OPINIÓN
Crisis del dengue y regaño de Alfaro
Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //
Jalisco en una crisis epidemiológica por dengue, la picadura de un mosquito nos está creando psicosis, hospitales y centros de salud al tope y bajas humanas, por desgracia una alerta epidemiológica no es algo que nuestro Estado merezca en este momento en el que no somos precisamente el Estado de la federación en mejores condiciones, son diversos los temas que tenemos en el desborde.
Los servicios de salud están saturados y lo sabemos todos los ciudadanos, tenemos casos en la familia, amigos y conocidos, algunos muy graves con desenlaces fatales, las estadísticas y cifras estatales no contemplan el servicio de salud privado, tampoco el conteo de IMSS e ISSTEE, menos a la parte de la sociedad que en la pobreza no tiene acceso algún servicio y su riesgo de muerte es inminente; sin embargo lo más importante que hemos obtenido de nuestras autoridades es un aviso epidemiológico sobre la crisis del dengue, que hasta la fecha no ha sido llevada correctamente, la negación de la responsabilidad y un regaño público por parte del Gobernador son las acciones más contundentes que podemos percibir los ciudadanos.
En este sentido y ante la censura clara de una alerta epidemiológica, la respuesta del Ejecutivo Estatal no es la mejor, ni la más acertada, un mensaje a la población colmado de regaños, excusas, preocupación evidente por presupuestos y malos tratos de nuestro gobierno a través de un discurso de reprimenda.
La corresponsabilidad nuevamente es la principal premisa culposa y desgatada que tal vez funcionaba bien en campaña cuando era dirigida a sus adversarios, es una herramienta verbal ya conocida por la sociedad y constantemente invocada por el Gobernador Enrique Alfaro Ramírez, pero no tiene lógica ante la crisis que todos vemos y padecemos, la negación oculta reside en compartir la responsabilidad entre los gobernados y el gobierno, es no aceptar las faltas evidentes y no asumir consecuencias bajo una deducción de intolerancia a la crítica y al señalamiento social, en este caso los responsables directos son los encargados de la aplicación de políticas públicas en materia de salud en el Estado a cargo del Dr. Fernando Petersen Aranguren y deben dejar sus cargos sin importar el costo político.
En consecuencia, no es lo más importante tener capacidad en los laboratorios y que se garanticen las pruebas y reactivos, hace falta más que eso, una estrategia pública que permita el considerable descenso de los índicies, la fumigación constante y general, la entrega de repelentes como sistema de prevención y de productos químicos para el agua potable y sobre todo la empatía de nuestros gobiernos a todos los niveles ante el brote epidemiológico de dengue que nos tiene indiscutiblemente nerviosos.
El Estado tiene importantes crisis todavía sin respuesta, en las que los encargados de mantener condiciones adecuadas e ideales de la relación sociedad y Estado no han dado el ancho, ni han generado el trabajo necesario en sus posiciones gubernamentales y deben salir de sus cargos debido a la ineficiencia, pero al parecer el silencio o la negación son las únicas formas que tiene este gobierno para hacer frente a momentos y situaciones particulares que nos perjudican y viceversa, la media del daño social será la medida del cambio en tiempo electoral, nos falta que lo contemplen como tal.
En este contexto deberemos ser congruentes con lo que vemos y con lo que nos comunica el gobierno, si la negación de fracasos y estrategias gubernamentales es de ellos y no lo pueden comprender, tenemos sólo un problema momentáneo que durará su administración, mientras no logren entender que la sociedad es un protagonista y no un observador obediente, tendremos la oportunidad de reconsiderar permitir una vez más el gobierno que tenemos o ser igual de intolerantes y autoritarios en las urnas, al final es nuestro Estado y nuestra decisión, las oportunidades las dan los ciudadanos.
