CULTURA
El cuerpo técnico y sus responsabilidades compartidas
Miscelánea Deportiva, por Esteban Trelles Meza //
Amables lectores, mucho se dice de los jugadores en un equipo de fútbol responsabilizándolos de la derrota, ya que en la victoria todos se la adjudican. La responsabilidad de un equipo de fútbol es el director técnico en turno, que algunos aficionados la toman contra los directivos, dueños de equipo, en el que cada uno tiene una responsabilidad compartida principalmente el director técnico que es el enlace directo y único con los dueños de equipo.
Comúnmente repetimos, las derrotas son huérfanas, culpando la afición poco conocedora a entrenadores, directivos y los propios jugadores, por supuesto. En realidad existe un porcentaje sobresaliente por encima de todos que es el preparador físico, quien tiene la responsabilidad de tener físicamente al cien a los jugadores, sin excusas ni pretextos.
Las cargas de trabajo, la dosificación, el fondo físico, fortaleza y condición física, principalmente esta última que el cansancio o las limitaciones al respecto son responsabilidad única del referido personaje, incentivado como valor agregado con una proyección eficiente.
Existe una comunicación directa entre el médico y el preparador físico para adentrarse en cada jugador de manera personalizada, con una ficha técnica que el estudioso de la preparación física debe manejar y presentar al técnico o entrenador. Mucho tiene que ver la vida privada del futbolista con las bajas de juego que repercuten en lesiones. La soltería se supone ayuda sobremanera, que los “listos” jugadores se desvelen trasnochándose en fiestas o actividades sexuales en demasía y que decir del licor enemigo de los deportistas.
Los “tirones, desgarres, lesiones musculares” son producto de la falta de profesionalismo y ética del propio jugador, aun casado, que le gusta “reventar”, es por ello que existen las llamadas concentraciones, incluso de local en el torneo de liga, principalmente en “liguilla”, cuidando todos los aspectos de manera calculada y preventiva principalmente.
Por supuesto que es factor la educación, preparación intelectual y el profesionalismo para saber y entender que el fútbol actual es cien por ciento de fondo físico, con vertiginosidad, vertical de primer toque, con un ida y vuelta de prácticamente todas las posiciones de cancha, que obviamente excluye al guardameta.
En Europa difícilmente se lesiona el jugador por descuido propio en el tipo de lesiones que estamos manejando, el ritmo en los encuentros es intenso, con profundidad, a diferencia del sudamericano y latino que gusta del lucimiento personal, el “dribling”, la gambeta, el túnel” y las jugadas vistosas (brasileños argentinos y otros), que por supuesto embelesa al aficionado con su fútbol de magia y encanto (Ronaldinho, Neymar, Pelé, Maradona entre muchos más).
Frecuentemente existen jugadores que no explotan sus talentos y condiciones y no rinden en determinados equipos, que mientras más grandes e importantes sean mayor es el grado de dificultad y competitividad y el prestigio que representan.
Ejemplos notorios con Alexis Vega y Uriel Antuna, medallistas olímpicos en Japón 2020-21, que en “Chivas” de Guadalajara no mostraron su mejor fútbol, por parranderos y borrachos que para colmo graban sus “aventuras” de embriagarse sin razón de ser presumiendo banalidades superfluas sin sentido, como si fuera lo mejor de la vida (en su ignorancia lo es para ellos).
El “Chino” Huerta pasó por varios técnicos en el “chiverio”, lo prestaban, regresaba y no se mostraba como el gran jugador que es, haciéndolo en UNAM su mejor versión que lo llevó a selección nacional.
El caso de JJ Macías, delantero goleador, fue imperdonable la ineficiencia e ineptitud del cuerpo médico, que lo precipitaron en su largo tratamiento y lo volvieron a “tronar” de una lesión de consideración mal manejada que deberían despedir a los médicos “chafamex” y expulsarlos de por vida en el fútbol perdiendo el club millonadas económicas de un activo de primer nivel.
Los directores técnicos o entrenadores tienen toda la paciencia del mundo con los extranjeros, que los tratan de manera preferencial cobrando en dólares (que de hecho ya todos lo hacen) máxime si viene precedido de cierta fama.
Solari en el América, por ejemplo, otros interinos que lo hicieron bien como los argentinos Andrés Lillini o el propio “Tano” Ortiz, este último visto está no tiene condiciones para campeonar con cuadros de primer nivel con América y Monterrey, que por supuesto es un fracaso con planteles vastos y no coronarse con ambos.
Jamás, nunca escucho decir a un solo comentarista televisivo el factor preparador físico en el rendimiento puro de algunos jugadores, puesto que desconocen las entrañas de lo que es un cuerpo técnico, con todas las ventajas para lucirse que cobran en serio y tienen la responsabilidad de rendir al máximo cada uno de ellos (auxiliares, preparador físico, entrenadores de porteros, etc.), de un séquito de por lo menos cinco personajes que algunos están de más y “sangran” una nómina elevada que no tiene razón de ser.
Ciertamente el “Vasco” Javier Aguirre se la jugó de “bombero” en equipos débiles, salvándolos del descenso, demostrando que un verdadero técnico profesional se la juega con lo que tiene, no teniendo un estilo de juego definido por las circunstancias referidas.
Los “grandes” entrenadores en el mundo de primera, lo que hacen es reforzar al equipo, cuando en realidad tienen planteles completos y, aun así, se cobijan más aún, haciendo gastar a los dueños millones de euros en la compra de más jugadores.
Increíblemente los primeros en “reforzar” a equipos “grandes” son los comentaristas televisivos que se convierten en promotores opinando y sugiriendo como si de verdad tuvieran el conocimiento de causa de las necesidades y exigencias de cada equipo.
Existen comentaristas no muy conocidos como el tal “Willie” González de Milenio TV, con absurdos de opiniones en referencia al Rebaño Sagrado, que la globalización de equipos debe ser con jugadores extranjeros cuando precisamente la mexicanidad de “Chivas” es su grandeza como el equipo más importante y significativo de este país con jugadores nacionales.
Carlos Alazraki, un tipo obeso con la voz ronca, nula dicción, “vividor” de campañas políticas, mercadólogo, que se ofreció con Amaury Vergara dueño de “Chivas” prometiéndole el campeonato de liga sin saber nada de fútbol diseñando un equipo con extranjeros.
Es un sacrilegio futbolístico tratar de cambiar la esencia de un equipo querido y adorado por millones, muchos más que el América de mexicanos orgullosos de su nacionalismo y grandeza.
Es como decirle al ciudadano común que cambie el escudo nacional del águila devorando una serpiente, que representa el simbolismo del nacimiento y pertenencia de una nación de la raza de bronce que nos dan identidad ante el mundo de nuestros antepasados aztecas, de una raza preponderante con pleno conocimiento de las ciencias, astrología, herbolaria, arquitectura de las pirámides colosales y el diseño de una ciudad avanzada de su época.
Finalizando el tema central de nuestra crónica deportiva en funciones claves para el jugador mismo y su rendimiento uniforme de un semestre (integrando otro torneo como la MLS) de torneo de liga que la preparación física es fundamental.
El equipo de fútbol es eso, conjunción en la colaboración de todos en el ámbito de su competencia y especialidades, un ejemplo, lo fue el ex técnico de Guadalajara Paunovic que basó precisamente su esquema táctico en “morder” la marca con varios jugadores, en una intensidad que lo llevaron a disputar una final que no culminó con el campeonato, que sin fondo físico jamás lo hubiera logrado.
Es por ello que resaltamos el renglón físico para demostrar la importancia y el profesional de la materia señalada, de un punto que nadie lo comenta o pasa desapercibido. En los tiempos modernos cada vez más aparecen actividades de auxiliares “expertos en videos, espías” de los rivales en turno y un sequito impresionante de vividores del futbol, que en realidad son actividades intrascendentes.
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