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OPINIÓN

El colapso del sector salud

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Columna Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //

Los sistemas de salud en el país están en la mira, la seguridad social es un eje fundamental para el desarrollo de la sociedad al igual que la seguridad pública, la falla de cualquiera provoca consecuencias irreparables en la sociedad y se le atribuye a las políticas públicas mal aplicadas o bien a la omisión de los gobiernos, la atención inmediata y efectiva de estas dos áreas permiten la certeza de gobernabilidad, pero es importante poner atención en los servicios de salud su colapso implicaría una grave crisis social y este país suyo y mío, no aguanta sumarle a la violencia y la inseguridad el quiebre del sector salud, por lo que es un asunto público y delicado.

La atención médica y de seguros es lo que llamamos sistema de salud, es una obligación hasta el momento tripartita entre el gobierno, el ciudadano y el patrón, proviene de organismos autónomos, la afiliación a las instituciones de salud de donde se obtienen también seguros de riesgos de trabajo de vejez y vida, enfrenta una complicada problemática política y gubernamental que alcanza al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) producto de varios factores entre los más relevantes están los cambios gubernamentales, las ideologías partidistas y la lucha por los cotos de poder que sobre ellos recae.

En este sentido ambos institutos, enfrentan el desabasto de medicamentos, la ausencia atención médica efectiva y oportuna al ciudadano, recortes presupuestarios y de personal, corrupción en los contratos a farmacéuticas y laboratorios, lo anterior para el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, tiene su origen en el cambio de las políticas internas y en el combate a la corrupción, pero queda la duda persistente del si el análisis profundo que debe llevar este gobierno con respecto a sus nuevas políticas públicas y estrategias, serán realmente positivas y eficaces a largo plazo, ya que al parecer se planean las tácticas y ajustes a las políticas públicas sobre la mesa en una conversación de ocurrencia muy parecida a los informes mañaneros, es posible que la nueva implementación de acciones tajantes, encaminadas para abatir la corrupción a y los grupos de poder al interior de las instituciones de salud, tenga su explicación bajo lineamientos débiles que no permiten entender con claridad los recortes de personal, los cambios estructurales, las renuncias de altos funcionarios y la intromisión de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, todos fundados en esta lucha que dice tener el gobierno contra la corrupción.

Los servicios del sistema de salud afrontan problemáticas mucho más complejas con el contrabando de medicamentos, el desabasto, la sobre compra de medicamentos, las licitaciones en contratos ventajosos y amañados a los laboratorios y farmacéuticas de los amigos y colaboradores del partido en el poder, eso se llama también corrupción, pudiera entenderse sin afán de suponer que al posicionar al nuevo gobierno y desterrar las prácticas corruptas de los que ostentaban el poder en el país, mediante el discurso férreo e inmovible de luchar contra la corrupción, se logrará posicionar el nuevo gobierno en cotos de poder que al final podrían ser el mismo sistema pero con nuevo color partidista, la obligación del gobierno es transparentar lo que dice, analizar y estructurar mediante el estudio profundo de la situaciones reales y los riesgos en los que se encuentra el sistema de salud en México.

El tratamiento político de la salud en México, deberá requerir una política pública transparente y humana, no sólo un discurso recio sobre erradicar la política neoliberal; voltear a los factores de riesgo del IMSS y del ISSSTE o a su posible colapso va más allá de un regaño mañanero del presidente.

Con respecto a la austeridad y la resistencia a sus políticas públicas contra la corrupción, los temas alrededor de estas dos instituciones son tan bastos que implican toda la atención nacional, debe ser un asunto primordial, congruente y humano de servicio médico de calidad, medicamentos y seguridad social, del respeto por los trabajadores, quienes entre la limpieza estructural esperan en la incertidumbre posibles despidos masivos por recortes presupuestales en aras de la austeridad, quizás y sin temor a la equivocación votaron por la esperanza de un cambio, no esperan quedar sin empleo y verse en el desasosiego de como continuaría su proyecto de vida, en el cual habían invertido el voto para este nuevo gobierno; ¿no está usted cansado de tanta justificación?, sin avances tangibles, mientras el gobierno se justifica con sus enemigos imaginarios los neoliberales y con la resistencia al combate a la corrupción.

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