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MUNDO

Cumbre de Norteamérica ayuda reactivar la relación Biden-AMLO: La migración sigue siendo el gran desastre

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Política Global, por Jorge López Portillo Basave //

La visita de Biden a México para la reunión de líderes de Norteamérica sucedió en medio de un escándalo que se dio a conocer durante dicho viaje.

Usted lo sabe, aunque no nos guste, lo que sucede en EUA nos afecta más que a cualquier otro país del mundo y a ellos les guste o no les guste, nuestra vecindad es la relación más importante pero menos valorada que tienen.

La reunión de los líderes produjo las normales y esperadas declaraciones conjuntas que en esta edición se resumen en seis puntos: Competitividad y desarrollo económico; Economías de energías limpias y cambio climático; Migración; Estrategias para el combate al tráfico de personas y de drogas y Estrategias para protegernos de presentes y futuras crisis de salud como el covid19 y estrategias de inclusividad para la comunidad llamada LGBTI y discriminación de género.

Dentro de estos seis puntos hay varios asuntos muy interesantes y que seguramente afectarán al futuro inmediato de nuestro país y de la región. Dejaremos para más adelante los asuntos igualmente importantes que no se dijeron en las reuniones, incluidas las posibles coincidencias.

Se acordó una estrategia para identificar materiales minerales estratégicos para las energías renovables y crear una base de datos común. Es decir que EUA quiere saber cuántas tierras raras, litio y otros minerales por el estilo tiene México porque Canadá y EUA tienen muy buenas bases de datos sobre estos temas y son públicas. Naturalmente nuestro país tiene una cantidad muy importante de estos minerales estratégicos y al mismo tiempo no tiene infraestructura para explotarlos, mucho menos para transformarlos. Este puede ser el tema más importante desde el punto de vista económico que abordaron Biden y AMLO en compañía de la secretaria de Economía Raquel Buenrostro quien tendrá que abordar el tema.

También es interesante la estrategia para fortalecer la cadena de producción de artículos necesarios para la transición energética de energías fósiles a renovables. Esto será muy importante, iniciando con la idea de poder asegurar que de inicio la zona fronteriza cuente con una red de estaciones para cargar los vehículos eléctricos de los ricos mexicanos y de los americanos que visitan nuestra región fronteriza. Naturalmente con la idea de poder fabricar partes para semiconductores y otras piezas de alto valor tecnológico para la era digital y de energías renovables.

Por el lado de la migración, la verdad es que esto sigue siendo una pena ajena y un desastre para la migración ordenada y para los criterios de seguridad personal de los millones de migrantes que por esas políticas fallidas y por las malas circunstancias económicas se desplazan del mundo con destino a EUA a través de nuestro territorio nacional. Para nuestras ciudades fronterizas estos dos años han sido los peores en presión migratoria en la historia de nuestra vecindad. Como lo advertimos hace dos años en marzo del 2021 ésta sería la migración más grande en la historia moderna de la humanidad. A la fecha el propio presidente de EUA admitió en su mensaje desde el palacio nacional, que es la movilización más grande desde la segunda guerra mundial.

Si EUA y México se pusieran de acuerdo, la realidad de nuestro país cambiaría y la situación en la frontera común sería mucho mejor, pero parece que ni ellos ni nosotros queremos por razones ideológicas y políticas arreglar para el bien común los desafíos de la región y nos conformamos con un libre tráfico de todo tipo de mercancías, las legales y las ilegales y dentro de ellas catalogamos a las personas.

La idea de la reunión era utilizar el pretexto de la alianza del hemisferio norte para reactivar la relación de Biden con AMLO. Esa es la verdad. Recordemos que AMLO se la jugó con Trump, así como Salinas se la jugó con Bush y los dos perdieron.

Biden llegó a CDMX procedente de una visita por la frontera entre Texas y Chihuahua. En esa frontera presentó una App para que migrantes “vía cell”, apliquen para asilo político desde sus países. Obviamente esto no va a disminuir el interés de migrantes por ir, de hecho, lo va a incrementar porque si aplicas a ese proceso te darán lo que le dicen “parole” que es un tipo de permiso y seguro social para trabajar y poder tener documentos temporales en los EUA.

Este programa se parece al de los DREAMERS que abrió Obama en favor de menores que habiendo llegado a EUA siendo menores podrían tener documentos temporales para poder hacer su vida de manera normal en ese país en lo que el gobierno pasaba una amnistía, en suma, este programa como el de los Dreamers es una mini-amnistía, que a la larga será otro argüende igual.

Biden también vino a reclamar su presente, en la llamada lucha contra el narco, por debajo de la mesa en esa reunión se dio gracias por la detención del hijo del Chapo y del sobrino del Mencho. Biden acusa a los cárteles mexicanos de haber sido corresponsables por la muerte de más de 108 mil americanos en el año 2022 por sobredosis de fentanilo provenientes de China vía carteles mexicanos.

AMLO le reprochó a EUA por el abandono en temas para el desarrollo de la región, pero Biden le recordó que ellos apoyan a todo el mundo y que la región de Latino América no es la excepción. AMLO se tragó la contradicción y de paso le dio las gracias por no haber continuado con la construcción del muro fronterizo, lo que es irónico porque por esos huecos es por donde se da una parte importante del tráfico ilegal de todo tipo.

Se habló de un programa para reducir el desperdicio de alimentos lo que es muy positivo porque como escribimos hace 3 años en este espacio, ese es uno de los peores crímenes en contra del medio ambiente y de la economía mundial. Finalmente, también se habló de los paneles del TMEC que como usted sabe tienen su siguiente momento cumbre en unas semanas. El tema álgido es la energía eléctrica y el de combustibles fósiles.

Hubo temas interesantes y positivos que nos traerán buenos resultados económicos si sabemos aprovecharlos, pero también hubo temas que no se hablaron o que si fueron tocados no se publicaron.

Temas como el Rápido y furioso, programa por el cual la administración de Obama y de Biden enviaron armas a los cárteles de México, la lucha en contra de la presunta corrupción de los altos mandos de militares y funcionarios de seguridad nacional como el general Cienfuegos y el ex secretario de seguridad Genaro García Luna fueron parte de los asuntos secretos de la agenda no pública. Hablando de esto, nuestro fiscal general no asistió a la reunión inicial por estar muy ocupado en su casa, llegando tarde a los demás eventos, ¿se quiso hacer notar?

Del tema migratorio se ignoró que la política fronteriza de EUA ha generado que más de 5.3 millones de personas de 160 nacionalidades, crucen sin documentos por México a ese país del 2021 al 2022, pagando un promedio de 6 mil dólares por cabeza a los cárteles que controlan las rutas y que han tenido sus años más rentables, también son los que llevan las drogas que EUA dice querer parar y traen las armas que México dice querer frenar.

A Biden la visita le trajo mala suerte, el día que llegó a México se publicó que había retenido sin autorización diversos documentos marcados como clasificados de la época que era Vicepresidente con Obama, mismos que se habrían localizado en distintas partes de su casa y de su oficina en la Universidad de Pensilvania.

No había terminado de deshacer sus maletas cuando por la mañana del miércoles le informaron que todo el cielo de los EUA estaba cerrado. El 100% de las operaciones aéreas de su país estaban suspendidas por un “glich” en las computadoras. Más de 8 mil vuelos demorados por varias horas y más de mil doscientos cancelados de forma definitiva.

El mundo no había visto algo así desde el ataque a las torres gemelas en NY. Horas después se detectó que los mil trescientos millones de millones de dólares que EUA anunció que se invertirá en modernizar infraestructura desde el 2021 no habían sido aplicados para mejorar los sistemas de vuelo utilizados por las torres de control de ese país. Esas demoras causaron miles de millones de dólares en pérdidas en los tres países del TMEC y en Europa.

Para acabarla de fregar, el jueves el procurador General de EUA anunció la creación de una fiscalía especial para investigar al Presidente Biden por el asunto de esos tres juegos de papeles secretos que se llevó a su casa y a su oficina cuando era vicepresidente y nunca regresó. Esto puede complicarse porque una de las oficinas en las que estaban los papeles es la Universidad de Pensilvania, misma que recibió en los últimos 3 años más de $50 millones de dólares en donaciones procedentes del gobierno chino.

Por primera vez en la historia de los EUA, el presidente en turno y su antecesor se encuentran bajo investigación criminal por el mismo delito, siendo ambos los candidatos naturales para el 2024 ¡Que cosas nos depara este 2023! Cuando el caso de Trump se dio a conocer unas semanas antes de las elecciones intermedias del 2022 Biden le despedazó “… ¿cómo pudo pasar?, ¿cómo puede ser alguien tan irresponsable?, ¿en qué estaba pensando? …” ¿Qué dirá Joe ahora cuando se trata de su propio escándalo?

AMLO ha limado asperezas con Biden por las buenas o por las malas, pero una nueva crisis en la relación se avecina porque ahora los dos candidatos con los que AMLO logró una relación parece que tienen su futuro en manos de abogados. Si el fiscal especial encargado del caso Trump decide denunciar al ex presidente eso le hará muy difícil sacar una campaña exitosa adelante, por su lado el ahora también investigado Joe Biden, podría verse obligado a no ser candidato si el fiscal encargado de su caso decide denunciarle, incluso podría renunciar al cierre de su periodo para que Kamala le pueda perdonar como presidenta.

En una de esas los dos son exonerados a pesar de haberse llevado documentos designados como super secretos o los dos pueden ser enjuiciados. ¿Quién lo habría pensado? Biden y Trump en el mismo barco. Si a Trump lo consignan será difícil que a Biden le permitan ser candidato a reelección en el 2024 y viceversa si a Biden lo perdonan tendrán que hacer lo mismo con Trump. Después de todo es el mismo delito y Biden tuvo los documentos por seis años en lugares no confiables. Habría que recordar que Hilary Clinton se llevó secretos en un servidor de computadora a su casa y cuando llegó el FBI ya no encontró nada porque se había limpiado la memoria de dicho equipo.

AMLO tiene razón, si el presidente de EUA decide apoyar de forma decidida el desarrollo económico de la región esto cambiaría todo, pero lamentablemente para los dos partidos gobernantes en los EUA, latino américa es un patio trasero que se utiliza para ganar votos, para mano de obra económica dentro y fuera de sus fronteras y para lo que se ofrezca.

Los ciudadanos estadounidenses también sufren por esa falta de respeto a la región, pero poco pueden hacer porque los dos partidos sacan raja del desastre y la verdad sea dicha, los políticos mexicanos también le sacan raja al asunto o ¿creemos que el tema del tráfico de todo lo que se trafica de manera ilegal es asunto de un país solamente? ¡Obviamente no! Pero por lo pronto veremos si Biden se acuerda de los tratos hechos en CDMX porque ahora deberá evitar que su propio partido lo sacrifique en busca de eliminar a Trump.

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El nacionalismo de Donald Trump: ¿Una solución o un riesgo?

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Opinión, por Samantha Contreras Guerrero //

La victoria de Donald Trump, basada en un mensaje de fuerte nacionalismo, marca un cambio que impactará tanto a Estados Unidos como al resto del mundo. Sus promesas de traer empleos de vuelta y proteger la economía estadounidense responden al descontento de muchos de sus votantes.

Su idea de “América Primero” busca hacer que Estados Unidos sea más independiente y fuerte, pero en un mundo tan conectado, esta visión enfrenta muchos retos y posibles problemas.

Para los estadounidenses, en un mercado donde casi todo se produce a través de cadenas internacionales, enfocarse en lo nacional podría hacer que los precios aumenten y haya menos opciones para los consumidores. Este tipo de enfoque proteccionista no solo implica costos altos para las empresas, sino que podría dar una falsa idea de seguridad económica, ya que el crecimiento estaría limitado solo al mercado interno, dejando de lado oportunidades con otros países.

En el ámbito internacional, el enfoque nacionalista de Estados Unidos genera preocupación entre sus aliados. Países como México, que dependen en gran medida del comercio y la inversión estadounidense, ven en riesgo la posibilidad de mantener relaciones estables e igualitarias.

El decremento en sectores como el nearshoring —donde América Latina ha visto una oportunidad de crecimiento— podrían ser afectados con este tipo de políticas. Además, al alejarse de acuerdos internacionales, Estados Unidos podría debilitar el sistema de cooperación global, necesario para enfrentar problemas complejos como el conflicto en Oriente Medio o la crisis climática.

La gran pregunta es si este regreso al proteccionismo es una solución real a los problemas económicos actuales. La inflación y la desigualdad están en aumento en todo el mundo, y Estados Unidos no es la excepción. En lugar de cerrarse, podría beneficiarse de una política que tome en cuenta las necesidades de todos sus sectores, buscando reducir las diferencias internas como la acumulación de riquezas, sin renunciar a los beneficios del comercio global.

El nacionalismo de Trump es una reacción a los problemas de un sistema económico que ha dejado atrás a muchas personas en Estados Unidos. Sin embargo, en un mundo hiperconectado, el aislamiento no puede evitar generar preocupación. Aunque la intención de proteger a los ciudadanos es válida, esta ideología corre el riesgo de afectar a largo plazo a aquellos mismos sectores que busca ayudar, reduciendo la capacidad de Estados Unidos para influir y crecer en la economía global.

E-mail: samcg2002@gmail.com

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Querámoslo o no, Donald Trump ha vuelto

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Desde los campos del poder, por Benjamín Mora Gómez //

Lo recuerdo, era mi cumpleaños 20 y también domingo, y corría el año de 1973, y mi padre me regalaba “El Gran Gatsby”, la muy apasionante novela de F. Scott Fitzgerald, dos de sus ejes contenidos me cautivaron: La alienación y el impulso de Jay Gatsby por sentirse aceptado por una alta sociedad segregante, aun y a pesar de ser inmensamente rico, realidad que quizá se expresa más claramente en una frase de la obra: “La vida es una lucha de apariencias, una lucha de lograr y de tener más de lo que uno merece”.

Donald Trump es un claro ejemplo, muy actual y presente en el mundo, de la fuerza del impulso de tenerlo todo: Poder económico y poder político. Donal Trump está entre los hombres más ricos de Estados Unidos, y fue el 45º y será el 47º presidente de aquella nación.

Donald, quien perdió en 2020 ante Joe Biden al buscar reelegirse como presidente de Estados Unidos, cuatro años después descarriló a Biden en su también anhelada reelección, obligándolo a abandonar la carrera presidencial, y derrotó ampliamente a Kamala Harris, la relevo en el Partido Demócrata.

Donald Trump ha vuelto al poder más fuerte de lo jamás imaginado para cumplir con sus planes de preeminencia y grandeza norteamericana e imponer su visión conservadora de Estados Unidos ante sí mismo y ante el mundo. Trump es un hombre transparente; jamás deja nada a la imaginación y dudas de sus seguidores y detractores. Así, por ejemplo, para él, la Teoría de Género tiene los días contados en EEUU y sus promotores sabrán que tienen ante sí a su peor pesadilla.

El presidente Donald Trump, a partir del 20 de enero próximo, actuará con todo el poder para poner orden en su frontera con México en dos temas fundamentales, las acciones de los cárteles de la droga, declarándolos terroristas, y el tráfico humano, ambos vistos como gravísimas omisiones del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Marco Rubio, próximo secretario de Estado norteamericano, lo ha acusado públicamente, y nos lo recordará todos los días. Rubio es de palabra dura y mano aún más dura. Para Trump y Rubio los narcotraficantes son terroristas y los perseguirá con toda la fuerza del Estado norteamericano.

La esperanza nunca debería sustentarse en la venganza. No entiendo a quiénes cifran la satisfacción de su venganza hacia López Obrador en Marco Rubio. Sea cual fuere el resultado de la dureza del nuevo secretario de Estado norteamericano, es mi deseo que México vuelva, de mutuo propio, al orden y la paz, y que el gobierno y el congreso mexicanos no nos convoquen a rasgarnos las vestiduras ante las exigencias norteamericanas. Son justas.

En México, muchos de quienes estaban a favor de Kamala Harris, hoy se muestran muy a favor de Donald Trump. Su nacionalismo se mantiene muy firme; sin embargo, aceptan que ya es tiempo de poner en orden las cosas en México pues el estado mexicano, sin duda, está doblegado y resquebrajado ante los cárteles de la droga. Claudia Sheinbaum no ha demostrado estar dispuesta a cumplir a cabalidad con su mandato presidencial en materia de seguridad a pesar de los buenos oficios de Omar García Harfuch pues, peor, no desea tomar el mando que aun detenta López Obrador.

Sheinbaum deberá entender que solo tiene de dos sopas, o se arma de valor ante los cárteles y los traficantes de gente y los combate con toda la fuerza del Estado mexicano, o los gringos cumplirán con esa su obligación constitucional, interviniendo aun en nuestro territorio. Que de nada le valdrán las bravatas de Marcelo Ebrard en materia económica ante los gobiernos norteamericano y canadiense.

Que esto nos es pleito entre escolapios en donde uno echará al otro a su padre que es bombero y lo mojará con su manguera, y el otro a su padre que es policía y lo llevará a la cárcel. Que en cosas de gobierno se actúa conforme a la ley y se cumple con los tratados internacionales. Que Naciones Unidas tiene un centro en contra del terrorismo que a México obliga.

Un adelanto de la presión internacional que el gobierno de México enfrentará en los años próximos ya lo recibimos en esta semana. La calificadora Moody’s cambió de estable a negativa la perspectiva económica de México por el debilitamiento de nuestro Estado de derecho por la reforma judicial y el deteriorado entorno institucional gubernamental, el esperado aumento en el costo de la deuda internacional de México y la mayor rigidez del gasto público, que podrían socavar nuestros resultados fiscales y económicos.

Tanto Moody’s, como los principales analistas de los futuros económicos en el mundo, coinciden en calificar como de muy alto riesgo la reciente reforma aprobada por Morena, PT y Verde al Poder Judicial. Sheinbaum, obedeciendo a López Obrador, ha decidido alterar los controles y equilibrios del poder político y económico en México, y eso se le, se nos, cobrará muy caro.

Quiero invitarte a pensar en que Trump no está para salvarnos, ni Rubio para vengarnos. Ellos tienen sus tareas más allá del Rio Bravo. De este lado, todo depende de nosotros. Vamos, ni Sheinbaum hará nada para salvarnos; a ella solo le interesa obedecer a López.

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En riesgo la hegemonía estadounidense: El retorno de Donald Trump; retos económicos y sociales

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Actualidad, por Alberto Gómez R. //

En los últimos cuatro años, la economía y la cohesión social de Estados Unidos han enfrentado un deterioro significativo, marcando uno de los periodos más complicados en su historia reciente.

La administración de Joe Biden, aunque intentó implementar políticas para estimular la recuperación tras la pandemia de COVID-19, dejó profundas brechas económicas y sociales que ahora desafían al presidente electo Donald Trump. Con un escenario global en transformación y un entorno interno polarizado, Estados Unidos se encuentra en un momento crítico de redefinición de su papel como potencia mundial.

LA ECONOMÍA BAJO LA ADMINISTRACIÓN DE BIDEN

La inflación se convirtió en uno de los mayores retos durante la administración Biden. La epidemia de Covid-19 dejó tras de sí trastornos económicos; en junio de 2022, la inflación alcanzó un pico histórico del 9.1%, las tasas más altas que los estadounidenses han experimentado en 40 años, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) lo que, por supuesto, en la práctica suponía un recorte salarial. La explosión del gasto militar para apoyar las guerras en Ucrania y Gaza también ha alimentado la inflación.

Como resultado, el nivel de vida de las y los trabajadores estadounidenses ha disminuido bajo la administración Biden, mientras que el auge del mercado de valores ha ayudado a las y los estadounidenses más ricos a hacerlo bastante bien. Este fenómeno, impulsado por interrupciones en las cadenas de suministro globales, estímulos fiscales masivos y el aumento de los precios de la energía, erosionó el poder adquisitivo de las familias estadounidenses. Aunque las medidas de la Reserva Federal lograron reducir la inflación a un 3.7% al cierre de 2024, esta cifra seguía por encima del objetivo del 2%, lo que refleja un entorno económico aún frágil.

El aumento del costo de vida se manifestó en productos esenciales. Según la Administración de Información Energética (EIA), el precio promedio de la gasolina aumentó un 40% entre 2020 y 2024. Asimismo, los alimentos básicos experimentaron un incremento promedio del 25%, afectando especialmente a las familias de ingresos medios y bajos. Esta situación exacerbó la desigualdad, ya que los salarios reales apenas crecieron un 3% durante el mismo periodo, según el Economic Policy Institute.

DÉFICIT FISCAL Y DEUDA PÚBLICA

El déficit fiscal alcanzó los $1.7 billones en 2024, mientras que la deuda pública superó los $36 billones, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), un incremento alarmante respecto a los $27 billones reportados al inicio de la administración Biden. Este nivel de endeudamiento, alimentado por programas de estímulo económico y políticas de infraestructura, limita la capacidad del gobierno para responder a futuras crisis económicas. Además, el creciente costo del servicio de la deuda, derivado del aumento de las tasas de interés, se ha convertido en una carga significativa para el presupuesto federal.

La brecha económica continuó ampliándose durante la administración Biden. El 1% más rico de la población concentró el 38% de la riqueza total en 2023, mientras que los sectores más vulnerables enfrentaron mayores dificultades para acceder a empleos estables, y apenas aumentaron un 4% en términos reales, según un informe de la Oficina del Censo. Según el Departamento de Trabajo, el empleo precario representó el 30% de los nuevos puestos creados entre 2020 y 2024, con un aumento notable en los contratos temporales y trabajos a tiempo parcial. Esto ha exacerbado la pobreza en comunidades vulnerables, con un índice de pobreza que aumentó del 11.4% en 2020 al 14.7% en 2024.

En 2016, Hillary Clinton demostró su desprecio por los partidarios de Trump, entonces abrumadoramente blancos, etiquetándolos como “los deplorables”, en lugar de tratar de reconocer la fuente de su ira: la gran desigualdad en el statu quo económico. Ocho años después, con un apoyo a Trump mayor en prácticamente todos los grupos demográficos, es imposible ignorar la desesperación económica que alejó del Partido Demócrata a las y los electores, cuando Biden seguía presumiendo de que la economía estadounidense durante su mandato es “la más fuerte del mundo”.

FACTORES SOCIALES: POLARIZACIÓN Y RADICALIZACIÓN

La polarización política se ha intensificado, dando lugar a movimientos separatistas que, aunque minoritarios, representan una amenaza para la unidad del país. Uno de los fenómenos más alarmantes es el resurgimiento de movimientos secesionistas en estados como Texas y California.

Líderes locales y organizaciones políticas han planteado referendos para separarse de la unión federal, alegando incompatibilidades políticas y económicas. Aunque estos movimientos no tienen un apoyo mayoritario, su existencia refleja una fragmentación preocupante en la unidad nacional. Grupos como «Texit», que abogan por la independencia de Texas, han ganado tracción en sectores conservadores descontentos con las políticas federales. Estas iniciativas reflejan el creciente desencanto con el sistema político.

La radicalización ideológica también se ha intensificado. Los crímenes de odio aumentaron un 18% entre 2020 y 2024, según el FBI, afectando principalmente a comunidades afroamericanas, asiáticas, judías y musulmanas. Este aumento está vinculado al resurgimiento de grupos extremistas y al uso de las redes sociales como plataformas para propagar discursos de odio.

RETOS ECONÓMICOS Y SOCIALES

Con la reelección de Donald Trump, Estados Unidos se adentra en un periodo de grandes desafíos. Su promesa de «recuperar la grandeza estadounidense» enfrenta múltiples obstáculos, tanto internos como externos.

Trump ha anunciado un ambicioso plan para reindustrializar Estados Unidos y reducir la dependencia de las cadenas de suministro globales. Sin embargo, implementar esta estrategia requerirá superar barreras como la resistencia de aliados comerciales y la necesidad de inversiones masivas en infraestructura. También deberá manejar las tensiones con China, el principal socio comercial de Estados Unidos, en un momento en que las relaciones bilaterales están en su punto más bajo en décadas.

El presidente electo ha prometido recortes de impuestos para estimular el crecimiento económico, pero esta medida podría agravar el déficit fiscal si no se acompaña de reducciones en el gasto público. Además, la capacidad de implementar estas políticas dependerá de su habilidad para negociar con un Congreso dividido, donde los demócratas probablemente resistirán cualquier iniciativa que reduzca programas sociales.

El enfoque de Trump en políticas ultraderechistas, incluida la restricción de la inmigración y la eliminación de regulaciones ambientales, podría generar más divisiones. Aunque estas medidas cuentan con el apoyo de su base electoral, enfrentan la oposición de sectores progresistas y moderados, lo que podría derivar en mayores tensiones sociales.

EL FIN DE LA HEGEMONÍA ESTADOUNIDENSE

El bloque BRICS+ ha emergido como un desafío significativo para la hegemonía estadounidense. Con la inclusión de nuevos miembros como Arabia Saudita, este grupo busca crear un sistema financiero alternativo que reduzca la dependencia del dólar. Según el Banco Mundial, el comercio intrabloque creció un 15% anual durante los últimos cuatro años, fortaleciendo su influencia económica y política.

El dólar, pilar del sistema financiero internacional, está perdiendo su posición dominante. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la proporción de reservas globales en dólares cayó del 61% en 2020 al 55% en 2024. Este descenso refleja una creciente diversificación hacia monedas como el yuan chino y el euro, impulsada por iniciativas del BRICS+ y otros bloques emergentes.

En el ámbito militar y geopolítico, Estados Unidos enfrenta el ascenso de China como potencia dominante en el Pacífico y la reactivación de Rusia en Europa del Este. Además, la influencia de potencias regionales como Irán y Arabia Saudita en el Medio Oriente limita la capacidad de Estados Unidos para mantener su dominio en esta región estratégica.

El futuro socioeconómico de Estados Unidos dependerá en gran medida de la capacidad de la administración Trump para manejar una economía debilitada, una deuda insostenible y una sociedad fracturada. La reconciliación política y la creación de un camino inclusivo para el desarrollo serán cruciales para evitar una crisis prolongada.

Aunque Trump tiene un historial de promover el crecimiento económico, los riesgos asociados con su estilo confrontacional y sus políticas divisivas no pueden ser ignorados. El equilibrio entre reformar el status quo y evitar una mayor radicalización será la prueba definitiva para su liderazgo.

Estados Unidos enfrenta uno de los periodos más complejos de su historia contemporánea. La administración Biden dejó un legado de desafíos económicos y sociales que el presidente electo Donald Trump deberá abordar en un contexto de polarización interna y competencia internacional.

El éxito o fracaso de las políticas de Trump determinará no solo el rumbo de Estados Unidos, sino también el equilibrio de poder en el mundo. Sin embargo, para superar estos retos, será necesario un liderazgo que trascienda la retórica divisiva y busque soluciones inclusivas y sostenibles. En un mundo cada vez más multipolar, el destino de Estados Unidos dependerá de su capacidad para adaptarse a las nuevas realidades globales sin perder de vista los principios democráticos y la cohesión interna que alguna vez lo definieron como nación.

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