MUNDO
California is always a good idea
Opinión no pedida, por Armando Morquecho //
Sin lugar a duda, California, es uno de los estados más importantes de Estados Unidos, en extensión territorial, es el tercero más grande y en cuanto a economía, es el que más produce, ya que tan solo en el 2018, su PIB superó al de España, no por nada, esta región es una de las más disputadas y codiciadas por los candidatos a la presidencia de dicho país.
Tras los fuertes embates de la crisis financiera del 2008 y al estar cerca de la zona de quiebra, hoy en día, la economía de California es tan fuerte que si fuera independiente, podría ser la quinta economía más grande del mundo, esto gracias no solo a su extensión territorial, sino también que esta región ha consolidado un modelo económico diverso que con el paso de los años ha sabido adaptarse a un un gran número de cambios.
Un claro ejemplo de esta versatilidad que engloba a su economía lo podemos encontrar en el famoso Silicon Valley ubicado en la zona sur del área de la bahía de San Francisco, al norte de California.
Silicon Valley, también conocido como la meca de la tecnología o la base del corazón de la tecnología informática, se ha encargado de revolucionar y cambiar por completo la vida y la economía de esa región en muchos sentidos, esto, debido a que ahí se concentran un gran número de los gigantes de la industria tecnológica del mundo tales como Apple, Facebook, Twitter, Alphabet, Oracle y Yahoo.
Como ya lo mencioné, esto ha revolucionado a California, y en especial a San Francisco en muchos sentidos, primero que nada porque ha permitido que la ciudadanía, especialmente los jóvenes, formen parte de una economía diversificada en la que la innovación, el deseo de aprender y el emprendimiento son el pilar fundamental del desarrollo económico.
También, esta arcadia de empresariado y de nuevas tecnologías en la que técnicamente cualquier proyecto parece ser posible, no solamente ha llenado de oportunidades laborales y/o profesionales a los más jóvenes, sino que también ha permitido que San Francisco reúna los salarios más altos de Estados Unidos
Probablemente en este punto, todo parece marchar de maravilla, sin embargo, tengo que resaltarlo, Silicon Valley ha revolucionado la vida en muchos sentidos y no necesariamente estos son positivos, ya que reunir los salarios más altos del país, trajo consigo también los precios de vivienda más caros, con rentas que rondan los $3,121 dólares al mes por un cuarto con dos habitaciones.
Paradójicamente, California, en especial San Francisco, ha dejado claro que aunque el crecimiento económico, el desarrollo de nuevas tecnologías y la innovación son recibidos siempre como algo positivo, para muchos en esta región, esto, así como el hecho de que el PIB tenga cifras elevadas, no necesariamente trae índices de mayor prosperidad.
Según cifras del gobierno estadounidense, en San Francisco una familia con ingresos de US$117,400, es clasificada como de bajos ingresos, y quienes tienen un ingreso de US$73,000, es considerada de «muy bajos ingresos» y además, clasifica para solicitar asistencia para la vivienda.
Asimismo, la información del gobierno de Estados Unidos señala que uno de cada cinco californianos viven en la pobreza, constituyendo así una de las tasas más altas del país. Aunado a esto, California tiene aproximadamente 140,000 personas sin techo, las cuales están concentradas en su mayoría en Los Ángeles y San Francisco.
Mientras tanto, en San Francisco, cuna del emprendimiento, el número de personas sin hogar ha crecido un 17% en los últimos años y según las cifras de algunos centros de voluntariado, una de cada 100 personas que camina por la calle no tiene un lugar dónde dormir.
Aunque las autoridades han reaccionado a estos datos intentando aplicar importantes programas de apoyo como lo son la implementación de una tasa específica para luchar contra la miseria y la construcción de los Navigation Centers, centros de servicios integrales para las personas en situación de calle, esto se han visto interrumpidos por la pandemia del COVID-19 que cambió drásticamente las prioridades de las autoridades de todo el mundo.
Por ello, la pobreza que inunda las calles de San Francisco no se debe analizar únicamente como una consecuencia exclusiva del aumento en los precios de vivienda, hacerlo es un error ya que es limitar nuestra óptica sobre el problema en concreto, cuyas raíces ligadas de manera más estrecha a las industrias de la tecnología y la información, que al costo de la vivienda en sí.
Conforme pasen los años y estos centros tan importantes de innovación se repliquen no solo en Estados Unidos, sino en otras partes del mundo y comiencen a impulsar con mayor celeridad procesos de automatización basados en la Inteligencia Artificial, una larga lista de empleos serán mucho menos importantes.
Ante esta situación, el papel del gobierno será fundamental, ya que éste tendrá la obligación de implementar toda clase de apoyos y programas que permitan a la sociedad, acceder a cuantas herramientas formativas sean posibles, esto para buscar amortiguar el impacto de esta aceleración de la tecnología, de tal manera que tengan la posibilidad de reinventarse en la medida de sus posibilidades.
Como sociedad no podemos ni debemos ser omisos ante este tipo de situaciones ni mucho menos podemos normalizarlas, en San Francisco, la brecha social entre ricos y pobres continúa creciendo, pero el problema es más grande de lo que parece y representa, hasta cierto punto, un problema de carácter global en potencia.
Aunque no lo parezca, tal y como Yuval Noah Harari señala en 21 lecciones para el Siglo XXI, aun estamos a tiempo de evitar que el crecimiento económico, en lugar de mejorar las condiciones del mundo, genere riquezas nuevas e inmensas creadas en centros de alta tecnología como Silicon Valley, mientras que países en vías de desarrollo se desmoronan.
