NACIONALES
Tiempo Completo, el 2023 y las políticas públicas
Metástasis, por Flavio Mendoza //
Aun mes de comenzar a aplicar el ejercicio presupuestal de 2023, posterior a la tercera sentencia por el Poder Judicial para salvaguardar el derecho de niñas, niños y adolescentes de recibir educación en Escuelas con extensión de jornada y alimentación, las Escuelas de Tiempo Completo, no hay un solo dato de los años 2021 y 2022 de operación de estas escuelas.
Para 2023 el Programa Nacional La Escuela es Nuestra duplicó su presupuesto para quedar en mas de 27 mil millones de pesos, lo que convierte a éste programa como el de mayor recursos en los últimos tiempos, dentro de este programa quedó establecido la operación de las Escuelas de Tiempo Completo en dos componentes, sin embargo, para 2021 y 2022 no establecía ni el monto que se requiere para su operación.
Para este 2023, posterior al análisis de las mesas de discusión sobre las Escuelas de Tiempo Completo, en el Presupuesto de Egresos de la Federación quedó establecido en el Artículo Décimo Tercero Transitorio que del total del presupuesto para el Programa La Escuela es Nuestra se debe garantizar el 21% para el componente 2 respecto al horario extendido, este tiene que ver con el recurso destinado para el pago de docentes, es decir, más de 5,670 millones de pesos deben destinarse al salario complementario de docentes. Mientras en el mismo artículo establece que deberá quedar en las nuevas reglas de operación la asignación presupuestal para el servicio de alimentación.
En Mayo de 2022, circuló un artículo en un diario de circulación nacional escrito por Lev M. Velázquez Barriga, en el que desacredita a las Escuelas de Tiempo Completo y al nuevo Programa de La Escuela es Nuestra, al primero como parte de los elementos que pretendían “privatizar” la educación al servicio del neoliberalismo, incluso asegura que el modelo de extensión de jornada al que deberíamos aspirar es el que implementó la CNTE cuando tenían bajo su poder al IEEPO en Oaxaca, con el proyecto de Escuelas Integrales de Educación Básica, parte del proyecto del Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca, proyecto que por cierto nunca entregó un resultado positivo respecto al aprovechamiento académico de los educandos, ni siquiera con sus propias teorías de evaluación. Sin embargo, en dicho artículo se desestima a los resultados de aprovechamiento académico, alineándose al contenido introductorio de los nuevos Planes de Estudio 2022, en el que se propone acabar con la alineación de los objetivos educativos que responsan a la competencia y al mercado laboral.
Una visión reduccionista en sí, que deja de lado el análisis global y científico de lo que se desarrolla en estas escuelas, mismas que han sido un referente de progreso integral como sociedad en otras latitudes del mundo, incluyendo en aquellos países donde gobierna la izquierda, por ejemplo en Latinoamérica, Uruguay, que a la llegada de Pepe Mujica en lugar de pensar en quitarlas por neoliberales, asumió el compromiso en incrementar este modelo en más del 100%, las Escuelas de China son de horario extendido para atender a los educandos desde las 8:00 hasta las 16:00 horas diarias, incluso en Cuba, donde el Ministerio de Educación establece para la atención de la educación primaria 36 horas a la semana, es decir más de 7 horas al día, donde se incluye la alimentación de los estudiantes, entre otros países de izquierda. Salvo el caso de Venezuela, donde existían escuelas de atención corrida, es decir de horarios extendidos, que en Mayo de 2022 a través del comunicado en la Gaceta Oficial 42.505, este servicio se cancela y las escuelas ofrecerían dos turnos, principalmente por el rezago en alumnos derivado de las condiciones económicas y el déficit que comienza a existir de profesionales de la educación, quienes deciden dedicarse a otra actividad económica.
Las Escuelas de Tiempo Completo no son un elemento más de una estrategia neoliberal, por el contrario, son el escenario perfecto para la implementación del Nuevo Modelo Educativo que persigue la formación de ciudadanos responsables, críticos y con un grado de conciencia y sensibilidad humanista que requiere el pensamiento para la construcción de las comunidades.
Por esta razón, además de resolver otros problemas tanto para el sistema educativo en organización de los tiempo curriculares para el conocimiento científico y de lo comunitario, como resolver la construcción de comunidad y atención prioritaria a los que menos tienen, abatiendo rezago y deserción escolar, desnutrición infantil, obesidad, violencia, creando ambientes sanos de convivencia e identidad nacional, son un primer elemento de políticas educativas en favor del pueblo.
