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Trump le aprieta a México con aumento a aranceles
Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Los poseedores de la única verdad en este país, los del segundo piso, ven la tempestad y no se hincan. Para comenzar febrero, el presidente Trump hizo caer la espada de Damocles a los productos mexicanos, al ordenar el 25 por ciento de aranceles a los productos mexicanos.
No se anduvo con rodeos y en su ordenanza argumenta que el Gobierno Mexicano tiene una alianza con los cárteles de la droga.
Por esa causa y porque México ha sido muy laxo con los inmigrantes que toman al país como paso hacia la frontera con EEUU, es que Trump ordenó incrementar el cobro de aranceles a los productos mexicanos.
Obviamente que los expertos en economía están nerviosos. No así los integrantes del gobierno, comenzando con la presidente, que han tratado de minimizar este descalabro, al afirmar que nuestro país tiene “plan b y hasta c”.
La expulsión de indocumentados es además motivo de rencillas entre las naciones a donde expulsan los ciudadanos irregulares.
¿Cómo no va a ser angustiantes las declaraciones oficiales? No pocos mexicanos, que sí le saben a la ciencia de economía, han cuestionado la actuación del Canciller Ramón de la Fuente y del secretario de Economía, Marcel Ebrard. Ellos tenían la misión de convencer al Mandamás gringo para que no implementara esos aranceles. Fracasaron. Seguramente que la tozudez y el irracional odio de Trump a los latinos, especialmente a los mexicanos, no habría dado pie a esas negociaciones, puesto que éstas implican mano izquierda, política, pláticas, negociaciones de alto nivel.
El hecho es que México, Canadá y China, (éstos últimos en menor porcentaje) deberán pagar más por vender los productos a los norteamericanos.
Los simplistas, los economistas de dedazo, como Ebrard, creen que aumentando el precio último, el que paga el consumidor, ayudará a solventar la crisis que representa ese nuevo impuesto. Pero no. No es tan fácil; la oferta y la demanda, allá, implica una feroz competencia entre los productores, en este caso de todo el mundo, para lograr vender en el mercado estadounidense.
No olvidemos que todo tipo de mercancías de origen mexicano pueden ser sustituidas, pirateadas o clonadas y a menor precio. Otro peligro es el famoso dumping o el comercio desleal con precios inferiores, de oportunistas, para sacar del mercado productos hechos en México.
¿Cuáles son los planes b o c del gobierno mexicano? No los han revelado aún. Por el bien de nuestra economía y estabilidad financiera y política que sean realmente inteligentes, hechos por expertos en economía, política y con efecto inmediato, porque urgen “para ayer”.
Esta andanada de decretos de Trump, esta agresión, mejor dicho, contra México y sus ciudadasnos, los de aquí y los de allá, tiene ya sus repercusiones. Las deportaciones seguirán, porque el presidente Trump ha convencido a sus electores de que todos, absolutamente todos los ilegales mexicanos, centroamericanos o sudamericanos han ingresado a EEUU para perjudicarlo.
Los hechos dicen otra cosa. Los mexicanos, nos ocuparemos principalmente a nuestros compatriotas, son una parte muy importante del desarrollo económico del vecino país.
Es un beneficio de ida y vuelta. Es una aportación de fuerza laboral de nuestro país que data del siglo antepasado. Así de antiguo es el éxodo de compatriotas a Estados Unidos de América.
La cultura de muchos mexicanos incluye ir a trabajar a Estados Unidos, no sólo campesinos o trabajadores; una corriente de profesionistas de la salud, ingenieros y otras actividades más intelectuales han emigrado, sin papeles, a laborar allá.
Los expertos en economía aseguran que esas medidas trumpistas perjudicarán a la economía norteamericana, por el papel que juega esta fuerza de trabajo que mueve miles de “tuercas” de la maquinaria gringa. Como dijo José Feliciano; “Ya veremos”.
Noticia infausta, muy triste, la que circuló desde el mediodía del sábado 1 de febrero: la muerte de Raúl Gómez, “el Willy”. Uno de los últimos verdaderos ídolos del club Guadalajara, por su manera de hacer sentir al público un futbol alegre, ofensivo. El Willy destacó por su desparpajo para burlar contrarios, su inteligencia para jugar en equipo, sus habilidades innatas con el balón. Descanse en paz Raúl “Willy” Gómez, ídolo de multitudes que no necesitó de artificios televisivos o de redes sociales para convertirse en referente del Rebaño Sagrado.
