualquier prueba.
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Alguien que estaba cerca le preguntó: ¿Cuándo es 4 por 25?
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Aquel, ufano, le respondió: 73.5.
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¡Falso! son 100.
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El del mal cálculo le aclaró: ¡Dije que era rapidísimo, mas no prometí exactitud!
Algo así sucede con la presidente de las neo mañanera. No nos prometió ser brillante ni veraz, solo que cada mañana nos hablaría de sus ocurrencias.
Como presidente, Claudia Sheinbaum debiera planificar mejor su futuro de gobierno. A Peña Nieto le costó caro la casa blanca de su esposa Angélica Rivera y los crímenes de Ayotzinapa, y de ellos podría haber sido no culpable. Al gobierno del segundo piso de la 4T podría costarle caro el pleito de la presidente con alguien que ya no era enemigo.
Sé que la presidente no es mujer de fe y si mujer que se mofa de nuestra Guadalupana, pero le recomiendo que, al despertar, pedir a Dios le indique qué decir, mostrarle cuándo decirlo y enseñarle cómo decirlo. De inicio lo dirá de mala gana y sin convencimiento, pero cuándo vea que Dios le escucha, quizá cambie. Luego, pedir a Dios que le muestre cómo gobernar bien y para el bien. Esto nos es urgente como pueblo y nación. Aún está a tiempo de ser mejor.
CARTÓN POLÍTICO
La verdad histórica de Gertz Manero
JALISCO
Caso Teuchitlán: El rancho del silencio y el alcalde que decía no temer

Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
El problema con la podredumbre es que rara vez avisa. Huele a tiempo pasado, a complicidad curtida, a pactos hechos entre cafés tibios y palmadas en la espalda. En Teuchitlán, ese pequeño municipio jalisciense de no más de 10 mil almas, la peste salió de un rancho: Izaguirre. Pero la hediondez, ahora nos dicen, ya había contaminado el palacio municipal.
La detención fue discreta y, para algunos, sorprendente. Su nombre es José Ascención Murguía Santiago, dos veces alcalde, dos veces investido por la confianza de Movimiento Ciudadano. Cayó un sábado, como los operativos que buscan el eco en la prensa del lunes.
Cayó por obra de la Agencia de Investigación Criminal de la FGR, trasladado a la capital del país por su presunta vinculación con la operación criminal del CJNG en el Rancho Izaguirre. Delitos: delincuencia organizada y abuso de autoridad.
Ahora, “Chon” es un nombre más en la lista de los que, con el escudo del servicio público en la solapa, nos dicen que terminaron sirviendo al crimen.
Pero lo que cayó el sábado no fue solo un alcalde. Cayó la simulación, el cuento de la «tranquilidad» en los pueblos de Jalisco, esa paz de ataúdes y pactos.
El titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero, fue claro el 30 de abril: desde 2021 se sabía lo que pasaba en ese rancho. Reclutamiento, adiestramiento y ejecuciones. Las autoridades locales lo sabían, pero callaron. La Fiscalía de Jalisco lo aseguró en septiembre de 2024, pero después simplemente…se olvidó.
En marzo de este año, un grupo de madres buscadoras lo reabrió. Hallaron ropa, credenciales, huellas de un infierno. Ahí estaban las pruebas que la institución, con todos sus peritos y facultades, no pudo ver.
Y Murguía, el mismo que dijo en entrevista a Canal 13 que andaba sin escolta, que la gente lo conocía y confiaba en él, que estaba dispuesto a ser investigado, se volvió testigo de su propia caída. «Pues que me investiguen», dijo. Y lo hicieron. Y lo hallaron.
El alcalde aseguró no saber nada del rancho. «Es una zona muy alejada», dijo. «Nunca me enteré». Es curioso cómo la ignorancia se vuelve estrategia cuando la verdad comienza a cercar. Teuchitlán no es una megápolis. Es un municipio donde cuatro mil personas viven en la cabecera, donde todo se sabe.
Desde marzo, el Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, ya había ventilado el modus operandi: falsas ofertas de empleo para enganchar a jóvenes, promesas de salarios de hasta 12 mil pesos semanales, adoctrinamiento criminal. Y cuando alguien se oponía, el castigo era inmediato: tortura, desaparición, muerte.
Gracias a la captura de José Gregorio Lastra Armida, alias «El Comandante Lastra», se supo de la cadena completa de reclutamiento. Una cadena que pasaba por el Rancho Izaguirre y por los silencios del poder local.
Junto con el alcalde, hay al menos catorce detenidos más. Policías municipales de Tala y Teuchitlán, incluyendo un excomisario, acusados de desapariciones forzadas y participación en el mismo esquema de reclutamiento.
La Fiscalía estatal justificó su omisión alegando que el rancho era demasiado grande. Que no se podía procesar todo. Como si la ley tuviera límites topográficos. Como si la justicia se rindiera ante el metraje.
Murguía es parte de la estructura de MC. No es un actor marginal. Dos veces alcalde, dos veces cobijado por las siglas naranjas. Y el partido calla. Ni un posicionamiento, ni una aclaración. La estrategia es el silencio, como si la vergüenza se resolviera con amnesia pública.
El problema no es solo Murguía. Es la tolerancia institucional al poder criminal. Es la normalización del terror como parte de la gobernabilidad. En Teuchitlán, gobernaba un alcalde que hablaba de transparencia mientras un cártel entrenaba sicarios a la vuelta del camino.
No es la primera vez que un municipio pequeño se vuelve epicentro del horror. Pero lo de Teuchitlán es simbólico. Ahí se junta todo: el abandono institucional, la corrupción policiaca, el oportunismo partidista, la simulación ministerial.
El rancho Izaguirre es más que un predio. Es el monumento al fracaso del Estado. Y Murguía, su administrador.
La caída de Murguía no resuelve nada si no se arranca la red entera. Porque el crimen organizado no se instala en un pueblo sin permiso, sin cómplices, sin acuerdos. Porque un rancho no se vuelve cuartel de adiestramiento sin ojos que miren hacia otro lado. Porque un alcalde no cae solo.
Y porque, al final, si el poder no se limpia de fondo, habrá más Teuchitlán. Más ranchos. Más presidentes municipales con cara de inocencia y manos manchadas.
La pregunta no es por qué lo detuvieron. La pregunta es: ¿por qué tardaron tanto?
En X @DEPACHECOS
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