Beisbol
Charros puede pensar en grande

Vuelacercas, por Salvador Cosío Gaona //
Cuando estamos a escasos días del arranque de la actividad preparatoria para lo que será la campaña 2019-2020 de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) que se pondrá en marcha en octubre próximo, no es ocioso revisar posición por posición y cómo podrían estar cubiertos cada uno de los sectores del campo de pelota por parte de los Charros de Jalisco para buscar repetir el campeonato obtenido en la próxima pasada temporada.
Haciendo un somero análisis sobre las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que pudiera enfrentar el conjunto albiazul en relación a lo que es el esquema defensivo, tenemos que la primera base estará bien atendida tanto por Henry Urrutia como por alternos que serían José ‘El Chapo’ Amador y Julián Ornelas, sin descartar como un elemento adicional para cubrir esa área a Alan Espinoza, que además de buen receptor no hace mal trabajo cubriendo esa zona del campo.
Sabemos que en la segunda almohadilla no habrá mayor problema y que estará siempre bien guarecida por el Capitán José Manuel ‘Manny’ Rodríguez Espinoza, que es una garantía en el campo de juego.
EL HOY EN LA ESQUINA CALIENTE
No obstante debe preocupar la tercera base, dado que el titular indiscutible del cuidado defensivo en el roster de los campiranos albiazules, Agustín Patrick Murillo Pineda, ha venido desarrollando intensa labor en la actual temporada y postemporada de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) jugando para Sultanes de Monterrey, y ya ha comunicado que no estará activado desde el inicio de la agenda regular con Charros.
Así que en este punto la directiva del conjunto jalisciense deberá poner especial atención para evitar que se repita lo sucedido en gran parte de la primera vuelta de la temporada anterior, cuando se tuvo un gran hueco en esa zona del cuadro.
Tomando en cuenta que la receptoría está debidamente cubierta con la maestría en el mascoteo de Gabriel Alejandro Gutiérrez Beltrán acompañado de los jóvenes pero ya experimentados Erick Rodríguez, José Santiago Chávez y Jesús Alan Espinoza y que el campo corto estará certeramente vigilado por Amadeo Zazueta Alarid, la preocupación debe estar en cubrir adecuadamente la antesala, no obstante considerarse la fortaleza de contar con el multiusos tapatío Alberto Carreón -que igual puede desempeñarse en la intermedia, las paradas cortas o la esquina caliente además del jardín-, de ahí que habrá que confiar en que los responsables del área deportiva de Charros, Raymundo Padilla y Roberto Castellón Yuen, estén haciendo ya su atinada labor para integrar a un pelotero capaz que en conjunto con Carreón pueda hacer bien la faena para sustituir temporalmente a Murillo y además darle fortaleza como soportes a las otras posiciones del cuadro, debiéndose advertir está contemplado se integre el infielder Misael Rivera de quien se expresan buenas referencias, además que podría perfectamente jugar en la tercera base el valioso Stephen Cardullo quien aunque lo conocemos por su buen trabajo en los jardines, es de visualizar que el dedicado pelotero importado tiene mucha experiencia jugando como infielder sin dejar de ver que el habilidoso pelotero cubano Dariel Álvarez tiene capacidad y experiencia jugando como infielder además de en las praderas.
Charros tendrá además de a los importados Álvarez y Cardullo, al espigado Carlos Figueroa que ha estado en plan grande jugando para Diablos Rojos del México en la LMB, sin dejar de observar que como se ha dicho, son considerados como buen soporte en los jardines los ya mencionados Julián Ornelas y Alberto Carreón, sin dejar de advertir que se espera la presencia del outfielder foráneo.
LOS LANZADORES
Toda vez que Charros luce bien armado en cuanto a la defensiva en el cuadro y los jardines, es preciso continuar el análisis con lo relativo al cuerpo de lanzadores así como a la fortaleza del equipo local para emprender la labor ofensiva, que serán aspectos torales en la búsqueda del bicampeonato.
En la parte ofensiva, Charros aspira a repetir como un conjunto poderoso que vendrá a generar un esquema impulsivo bastante sólido y que fue clave para lograr su primer campeonato en la Liga Mexicana del Pacífico.
Ua escuadra que como se vio en la campaña anterior en la que consiguieron ser campeones logrando el anhelado propósito pendiente durante muchos años, fueron vistos como una organización poderosa con tremendo bateo y aún con altibajos finalmente se impuso la fortaleza de los cañoneros de Charros y fueron contundentes al momento de actuar, de ahí que fuese importantísimo la conjunción de la tarea ofensiva con la buena labor defensiva para amainar los malos momentos que en ocasiones hubo en el cuerpo de pitcheo pero que en balance fueron más los positivos para el éxito logrado al ser campeones.
SIN JAPHET AMADOR
Para esta próxima campaña no se contará con la actuación del toletero Japhet Isidro Amador, quien tuvo una temporada no muy constante dado que además de la falta de oportunidad en su bateo, se vio envuelto en un problema de salud que le impidió jugar la temporada completa. Japhet Amador viene de una temporada bastante productiva en la temporada estival jugando para Diablos Rojos del México, pero igual deberá someterse a una intervención quirúrgica por un problema en el talón de Aquiles que lo mantendrá alejado de los parques de pelota durante toda la campaña de invierno.
Se puede advertir que Charros contará con muy buenos toleteros este año, pues desde el principio de la temporada tendrá al recio bateador cubano Henry Urrutia, contará con la capacidad ofensiva probada de bateadores eficaces, como José Manuel “El Many” Rodríguez, Amadeo Zazueta, Gabriel Gutiérrez, Jesús Alan Espinoza, Erick Rodríguez, Carlos Figueroa, Dariel Álvarez, y Stephen Carduro, además de la que se espera una buena incorporación como refuerzo del importado John Kemmer quien trae muy buenos números de su experiencia como pelotero de Ligas Menores y actualmente se desempeña en sucursales de Dodgers de Los Ángeles.
Y en lo que se refiere al pitcheo, se espera un buen trabajo ya que como abridores se podrá contar con el mejor de la temporada pasada, el cubano Elian Leyva; viene también un serpentinero foráneo con experiencia en el béisbol coreano de nombre Eli Villanueva de quien se dicen cosas buenas, así como los mexicanos que ya conocemos que son de gran calidad como Orlando Lara, Marco Antonio Tovar, Octavio Acosta, Adrián Guzmán, Felipe González, Luis Iván Rodríguez, Linder Castro, Víctor González, Jesús Camargo, Humberto Castellanos, Jesús Cruz Sustaita, Luis de Luna y Carlos Stif Rodríguez Carrillo, los importados Mike Broadway y Grand Sides, sin dejar de considerar, que aunque difícil, existe la posibilidad de que venga a reforzar al final de la segunda vuelta el carismático y poderoso lanzador taponero Sergio Romo.
Se puede anticipar la incorporación de algunos elementos novedosos en el cuerpo de pitcheo como son el venezolano-colombiano José Calero quien tuvo una gran temporada en la Liga del Norte pitcheando para Navojoa y vendrá a probarse con Charros, así como el también foráneo Josh Corrales quien fue adquirido el pasado draft y viene de una muy buena temporada en la liga estival mexicana.
Por otro lado tenemos que considerar que no estarán al menos en la primera vuelta y quizá sería probable estuvieran hasta ya avanzada la segunda los lanzadores importados Will Oliver y Chad Gaudín pues terminaron la campaña en la Liga de verano lastimados, debiéndose anotar también como una novedad al lanzador Salvador Valdez quien llega tras un canje con Carlos Vázquez con lo cual Charros sale ganando.
En esta prospectiva podemos adelantar que Charros está en condiciones de repetir una buena temporada gracias al balance en prácticamente todos los sectores del campo; mantiene a jugadores clave, combina experiencia y juventud, y cuenta con una sólida capacidad en su pitcheo y a la ofensiva que nos permiten ser optimistas para esperar el anhelado Play Ball y luego pensar en grande, es decir, en lograr un bicampeonato.
E-mail: opinión.salcosga@hotmail.com
Twitter: @salvadorcosio1
Beisbol
Julio Urías y el sueño guinda: ¿Un regreso triunfal a Tomateros?

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
¿Es posible que en octubre veamos a Julio Urías, el talentoso pitcher mexicano, lanzar con los Tomateros de Culiacán en la Liga Arco Mexicana del Pacífico? ¿O es solo un anhelo de los aficionados que soñamos con ver al monticulista sinaloense retomar su carrera tras la sanción impuesta por la MLB, que concluirá el 17 de julio de 2025, después del Juego de Estrellas?
La afición guinda, reconocida como una de las más apasionadas de México, vibraría con el regreso de su hijo pródigo al montículo. Urías podría encabezar un roster estelar junto a ex grandes ligas como el relevista Víctor González y el poderoso Joey Meneses, formando un equipo competitivo que elevaría el espectáculo de la Liga Arco y atraería a más aficionados al estadio.
A sus 28 años, Julio Urías sigue siendo un talento excepcional. Su recta, que supera las 97 millas por hora, y su variado repertorio de pitcheos lo consolidaron como una pieza clave en la Serie Mundial de 2020 con los Dodgers de Los Ángeles. Sin embargo, su carrera se vio opacada por un caso de violencia doméstica que derivó en cinco cargos menores en Los Ángeles. Aunque la Fiscalía del Condado no presentó cargos graves, Urías se declaró no culpable a uno de los delitos, mientras que los otros cuatro fueron desestimados tras aceptar un programa de tratamiento de un año.
La MLB, tras su investigación, determinó que Urías violó la Política Conjunta de Violencia Doméstica, Agresión Sexual y Abuso Infantil, imponiéndole una suspensión que finalizará a mitad de la temporada 2025. Aunque esto le permitirá recuperar su elegibilidad, el estigma y el «pacto no escrito» entre los dueños de equipos de Grandes Ligas podrían complicar su retorno al béisbol estadounidense.
Aquí es donde surge la posibilidad de verlo en la Liga Arco con los Tomateros, el equipo de sus amores desde niño. Vestir el uniforme guinda en Culiacán, su ciudad natal, sería más que un regreso al béisbol: sería una oportunidad para reconectar con sus raíces, donde brilló en categorías infantiles y juveniles antes de ser firmado por los Dodgers a los 16 años.
La afición culichi, conocida por su lealtad, recibiría a Urías con los brazos abiertos, ofreciéndole el apoyo que necesita tras los momentos difíciles. Este retorno cumpliría un sueño que el propio pitcher expresó en 2021: jugar con el equipo de su tierra. Más allá de lo deportivo, sería un capítulo de redención personal, un mensaje de que los errores no definen el futuro de un talento generacional.
Si Urías demuestra un cambio genuino y compromiso, su incorporación a los Tomateros no solo revitalizaría su carrera, sino que también inspiraría a peloteros y aficionados, mostrando que la perseverancia puede superar los tropiezos. Su llegada sería un hito para la Liga Arco, un impulso para el béisbol mexicano y una narrativa de superación que combina datos, pasión y emoción.
Aunque no hay certeza de que Urías juegue con los Tomateros, la posibilidad existe. Todo dependerá de si un equipo de MLB lo contrata tras el fin de su sanción o si decide regresar a casa para escribir un nuevo capítulo en su historia. La pelota está en el aire, y los aficionados guindas ya sueñan con verla cruzar el plato.
Beisbol
Lecciones del diamante: La redención de Urías y Osuna

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Será el El 17 de julio de 2025, cuando el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, levantará la suspensión impuesta al lanzador sinaloense Julio Urías por violar la política de violencia doméstica de la MLB. Esta decisión abre la puerta para que “El Culichi” pueda ser firmado por cualquier equipo de la Gran Carpa, pero su camino de regreso al estrellato está lejos de ser claro.
Hace apenas unos años, hablábamos de un talento generacional, un pitcher mexicano que lideró la Liga Nacional en victorias (2021) y efectividad (2022), y que se perfilaba para firmar un contrato histórico cercano a los 200 millones de dólares, un hito para un pelotero latinoamericano. Sin embargo, su comportamiento fuera del diamante ha opacado su brillo en el montículo.
Urías, quien fue clave en el título de los Dodgers en 2020, ha demostrado ser un diamante en bruto desde los 16 años, cuando Los Ángeles lo firmó. Su talento es innegable: una recta que roza las 97 millas, un cambio y curva devastadores, y una habilidad para el pickoff que lo hizo destacar desde su debut en 2016. Pero las decisiones personales han sido su talón de Aquiles.
Dos incidentes de violencia doméstica, el primero en 2019 y el segundo en 2023, lo llevaron a ser el primer jugador suspendido dos veces bajo la política de la MLB. El video de 2023, donde se le ve agrediendo a su pareja, fue un golpe duro para su imagen y su carrera. La sanción hasta el Juego de Estrellas de 2025 refleja la gravedad de sus acciones, pero también le da una nueva oportunidad.
¿Qué sigue para Julio Urías?
La pregunta no es solo si un equipo apostará por su brazo, sino si él ha aprendido de sus errores. En 2022, escribí que un contrato de 200 millones estaba al alcance de su mano, pero advertí que su futuro dependía de mantener el enfoque dentro y fuera del campo.
Hoy, esa proyección parece lejana. Equipos como los Yankees o los Mets podrían considerar su talento, pero el riesgo reputacional es alto, como lo demuestra el caso de Trevor Bauer, quien tras una suspensión similar no ha regresado a MLB y ha optado por ligas en Japón y México. Urías, a sus 28 años, aún tiene tiempo para redimirse, pero deberá cumplir con el programa de tratamiento ordenado por la MLB y demostrar un cambio genuino.
En México, especialmente en Culiacán, esperan que “El Culichi” retome el camino. Los Tomateros de Culiacán podrían ser una opción para mantenerse activo si la MLB no le abre las puertas de inmediato. Pero más allá del béisbol, Urías debe sanar como persona. Su historia es un recordatorio de que el talento no basta si no va acompañado de responsabilidad. Ojalá, por el bien del béisbol mexicano y de él mismo, que esta segunda oportunidad no sea la última.
Son dos grandes talentos mexicanos que pareciera haber tropezado con la misma piedra para truncar sus carreras en el mejor beisbol del mundo. Los dos son sinaloenses. En su momento fueron considerados entre los mejores cinco lanzadores de Grandes Ligas, uno como inicialista y el otro como relevista.
Roberto Osuna, con su recta de fuego, ostentaba 39 salvamentos con Toronto en 2017 y parecía destinado a ser el mexicano con más juegos salvados en la historia. Sin embargo, sus errores fuera del campo los llevaron al ostracismo, dejando lecciones cruciales para los jóvenes peloteros que sueñan con brillar en la MLB.
¿Qué salió mal?
Ambos sucumbieron a la presión de un sistema ferozmente competitivo, como señaló el periodista Mario Villagrán: la MLB es una maquinaria que exprime no solo el físico, sino también la mente y el carácter.
Osuna, acusado de agresión a su pareja en 2018, fue suspendido 75 juegos y, tras una lesión en 2020, no volvió a la MLB, encontrando refugio en Japón. Sus actos no solo mancharon su reputación, sino que cerraron puertas que su talento había abierto de par en par.
La lección para las nuevas generaciones es clara: el éxito en la MLB no se mide solo en ponches o salvamentos, sino en la capacidad de administrar la fama, el dinero y las tentaciones. Urías y Osuna, con contratos millonarios en el horizonte, dejaron que decisiones personales los traicionaran.
Como escribí en 2021, cuando Urías alcanzó 20 victorias, el talento debe ir acompañado de madurez. La presión de ser figura pública, como señaló Esteban Loaiza, es inmensa, y los errores se magnifican bajo la lupa de los medios y los aficionados. Los jóvenes como Alejandro Osuna, quien debutó con Texas en 2025, o Isaac Paredes, estrella en ascenso, deben aprender a navegar este entorno.
Primero, la disciplina personal es innegociable. La MLB tiene una política estricta contra la violencia doméstica desde 2015, y casos como los de Urías, el primero en ser suspendido dos veces, muestran que no hay excepciones. Segundo, rodearse de un círculo de apoyo sólido es vital. Urías contó con su padre, Carlos, como guía en sus inicios, pero las malas decisiones lo alejaron de ese respaldo.
Osuna, por su parte, habló de ansiedad en 2017, un tema que los prospectos deben abordar con profesionales para no derrumbarse bajo presión. Tercero, entender que el béisbol mexicano depende de sus embajadores.
Cada error de un pelotero azteca no solo afecta su carrera, sino la percepción de los prospectos mexicanos en la Gran Carpa.
Para los jóvenes que hoy entrenan en Culiacán, Hermosillo o Tijuana, el mensaje es contundente: el talento los llevará a la puerta de la MLB, pero solo la integridad los mantendrá dentro (…) Urías y Osuna son un espejo donde los prospectos deben mirarse: no para imitar sus errores, sino para aprender de ellos.
Beisbol
Brilla Alejandro Osuna en su debut con Rangers y semana de oro para Muñoz y Paredes

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
En el diamante de las Grandes Ligas, donde los sueños se forjan a golpe de recta y batazo, dos mexicanos han izado la bandera tricolor con una semana para la historia. Del 19 al 25 de mayo de 2025, Andrés Muñoz e Isaac Paredes no solo brillaron; incendiaron el escenario con actuaciones que resuenan desde Seattle hasta Los Mochis y Hermosillo.
Pero, ¿es este fulgor un destello aislado o el amanecer de una nueva era para el béisbol azteca?
Andrés Muñoz, el sinaloense de 26 años, se ha convertido en el guardián implacable de los Marineros de Seattle. Esta semana, sumó su 17º salvamento de la temporada, consolidándose como líder de la MLB en rescates. Con una efectividad de 0.00 en 22.2 entradas y 28 ponches, su recta de 100 millas y slider quirúrgico son un martirio para los bateadores. Contra los Angels el 22 de mayo, cerró la novena con tres outs fulminantes, asegurando una victoria 3-2.
Por su parte, Isaac Paredes, el orgullo del barrio de La Mosca en Hermosillo, de 26 años, desató una tempestad ofensiva con los Astros de Houston. En una semana de ensueño, conectó cuatro jonrones, elevando su total a 11 en la temporada. Con un promedio de .285, 7 dobles, 1 triple y 31 impulsadas, Paredes es el corazón de la alineación texana. Su versatilidad en la tercera base y su ojo clínico para el pitcheo lo confirman como un All-Star en potencia.
El clímax llegó el 24 de mayo, cuando Muñoz y Paredes se enfrentaron en un duelo épico en el T-Mobile Park. Con los Marineros liderando 4-3 en la novena, Paredes enfrentó a Muñoz. Tras una recta de 98 millas, Isaac conectó una línea que Randy Arozarena atrapó, sellando el salvamento de Muñoz. Este choque, con 25,000 gargantas conteniendo el aliento, fue más que un turno al bat; fue un himno al talento mexicano, con Arozarena como testigo de un tridente azteca en el escenario mayor.
Pero no todo es euforia. Mientras Muñoz y Paredes brillan, el béisbol mexicano enfrenta sombras. La Liga Mexicana carece de reflectores, y talentos como Alejandro Kirk, con un jonrón esta semana para los Blue Jays, apenas se mencionan. ¿Por qué celebramos a unos y olvidamos a otros? La falta de apoyo estructural y la dependencia de la MLB para visibilizar a nuestros peloteros son grietas que no podemos ignorar. Muñoz y Paredes, que jugaron juntos en un mundial infantil en 2009, son excepciones forjadas en el sacrificio, no productos de un sistema.
Esta semana, México vibró con sus hazañas. Muñoz, el cerrojo indomable; Paredes, el cañonero incansable. Son más que atletas: son espejos de un país que sueña grande. Pero su brillo nos interpela: ¿cuándo construiremos un béisbol propio que no dependa de las luces de la MLB? Por ahora, celebremos. El diamante es suyo, y el orgullo, nuestro.
EL DEBUT DE ALEJANDRO OSUNA
El pasado domingo 25 de mayo de 2025, Alejandro Osuna, jardinero mexicano de 22 años, debutó en la MLB con los Texas Rangers, venciendo 5-4 a los Chicago White Sox en el Guaranteed Rate Field.
Osuna, prospecto número 7 de los Rangers, fue convocado desde Triple-A Round Rock tras la fractura de Joc Pederson el 24 de mayo. Nacido en Ahome, Sinaloa, y hermano de Roberto Osuna, firmó en 2020 por $125,000. En 2024, fue Jugador del Año de Ligas Menores de los Rangers, bateando .292 con 18 jonrones. En 2025, bateó .283 en Double-A Frisco y .259 en Triple-A, con 9 bases por bolas en 8 juegos.
En su primer turno al bat, Osuna negoció una base por bolas tras un conteo completo de 8 o 9 lanzamientos, demostrando gran disciplina en el plato, luego fue sorprendido intentando robar segunda base. En turnos posteriores, no conectó hit, pero su enfoque en el plato fue destacado como prometedor.
A la defensiva: Osuna brilló con una atrapada espectacular en el jardín izquierdo, calificada como “joya defensiva” por @Liga_Arco y “tremenda” por @MLB_Mexico. Videos compartidos en X mostraron su habilidad para cubrir terreno y hacer jugadas clave, consolidándolo como un defensor versátil.
El debut entusiasmó a México, con Excélsior celebrándolo. Comparado con Alex Verdugo por su contacto y velocidad (34 robos en 2024), Osuna es un “table-setter” para los Rangers (25-28 en la División Oeste). Su rol es incierto, posiblemente alternando en los jardines, pero podría descansar contra zurdos (.594 OPS en 2024). Scouts lo ven como futuro jardinero central si mejora su consistencia.
Junto a Andrés Muñoz (17 salvamentos) e Isaac Paredes (11 jonrones), Osuna resalta el auge mexicano en la MLB.
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