OPINIÓN
Del agua estancada espera veneno
Con todo respeto, por Jorge Zul de la Cueva //
La frase es de William Blake, yo sólo la tomo prestada para que no se estanque y aprovecho para hablar del Poder Judicial en Jalisco, que ciertamente está estancado y de cuyas salas, sistemas y procesos es sensato esperar veneno y cosas peores.
En el Poder Judicial Jalisciense hay un rezago en todo. Tener un litigio es vivir un calvario inapetente lo mismo para ricos y poderosos que para ciudadanos del fuero común. Hay calvarios de primera, de segunda y de tercera, pero todos son calvarios.
Por años éste ha sido un poder especialmente opaco y distante de la sociedad, el hombre común se ve rebasado siempre por un sistema donde pueden pasar meses para que te den una cita para ver una promoción y enterarte de que pasó con tu asunto porque hay Covid. No te pueden mandar una foto de tu expediente, sólo el extracto en línea y a esperar. Y eso es grosera incompetencia, arrogancia, burocracia y ganas de no hacer las cosas fáciles para la gente todo junto y embotellado una caja cuya etiqueta dice y promete: “Justicia Pronta y Expedita”. En ese sentido es bueno que la pobre Themis sea ciega.
El Poder Judicial por oscuro y distante se vuelve una piedra en el zapato del Ejecutivo y del mundo mercantil porque la tendencia es transparentar, abrir las ventanas y dejar entrar el aire a los viejos edificios.
Su burocratización, su división y su corrupción hacen todo tortuoso incluso algo tan importante como mantener estabilidad en el estado. O, ¿ustedes creen que el gobernador durmió tranquilo pensando que 4 mil 500 empleados de Sello Rojo podrían no recibir su sueldo por un asunto mercantil judicializado? Yo creo que no y se trata de un juicio mercantil en el que ha pasado más de un año sin que haya un mínimo avance porque así conviene a alguna de las partes y en el que ya entró un juez penal a congelar cuentas justo porque no avanzan los procesos y hay sospecha de simulación.
¿Qué empresa en su sano juicio va a querer formalizar una sociedad que dependa de tribunales que no resuelven cosas tan delicadas en años?
Un Poder Judicial que no da garantías básicas a los sectores empresariales y económicos es malo para el poder político y si es malo para la sociedad, la política y la economía, ¿qué sentido tiene sostener las cosas como están? Tiene que cambiar y lo hará desde adentro o tortuosamente por imposición y demanda del mundo exterior.
Esto me parece ha movido al magistrado Luis Enrique Villanueva a hacer una nutrida gira de medios e incluso visitar Los Sótanos del Poder en una entrevista donde habló del proyecto con el que llegará a la elección de presidente del Supremo Tribunal de Justicia, eligiendo al sustituto de Ricardo Suro entre los actuales Magistrados el próximo 15 de diciembre.
Es poco común que un magistrado salga a la arena pública con un proyecto para cambiar las cosas y una ruta a seguir que tenga que ver con un diagnóstico y un plan que busca modernizar los procesos aún en el marco de una elección interna.
Su proyecto busca modernizar un Poder Judicial que todavía se comunica vía fax en algunas oficinas. Para el magistrado no pueden postergar la digitalización de los procesos porque un sistema de procuración de justicia arcaico y pantanoso nos hace poco competitivos a nivel global y genera muchísimas tragedias humanas en lo cotidiano. Naturalmente el magistrado Villanueva encuentra en la promoción de una mejora urgente (que aquí he presentado con excesiva simpleza por razones de espacio), un mecanismo para impulsar su candidatura y eso debería pasar más seguido, deberían discutirse mucho más cosas del Poder Judicial así en lo público.
De algo sirve que los magistrados comiencen a dar la cara y disputen cargos y razonamientos en la arena pública. Es bueno que los rostros del Poder Judicial vean la luz, para que conozcamos a nuestros magistrados, sepamos de sus opiniones en torno a nuestros asuntos y su diagnóstico de nuestro Sistema de Justicia.
En la medida en que el Poder Judicial deje de ser una logia y la discusión sobre mecanismos de procuración de justicia sea parte de nuestra vida pública, de que salga de la oscuridad y e ingrese en lo cotidiano con el espacio que corresponde a su voz, que no es para nada hacer los litigios en la plaza, sino con hacer accesibles y socializar los mecanismos de elección de cargos, con hacer públicos los grupos de los que son parte y las relaciones de poder que ostentan sin que se asuste nadie, entonces comenzarán a ser más fáciles los urgentes procesos de modernización al interior del Poder Judicial.
