OPINIÓN
Desigualdad
Opinión, por Miguel Ángel Anaya Martínez
Soy parte de una generación llamada millennials. Una generación que a diferencia de otras más jóvenes aún conoció lo que era jugar en las calles, convivir personalmente con sus vecinos, esperar determinada hora para ver su serie favorita en la TV, etc., pero que, a su vez, también vivió el cambio tecnológico.
Nuestro proceso de crecimiento se vio afectado por la aparición del internet y las redes sociales, además, con los teléfonos inteligentes aprendimos que cualquier información necesaria o pueril estaba al alcance de un clic, esto nos llevó a ver el mundo de manera distinta, para algunos tanta información y tantos videos los llevó a perder el tiempo consumiendo contenidos basura, pero a algunos otros les ayudó a entender la realidad como algo global e interconectado.
También es cierto que tanta información insensibilizó a algunos, sin embargo, a muchos otros los volvió mas empáticos y consientes de la situación social que atravesamos, esta generación que algunos llaman de cristal tiene ideas claras de lo que quiere y lo que rechaza. Diversos estudios señalan que los temas que más preocupan a un millennial son el cuidado del medio ambiente, los derechos humanos, la inclusión y sobre todo la igualdad.
La semana pasada escribía sobre como la desigualdad y falta de oportunidades han sido la base para tener una nación insegura y violenta, pues en un país de renta media como el nuestro, la desigualdad se ve reflejada en índices altísimos de pobreza, a su vez, las personas que sufren de esta situación son las más vulnerables a ser captadas por el crimen organizado, si queremos combatir la desigualdad debemos empezar por cuestiones básicas a las cuales cualquier persona debería acceder.
Cuando este tema se pone sobre la mesa, muchas veces el discurso que se replica se reduce a señalar a determinados sectores que la sufren o son discriminados en razón de su género o preferencias sexuales (puntos importantísimos en los que hemos avanzado, pero falta mucho por hacer) sin embargo, olvidamos que en México, los más afectados son los niños y la población indígena, lo peor de todo, es que al paso que vamos los que más sufren de desigualdad lo seguirán haciendo ya que los programas sociales son dádivas y no políticas públicas para enfrentar el problema.
Para darnos una idea y por increíble que parezca, en nuestro país casi el 30% de las escuelas públicas carecen de agua potable, además el 12% no cuenta con sanitarios y el 11% no tiene energía eléctrica, de equipos de cómputo ni hablamos… Evidentemente las escuelas públicas en peor estado se encuentran en zonas marginadas o indígenas. Si las y los menores de edad en situación de desigualdad no reciben una educación de calidad sus oportunidades de salir de la brecha de la pobreza serán prácticamente nulas, estamos fallando como país y esto es un problema muy alarmante.
En México más del 60% de los infantes carece de seguridad social, esto quiere decir que, en caso de enfrentar algún accidente o enfermedad grave, no cuentan con los medios para recibir servicios de salud pública, estas situaciones pueden llevar a colapsar familias completas ¿Qué estamos haciendo para prevenir este tipo de situaciones? De los temas de desnutrición infantil y violencia intrafamiliar que sufren diariamente las y los niños hablaremos en una próxima entrega.
La igualdad es la proporción o correspondencia entre las partes que conforman un todo, cuando se habla de esto no se trata de que todos pensemos igual, tengamos lo mismo o perdamos identidad. Hablar de igualdad es aspirar a vivir en una sociedad más justa y equitativa, con oportunidades para todos en temas básicos como la educación, empleo y el acceso a una salud digna. El discurso suena repetitivo, pero se tiene que hablar las veces que sean necesarias sobre este y más temas hasta que logremos hacer políticas públicas de utilidad que beneficien a nuestra sociedad. Una sociedad con igualdad de oportunidades será una sociedad con personas más honestas, más preparadas y menos violentas. Hagamos que México sea un país donde el que quiera realmente pueda.
