MUNDO
El dragón, principal socio comercial: China y la Unión Europea, pactos económicos controversiales

Economía Global, por Alberto Gómez R. //
En la década de los años ochenta, China observaba cómo se iba conformando el sueño europeo anhelado durante muchos años: la Unión Europea. La Unión Europea (UE) es una asociación económica y política única en su género y compuesta por 27 países europeos que abarcan juntos gran parte del continente.
La organización que se convertiría en la UE se creó en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. Sus primeros pasos consistieron en impulsar la cooperación económica con la idea de que, a medida que aumentara la interdependencia económica entre los países, disminuirían las posibilidades de conflicto.
En 1958 se creó, pues, la Comunidad Económica Europea (CEE), que en un principio establecía una cooperación económica cada vez más estrecha entre seis países: Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos.
Finalmente el 1 de noviembre de 1993 entró en vigor el Tratado de la Unión Europea, luego de décadas de constantes acuerdos, reglamentos y tratados para su consolidación paulatina.
Desde entonces se han unido a ellos otros 22 miembros, creando un enorme mercado único (también conocido como «mercado interior») que ha seguido avanzando con la intención de lograr los objetivos propuestos en su conformación.
La Unión Europea es el mayor bloque comercial del mundo. Es la primera exportadora mundial de productos manufacturados y servicios, y el mayor mercado de importación para más de 100 países.
La unión Europea, aunque establece acuerdos y tratados de orden político, económico, social, cultural, educativo, diplomáticos, no todos los miembros de la UE pertenecen a la llamada “eurozona” o “zona del euro”.
Cuando el euro se introdujo por primera vez en 1999 como «moneda escritural», la zona del euro estaba compuesta por 11 de los entonces 15 Estados miembros de la UE. Grecia se unió en 2001, solo un año antes de la introducción del efectivo en euros, seguida por Eslovenia en 2007, Chipre y Malta en 2008, Eslovaquia en 2009, Estonia en 2011, Letonia en 2014 y Lituania en 2015. Hoy en día, la zona del euro agrupa a 19 Estados miembros de la UE. (europa.eu)
Entre los países que no forman parte de la zona del euro, Dinamarca y el Reino Unido disponen de una cláusula de exclusión voluntaria, establecida en los protocolos anexos al Tratado. Suecia aún no reúne las condiciones necesarias para formar parte de la zona del euro.
El Reino Unido de la Gran Bretaña abandonó la Unión Europea tras un referéndum celebrado el 23 de junio de 2016 en el que, por un estrecho margen (el 51.9 por ciento a favor) los votantes apoyaron la resolución de abandonar la UE, por lo que el gobierno invocó en marzo de 2017 el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea, iniciando un proceso de dos años que debía concluir con la salida del Reino Unido el 29 de marzo de 2019. Finalmente, luego de varias dilaciones, el 31 de enero de 2020 el abandonaron la unión.
La Unión Europea representa un importante y estratégico bloque comercial internacional aún sin el Reino Unido; con un mercado de 500 millones de consumidores la UE ha sido un ambicionado objetivo para China.
Las relaciones entre el gigante asiático y la UE han estado plagadas de contradicciones; por un lado, la UE no permitía la apertura comercial con China bajo argumentos de mantener un sistema político represor, sus prácticas comerciales desleales, o su política exterior que se salía de la norma establecida y marcada desde Estados Unidos, por ejemplo, en lo referente al Mar del Sur de China, una importante zona geoestratégica de 3.5 millones de kilómetros cuadrados (un millón más extensa que el Mediterráneo y dos más que el Golfo de México).
Su importancia radica en ser el paso de entrada entre el Pacífico Norte y el Océano Índico, y el acceso a naciones con economías emergentes como Taiwán, Singapur, Malasia, Indonesia, Camboya, Vietnam y Filipinas.
Las crecientes disputas que se han sucedido en la década reciente entre Estados Unidos y China, han afectado en la relación comercial del país asiático con la UE, ya que los acuerdos firmados entre los países europeos y EEUU luego del término de la Segunda Guerra Mundial, los obligan a una lealtad forzada con organismos financieros internacionales a partir de la conformación del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, además de su adhesión al tratado político-militar de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).
Sin embargo y a pesar de las desavenencias de fondo, China y la UE lograron avanzar hacia acuerdos comerciales, sobre todo a partir de la admisión de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001, promovida desde la administración presidencial de William Clinton y después por George W. Bush, cuyas intenciones originales fueron promover la deslocalización de las empresas manufactureras de EEUU hacia China, con la finalidad de disminuir costos y maximizar utilidades, para lo que el actual presidente Joseph Biden jugó un papel cabildero de mucho peso siendo senador, lo que representó para la familia Biden su incursión en las grandes ligas de los negocios con China.
A finales del pasado mes de diciembre (2019), China cerró el esperado y polémico acuerdo de inversión con la Unión Europea tras siete años de negociaciones.
El acuerdo tiene tres grandes vertientes: una mayor transparencia en el sistema de subsidios fijado por Pekín para sus empresas, una mayor igualdad de condiciones entre firmas chinas y europeas, y frenar la transferencia tecnológica. “Tenemos que ser realistas: este acuerdo no resolverá todos los desafíos relacionados con China que afrontamos. Que hay muchos. Sin embargo, vincula a China con compromisos significativos que van en la dirección correcta”, ha sostenido el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis. (elpais.com)
La Oficina Europea de Estadística (Eurostat) señaló que el volumen comercial con China alcanzó los 586,000 millones de euros en 2020, en comparación con los 555,000 millones de euros en la relación con Estados Unidos.
La agencia también detalló que las exportaciones de la UE a China aumentaron 2.2%, hasta 202.500 millones de euros, mientras que las importaciones de China al bloque crecieron 5.6%, hasta 383.500 millones de euros. (dw.com)
Las exportaciones de la Unión Europea hacia Estados Unidos cayeron 13.2% en el mismo período y las importaciones 8.2%. Lo anterior significó que China supera por primera vez a Estados Unidos como principal socio comercial de la Unión Europea… y van por todo.
MUNDO
Rechaza ser deportado Hernán Bermúdez Requena de Paraguay

– Por Francisco Junco
Hernán Bermúdez Requena, el ex secretario de Seguridad Pública, nombrado por el entonces Gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, ahora senador de la República, rechazó ser extraditado a México.
Durante la audiencia inicial, donde un juez dictó prisión preventiva, se le ofreció la extradición voluntaria, pero Bermúdez Requena, presunto líder del cartel de “La Barredora”, no aceptó.
Ahora se iniciará un proceso ordinario, que podría tardar hasta 60 días, en tanto, Bermúdez Requena, continuará bajo la custodia de la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay.
En tanto, en México se informó que la Fiscalía General de la República ya presentó la solicitud de extradición contra Hernán Bermúdez Requena al gobierno guaraní.
“El Abuelo” o “El Comandante H”, como se le conoce al exfuncionario del gobierno del morenista Adán Augusto López en Tabasco, e identificado como el presunto líder del Cártel de “La Barredora”, fue detenido la madrugada del sábado, en Paraguay, en una residencia ubicada en la zona exclusiva de Marino Roque Alonso, donde permanecía escondido.
Este fin de semana, el presidente Santiago Peña, dio a conocer, en un pequeño video de 45 segundos, cómo fue el arresto de Bermúdez Requena.
En las imágenes, primero se ven aspectos de la residencia, se ve cómo las fuerzas especiales, revisaron la finca y derribaron la puerta, suben una escalera y someten a ex secretario de seguridad, lo encañonaron y lo tiraron al suelo, donde lo tenían sometido, bocabajo y un elemento le pone un pie en la espalda.
Después, el presunto líder de La Barredora, quien cuenta con una ficha roja activa de la Interpol, aparece sentado en un sillón con ropa deportiva, pelo más largo y canoso, barba larga.
Cuenta con una orden de captura en México por asociación delictuosa, extorsión y secuestro exprés.
En el video, se muestra que en la residencia, donde permanecía escondido, había fajos de dólares y guaraníes, moneda uruguaya, así como joyas, tarjetas bancarias, identificaciones y una camioneta de alta gama.
Manuel Doltane, titular de Asuntos Internacionales de la Fiscalía de Paraguay, reveló que Bermúdez, entró de manera ilegal al país.
Y es que en febrero de este año, después de hacer pública la orden de aprehensión en su contra, el ex funcionario estatal huyó del país.
De acuerdo con las autoridades, viajó primero a Panamá, después a España, más tarde a Brasil, para terminar en Paraguay.
En medios locales del país sudamericano, como el diario ABC, informaron que la detención del ex funcionario de Adán Augusto López, se logró, gracias a que en el mes de julio se detuvo a Gerardo Bermúdez Arreola, sobrino del presunto líder de “La Barredora”.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 807: Magistrada Fanny Jiménez revoca rechazo de pruebas y defiende Bosque de Los Colomos
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
Crónica de una semana tensa en la UdeG: La rebelión estudiantil que desafía a la FEU
MUNDO
Tolerancia en tiempos de algoritmos

– Opinión, por Miguel Anaya
¿Qué significa ser conservador en 2025? La etiqueta, lejos de significar a una persona o grupo de ellas, aglutinadas en torno a la Biblia o valores cristianos, se ha vuelto un acto de rebeldía. El conservadurismo pareciera significar a una nueva minoría (o una mayoría silenciosa) que enfrenta un prejuicio constante en redes sociales.
En sociedades donde la corrección política dicta el guion, ser conservador implica defender valores tradicionales —para algunos valores anacrónicos— en medio de un mar de redefiniciones. La sociedad dio un giro de 180 grados en tan solo 20 años y aquellos que señalaban hace dos décadas, hoy son señalados.
¿Y ser liberal? El liberalismo que alguna vez defendió la libertad frente al Estado hoy se ha transformado en progresismo militante: proclamar diversidad, reivindicar minorías, expandir derechos. Noble causa, sin duda.
El problema comienza cuando esa nobleza se convierte en absolutismo y se traduce en expulsar, callar o cancelar a quien no repite las consignas del día. El liberal de hoy se proclama abierto, pero con frecuencia cierra la puerta al que discrepa. Preocupante.
He aquí la contradicción más notable de nuestro tiempo: vivimos en sociedades que presumen de “abiertas”, pero que a menudo resultan cerradas a todo lo que incomoda. Lo que antes era normal hoy puede costar reputación, trabajo o, en casos extremos, la vida. Hemos reemplazado la pluralidad por trincheras y el desacuerdo por el linchamiento mediático (“funar” para la generación Z).
La polarización actual funciona como un espejo roto: cada bando mira su fragmento y cree que posee toda la verdad. Los conservadores se refugian en la nostalgia de un mundo que quizá nunca existió, mientras que los liberales se instalan en la fantasía de que el futuro puede aceptar todo, sin limitantes.
Ambos lados olvidan lo esencial: que quien piensa distinto no es un enemigo para destruir, sino un ciudadano con derecho a opinar, a discernir y, por qué no, a equivocarse humanamente.
La violencia y la polarización que vivimos, no son fenómenos espontáneos. Son herramientas. Benefician a ciertas cúpulas que viven de dividir, a las plataformas digitales que lucran con cada insulto convertido en tema del momento.
El odio es rentable; la empatía, en cambio, apenas genera clics. Por eso, mientras unos gritan que Occidente se derrumba por culpa de la “ideología woke”, otros insisten en que el verdadero peligro son los “fascistas del siglo XXI”. Y en el ruido de esas etiquetas, el diálogo desaparece.
Lo más preocupante es que ambos discursos se han vuelto autorreferenciales, encerrados en su propia lógica. El conservador que clama por libertad de expresión se indigna si un artista satiriza sus valores; el liberal que defiende la diversidad se escandaliza si alguien cuestiona sus banderas.
Todos piden tolerancia, pero solo para lo propio. Lo vemos en el Senado, en el país vecino, tras el triste homicidio de Charlie Kirk y hasta en los hechos recientes en la Universidad de Guadalajara.
En buena medida, este mal viene precedido de la herramienta tecnológica que elimina todo el contenido que no nos gusta para darnos a consumir, solo aquello con lo que coincidimos: EL ALGORITMO.
El algoritmo nos muestra un mundo que coincide totalmente con nuestra manera de pensar, de vivir, de vestir, nos lleva a encontrarnos únicamente con el que se nos parece, creando micromundos de verdades absolutas, haciendo parecer al que piensa un poco distinto como ajeno, loco e incluso peligroso. Algo que debe ser callado o eliminado.
Occidente, en 2025, parece olvidar que lo que lo hizo fuerte no fue la homogeneidad, sino la tensión creativa y los equilibrios entre sus diferencias. Quizá el desafío es rescatar el principio básico de que la idea del otro no merece la bala como respuesta.
Solo la palabra, incluso aquella que incomoda, puede mantener vivo un debate que, aunque imperfecto, sigue siendo el único antídoto contra el silencio y la complicidad impuestos por el miedo o la ignorancia.