OPINIÓN
AMLO une a PRI-PAN-PRD: De la quema del pasado a los tumores de Morena
 
																								
												
												
											Comuna México, por Benjamín Mora //
En el pasado, las dictaduras quemaron libros; hoy, desde el púlpito mañanero del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se pretende quemar nuestro pasado postrevolucionario, al juzgarlo como origen de todos los males sociales y económicos posibles y que él mismo ha sido incapaz de remediar tras dos años de un gobierno fallido.
Hagamos un poco de historia:
En la Bebelplatz de Berlín, el 10 de mayo de 1933, el régimen de Adolph Hitler ordenó quemar aquellos libros que hablasen mal del nazismo: Su orden fue cumplida por integrantes de las camisas pardas y las juventudes hitlerianas, instigados por el ministro de propaganda Joseph Goebbels. En aquellos años, también se quemaron los libros de autores judíos desde 1930 a 1945, como lo fue El Capital de Karl Marx. Recordando aquel hecho, en la primera vez que estuve en Berlín, siendo 10 de mayo, fui a la Bebelplatz y me tocó presenciar una venta de libros, organizada por estudiantes de la Universidad Humboldt en recuerdo de aquel día de mayo de 1933. Fue maravilloso
El 19 de agosto de 1936, durante la Guerra Civil Española, la Falange Española de dictador Francisco Franco, incendió libros de bibliotecas privadas, del Seminario de Estudios Gallegos y de centros culturales republicanos y obreros.
Heinrich Heine escribió: “Ahí dónde se queman libros se acaba quemando también seres humanos”. Hoy, en México, desde Morena y la 4T, se busca destruir a todo aquel que se atreva a criticar a su líder y poner en duda el futuro de su Cuarta Transformación. Es la antidemocracia en la incipiente democracia mexicana.
En la vida, el disfrazar el dolor no nos alivia, pero evita que otros nos miren sufrir.
México está resquebrajado y dividido, y lo festeja Andrés Manuel López Obrador pues es la base de su proyecto de transformación. México está resquebrajado y dividido, y preocupa a la oposición de Andrés Manuel López Obrador pues México, como proyecto de nación y patria, parece morir junto con la pluralidad política que nos trajo la democracia.
El eje de este debate es Andrés Manuel López Obrador, como el Presidente, divide para ganar; sin embargo, también concilia al PRI y al PAN ante un enemigo común: La gran mentira discursiva de ese algo llamado PRIAN, jamás cierta, jamás existida, podría volverse realidad.
López Obrador ha logrado lo que jamás imaginaron posible los estudiosos de la real politik: Unir al empresariado, la sociedad civil y los partidos políticos. A ello, Mario Delgado (Morena) ha llamado tumor, en un atrevimiento irrespetuoso, fatuo y burlón. Mario Delgado no entiende que un tumor mal atendido puede causar la muerte, y en este caso, la muerte política del propio peje presidente y su proyecto de la 4T.
El Presidente de la trasformación que divide a la nación, ha unido a tres partidos políticos hacia 2021: PAN, PRI y PRD para apoyarse en 158 de los 300 distritos electorales federales; 61 distritos serán para candidatos del Acción Nacional, 53 para gente del Revolucionario Institucional, y 44 para representantes de la Revolución Democrática. Los tres navegarán a contracorriente, según nos advierten las encuestas; ello significa la exigencia de mejores estrategias y aun mejores propuestas.
El Presidente ya nos ha dicho qué nos ofrece y, aunque su aceptación es alta, a los mexicanos no nos satisfacen sus resultados cuando se nos pregunta sobre hechos concretos: Salud, empleo, atracción de inversiones, confianza del consumidor, combate efectivo a la corrupción… Hay mucho por debatir por los pobres resultados del gobierno: Culpar al pasado poco a poco pierde valor y credibilidad.
Mario Delgado asume el papel que tuvo Joseph Goebbels en el gobierno de Adolph Hitler. Mario Delgado acusa al PAN, PRI y PRD de los grandes males presentes por sus liviandades éticas y morales del pasado, pero olvida que la inmensa mayoría de Morena salió de esos partidos. Más aún, Andrés Manuel López Obrador militó en el PRI y el PRD, y así podríamos seguir las vidas políticas de muchos en el gabinete de presidente López Obrador, y ninguno o ninguna de ellos merecería ser invitado de padrino de bautizo de uno de nuestros hijos ni merecería dejarle las llaves de nuestra casa para su cuidado si no quisiéramos ser despojados de todo.
Antonella Attili, por la Universidad Autónoma Metropolitana, escribe en su ensayo Retóricas de la antidemocracia. Notas sobre la crisis del poder público y de la emancipación: La preocupación actual por la profundización de la crisis de las democracias encara en particular los efectos del tsunami neopopulista y su antipolítica. Su demagogia polarizadora es un duro contragolpe a las grandes construcciones de los procesos democratizadores de “la tercera ola” y asimismo a los pilares fundamentales de democracias consolidadas o maduras. No hay duda, Andrés Manuel López Obrador es demagogo y polarizante, o quién podría imaginar a alguien distinto cuando la misma autora escribe: Esta postura “polémica” (en el sentido de hostilidad en contra “enemigos”) o beligerante ha propagado tenazmente la división social y la desconfianza hacia las instituciones democráticas profundizando el desprestigio de la política en general y de sus sujetos, élites, funcionarios, gobiernos, etc.
Para López Obrador, 2021 deberá significarse por el triunfo de lo antiplural, del enconoso del malestar social y del triunfo de los grupos excluyentes de todo lo que no coincida y se subyugue a la Cuarta Transformación. La 4T solo tiene un pensamiento, cambiante y ambivalente, del mesías pejeriano.
Enrique Krauze lo entiende y explica más que bien cuando se muestra preocupado por la enorme concentración del poder en manos de un solo hombre en México, propone introducir equilibrios. Yo, como lo hace Enrique Krauze, me pronuncio por el equilibrio de fuerzas en el ejercicio del poder y eso solo será posible si esta triple alianza logra convencer y vencer en 2021. No sé si la o el candidato por el distrito federal en que vivo será, en 2021, del PAN, el PRI o el PRD, pero, sin duda, tendrá mi voto.
Entendamos, Morena se formó de políticos migrados del PRD, PRI y PAN; entonces, qué hay de criticable que los mismos partidos se unan para detener a quienes en ellos militaron y les avergonzaron. 2021 será una lucha entre hermanos distanciados. Serán algo así como Abel y Caín, y ya sabemos quiénes son como Caín dispuestos a acabar con el hermano.

