MUNDO
Uso del Ejército Mexicano contra la delincuencia hasta 2024: Los expertos cuestionan a López Obrador

Por Víctor Flores García //
CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — El Gobierno de México debe dar marcha atrás al despliegue de tropas del Ejército para operaciones de seguridad pública hasta 2024, por graves riesgos de violaciones a los derechos humanos, que es contrario a las promesas que hizo en campaña el actual presidente, señalaron analistas y defensores de víctimas.
«La decisión evidencia un engaño del presidente Andrés Manuel López Obrador al electorado mexicano, pues como candidato construyó una narrativa crítica al Gobierno del entonces mandatario Enrique Peña Nieto (2012-2018) por tener a los militares en las calles, haciendo supuestas funciones de Policía», dijo a Sputnik José Antonio Guevara, director ejecutivo de la independiente Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos.
Guevara, quien también integra el grupo de trabajo sobre Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, recordó que, cuando se desempeñaba como líder de la oposición, López Obrador «condenó seriamente las graves violaciones de derechos humanos que las fuerzas militares cometieron en aquella época»
Hay abundantes discursos, entrevistas y vídeos del actual jefe del Ejecutivo cuestionando en particular la decisión de involucrar al Ejército y la Marina armada en la lucha contra el narcotráfico adoptada en 2006, cuando se desató una escalada de violencia que ha dejado cientos de miles de muertos.
López Obrador emitió la semana pasada un decreto que autoriza a que las secretarías de la Defensa Nacional, de Marina y la Fuerza Aérea realicen durante cinco años tareas complementarias de seguridad pública con la flamante Guardia Nacional (GN), creada el año pasado e integrada fundamentalmente con militares.
El decreto señala de manera explícita que esta participación de las fuerzas militares se hará «de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria» a las de la Guardia Nacional e instruye para que los uniformados garanticen el respeto a los derechos humanos en sus operativos.
Pero el periodo «extraordinario» abarca hasta su último año del sexenio presidencial.
CRÍTICAS DE ORGANISMOS INTERNACIONALES
Las instrucciones del decreto presidencial son insuficientes para los principales organismos internacionales que velan por el respeto a las garantías fundamentales.
El temor de esas instancias es que, al continuar con los militares en las calles, vuelva el incremento de graves violaciones perpetradas por uniformados en verde oliva, que ejercen toda su capacidad letal y de destrucción.
Las tanquetas, jeeps artillados, helicópteros y aviones de guerra ya estuvieron en escena en los gobiernos de Felipe Calderón (2006-2012), violando la Constitución
Peña Nieto lanzó a los militares al combate mediante una polémica Ley de Seguridad Interior, promulgada en 2017 y declarada inconstitucional por la suprema Corte de Justicia en noviembre de 2018, pocos días antes de que asumiera el cargo López Obrador.
La oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ya pidió al Gobierno que revise la decisión.
Esa instancia que encabeza Michelle Bachelet advierte que el decreto amparado en una reforma constitucional que dio vida a la Guardia Nacional militarizada, «no contiene información ni disposiciones que permitan evaluar su conformidad con los estándares constitucionales e internacionales».
Guevara, quien ha representado a México en la sede de la ONU en Ginebra, cuestiona la redacción del decreto, que califica como «una orden vaga con subordinación inexistente, sin controles e inseguridad jurídica».
«Es la culminación de un proceso de militarización que inició Felipe Calderón, fortaleció Peña Nieto y López Obrador constitucionaliza», cuestionó Guevara, coautor del informe «Violencia y Terror: hallazgos sobre fosas clandestinas» de 2006 a 2017.
Por su parte, Lisa Sánchez, directora de México Unido contra la Delincuencia, deploró que la estrategia viole la Constitución e ignore la legislación que la propia bancada oficialista aprobó el año pasado para dar vida a la GN.
«No sólo se viola el artículo constitucional número 2, sino que la disposición que creó la Guardia Nacional obliga a emitir una legislación que regulara la posible participación militar» en las calles, reveló Sánchez en una presentación de la postura de su organización.
Las entidades que encabezan Guevara y Sánchez integran un influyente colectivo de unas 300 organizaciones y expertos bautizado #SeguridadSinGuerra, que exige desde hace muchos años que los militares regresen a sus cuarteles.
López Obrador, que se define a sí mismo como un político de izquierda nacionalista, califica ahora a los militares como «pueblo humilde uniformado» y sorprendió aún más porque presentó su estrategia contra delincuencia como un lema pacifista: «abrazos, no balazos».
Guevara subraya que López Obrador intentó maquillar el rostro de la guerra: «es una decoración legal, al despliegue militar contra la delincuencia organizada, que antes había criticado».
Las cifras arrojan un saldo atroz a su primer año de Gobierno: en 2019 México registró un récord histórico de asesinatos, con más de 34.500 personas muertas, casi 100 cada día desde que comenzaron las cuentas oficiales en 1997.
A pesar de la inactividad económica durante la pandemia de coronavirus, el 19 de abril pasado México tuvo su día más sangriento este año: 105 asesinatos.
MUNDO
Acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamás busca poner fin al horror, aunque persisten interrogantes

– Por Redacción Conciencia Pública
Tras más de dos años de conflicto, Israel y Hamás han firmado un acuerdo para una tregua temporal acompañado de un intercambio de rehenes y prisioneros.
En este pacto, Hamás se compromete a liberar a los rehenes israelíes que aún estén con vida, y a cambio Israel liberará a cientos — incluso miles — de prisioneros palestinos. La firma del convenio fue producto de intensas negociaciones indirectas llevadas a cabo en Sharm el-Sheij (Egipto), con la mediación de Estados Unidos, Catar, Egipto y Turquía.
Israel aceptó también una retirada parcial de sus fuerzas en Gaza como parte del paquete negociado. No obstante, la aplicación del pacto depende de una ratificación oficial por parte del gobierno israelí.
En cifras, se estima que Hamás liberará alrededor de 20 rehenes vivos que le restan, más los cuerpos de quienes fallecieron mientras estaban detenidos. Israel, por su parte, liberará cerca de 2,000 prisioneros palestinos, excepto los terroristas que participaron directamente en el ataque contra Israel el 07 de octubre de 2023.
El intercambio se realizará por fases: se prevé que los primeros movimientos ocurran en los días siguientes a la aprobación estatal israelí.
Aunque este pacto es visto por algunos como un hito diplomático, contiene múltiples interrogantes. Entre los puntos no resueltos están el desarme de Hamás, el papel político del grupo en el futuro de Gaza y la soberanía palestina.
Además, hay sectores dentro del poder israelí — especialmente de tendencia ultraderechista — que han expresado su rechazo al acuerdo y podrían obstaculizar su ejecución.
La implementación del acuerdo requerirá vigilancia internacional. Se espera que garantes externos supervisen el cumplimiento de las distintas fases, desde la liberación hasta la retirada militar parcial y la apertura humanitaria.
Aun así, la experiencia reciente advierte que cada etapa puede ser objeto de demoras, interpretaciones divergentes o incluso rupturas.
El contexto es abrumador: desde el inicio del conflicto, se han reportado más de 67,000 muertes en Gaza, muchas de ellas civiles, mientras que el ataque inicial de Hamás en octubre de 2023 causó aproximadamente 1,200 muertos en Israel y la captura de 251 rehenes.
Para las poblaciones atrapadas en el enfrentamiento, las esperanzas con este pacto no pueden disociarse del temor: ¿logrará imponerse la paz sobre la ruptura?
En última instancia, el éxito —o fracaso— del acuerdo no dependerá solo de las letras firmadas, sino de la voluntad real de las partes para transformarlas en acción durable.
Si los liberados regresan con vida, si el retorno de los prisioneros se realiza sin tropiezos, y si Gaza vuelve a ver ingreso efectivo de ayuda humanitaria, podríamos estar ante un punto de inflexión. Pero si el pacto se queda en promesa incumplida, alimentará la desconfianza y prolongará el sufrimiento.
MUNDO
Francia mira hacia México: interés europeo por el gobierno de Claudia Sheinbaum

– Por José Modesto Barros Romo
A un año de haber asumido la presidencia de México, Claudia Sheinbaum se ha convertido en una figura de atención global. Desde París hasta Bruselas, su estilo de gobierno, sus reformas sociales y su firmeza frente a los Estados Unidos despiertan un creciente interés en los círculos políticos y académicos europeos.
En Francia, medios como France 24, Le Monde y el CNRS han dedicado amplios espacios a analizar su perfil, su política interior y su papel como la primera mujer presidenta en la historia mexicana.
El interés francés no es casual. En un contexto internacional marcado por el avance de la derecha populista y el repliegue de muchas democracias, México ofrece un caso singular: un gobierno progresista que combina ciencia, ecología y política social.
Sheinbaum, doctora en ingeniería energética y exintegrante del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), representa para Europa una nueva clase de liderazgo: técnico, racional y comprometido con la justicia social. Su discurso feminista y su promesa de “poner a los pobres primero” contrastan con las tendencias autoritarias que dominan en buena parte del continente americano e incluso en algunas partes de Europa y Asia.
Durante su primer año de gestión, Sheinbaum ha mantenido una alta popularidad, impulsada por un avance en la reducción de la pobreza, el aumento del salario mínimo y el fortalecimiento de los programas sociales. Los observadores europeos destacan que estos resultados no se explican solo por la continuidad del proyecto de López Obrador, sino por una administración más metódica, con énfasis en el orden, la transparencia y la rendición de cuentas.
Francia, que atraviesa su propio debate sobre la igualdad de género y la transición ecológica, observa en México un experimento político de gran valor simbólico.
Uno de los temas que más atención ha generado en los foros franceses es la reforma judicial mexicana. La elección directa de jueces y magistrados —una medida sin precedentes a nivel mundial— ha sido vista en Europa como una apuesta arriesgada por democratizar la justicia, aunque no exenta de riesgos.
Investigadores del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia (CNRS, por sus siglas en francés), como Hélène Combe, han subrayado la importancia del intento mexicano por romper con décadas de impunidad, aun cuando la baja participación electoral (13 %) y las acusaciones de politización ensombrecen los resultados iniciales.
En materia de relaciones exteriores, la prensa francesa destaca la capacidad de Sheinbaum para mantener la autonomía nacional frente a Estados Unidos. Su frase “cooperamos, pero no nos sometemos” resonó en los medios galos como símbolo de una política exterior soberana.
Incluso cuando el expresidente Donald Trump amenazó con endurecer aranceles y militarizar la frontera, México optó por la diplomacia firme, enviando refuerzos militares a sus fronteras sin ceder en su dignidad. Ese equilibrio entre pragmatismo y soberanía ha sido interpretado en Europa como una lección de política exterior latinoamericana.
Francia también observa con atención el componente feminista y cultural de la llamada “Cuarta Transformación”. En los debates televisivos franceses, se ha destacado cómo el ascenso de Sheinbaum refleja tres décadas de feminización de la vida política mexicana. Hoy el Congreso es paritario y más del 50% de los cargos locales están ocupados por mujeres. “El tiempo de las mujeres ha llegado”, dijo un analista en France 24, aludiendo al impacto simbólico que tiene que una nación históricamente patriarcal haya elegido a una científica feminista como jefa del Estado.
Este interés europeo no se limita a la política. En el ámbito económico y ambiental, el modelo de desarrollo sustentable promovido por México podría ofrecer nuevos puentes de cooperación con la Unión Europea. París ve en Sheinbaum una interlocutora con quien se puede dialogar sobre energía limpia, justicia climática y reducción de desigualdades.
La “presidenta científica” se ha convertido en un referente de gobernanza moderna, donde, hasta el momento, la evidencia y la ética pública reemplazan el populismo y la improvisación de administraciones pasadas.
México, por tanto, vuelve a ocupar un lugar importante en el mapa de la atención internacional. A ojos de Francia y del mundo, el país se está transformando en una especie de laboratorio político donde se combinan la ciencia, la igualdad y la justicia social bajo un liderazgo femenino que redefine la izquierda latinoamericana.
Los expertos europeos coinciden en que si logra consolidar sus reformas y mantener su independencia diplomática, política y administrativa, incluso frente a varios de sus propios compañeros de partido (Morena-AMLO), Claudia Sheinbaum podría pasar a la historia no solo como la primera presidenta de México, sino como el rostro de una nueva era de cooperación entre América Latina y Europa.
AQUÍ PUEDE VER UNO DE LOS PROGRAMAS FRANCESES DONDE SE HA ANALIZADO EL GOBIERNO DE CLAUDIA SHEINBAUM:
JALISCO
Edición 810: Claroscuros de la reforma a la Ley de Amparo de Sheinbaum: Javier Hurtado ve la mano de EEUU, GAFI y T-MEC
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
Fernando Espinoza de los Monteros: Reforma a la Ley de Amparo, una traición a su esencia
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Del arroz al silicio

– Opinión, por Miguel Anaya
En octubre de 1949, Mao Zedong proclamó la República Popular China sobre los escombros de una guerra civil y de siglos de invasiones extranjeras. Era un país rural, analfabeto, con hambre y sin rumbo. 75 años después, esa misma nación fabrica teléfonos y desarrolla apps que influyen en todo el mundo. El gigante, en teoría comunista, es parte vital del rompecabezas capitalista. Ironías del progreso.
China no conquistó el mundo con ejércitos, sino con contenedores, con comercio. No levantó su poder con discursos sensacionalistas, sino con fábricas. Mientras occidente se perdía en contradicciones sociales y culturales, China hablaba poco, trabajaba mucho y exportaba todo.
El secreto no está solo en la economía, sino en la idiosincrasia. China entendió el comunismo con alma confuciana: orden antes que libertad, armonía antes que rebeldía. Mao, no impuso una doctrina foránea; apenas adaptó la vieja idea de que el individuo debe inclinarse ante el todo. Así, el Partido Comunista se convirtió en una versión moderna de un imperio: no se cuestiona, se obedece; no se dice, se hace.
Claro que el camino no fue un cuento chino. El “Gran Salto Adelante” fue más bien un salto al vacío: millones sufrieron entre hornos de hierro y campos estériles. La Revolución Cultural desató una purga donde callar se volvió virtud y la lealtad, salvoconducto. Pero incluso en el desastre, el sistema sobrevivió. China tiene una habilidad ancestral para convertir la tragedia en método.
Luego llegó Deng Xiaoping, un pragmático con alma de comerciante. Su frase, “no importa de qué color sea el gato con tal de que cace ratones”, inauguró el comunismo más rentable de la historia. Permitió la riqueza privada, pero no la libertad pública; abrió las puertas del mercado, pero cerró las ventanas del poder. El resultado: cientos de millones salieron de la pobreza, mientras el partido consolidó el control absoluto.
Hoy, China es el espejo que el mundo observa con una mezcla de fascinación y recelo. Produce, compra, vende y presta. Dirige satélites, controla redes sociales y construye su propio universo digital. Lo que empezó como una extraña mezcla del capitalismo de Occidente y el comunismo de la Unión Soviética, la convirtió en el competidor más disciplinado.
Mientras en las democracias los presidentes cambian cada cuatro o seis años, en China los planes se diseñan para medio siglo. Mientras aquí debatimos el precio de la gasolina, allá diseñan los autos eléctricos que la harán obsoleta.
Y mientras unos discuten si la inteligencia artificial es peligrosa, China ya la utiliza para vigilar a sus ciudadanos, predecir sus hábitos y hasta modelar su “buena conducta”. Orwell se quedó corto: el Gran Hermano aprendió mandarín.
Pero más allá de todo, hay algo que resulta innegable: China entendió el poder como una ciencia exacta. No necesita persuadir, solo demostrar eficiencia. Donde Occidente se desangra en ideologías, China se concentra en resultados. Donde otros prometen libertad, China ofrece prosperidad. Y aunque lo nieguen los románticos, la prosperidad convence mejor que cualquier discurso.
El dragón no rugió: esperó. Tejió mientras otros se distraían en guerras, elecciones o redes sociales. Planeó mientras el mundo lo subestimaba. Y cuando todos despertaron, ya era demasiado tarde: China estaba en los bolsillos, en las pantallas, en las deudas y en los sueños del siglo XXI.
Quizá no sea el modelo ideal para imitar, pero sí el espejo que obliga a mirar sin filtros. Porque, al final, China no sustituye el poder económico, militar y ni el alto consumo de Estados Unidos, pero si hace ver un mundo distinto. Una realidad qué algunos admiran y otros más, temen.