Beisbol
Andrés Muñoz, 17 salvamentos con Seattle: Amemos al beisbol

Al bat, por Jesús Alberto Rubio //
Dodgers, de plácemes: ¡Max Scherzer retornó tras una cirugía en su hombro y se queda solo en el 10mo puesto entre los lanzadores con más ponches en la historia de Las Mayores con 3,394.
Ante los Gigantes el pasado jueves, el tres veces ganador del trofeo Cy Young toleró en cuatro entradas seis imparables, recetó seis ponches y obsequió dos boletos. Realizó 72 lanzamientos, de los que 47 fueron strikes.
Ya sabe, ese choque lo ganó Dodgers 6-4 al cierre del octavo cuando con el score empatado a 4 Nick Ahmed y Shohei Ohtani (31) apantallaron con jonrones de oro.
Buena: El Extrabase: 2022: Luis Arráez le rompe a Dylan Cease su No-Hitter con 2 outs en el noveno.
2024: Luis Arráez le entrega a Dylan Cease la pelota de su primer No-Hitter en Grandes Ligas.
Beisbol, te amamos.
Brian Murphy/MLB.com: ¿Una temporada 30-30? Genial. ¿Llegar a 40-40? Un logro poco visto. ¿Pero qué tal 80-80-80? El dominicano Elly De la Cruz se encuentra solo en ese club.
Al momento de redactar es líder en estafas con 51.
El campocorto estelar de los Rojos suma 86 estafadas en sus primeros 200 juegos en Grandes Ligas.
Según el Elías Sports Bureau, ningún otro jugador en la Era Moderna (desde 1900) ha logrado 80 robos, 80 extrabases y 80 bases por bolas en sus primeros 200 partidos en las Mayores.
Lleva ritmo para robarse 79 sacos, que sería la mayor cantidad de cualquier jugador desde que Vince Coleman tuvo 81 estafadas por los Cardenales en 1988.
PRÓXIMA VOTACIÓN PARA COOPERSTOWN 2025:
Encabezan la lista Ichiro Suzuki, CC Sabathia, Billy Wagner y Félix Hernández.
Notables: Sabathia fue ganador de un MVP, campeón de la Serie Mundial, invitado a 5 Juegos de Estrellas y en 19 temporadas acumuló 3.093 ponches (puesto 18 de todos los tiempos), 560 aperturas (28) y 251 triunfos (47).
El nombre que más atención llama, por supuesto, es Ichiro.
El ex jardinero y superestrella de Grandes Ligas, además del béisbol de Japón, es una apuesta segura para ser electo en su primera oportunidad… y cuidado si se convierte en el segundo elegido de manera unánime, después del panameño Mariano Rivera en el 2019.
El japonés, en efecto, podría unirse al grupo de 60 jugadores que han conseguido su entrada al Salón de la Fama en su primer año de elegibilidad.
Hay muchos argumentos para considerarlo: Novato del Año, MVP, dos veces campeón bate, ganador de 3 Bates de Plata y 10 Guantes de Oro como outfielder, se retiró con al menos 3 mil hits y tuvo 10 invitaciones al Juego de Estrellas en 19 años en las mayores.
Además, algo que trasciende: ostenta el récord de hits en una temporada: 262 en el 2004, rompiendo la marca de George Sisler de 257 en 1920, aunque vale señalar que éste lo hizo en una campaña de 154 juegos. (Ichiro en 162).
Por su parte, Billy Wagner tiene la sexta mayor cantidad de juegos salvados en la historia con 422.
¿Y el Rey Félix Hernández?: Compañero de equipo de Ichiro por muchos años en Seattle, el derecho venezolano fue convocado a seis Juegos de Estrellas, logró en el 2010 un Cy Young, lanzó un juego perfecto, conquistó dos títulos de efectividad y tuvo seis temporadas consecutivas de más de 200 ponches.
También entrarán a las boletas: Andruw Jones, Carlos Beltrán, Manny Ramírez, Curtis Granderson, Dustin Pedroia, Hanley Ramírez, Troy Tulowitzki, Ben Zobrist, Mark Buehrle, Francisco “Kid” Rodríguez, Torii Hunter, David Wright y Omar Vizquel.
Ok. Ya veremos.
Humberto García: en relación a Randy Arozarena, ahora con Seattle: Espero le caiga muy bien este cambio; no estaba aportando lo esperado con Tampa con quienes llevaba una temporada de regular para abajo.
Beisbolpuro: cayó el décimo: Dan Firova fue despedido del puesto de manager por los Toros de Tijuana y en su lugar fue nombrado Carlos Gastélum, quien fungía como coach.
Firova se convirtió en el décimo piloto cesado en lo que va de la temporada en la LMB.
EL CRÉDITO ES DE LOS JUGADORES: OFFERMAN.
Los Conspiradores de Querétaro ya tienen su boleto a la postemporada, justamente en su campaña de debut, y el manager dominicano José Offerman no dudó en darle todo el crédito al trabajo que han realizado sus peloteros, quienes ahora tienen como meta avanzar lo más que puedan en los playoffs.
También ya están “adentro”: Diablos Rojos, Sultanes de Monterrey, Tecolotes de los Dos Laredos, Algodoneros de Unión Laguna y Acereros de Monclova.
Miguel Lugo: ¡Le dieron con todo! Trevor Bauer permitió 7 carreras y 7 hits en 2.1 entradas frente a Conspiradores de Querétaro. Su efectividad subió a 2.48 ERA por lo que perderá/podría el liderato en esa especialidad y se tambalea la triple corona de pitcheo.
Al Bat: Bauer dejó el juego con una aparente lesión en una pantorrilla; había estado inactivo durante dos semanas. Con todo y esas siete carreras (seis en la tercera), no perdió el juego (Va 10-0) ya que al momento de salir Diablos iba ganando 10-7. Finalmente triunfaron 18-11.
MEXICANOS EN GRANDES LIGAS
Andrés Muñoz: consiguió con Seattle su rescate 17: colgó el 0, recetó 2 chocolates (51) y dejó su ERA en 1.31. Marineros ganó 6-3; Arozarena ya dio su primer hit con el equipo (pegó de 4-1). Promedia muy bajo: .212; por supuesto, ¡se recuperará!
El orgullo de Los Mochis retiró 4 outs perfectos con 2 ponches para salvar el juego ante Medias Blancas.
Beisbol
Julio Urías y el sueño guinda: ¿Un regreso triunfal a Tomateros?

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
¿Es posible que en octubre veamos a Julio Urías, el talentoso pitcher mexicano, lanzar con los Tomateros de Culiacán en la Liga Arco Mexicana del Pacífico? ¿O es solo un anhelo de los aficionados que soñamos con ver al monticulista sinaloense retomar su carrera tras la sanción impuesta por la MLB, que concluirá el 17 de julio de 2025, después del Juego de Estrellas?
La afición guinda, reconocida como una de las más apasionadas de México, vibraría con el regreso de su hijo pródigo al montículo. Urías podría encabezar un roster estelar junto a ex grandes ligas como el relevista Víctor González y el poderoso Joey Meneses, formando un equipo competitivo que elevaría el espectáculo de la Liga Arco y atraería a más aficionados al estadio.
A sus 28 años, Julio Urías sigue siendo un talento excepcional. Su recta, que supera las 97 millas por hora, y su variado repertorio de pitcheos lo consolidaron como una pieza clave en la Serie Mundial de 2020 con los Dodgers de Los Ángeles. Sin embargo, su carrera se vio opacada por un caso de violencia doméstica que derivó en cinco cargos menores en Los Ángeles. Aunque la Fiscalía del Condado no presentó cargos graves, Urías se declaró no culpable a uno de los delitos, mientras que los otros cuatro fueron desestimados tras aceptar un programa de tratamiento de un año.
La MLB, tras su investigación, determinó que Urías violó la Política Conjunta de Violencia Doméstica, Agresión Sexual y Abuso Infantil, imponiéndole una suspensión que finalizará a mitad de la temporada 2025. Aunque esto le permitirá recuperar su elegibilidad, el estigma y el «pacto no escrito» entre los dueños de equipos de Grandes Ligas podrían complicar su retorno al béisbol estadounidense.
Aquí es donde surge la posibilidad de verlo en la Liga Arco con los Tomateros, el equipo de sus amores desde niño. Vestir el uniforme guinda en Culiacán, su ciudad natal, sería más que un regreso al béisbol: sería una oportunidad para reconectar con sus raíces, donde brilló en categorías infantiles y juveniles antes de ser firmado por los Dodgers a los 16 años.
La afición culichi, conocida por su lealtad, recibiría a Urías con los brazos abiertos, ofreciéndole el apoyo que necesita tras los momentos difíciles. Este retorno cumpliría un sueño que el propio pitcher expresó en 2021: jugar con el equipo de su tierra. Más allá de lo deportivo, sería un capítulo de redención personal, un mensaje de que los errores no definen el futuro de un talento generacional.
Si Urías demuestra un cambio genuino y compromiso, su incorporación a los Tomateros no solo revitalizaría su carrera, sino que también inspiraría a peloteros y aficionados, mostrando que la perseverancia puede superar los tropiezos. Su llegada sería un hito para la Liga Arco, un impulso para el béisbol mexicano y una narrativa de superación que combina datos, pasión y emoción.
Aunque no hay certeza de que Urías juegue con los Tomateros, la posibilidad existe. Todo dependerá de si un equipo de MLB lo contrata tras el fin de su sanción o si decide regresar a casa para escribir un nuevo capítulo en su historia. La pelota está en el aire, y los aficionados guindas ya sueñan con verla cruzar el plato.
Beisbol
Lecciones del diamante: La redención de Urías y Osuna

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Será el El 17 de julio de 2025, cuando el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, levantará la suspensión impuesta al lanzador sinaloense Julio Urías por violar la política de violencia doméstica de la MLB. Esta decisión abre la puerta para que “El Culichi” pueda ser firmado por cualquier equipo de la Gran Carpa, pero su camino de regreso al estrellato está lejos de ser claro.
Hace apenas unos años, hablábamos de un talento generacional, un pitcher mexicano que lideró la Liga Nacional en victorias (2021) y efectividad (2022), y que se perfilaba para firmar un contrato histórico cercano a los 200 millones de dólares, un hito para un pelotero latinoamericano. Sin embargo, su comportamiento fuera del diamante ha opacado su brillo en el montículo.
Urías, quien fue clave en el título de los Dodgers en 2020, ha demostrado ser un diamante en bruto desde los 16 años, cuando Los Ángeles lo firmó. Su talento es innegable: una recta que roza las 97 millas, un cambio y curva devastadores, y una habilidad para el pickoff que lo hizo destacar desde su debut en 2016. Pero las decisiones personales han sido su talón de Aquiles.
Dos incidentes de violencia doméstica, el primero en 2019 y el segundo en 2023, lo llevaron a ser el primer jugador suspendido dos veces bajo la política de la MLB. El video de 2023, donde se le ve agrediendo a su pareja, fue un golpe duro para su imagen y su carrera. La sanción hasta el Juego de Estrellas de 2025 refleja la gravedad de sus acciones, pero también le da una nueva oportunidad.
¿Qué sigue para Julio Urías?
La pregunta no es solo si un equipo apostará por su brazo, sino si él ha aprendido de sus errores. En 2022, escribí que un contrato de 200 millones estaba al alcance de su mano, pero advertí que su futuro dependía de mantener el enfoque dentro y fuera del campo.
Hoy, esa proyección parece lejana. Equipos como los Yankees o los Mets podrían considerar su talento, pero el riesgo reputacional es alto, como lo demuestra el caso de Trevor Bauer, quien tras una suspensión similar no ha regresado a MLB y ha optado por ligas en Japón y México. Urías, a sus 28 años, aún tiene tiempo para redimirse, pero deberá cumplir con el programa de tratamiento ordenado por la MLB y demostrar un cambio genuino.
En México, especialmente en Culiacán, esperan que “El Culichi” retome el camino. Los Tomateros de Culiacán podrían ser una opción para mantenerse activo si la MLB no le abre las puertas de inmediato. Pero más allá del béisbol, Urías debe sanar como persona. Su historia es un recordatorio de que el talento no basta si no va acompañado de responsabilidad. Ojalá, por el bien del béisbol mexicano y de él mismo, que esta segunda oportunidad no sea la última.
Son dos grandes talentos mexicanos que pareciera haber tropezado con la misma piedra para truncar sus carreras en el mejor beisbol del mundo. Los dos son sinaloenses. En su momento fueron considerados entre los mejores cinco lanzadores de Grandes Ligas, uno como inicialista y el otro como relevista.
Roberto Osuna, con su recta de fuego, ostentaba 39 salvamentos con Toronto en 2017 y parecía destinado a ser el mexicano con más juegos salvados en la historia. Sin embargo, sus errores fuera del campo los llevaron al ostracismo, dejando lecciones cruciales para los jóvenes peloteros que sueñan con brillar en la MLB.
¿Qué salió mal?
Ambos sucumbieron a la presión de un sistema ferozmente competitivo, como señaló el periodista Mario Villagrán: la MLB es una maquinaria que exprime no solo el físico, sino también la mente y el carácter.
Osuna, acusado de agresión a su pareja en 2018, fue suspendido 75 juegos y, tras una lesión en 2020, no volvió a la MLB, encontrando refugio en Japón. Sus actos no solo mancharon su reputación, sino que cerraron puertas que su talento había abierto de par en par.
La lección para las nuevas generaciones es clara: el éxito en la MLB no se mide solo en ponches o salvamentos, sino en la capacidad de administrar la fama, el dinero y las tentaciones. Urías y Osuna, con contratos millonarios en el horizonte, dejaron que decisiones personales los traicionaran.
Como escribí en 2021, cuando Urías alcanzó 20 victorias, el talento debe ir acompañado de madurez. La presión de ser figura pública, como señaló Esteban Loaiza, es inmensa, y los errores se magnifican bajo la lupa de los medios y los aficionados. Los jóvenes como Alejandro Osuna, quien debutó con Texas en 2025, o Isaac Paredes, estrella en ascenso, deben aprender a navegar este entorno.
Primero, la disciplina personal es innegociable. La MLB tiene una política estricta contra la violencia doméstica desde 2015, y casos como los de Urías, el primero en ser suspendido dos veces, muestran que no hay excepciones. Segundo, rodearse de un círculo de apoyo sólido es vital. Urías contó con su padre, Carlos, como guía en sus inicios, pero las malas decisiones lo alejaron de ese respaldo.
Osuna, por su parte, habló de ansiedad en 2017, un tema que los prospectos deben abordar con profesionales para no derrumbarse bajo presión. Tercero, entender que el béisbol mexicano depende de sus embajadores.
Cada error de un pelotero azteca no solo afecta su carrera, sino la percepción de los prospectos mexicanos en la Gran Carpa.
Para los jóvenes que hoy entrenan en Culiacán, Hermosillo o Tijuana, el mensaje es contundente: el talento los llevará a la puerta de la MLB, pero solo la integridad los mantendrá dentro (…) Urías y Osuna son un espejo donde los prospectos deben mirarse: no para imitar sus errores, sino para aprender de ellos.
Beisbol
Brilla Alejandro Osuna en su debut con Rangers y semana de oro para Muñoz y Paredes

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
En el diamante de las Grandes Ligas, donde los sueños se forjan a golpe de recta y batazo, dos mexicanos han izado la bandera tricolor con una semana para la historia. Del 19 al 25 de mayo de 2025, Andrés Muñoz e Isaac Paredes no solo brillaron; incendiaron el escenario con actuaciones que resuenan desde Seattle hasta Los Mochis y Hermosillo.
Pero, ¿es este fulgor un destello aislado o el amanecer de una nueva era para el béisbol azteca?
Andrés Muñoz, el sinaloense de 26 años, se ha convertido en el guardián implacable de los Marineros de Seattle. Esta semana, sumó su 17º salvamento de la temporada, consolidándose como líder de la MLB en rescates. Con una efectividad de 0.00 en 22.2 entradas y 28 ponches, su recta de 100 millas y slider quirúrgico son un martirio para los bateadores. Contra los Angels el 22 de mayo, cerró la novena con tres outs fulminantes, asegurando una victoria 3-2.
Por su parte, Isaac Paredes, el orgullo del barrio de La Mosca en Hermosillo, de 26 años, desató una tempestad ofensiva con los Astros de Houston. En una semana de ensueño, conectó cuatro jonrones, elevando su total a 11 en la temporada. Con un promedio de .285, 7 dobles, 1 triple y 31 impulsadas, Paredes es el corazón de la alineación texana. Su versatilidad en la tercera base y su ojo clínico para el pitcheo lo confirman como un All-Star en potencia.
El clímax llegó el 24 de mayo, cuando Muñoz y Paredes se enfrentaron en un duelo épico en el T-Mobile Park. Con los Marineros liderando 4-3 en la novena, Paredes enfrentó a Muñoz. Tras una recta de 98 millas, Isaac conectó una línea que Randy Arozarena atrapó, sellando el salvamento de Muñoz. Este choque, con 25,000 gargantas conteniendo el aliento, fue más que un turno al bat; fue un himno al talento mexicano, con Arozarena como testigo de un tridente azteca en el escenario mayor.
Pero no todo es euforia. Mientras Muñoz y Paredes brillan, el béisbol mexicano enfrenta sombras. La Liga Mexicana carece de reflectores, y talentos como Alejandro Kirk, con un jonrón esta semana para los Blue Jays, apenas se mencionan. ¿Por qué celebramos a unos y olvidamos a otros? La falta de apoyo estructural y la dependencia de la MLB para visibilizar a nuestros peloteros son grietas que no podemos ignorar. Muñoz y Paredes, que jugaron juntos en un mundial infantil en 2009, son excepciones forjadas en el sacrificio, no productos de un sistema.
Esta semana, México vibró con sus hazañas. Muñoz, el cerrojo indomable; Paredes, el cañonero incansable. Son más que atletas: son espejos de un país que sueña grande. Pero su brillo nos interpela: ¿cuándo construiremos un béisbol propio que no dependa de las luces de la MLB? Por ahora, celebremos. El diamante es suyo, y el orgullo, nuestro.
EL DEBUT DE ALEJANDRO OSUNA
El pasado domingo 25 de mayo de 2025, Alejandro Osuna, jardinero mexicano de 22 años, debutó en la MLB con los Texas Rangers, venciendo 5-4 a los Chicago White Sox en el Guaranteed Rate Field.
Osuna, prospecto número 7 de los Rangers, fue convocado desde Triple-A Round Rock tras la fractura de Joc Pederson el 24 de mayo. Nacido en Ahome, Sinaloa, y hermano de Roberto Osuna, firmó en 2020 por $125,000. En 2024, fue Jugador del Año de Ligas Menores de los Rangers, bateando .292 con 18 jonrones. En 2025, bateó .283 en Double-A Frisco y .259 en Triple-A, con 9 bases por bolas en 8 juegos.
En su primer turno al bat, Osuna negoció una base por bolas tras un conteo completo de 8 o 9 lanzamientos, demostrando gran disciplina en el plato, luego fue sorprendido intentando robar segunda base. En turnos posteriores, no conectó hit, pero su enfoque en el plato fue destacado como prometedor.
A la defensiva: Osuna brilló con una atrapada espectacular en el jardín izquierdo, calificada como “joya defensiva” por @Liga_Arco y “tremenda” por @MLB_Mexico. Videos compartidos en X mostraron su habilidad para cubrir terreno y hacer jugadas clave, consolidándolo como un defensor versátil.
El debut entusiasmó a México, con Excélsior celebrándolo. Comparado con Alex Verdugo por su contacto y velocidad (34 robos en 2024), Osuna es un “table-setter” para los Rangers (25-28 en la División Oeste). Su rol es incierto, posiblemente alternando en los jardines, pero podría descansar contra zurdos (.594 OPS en 2024). Scouts lo ven como futuro jardinero central si mejora su consistencia.
Junto a Andrés Muñoz (17 salvamentos) e Isaac Paredes (11 jonrones), Osuna resalta el auge mexicano en la MLB.
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