OPINIÓN
¿De qué nos sirven los gobiernos?
Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //
La presencia de las madres buscadoras en Jalisco por segunda vez, durante la semana para capacitar y reclutar a todos aquellos interesados y perfilados en la búsqueda de restos humanos, incomoda a muchos sectores, incluyendo Gobierno del Estado quien pretende empatizar sin lograrlo con los colectivos de personas desaparecidas, es tan grave la situación en Jalisco y en el país que parece tristemente que hemos híper normalizado la violencia, el crimen, la desaparición de personas y encontrar restos humanos. ¡Piénselo detenidamente!
Todos, absolutamente todos en el mundo y bajos estándares nacionales e internacionales tenemos derecho a vivir, nadie absolutamente nadie puede o debe decidir si merecemos seguir vivos, menos aún sustraernos, desaparecernos y tirarnos o enterrarnos en algún predio, no es lógica la existencia de brigadas de madres buscadoras en el país investigando el paradero de sus familiares ausentes en terrenos, predios, casas abandonadas, la omisión y la evidente ausencia de la autoridad provoca la organización de civiles, mientras el país se divide por las predicciones electorales del 2024 a nivel nacional y local ¿quiénes serán los buenos, para postularse?, la revocación de mandato en puerta, ¿podrá el presidente salir airoso?, el presupuesto para la línea 4 del tren eléctrico en Jalisco ¡Qué gran logró mediático para los reflectores del 2024!, mientras grupos de personas salen a desenterrar restos humanos en las colonias de los municipios de Jalisco, literal miles de personas desaparecidas y desapareciendo. ¿De qué nos sirven los gobiernos?, si nos desaparecen, nos matan y nuestros familiares nos buscan excavando.
En este sentido habrá que dejar de normalizar la política como un acto de bondad y caridad a la sociedad y empezar a ver el verdadero horror que vivimos todos los días, mientras la clase política solo se preocupa por posicionarse y ganar en la próxima elección, en Jalisco tenemos una rotonda de las y los desaparecidos, un sin fin de colectivos de la sociedad civil perfectamente organizados para búsqueda de personas sin vida, falta hablar de la trata de personas y otros delitos que generan que las personas desaparezcan, aun así las madres buscadoras encuentran bajo tierra personas y dan aliento y esperanza a familias que no logran la paz con un desaparecido en su entorno, quizás si hacemos memoria casi todos tenemos un caso cercano y vivimos con la esperanza que en nuestra familia no suceda una desaparición.
En este contexto, la sociedad civil organizada ha superado el trabajo y la labor gubernamental, pero parece no importar en lo absoluto, el tema de las personas desaparecidas, su búsqueda y localización, así como el trato que se les dé a las familias en una situación tan extrema como la desaparición de un ser querido, es el mismo que se le da a la violencia de género y sus terribles consecuencias, los gobiernos municipales y el estatal no se consideran parte del problema al contrario se auto perciben como un ente de apoyo institucional, sin más responsabilidad que implementar los protocolos básicos, pero en realidad vivimos un entorno de constante riesgo y violencia desmedida con un gobierno cero empático y muy divo.
Sin derecho a vivir y los nuestros quedan sin poder coexistir libres del dolor que produce la violencia, muerte, desaparición; habrá que analizar a fondo el triste papel de los gobiernos y autoridades todas, tenemos que generar consciencia de los derechos humanos y la dignidad de las personas todos los días, como valientemente lo hacen los colectivos pro derechos humanos y las madres buscadoras de otros estados; los gobiernos van y vienen, pero el derecho a vivir dignamente es más importante que una papeleta en la urna electoral que les permita llegar al poder, pero no ser parte del problema como lo justifican audazmente.
Debemos dejar de normalizar la violencia y la muerte como parte de la jungla en la que vivimos, realmente no somos animales, empecemos a empatizar con lo que verdaderamente nos pasa y veamos más allá de los logros de gobierno en supuestas políticas públicas de relleno, advirtamos la omisión, el dolo y la mala fe de aquellos que tiene el poder y supuestamente nos representan, levantemos la voz ante las injusticias y apoyemos las causas sociales, no la politiquería de aparador.
