OPINIÓN
Desafío de afrontarlo con visión y responsabilidad: El deporte, un reto gubernamental
																								
												
												
											Opinión no pedida, por Armando Morquecho Camacho //
Mi abuelo escribió que él admiraba y respetaba a quienes son capaces de amar y practicar algún deporte, porque en su espíritu hay nobleza.
Cuando leí esa frase, la verdad es que la primera vez no la pude entender del todo, fue con el paso de los años y con mis vivencias que poco a poco le fui dando sentido, pero especialmente, la etapa en la que más le encontré significado a esa pequeña frase fue en la secundaria.
Cuando ingresé a la Secundaria Técnica No. 1 José Vasconcelos, lo primero que noté fue que una gran cantidad de alumnos de todos los grados, portaban con mucho orgullo su chamarra azul del CODE, al principio lo primero que supuse fue que era una simple moda y que a muchos solo les gustaba presumir, pero conforme fui conviviendo con mis compañeros me di cuenta que eso en realidad era un estilo de vida cuyos pilares eran el esfuerzo, la dedicación, el sacrificio y la voluntad.
También era sorprendente ver cómo aunque no todos tenían como tal el sueño de llegar a participar en unos Juegos Panamericanos o Juegos Olímpicos, aun así le dedicaban de 4 a 5 horas al día a los entrenamientos de sus respectivas disciplinas y probablemente esa experiencia en la secundaria ha sido fundamental para fijarme una postura sobre la importancia que tiene el deporte, o debería de tener el deporte en nuestra sociedad, pero también en la creación y consolidación de políticas públicas enfocadas a esta rama.
El deporte debe importarnos a absolutamente todos, tanto a la sociedad civil como a las autoridades, pero también, debemos de quitarnos la idea de que fomentar el deporte e invertir en instituciones como el CODE o bien la CONADE es únicamente para que México, a largo plazo, tenga la posibilidad de poder ganar en próximas competencias internacionales más medallas de oro.
Claro, obviamente ser un semillero de deportistas talentosos que puedan poner en alto el nombre de México en los Juegos Olímpicos debe ser una de las prioridades y no se debe descuidar este aspecto, pero realmente, eso no es todo, ya que el deporte y la cultura física, poseen un carácter multidimensional, y esto, es lo que los vuelve tan importantes.
El deporte tiene una gran influencia en la sociedad y éste, destaca de manera importante su importancia en la cultura y también, para la construcción de la identidad nacional, de hecho, podemos encontrar muchos ejemplos de esto.
El primero y probablemente, uno de los más relevantes, es el de Nadia Comaneci, gimnasta rumana que a muy corta edad hizo historia en los Juegos Olímpicos de 1976 al ser la primera en conseguir un 10 perfecto, lo cual, la convirtió en un icono nacional e internacional, sobre todo por el contexto político y social en el que consiguió esto, y otro ejemplo que no podemos ignorar es el caso del USA Gymnastics, organismo que no solo apoya y empodera a los atletas, sino que también cuenta con una fuerte estructura de comunicación apoyada por el sector privado, que a través de la difusión comercial de sus grandes representantes, promueve el deporte e incentiva a los jóvenes a seguir trabajando para llegar al equipo nacional y así alcanzar lo más alto.
Definitivamente, estos dos casos que acabo de tomar son algo controversiales, por un lado la rumana Nadia Comaneci se convirtió en un instrumento del régimen comunista de Nicolae Ceausescu y terminó huyendo a Estados Unidos, y por el otro lado, el equipo USA Gymnastics se ha convertido en el foco de atención por todos los casos de abuso sexual a menores de edad perpetrados por el doctor Larry Nassar, pero decidí traerlos a la conversación porque aun con todo y sus irregularidades, no podemos cometer el error de ignorar por completo las virtudes y bondades de estos dos casos.
El deporte, inculca valores de respeto, responsabilidad, compromiso y dedicación. Además, fortalece la resiliencia y le da los jóvenes las herramientas necesarias para aprender a lidiar con el fracaso, para que a la par, puedan aumentar de manera importante su nivel de tolerancia a la frustración, ya que practicando cualquier disciplina, entienden, para empezar, que nada en la vida es fácil y que todo requiere esfuerzo y dedicación, incluso cuando tienes la dicha de tener algún talento, necesitas practicar para pulirlo.
Asimismo, nos permite establecer relaciones sociales no solo entre personas, sino también, entre culturas, fortaleciendo así la noción de respeto hacia los demás a través de la competencia sin antagonismo.
En resumen, el deporte une a las personas hacia un objetivo y es un agente de transformación social cuya base es la idea del bien común que incluso, puede romper las barreras de clase.
Es en virtud de lo anterior, que en los últimos años muchos países, como es el caso de Estados Unidos, Rusia y China, han articulado algunas políticas deportivas para el desarrollo no solo del deporte elite, sino también, de un deporte accesible a toda la población.
Estos tres países han entendido que la actividad deportiva debe de ser una de las principales tareas para el gobierno, no solo por sus beneficios para la salud, sino porque a partir de esto, pueden conseguir ganancias no deportivas como pueden ser la lucha contra la exclusión social, demostrar poder político y también, atraer inversiones económicas que a la larga permitan la recuperación y transformación de espacios públicos.
En ese orden de ideas, una vez que terminen los Juegos Olímpicos, tendremos otra tarea como nación y por ende, deberemos de cuestionarnos seriamente qué nivel de responsabilidad o interés público debe tener el deporte para el gobierno y por otro lado, nuestras autoridades deberán sentarse a analizar el uso que le pueden dar al deporte para combatir problemas públicos.
Definitivamente, el deporte y su importancia para la sociedad, así como el interés del estado en esta rama han ido cambiando conforme a las circunstancias históricas, por eso, hoy realmente este tema debe interesarnos, y lo primero que debemos entender es que las irregularidades en las instituciones «rectoras» del deporte pueden ser letales, sobre todo si tomamos en cuenta que es una de las vías que permiten al ser humano dignificarse, y también, que permiten a los individuos no solo integrarse a un equipo o a una selección, sino también a la sociedad y a una comunidad que realmente los valora por sus cualidades, su historia y lo que son, no por su apariencia o su estatus económico.
Este año Jalisco envió a competir a los Juegos Olímpicos a un total de 22 deportistas a los cuales estamos obligados a darles reflectores y las herramientas necesarias no solo para continuar entrenando, sino también para que en los próximos años esos 22 atletas puedan convertirse en el modelo a seguir de millones de jóvenes, quienes definitivamente optarán por seguir sus pasos y buscarán representar con algo más que orgullo a Jalisco y a México.
Sin lugar a dudas, el reto que representa el deporte a largo plazo es muy grande, pero afrontarlo con responsabilidad y visión, traerá a México importantes resultados que van más allá de las preseas.
