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OPINIÓN

E pour si mouve…

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Opinión, por Pedro Vargas //

Las frases o locuciones son muy reveladoras de ciertas realidades. La muy célebre máxima “e pur si muove” o “eppur si muove” que significa “y sin embargo se mueve”, se atribuye a Galileo Galilei, el extraordinario sabio italiano del siglo XVII (aunque nacido en 1564), que la expresó luego que lo obligaron a retractarse sobre su idea de que la tierra giraba alrededor del sol. La expresión se generalizó y ahora se utiliza para hacer notar que algo, a lo que muchos interesados hacen que se retracte una persona, realmente tiene certidumbre.

Lo anterior viene a colación por el reciente diferendo entre lo dicho por el Presidente de la República, en relación al sector salud y la conducta de muchos galenos en tiempos anteriores y lo que inmediatamente varias asociaciones de médicos le contestaron en nivel de ofendidos.

Todo comenzó, en la mañanera del 8 de marzo, con la pregunta de un reportero al Presidente y que en esencia es: ¿qué opinión le merece que …exsecretarios de salud de los gobiernos anteriores estén criticando fuertemente la estrategia de COVID-19” A lo que el mandatario contestó: “Pues respeto esas opiniones, pero tienen que ver con los intereses políticos, partidistas, todos ellos estuvieron en gobiernos de partidos opositores a nuestro gobierno y yo creo que ya los mexicanos saben quién es quién en el tema de salud, qué dejaron, cómo está el sistema de salud.

No miento, lo estamos levantando, lo dejaron en ruina, imperó la corrupción, se robaban hasta el dinero de las medicinas, cientos de hospitales inconclusos por todo el país, un cementerio de hospitales, de centros de salud abandonados…”

Y para ejemplo de lo anterior, además de pedir que se indagara en los Estados sobre cuantos hospitales quedaron inconclusos y que la actual administración está concluyendo, enunció lo que vio en un hospital de Ciudad Juárez que había sido ya inaugurado por un Secretario de Salud del período neoliberal: “… nada más pusieron la fachada como escenografía y se cortó el listón y lo dejaron inaugurado, pero adentro quedó en obra negra y desde luego que lo cobraron.”

Al respecto, el primer magistrado del país asegura que los exsecretarios tienen el derecho de criticar, pero ya será el pueblo quien opine sobre quien dice la verdad.

Luego defiende el Presidente a sus colaboradores (Jorge Alcocer y Hugo López-Gatell) como profesionistas muy capaces, honestos y con postura a favor de la gente no a favor del mercantilismo, sistema que desgraciadamente “llegó a predominar en el periodo neoliberal en todo lo relacionado con la salud, como se decía antes de los médicos, que sólo buscaban enriquecerse ¿no?”. Eso porque al interrogar al paciente sobre lo que tenía, luego que éste respondía, el médico le enmendaba la pregunta: “No, ¿qué tienes de bienes?”, con el fin manifiesto de advertirle al enfermo lo costoso que iría a ser la curación.

Y termina AMLO afirmando que eso (mercantilistas) es lo que no son ni el doctor Alcocer ni el galeno López-Gatell.

Con lo anterior se desató la airada reclamación de la dirigencia de muchas asociaciones de médicos, que curándose en salud refutaron que estuvieran a favor del mercantilismo y de enriquecerse, agregando que con lo expresado por el mandatario, “calumnia y ofende a todo el gremio médico, dañando su integridad ética, moral y profesional”. Por lo que exigieron una disculpa pública.

En respuesta a dichas manifestaciones, el lunes 11 del presente mes de marzo, el tabasqueño comentó que lo habían mal entendido. “Si lo entendieron así, ofrezco disculpas, pero no fue eso, no”. Y enseguida explica: “Hablé de -todo el tiempo lo hago- de cómo los médicos tienen una vocación humanista, imagínense, era médico Ernesto ‘Che’ Guevara, médico, el mejor presidente de América Latina Salvador Allende. ¡Cómo voy a hablar mal de los médicos! A mí me salvó la vida un grupo de médicos. No, es que todo lo están tergiversando, todo,…Por eso estoy hablando más despacio que de costumbre, no quiero hablar de corrido para que no vayan a utilizar algo, están viendo pero con microscopio, escudriñan todo lo que hago”. Finalmente el Presidente puntualizó, que él no habla al tanteo y señaló: “¿cuántas operaciones se hacen sin necesidad?

De lo anterior queda muy claro que los dirigentes de asociaciones de médicos tienen la piel muy delgada; que no solo el primer mandatario se disculpó, por si no lo entendieron bien o no supo explicarse correctamente el día 8, sino que en la mañanera del 11, enfatizó su reconocimiento a la labor humanista de los doctores en medicina. También insistió en el derecho a opinar, aunque no tengan razón, que tienen los exsecretarios de salud, quienes cual si fueran activistas opositores casi todo lo que hacen las autoridades actuales lo reprochan.

Para terminar y aludiendo la frase de Galileo Galilei, “E pur si muove” (y sin embargo se mueve) para nadie es ajeno que muchísimos galenos se olvidan del juramento de Hipócrates y piensan demasiado en los dineros que obtendrán, ya porque proceda una operación o porque se aceleren en practicarla. A todos nos consta que si bien hay excelentes médicos y de conducta más que generosa, a los que admiramos y en esta pandemia les expresamos nuestra gratitud, también abundan los que sin consideraciones buscan medrar a costa del dolor (o más bien del patrimonio) de los pacientes.

Incluso jocosamente en el pueblo mexicano, que ya sabemos siempre tiene buen humor en las buenas y las malas, cuando alude a un médico le suele llamar “matasanos” y si se menciona el número 111, entonces explica con igual tono festivo: ese es el número de los médicos. Y si les preguntamos por qué aventuran tal idea, contestan sonriendo: “porque los médicos empiezan con uno, siguen con uno y terminan con uno”. Eppur si muove.

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Deportes

Atlas, de la gloria reciente al futuro incierto

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-Por Diego Morales Heredia

A punto de cumplir 109 años de existencia, el Atlas es uno de los equipos con más tradición en el futbol mexicano. A lo largo de su historia, el conjunto rojinegro ha sido reconocido por su futbol vistoso y ofensivo, por la formación de talentos en su academia y por su afición, acostumbrada al sufrimiento y la esperanza, conocida con orgullo como “La Fiel”.

Durante más de ocho décadas, el club fue manejado por una Asociación Civil integrada por empresarios destacados de Jalisco. Sin embargo, los problemas financieros, la falta de resultados y decisiones divididas obligaron a que en 2013 el equipo fuera vendido a Grupo Salinas.

Bajo el mando de la televisora, si bien el conjunto del Paradero retomó estabilidad financiera, el Atlas vivió una etapa de altibajos, marcada por constantes cambios de técnico, bajo rendimiento en la cancha y una creciente desconexión con su afición.

Durante la presidencia de Gustavo Guzmán, también se rompió el vínculo histórico con los socios, pues el primer equipo, fuerzas básicas y femenil dejaron de utilizar las sedes tradicionales de Colomos, Chapalita y Country, generando un vacío en la identidad atlista.

Para sorpresa de muchos, en 2019 se anunció un nuevo cambio de administración: Grupo Orlegi, encabezado por Alejandro Irarragorri, tomó el control del club. Con ellos llegó la modernización bajo el lema “infraestructura, estructura y procesos”. Y con ello, también, la gloria: los títulos del Apertura 2021 y Clausura 2022 rompieron una sequía de más de 70 años sin campeonato de liga. Además, se consolidó la Academia AGA en Nextipac como símbolo del nuevo modelo formativo.

Hoy, a solo días de cumplir 109 años, Grupo Orlegi ha iniciado el proceso de venta del club, con el objetivo de cumplir las reglas de la Liga MX que prohíben la multipropiedad. La directiva ha optado por conservar a Santos Laguna, y poner al Atlas en el mercado por una cifra cercana a los 250 millones de dólares.

Y para “La Fiel”, vuelve la incertidumbre. La esperanza de que el legado rojinegro quede en buenas manos, que los colores, el escudo y la esencia del club no sean alterados. Serán meses largos, llenos de especulaciones, anhelos y miedo al cambio. Una vez más, los atlistas tienen su corazón en vilo.
¿Quién compra al Atlas?

 

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Deportes

Edición 798: El drenaje profundo, un paso hacia el futuro en Guadalajara

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Lectores en teléfono celular: Para una mejor lectura, girar a la posición horizontal

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JALISCO

Año de la Mujer Indígena: Promesas vs silencio en la Comunidad Indígena de Mezquitán

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-Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac 

Entre el discurso oficial del gobierno de México, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, y la cruda realidad de las comunidades indígenas, se abren fisuras que revelan contradicciones inquietantes.

En 2025, declarado «Año de la Mujer Indígena» por el Congreso de la Unión y respaldado por el Ejecutivo, se pretende enaltecer el rol histórico y cultural de estas mujeres, combatir la discriminación y fortalecer sus derechos con políticas inclusivas.

Sin embargo, esta intención noble choca con actos de violencia institucional perpetrados por dependencias del mismo gobierno, como se evidencia en el caso de la Comunidad Indígena de Mezquitán, en Zapopan Jalisco.

Desde 2001, esta comunidad lleva 24 años esperando una indemnización justa por la expropiación de 26.93 hectáreas de sus tierras, utilizadas para la ampliación de la carretera Guadalajara-Ixtlahuacán del Río-Saltillo.

Esta discrepancia plantea una pregunta crucial: ¿es el reconocimiento a las mujeres indígenas un compromiso genuino o un juego de poder simbólico?

UNA INJUSTICIA DE DOS DÉCADAS

El conflicto de Mezquitán comenzó en 2001, cuando la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), hoy Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), expropió las tierras prometiendo una compensación de aproximadamente 40 millones de pesos. Sin embargo, solo se pagaron 6 millones como anticipo entre 2004 y 2005, dejando un adeudo pendiente que, conforme a la Ley Agraria y sentencias del Tribunal Superior Agrario, debe ajustarse a valor comercial.

Después de siete años de litigios contra la SICT (desde 2017) el Tribunal Agrario 16, y en noviembre de 2023, el Tribunal Superior Agrario les dio la razón a la Comunidad Indígena de Mezquitán, ordenando un avalúo por el INDAABIN para calcular el pago a valor comercial. Sin embargo, la SICT siguió interponiendo amparos frívolos, el último resuelto en diciembre de 2024, para retrasar lo inevitable.

Ahora lo que procede es que se ejecute la sentencia y que la SICT proceda al pago correspondiente, pero para ello se requiere el avaluó actualizado que debe realizar INDAABIN, donde ahora está el atorón con el tortuguismo de la dependencia.

Habrá que señalar que la Consejería Jurídica Federal del gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, coincide y recomienda, que lo que sigue es el cumplimiento de la sentencia y darle seguimiento hasta su conclusión, es decir, el pago en favor de la Comunidad.

Fue el 18 de junio pasado en el que mediante acuerdo, el Tribunal Agrario ordenó al Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN) que, en un plazo de 10 días, informe sobre el trámite del avalúo solicitado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), con apercibimiento de multa en caso de incumplimiento, pero a la fecha no tenemos conocimiento de que INDAABIN haya cumplido ese requerimiento.

Todos estos obstáculos del poder de la burocracia, de diversas formas, ha enfrentado la Comunidad Indígena de Mezquitán, diversas formas para retrasar el proceso de pago; ahora es el «tortuguismo» de INDAABIN, que ha ignorado plazos como el de 10 días establecido el 18 de junio de 2024, bajo amenaza de multa.

Esta demora impacta directamente a 333 familias, muchas lideradas por mujeres indígenas que enfrentan pobreza y marginación como resultado de esta injusticia prolongada.

Saúl Rodríguez Barajas, presidente del Comisariado de Bienes Comunales, expresó su frustración: “Llevamos 24 años luchando por nuestros derechos, mientras el gobierno promete justicia, pero no actúa”.

Esta situación no solo contradice el espíritu del «Año de la Mujer Indígena», sino que también desvirtúa la reforma constitucional de 2024, que reconoce a los pueblos indígenas como sujetos de derecho público y obliga a consultar y compensar por proyectos que afecten sus territorios.

CONTRADICCIÓN ENTRE DISCURSO Y REALIDAD

El gobierno de Sheinbaum ha desplegado iniciativas ambiciosas para apoyar a los pueblos indígenas. En su informe de 100 días, anunció un presupuesto de 221 mil millones de pesos para 2025 destinados al desarrollo de comunidades indígenas y afromexicanas, que incluye 17 planes de justicia ya en marcha y el inicio de 13 más.

Además, lanzó el programa Apoyo Financiero a Mujeres Indígenas y Afromexicanas Artesanas (MIAA) con 500 millones de pesos, y en diciembre de 2024 restituyó 2,178 hectáreas a comunidades rarámuris en la Sierra Tarahumara.

Estas acciones, combinadas con la designación de figuras históricas como Tecuichpo, Tz’ak-b’u Aha, Señora 6 Mono y Xiuhtlaltzin como emblemas del año, buscan visibilizar el legado de las mujeres indígenas.

No obstante, el caso de Mezquitán revela una desconexión alarmante. Mientras se celebran avances simbólicos, la SICT se resiste a pagar y INDAABIN incumple sentencias judiciales, dejando a las mujeres de esta comunidad sin la indemnización que les corresponde.

Esta contradicción no es un incidente aislado, sino un síntoma de un problema estructural: las políticas públicas, aunque bien intencionadas, a menudo no se traducen en justicia tangible. La reforma constitucional de 2024, que manda consultar y compensar, debería haber agilizado casos como este, pero la inacción gubernamental lo contradice, erosionando la confianza en las promesas de inclusión.

MÁS ALLÁ DE LOS JUEGOS DE PODER

La negativa de la SICT y el «tortuguismo» de INDAABIN en el caso de Mezquitán contradicen el espíritu del «Año de la Mujer Indígena». Esta comunidad, con sus 333 familias —muchas lideradas por mujeres que encarnan los valores que el gobierno dice proteger—, merece una resolución que trascienda la retórica.

Aunque Sheinbaum no ha abordado directamente el caso, su compromiso con la justicia social indica que, con información clara, podría impulsar una solución para que 2025 no sea un ejercicio vacío. El gobierno debe actuar con urgencia, asegurando el cumplimiento de las sentencias del Tribunal Agrario.

Solo así el discurso de reconocimiento a las mujeres indígenas se convertirá en hechos concretos, dejando atrás los juegos de poder y demostrando que la justicia no es negociable. La responsabilidad recae en Sheinbaum y sus dependencias: el tiempo apremia para alinear palabras con acciones.

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